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Categoría: Infidelidad

Mi suegro éxtasis y placer

folle con mi suegro.


Era un día caluroso y estaba muy aburrida, no sentía que mi vida estuviera yendo bien, no era como lo había imaginado, no había diversión , solo trabajo y cansancio, ni siquiera el sexo , que tanto me encantaba , era bueno, mi marido estaba muy poco conmigo, y llegaba siempre cansado, y en las noches, también yo estaba cansada, y a pesar que estábamos en nuestros albores sexuales, yo con 25 años, y mi marido con 30 años , estábamos en nuestro florecer sexual, pero la responsabilidad de mi trabajo y atender a mi marido , y el estaba siempre cansado de trabajar todo el día , en el negocio que le había dado su padre para que nos mantengamos, hacia que nuestra vida no fuera como la imaginamos, habíamos creído que al juntarnos íbamos a estar mas tiempo encamados, tirando y cogiendo y nada más.


Después de casi 3 años de ser novia con Alex, ahora mi marido, su familia decidió que teníamos que casarnos o vivir juntos y así fue como se jodió todo. Realmente aún no estaba eso en mis planes pero si quería salir de mi casa en busca de mas libertad.

Mi suegro, un joven hombre viudo, y bastante solitario, tiene una casa en el centro de la ciudad por un área muy concurrida y rodeada de mucho movimiento , allí monto una ferretería, en un antiguo garaje, para que lo administrara Alex, el negocio funciona muy bien ya que esta a orilla de calle y cuenta con estacionamientos amplios y es muy funcional y moderno.

Ese día, estaba muy concentrada, poniéndome crema hidratante en mi pecho y acariciándome el tontón, cuando levante la vista me asuste al ver a una persona en el umbral de la puerta , reconocí luego que era mi suegro, estaba observándome, yo no sabía desde cuando, pues no lo sentí que hubiera llegado, vi que me miraba con esa mirada , que me turbaba tanto, no sabía porque, pero siempre , desde que lo conocí había sido así, su mirada me inquietaba, me ponía nerviosa, me hacía sentir que mi corazón se desbocaba, y sentía una presión en mi vientre, siempre me pasaba lo mismo con él , su presencia , me intimidaba, me ponía nerviosa, no sabía cómo actuar ante él, era un hombre muy atractivo, recuerdo que la primera vez que lo vi , pensé que si Alex, mi marido, llegara a ser como su padre, me había sacado la suerte, tenía 60 años, era alto media más de 1.80 mts., igual que Alex, solo que su cuerpo, era más desarrollado y grueso que el de mi marido, pero su rostro , a pesar de estar quemado por el sol , y parecer duro por las arrugas que enmarcaban sus carnosos labios, tenía una atracción sexual, casi animal, cada vez que lo veía me sentía muy extraña, y se me humedecía la vagina, me daba miedo , que se diera cuenta del efecto que causaba en mi.
De allí mi nerviosismo, pues me miraba de frente , poniendo una expresión muy especial en su rostro.

Alex no está , ha salido de la ciudad , le dije, y me di cuenta que su mirada abarcaba todo mi cuerpo, y recién me di cuenta , que tenia puesta una bata delgada, que estaba abierta al centro dejando ver no solo mis pechos blancos medianos y redondos, sino que además, se me veía toda la concha, ya que no llevaba ropa interior , y como la bata estaba abierta se había deslizado a los costados dejando al descubierto mis tetas, mis piernas, que las tenía abiertas, brindando una visión completa de mi concha, sentí un calor que quemaba mis mejillas, y trate de acomodar la bata cruzándola sobre mis piernas y mi pecho apresuradamente.

Escuche la voz de mi suegro, aunque no parecía su voz, ahora era más ronca y balbuceante, que me decía…, si, ya lo sé, solo quiero usar la ducha, pues la bomba de agua en mi casa no funciona, y estoy hecho un asco.

Lo observe con más detenimiento, y era cierto, como del era dueño de un rastro de piezas mecánicas y aún le metía duro al trabajo, el estaba cubierto de grasa y aceite, sin embargo se le veía muy atractivo, muy… macho, si, esa era la palabra, era 1.80 metros de encanto varonil con ese enorme tórax, enmarcado por brazos enormes, y musculosos, sobre dos piernas largas enfundadas en esos jeans ajustados, que estaba haciendo que se me calentaran todas las hormonas, dormidas por tanto tiempo.

¿Puedo usarlo?, me pregunto sacándome de mis pensamientos, si, si, por supuesto le conteste nerviosa, el dio media vuelta y entro en el baño.
Al poco rato escuche el agua de la ducha corriendo, no sabía qué hacer, que pensar, daba vueltas por la habitación, en eso recordé que había sacado las toallas del baño para lavarlas, y me fui al closet para sacar toallas limpias, y sin pensar lo que hacía, me dirigí al baño, la puerta estaba entreabierta, así que entre.

Allí, frente a mí, estaba mi suegro, completamente desnudo, con el agua recorriendo todo su cuerpo, caía por su cabeza, su enorme pecho , con los músculos muy marcados en los pectorales, su vientre era plano con los abdominales que resaltaban, sus caderas estrechas, pero con un culo redondo y musculoso, y entre las piernas esa enorme verga, que no estaba en erección, pero si distendida colgando hacia abajo, y balanceándose pesadamente, no entendía porque mi marido no habia sacado ese dote; el tamaño de verga que tenia, de largo no eran iguales, la de su padre era más gorda tenia al menos el doble de grosor, y la pelotas se veían enormes, como si estuvieran apretadas por el saco de piel que las contenía, me había quedado absorta mirando esa especie de dios griego, y mi excitación había aumentado tanto que sentía como unas gotas resbalaban desde mi vagina a lo largo de mis piernas.
Reaccione y dejando de mirar su enorme verga, levante los ojos , solo para encontrarme con esa mirada que me ponía nerviosa, sentía que mi corazón palpitaba a mil por hora, no podía tragar la saliva, y me faltaba el aire, a parte de la urgencia que sentía de tocarme entre las piernas.

Mi suegro salió de la ducha y en dos zancadas , estuvo a mi lado, note que su verga había empezado a crecer aun mas , y se levantaba hacia arriba, cuando estuvo junto a mí , me agarro de la cintura y me jalo hacia él, y en un instante empecé a sentir su lengua retorciéndose dentro de mi boca, solté las toallas, y me abrace a su cuello, devolviendo el beso con el mismo apasionamiento, y buscando con mi lengua entrar en su boca, como estaba mojado, mojo mi bata , e me la subió, y metió su mano entre mis piernas, y mi excitación fue tanta que empecé a ver todo negro, y creí que me iba a desmayar, pero él me cargo en sus fuertes brazos me llevo hasta la cama donde me deposito, y luego tiro de la bata por encima de mi cabeza, y quede completamente desnuda ante su mirada apasionada, llena de deseos y lujuria incontenible, la misma que yo estaba sintiendo también.

Quede tendida sobre mi espalda y él me tomo de las rodillas y separo mis piernas, y me sentí avergonzada pues sabía que allí abajo estaba muy mojada, y él se daría cuenta de mi deseo.
Con las piernas recogidas y totalmente abiertas, quedaba mi conchita completamente expuesta, y esto me excitaba mucho.

Se arrodillo en el piso al borde de la cama y hundió su cabeza entre mis piernas, y al instante sentí como su lengua chasqueaba , en la humedad que yo tenía allí, y entraba, se revolvía dentro de mi conchita y salía para tocar los labios de mi concha, apretarlos con sus labios, para luego disparar su lengua dentro de mi cueva otra vez, y no pude aguantar más, me vino un intenso orgasmo, con abundante eyaculación, que fue a parar a su boca y mentón.

Quería morirme de la vergüenza, nunca había tenido eyaculaciones, y que salieran disparadas de mi concha, y medio sollozando, le dije, perdón, perdón, no pude contenerlo, y él me miro a los ojos, y me dijo, ha sido el más bello y delicioso regalo que has podido hacerme, conmigo no te contengas nunca, mójame, la boca, la cara, los huevos, y todo el cuerpo, si quieres, es delicioso.
Dicho esto volvió a meter, la cara, entre mis piernas, y su lengua volvió dentro de mi conchita, lamiendo los restos de mi eyaculación, y renovando mi excitación.
En un momento se incorporó, y con un rápido movimiento, me volteo, y jalándome de la cintura hizo que quedara sobre mis rodillas, y mis codos, levantando el culo, que empezó a besar y lamer, y en un instante sentí , como su lengua se introducía en mi ano, revolvía la lengua dentro de mi ojete, haciéndome sentir el mas supremo de los placeres, y de repente uno de sus dedos, reemplazo su lengua en mi ojete, con toda la lubricación que tenia de restos de mi eyaculación, y de la saliva que él había dejado dentro, con su incursión lingual, su dedo entro con relativa facilidad, a pesar de lo grueso y largo que era.

Con el dedo dentro de mi culo, empezó a bombear, haciendo que el ritmo fuera aumentando de velocidad, y así me vino el segundo orgasmo, con eyaculación incluida.
Después del orgasmo anal, quede tendida en la cama, completamente laxa, el me volteo boca arriba, y se sentó a horcadas encima mío, empezó a acariciar mis tetas, que estaban duras y mis pezones igual, y las apretó, y luego apretaba mis pezones , dejando rojos mis pezones, y él empezó a mamar, apretaba , mamaba, mordisqueaba mis pezones, haciéndome sentir un extraño placer con dolor, mi pecho estaba completamente rojo, y él empezó a sobar su enorme verga entre mis tetas.
A pesar que mis tetas estaban medianas y duras , su verga era tan enorme, que pasaba entre mis tetas y llegaba a mi boca, y con la presión que le hacía a mis tetas, apretaba su verga, y hacia que el prepucio subiera y bajara, cada vez que empujaba, o retrocedía así llegaba a mi boca la enorme cabeza de su verga, roja y brillante.
Yo veía la roja cabeza de su verga, y estiraba mi lengua tratando de alcanzarla, pensé yo quero tenerla dentro de la boca y saborearla, lamerla, chuparla…
Pareció leer mis pensamientos y adelantándose un poco más, la metió dentro de mi boca, sin dejar de moverse, estaba follando con mi boca, y eso me excitaba nuevamente, me agarro la cabeza con sus enormes manos, y empezó a bombear, en una de esas, empecé a tener arcadas, me atoraba con su enorme verga, y me vino una especie de vomito, pero solo era saliva, moje su verga y huevos.
Saco su verga de mi boca y se bajo de encima de mío, me volteo poniéndome boca abajo, y se echo encima mío, empezó a mordisquear mis orejas, causándome una serie de sensaciones, que me sacaban de mi, su lengua empezó a lamer mi cuello, haciéndome sentir excitadísima, luego empezó a bajar por mi espina dorsal, y yo no podía evitar dar brincos de placer, finalmente llego a mis nalgas, y tomo cada una de mi nalgas con sus enormes manos, y las apretaba, en una forma deliciosa, separándolas y volviéndolas a juntar, yo podía sentir sus ojos mirando mi oscuro y estrecho ojete, sentía como su aliento ardiente, resoplaba sobre mi culo y mi concha, sentí que me daba unos lengüetazos , llenando mi ojete de saliva espesa y cargada de deseo , luego sentí que empezó a sobar la cabeza de su verga, por mi ojete, y pensé que si me la metía, no iba a soportarla, pero se retiro, y en lugar de meter su verga sentí que entraba su dedo, y lo empezó a girar , haciendo que mi ojete se dilatara, yo solo deseaba que continuara bombeándome con su dedo, la sensación era maravillosa, cuando en eso sentí que metió otro dedo, siguiendo con los masajes en círculos, dentro de mi ojete, que ahora, con dos dedos , se sentía más distendido, al poco rato un tercer dedo acompañó a los otros dos aumentando la presión y haciéndome sentir delicioso, luego retiro sus dedos, y ya con mi ojete, lo suficientemente dilatado, sentí que entraba su dura verga, llenándome por completo, al principio, solté un grito, mas de nervios que de dolor, y el detuvo su introducción, que dándose a la mitad, esperando probablemente mi reacción, y al darme cuenta le grite, métela toda, toda… , de un solo empujón, me la metió hasta el fondo, arrancándome una exclamación, y se quedo quieto allí en la profundidad de mis entrañas, que yo sentía completamente llena, con su verga, al poco rato, empezó a moverse, …primero despacio, bombeando mi ojete con su verga, entraba y salía un poco, fue aumentando la velocidad poco a poco, mientras con su mano derecha rodeo mi cadera , para con su mano empezar a sobar los pelos de mi concha, y sus dedos separaban los labios, frotando mi clítoris suavemente, y luego me introdujo un dedo en la concha, moviéndolo y girándolo por dentro, en una forma deliciosa, otro dedo acompaño al primero, y siguió moviéndolos, causándome sensaciones que nunca había sentido, yo me sentía haciendo ruidos, que salían de mi garganta, y que sin embargo no podía identificar como míos, el placer que sentía iba en aumento en cada una de sus bombeadas con su verga en mi culo, y sus dedos en mi concha, llego a ser tanto, que ya no podía soportarlo, empezó a moverse más rápido aun, me escuche gritar de placer, y que él también se unía a mi grito , con un profundo y prolongado grito de SIIIII, mientras mis entrañas, y mi culo eran inundados, de un espeso liquido caliente.

Era el mayor orgasmo que yo nunca hubiera tenido antes, mi culo estaba lleno de su lechada, que se derramaba entre mis piernas, para irse a juntar con el torrente que salía de mi concha, producto de mi propia eyaculación.
El se desplomo sobre mi cuerpo desmadejado, y permaneció unos minutos encima mío, respirando muy fuerte, agitado por el placer que había sentido, y eso me lleno de unos extraños sentimientos, orgullo…, satisfacción de que haya sentido ese placer conmigo, ternura…, de ver a ese poderoso ser, completamente laxado encima mío, me sentía muy deseada…, poderosa…, tantos sentimientos …
Se incorporo un poco, y saco su verga de mi culo, ocasionando, el clásico sonido de algo que ha estado dentro a presión, PLOP, un poco de su leche cayó en mi espalda, y pude ver su enorme verga balanceándose, ya no estaba tan dura pero seguía distendida.
Se levanto de la cama y fue al baño, ya enfundado en su pantalón y camisa, no se me ocurrió otra cosa, que preguntarle, si no se iba a bañar de nuevo, y el sonriente me contesto, nooo, nada de eso, quiero conservar tu olor , conmigo el mayor tiempo posible, para que me acompañe en mi soledad.
Sentí que eso era muy profundo, y creo que allí termine de enamorarme de él, yo hubiera querido decirle que haría lo mismo, , …pero no era posible, mi marido llegaría en cualquier momento y no podía, porque estaba llena de su esperma, su sudor, su olor, no, yo si tenia que bañarme, así que apenas mi suegro se fue, me levante y me metí al baño, a borrar toda huella de esa maravillosa experiencia que acababa de tener, y que estaba segura añoraría, hasta repetirla nuevamente…

Datos del Relato
  • Autor: nancy
  • Código: 45581
  • Fecha: 13-09-2017
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 9.63
  • Votos: 8
  • Envios: 0
  • Lecturas: 6460
  • Valoración:
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