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Categoría: Incestos

Mi tía Maru

Hola mi nombre es Luis y me dicen Huicho y vivo en Ciudad de México esto me pasó en noviembre del año 2000, actualmente tengo 26 años, tengo una tía que le decimos tía Marú aun y cuando no se llama así pero toda la vida la hemos llamado así, ella desde que se casó vive en California en los Estados Unidos y nosotros vivimos en México cuando yo tenía 18 años me fui un año a vivir con ella y con mi tío en aquel entonces mi tía tenía 42 años y no es por nada pero estaba muy bien yo empecé a tener fantasías con ella desde una ocasión en que al entrar al baño la vi completamente desnuda pero rápidamente cerré la puerta y me fui a mi habitación.



Más adelante husmeando en su habitación encontré unas fotos de ella desnuda que le había tomado supongo mi tío con una de esas cámaras polaroid de revelado instantáneo y con ellas me hacía una puñeta y ya, luego regresé a México y el año pasado volví a ir a pasar 2 semanas en su casa ya que tuve un periodo de vacaciones en mi trabajo.



Son una familia muy americanizada incluso no tienen hijos porque parece que mi tío no pudo nunca entonces a nosotros nos quiere con si fuéramos sus hijos. Bueno, en la actualidad mi tía tiene unos 49 años casi los 50, una mañana yo me fui a jugar fútbol cerca de la casa de ellos con unos amigos que hice cuando estuve viviendo allá. Como a las 4:00 PM llegué a la casa. Me abrió mi tía Marú y me comento que estaba sola que mi tío había ido a casa de un amigo para ver cosas de su trabajo que iba a regresar en la noche que si quería que fuéramos a comer a algún lado yo le dije que no que estaba muy cansado que me iba a recostar un rato.



Como a las 5:00 me iba a ir a bañar. Justo en ese momento mi tía iba a salir para buscar algo de comer y me preguntó de nuevo si no querría nada, una vez más le contesté que no, que muchas gracias. Antes de que se fuera le pedí una toalla.



Terminé de bañarme y más o menos como a las 6:15 llegó mi tía y me dijo que se daría un baño antes de comer cabe mencionar que yo soy un poco degenerado. Cuando se iba a meter al baño me acerqué a su cuarto a ver si podía ver algo, pero no pude ver absolutamente nada entonces esperé a que saliera del baño para entrar de sorpresa a su cuarto y ver si así podía ver algo, y así lo hice cuando creí que ya estaba en su cama sentada abrí la puerta y ahí estaba ella secándose completamente desnuda, se tapó como pudo y me pidió que saliera yo le dije que necesitaba hablar con ella urgentemente, entonces me dijo que la dejara ponerse una bata que me volteara así lo hice y una vez que se puso la bata nos dispusimos a platicar, me pregunto que qué quería decirle y yo le comenté que me gustaba una mujer pero que no sabía cómo hacerle puesto que ella era casada ella se sorprendió y me preguntó que cuántos años tenía ella y le comenté que más o menos su edad, ella me dijo que mejor la olvidara y que no me metiera en problemas y me preguntó que si ella la conocía puesto que ella vivió en México antes de casarse yo le dije que sí que la conocía muy bien y me dijo que quién era yo le dije que mejor no le decía que se iba a molestar y ella insistió, entonces le dije que era ella y enseguida le planté un beso en la boca ella se separó y me dio una cachetada me dijo que, qué significaba eso, que no estaba bien y que lo olvidara que además ella era mi tía yo la tomé de una de sus manos y se la puse en mi paquete y le dije que viera cómo me tenía. Yo le dije que me disculpara, pero que ya no podía guardármelo.



Ella mide como 1.75, tiene unas tetas impresionantes, unas piernas muy buenas y de cara es normal no es una belleza pero está bien. Me acerqué de nuevo y la volví a besar y ella no opuso mucha resistencia, en ese momento la recosté en la cama sin dejar de besarla y le abrí la bata y empecé a chupar sus tetas y pellizcar sus pezones, ella me decía entre gemidos, “¡¡¡ah!!! Huicho, pero esto no está bien, no podemos hacer esto, no está bien, somos familia y no quiero engañar a tu tío”. Le dije que no se preocupara que éste sería nuestro secreto, “sí Huicho pero... me gustaría pero no sé...”. Al terminar de decir esto la volví a besar en la boca y ella ya no se resistió por lo que empecé a cambiar mi beso a un beso francés, mientras que mi mano empezó a subir de su pierna a sus ricos muslos y que me estaba poniendo en erección máxima.



Ella empezó a gemir y fue cuando me di cuenta que ya no había marcha atrás. Así que le saqué su bata y al hacerlo le acaricié una vez más sus deliciosas tetas que mostraban sus pezones excitados lentamente acaricié su bello culo y me dirigí a su cueva la cual ya estaba toda mojada por la excitación, le empecé a besar chupar esas tetas que tanto había anhelado y que ahora eran mías.



Le iba mordiendo sus paraditos pezones, a cada mordisco ella gemía más y más, ya que también le acariciaba su vagina con mi mano desocupada. Ya casi no pude contenerme y la abrí de piernas, y comencé a comerme su vagina, su olor me excitaba sobremanera y le dije:



-Marú ahora te lo meteré.



- Sí Huicho... te quiero, te quiero dentro de mí, quiero que me des placer el tiempo que estés aquí conmigo.



Después de eso ya no me contuve y le abrí y acomodé sus piernas encima de mis hombros y mi pene en su almejita y fui introduciendo poco a poco. A cada entrada ella gemía más aceleradamente, le dije que quería que me mirara a los ojos cuando se la estuviera metiendo, en cuanto me empezó a mirar yo empecé a bombear su entrada de manera acelerada, a cada embestida sus tetas se movían como una maravilla ella solo decía



- Sí Huicho dale más duro, masss hazme lo que quierasss ahhhh ayyyyy soy sólo tuyaaa Huicho.



-vamos Marú desde hoy eres mi zorrita muévete lo haces bien.



-te gusta Huicho...



-cómo estoy gozando... me encanta Marú...



-dale más duro con todas tus fuerzas cabrón ahhh -eso me decía cuando le llegó su orgasmo, fue tal su placer que dio un grito y me arañó la espalda llena de placer, por mi parte ya me iba a venir así que saqué mi pene y empecé a masturbarme y dejé caer toda mi leche sobre ese par de tetas más bellas y en su cara.



Un poco cansado me recosté a su lado y ella sólo atinó a decir.



- ¡¡¡gracias Huicho!!! Sabes de ahora en adelante como agradecimiento, cada vez que quieras que hagamos el amor sólo pídemelo que siempre estaré dispuesta para ti, ¡¡¡soy tuya!!!



Yo estaba un poco cansado pero después de unos minutos, Marú empezó a sobarme el pene y me puso a mil otra vez, yo le traía ganas a su ano así que le dije que se pusiera en 4 patas y que le iba a coger por detrás, a lo que ella reaccionó y dijo que por el culo no, que le daba miedo, yo le dije que se dejara hacer que si le dolía me dijera y ahí me detenía, entonces ella aceptó y le pedí que fuera por un poco de crema al baño, al regresar ella se dejó hacer y yo comencé a gozarla, bajé poco a poco por todo su cuerpo y comencé a comerme su culito lo cual le gustó mucho, ya entrados en gastos paré y le pedí que me la mamara a lo que ella respondió que nunca lo había hecho y antes de que dijera más le acerqué mi bulto a su boca y comenzó a comérselo poco a poco fue algo fenomenal lo hacía muy bien. Mientras yo con una de mis manos le sobaba su clítoris y con la otra le ponía un poco de crema en su culo y le metía un dedo en su ano, poco a poco le fui metiendo más dedos hasta que casi entraron tres en su culito mientras ella seguía mamando, empezó a gemir muy fuerte, le dije que se volteara y me puse algo de crema en mi pene y repetí la dosis en su ano que ya estaba bien dilatado después de varias introducidas se incorporó y se colocó frente a mí, comencé a besarle la espalda y a pasar mi pene entre sus nalgas, se veía un poco asustada. Entonces comencé a hablarme de lo que le iba a hacer mientras acercaba más la punta de mi pene a su exquisito culo, pasé una mano por su vagina con la intención de darle un masaje para excitarla un poco más y que olvidara por un instante que le iba a reventar su culo, en ese momento coloqué mi pene que ya estaba a reventar en la entrada de su ano y de un solo golpe le introduje la mitad de mi palo, ella dio un grito de dolor y se quejaba, me pedía que se lo sacara yo hice caso omiso y comencé a moverlo muy suavemente hasta que entró por completo me quedé con el pene dentro de su culo y le masajeba sus tetas y besaba su cuello y espalda poco apoco empezó a disfrutar y gemir de placer. Entonces comencé a bomberle poco a poco aumentado mi velocidad en cada embestida, ella también comenzó de inmediato con movimientos al sentir que tenía toda su polla dentro de su culo virgen como señal de su aprobación; la sujeté pidiéndole que se quedara así, en eso le pregunté, que si le gustaba a lo que sólo pudo asentir con la cabeza y aumentando sus movimientos hacia atrás buscando que la penetrara lo más profundamente que se pudiera, de vez en vez me gritaba que se lo rompiera con más fuerza que era increíble el placer que sentía en ese momento, a los pocos minutos no aguanté más y me vine dentro de su culo, se la saqué y en ese momento se la metió a la boca para comerse los restos de mi leche una vez que terminó me dijo que, que nunca había sentido tanto placer junto en un solo día que le había encantado y que quería repetirlo otra vez.



A partir de ese momento mi tía Marú y yo somos amantes.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1981
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