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Mi suegra linda

~~La verdad
 no soy casado, pero convivo con mi mujer hace 5 años. Convivencia
 perfecta, muy buen sexo, sin problemas económicos, una hija
 de cinco años, en fin, una familia normal. Si debo confesar
 algo, nunca me he caracterizado por ser fiel, pero siempre muy por
 fuera de mi hogar, y solo aventuras pasajeras. A todo esto tengo 30
 años. Luego
 de muchos esfuerzos, conseguí adquirir mi casa propia, no muy
 grande, pero con todas las comodidades. Fue
 hace como un año, mas o menos, que mis suegros tuvieron una
 gran discusión, por que el le fue infiel a mi suegra. Cuento
 corto, ella se vino a pasar unos días a mi casa. Como mencioné
 anteriormente, mi casa no es grande, y solo cuenta con dos habitaciones,
 Una para mi con mi señora y la otra quedo para mi hija con
 mi suegra. El
 tema causo mucha revolución en mi familia. Llegaron sus otras
 hijas a convencer a mi suegra que perdonara al viejo, pero ella no
 daba su brazo a torcer. Una noche, nos encontrábamos en el
 patio de la casa, disfrutando de las estrellas, los cuatro. Ese día
 había echo mucho calor y aun siendo de noche, la temperatura
 aun se notaba. Mi
 señora, tomo a la niña, y la llevo a bañar, para
 luego acostarla. Por lo que me quedé yo , solo con mi suegra.

 Alex , no había tenido la oportunidad de pedirte disculpas
 por las incomodidades que te estoy causando
 No te preocupes , no molestas, quédate el tiempo que estimes
 conveniente
 Es que yo se que molesto, pero en estos momentos no tengo donde
 ir, y regresar a la casa, jamas
 No vas a perdonar al viejo
 No Alex, no pienso perdonarlo. No es cosa que yo sea tonta, se muy
 bien que el hombre es mas débil que la mujer en lo que a hormonas
 se refiere, y que si se le presenta una oportunidad, por lo general
 la toman o no?
 No se que te puedo decir
 Tu has engañado a Cecilia?
 No, mujer como se te ocurre
 No, de verdad, Yo estoy casi segura que si.
 Por que piensa eso
 Por que , primero que nada , eres hombre . . por lo tanto eres
 un caliente.
 Ja ja ja
 Segundo, Yo le he dicho a Cecilia, que se cuide, que está
 engordando mucho. Tu eres un tipo atractivo y no va a faltar, si es
 que no ha pasado ya, una mujer mas joven, delgada, que te despierte
 las hormonas.
 No pienses tonteras. Primero no todos los hombres son tan calientes
 Yo creo que si
 Bueno, y segundo, no me gustan jovencitas, las prefiero mas maduritas,
 a si como tu
 Siiiii, chistoso
 No de verdad, estas muy buena Graciela ( le tocabas las piernas
 , pero todo como broma. Hasta ese momento ni siquiera se me había
 ocurrido tener sexo con ella ) Nuestras
 conversaciones siempre eran así, yo la trataba como una amiga,
 de igual a igual, aunque ya tenía 55 años.
 Paso el tiempo y Graciela, la madre de mi mujer, continuó viviendo
 con nosotros. Aun era verano, el calor era insoportable. Yo como siempre
 dormía completamente desnudo, al igual que mi mujer, mas siempre
 tenía el cuidado de levantarme en la noche y colocarme algún
 short para no encontrarme en pelotas con mi suegra. Una
 noche, la cena estuvo algo picante, por lo que desperté como
 a las dos de la mañana con la boca seca. Busqué mis
 pantalones en la oscuridad y no los encontré. Por lo que me
 levante tal cual y me dirigí a la cocina a beber una vaso de
 jugo. Sin prender las luces, me dirigí a la cocina, y al entrar
 . . . . Mi suegra estaba buscando lo mismo que yo en el refrigerador.
 Su
 camisa de dormir blanca, y corta, se traslucía completamente
 con la luz del refrigerador, sus grandes tetas colgaban y su calzón,
 demasiado sexy para una vieja de 55 años, se perdían
 en un tremendo culo. Me quedé unos segundos en la oscuridad
 viendo la silueta de ella. Pelo corto y rubio, tés blanca.
 No puedo decir que era una belleza, no, el paso de los años
 habían echo su trabajo en ella, su rostros tenia ya unas arrugas,
 pero habían mantenido una hermosas piernas. Su vientre estaba
 un poco abultado, pero de todas formas , en esa posición, logró
 excitarme. En
 eso ella da vuelta la cara y me sorprende mirándola.
 ¡Alex!
 Sorry, pense que no había nadie ( me devolví a mi
 pieza ) Me
 puse mis pantalones cortos y volví a salir. Me encuentro con
 que mi suegra había entrado al baño. Voy a la cocina
 y me sirvo mi vaso de jugo. Ella aparece en la cocina, riéndose

 Que vergüenza suegra, nunca pense encontrarla acá
 Ni yo encontrarme con tremendo espectáculo
 No encontré mis pantalones y como pense que dormías,
 me anime a salir a si
 Son cosas que pasan, . . . .. y esto queda solo entre nosotros
 . ¿Me das mas jugo por favor.? Le
 serví un vaso y al pasárselo, la puerta del refrigerador
 se cerro y quedamos en completa oscuridad. Me disponía a pasar
 a su lado. No se si ella se movió, pero al final quedamos frente
 a frente.
 Quieres mas jugo? ( me pasó el vaso, pero el tono de su vos
 era como sensual )
 Claro que quiero ( también con tono . digamos interesante
 ) Me
 pasó el jugo , pero no se movió del frente mío
 Nos quedamos unos segundos inmóviles. Deje el vaso en el mueble.
 Ella estaba callada, pero de frente en mi camino. Supe lo que ella
 quería. Sin hablar, la tome de la cintura y la besé.
 Ella también lo hizo. Comenzamos a besarnos apasionadamente.
 Mis manos se metieron debajo de su camisón y agarrándole
 el culo con ambas manos la atraqué a mi, haciéndole
 sentir mi verga que ya estaba completamente dura. Ella vuelta loca
 me besaba y con movimientos pélvicos, se frotaba conmigo. La
 apoyé contra el mueble y sacando mi verga del pantalón,
 le corrí sus calzones y de un empujón se la metía
 hasta el fondo. Ella solo se quejaba en silencio. Comencé hacerle
 el amor a mi suegra en la cocina. Libere uno de sus pechos y lo chupe
 hasta decir basta. Bajé entre sus piernas, ella trato de detenerme,
 pero en segundos ya le había corrido los calzones y comenzado
 a comerle su húmeda vagina. Ella acariciaba mis cabellos, quejándose
 en silencio. Me levanté , tomándola de la cintura, le
 di vuelta, y corriendo nuevamente sus calzones comencé a culiarmela
 por detrás. Amasándole las tetas que golpeaban en cada
 envestida mía. Nuestros
 orgasmos no tardaron mucho en llegar, y comencé a llenarle
 el choro con mi leche caliente, justo en el momento que ella también
 alcanzó el orgasmo, empujando toda su cola hacia atrás.
 Termine acostado en su espalda con mis manos en sus tetas y con mi
 semen esparcido en todas sus piernas y su culo. Ella
 se levanto, y sin decir palabra salió para el baño.
 Luego de unos minutos, salió y se metió a la pieza.

Datos del Relato
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