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Categoría: Hetero

Mi sobrinita 1

Hola a todos:

Voy a empezar a relatar pasajes de mi vida sexual, estos relatos no tienen ningún orden cronológico, lo que si es que están ordenados según van apareciendo en mi memoria; espero que los disfruten.

Hoy día, año 2020, tengo 50 años, y vivo en Caracas, Venezuela. Para satisfacer a los que lean mis relatos, y para que puedan hacerse una película mental, les diré que soy un hombre de 1,83 mts de estatura, peso 80 kilos, de piel morena clara, ojos marrones claros, de rasgos finos con un pene normal de unos 18 a 20 cms de largo y eso si, muy grueso, soy muy morboso, extremadamente caliente y sexual.

Estoy económicamente bien establecido, profesional con dos carreras universitarias (de las mejores universidades privadas de país) y con varias acreditaciones internacionales; he estado casado tres veces y mi actual esposa y yo tenemos 14 años juntos. (En algunos relatos les hablaré de todas ellas).

En este relato quiero contarles de mi segunda esposa. Una mujer caliente como un carbón encendido al rojo vivo y súper sexual, su nombre es Zayda.

Cuando sucedieron los hechos que les voy a narrar, teníamos ya 1 año juntos, yo tenía 32 años y Zayda 31. Ella es una mujer alta de aprox. 170 de estatura, delgadita, de tetas pequeñas a medianas, buen culo, lindas y torneadas piernas (por practicar natación) y una boca de labios carnosos que al verlos te provoca ponerla a mamar güebo. Es de piel blanca, ojos almendrados, y muy pecosa.

Ella y yo teníamos una vida sexual muy intensa, había días que y habíamos hecho ya un par de tríos HMH y MHM, le encantaba el sexo anal, pero sobre todo le gustaba tragarse la leche cuando la ponía a mamar. Nos encantaba ver películas pornos y fantasear con miles de situaciones cada una más morbosa.

Nuestra gran fantasía juntos era el incesto, y aunque yo ya lo había experimentado en varias ocasiones, ella quería vivir la experiencia.

Todo se presentó por casualidad un día que fue a visitarnos su hermana Martha, de 30 para entonces,  con su hija, María José, de 14 añitos.

La hermana de Zayda es una mujer blanca, más baja que su hermana, de cabello muy lacio, marrón, de ojos verdosos, y con unas tetas de infarto, muy grandes, tanto que decía le daba complejo. Su hijita, era igual a su madre, blanquita, con un culito redondito, blanca, de cabello muy negro muy liso, de ojos verdosos y despuntaba a tener unas tetas tan grandes o más que su madre cuando estuviera bien desarrollada. En fin eran todas muy bellas, hermosas y todas sin excepción muy sexuales.

El día que llegaron a la casa, nos dijeron que iban a estar por 1 mes de vacaciones con nosotros, para aprovechar lo espacioso de nuestra casa además de disfrutar de la piscina que hacía poco habíamos construido.

La noche anterior a su llegada, Zayda y yo tuvimos una gran sesión de sexo desenfrenado, al llegar de nuestro negocio, ella me esperaba ansiosa y sin mediar un hola, se me guindo al cuello y me dio un beso de lengua, de esos que te dejan sin respiración, para inmediatamente bajarme el pantalón y meterse mi güebo a la boca y empezar a darme una mamada de campeonato.

Zayda: ummmm que rico…. Estaba ansiosa, con ganas de mamarte el güebo, estuve viendo una peliculita mientras llegabas y estoy muy caliente…. chup… chup…. Chup…. Ummmmm

Mi esposa se metía mi pene hasta el fondo de su boca y casi podía sentir como pasaba de largo hasta su garganta

Yo: ufff que rico. Que bien mamas güebo, sigue así coño, que puta eres, sí que rico –era lo que le decía-

Zayda: dame leche, quiero que te corras en mi boca, quiero tragármelo todooooo –me contestaba sacándose mi verga de la boca para hablar y seguidamente seguía mamando-

Después de unos 10 minutos mamando, siento que mis bolas se ponen duras y estaba a punto de acabar todo lo acumulado durante el día.

Yo: ahhhhhh, voy a acabar, siiiii que rico…. –le dije mientras le agarraba la cabeza y le empujaba mi pene hasta el fondo-

Y estalle en un orgasmos de antología, descargue 5 o 6 chorros de leche abundante, los dos primeros se los trago sin paladear y los otros en su lengua y cara, dejándola bañada en semen caliente.

Yo: mi cielo que rico, ufff me dejaste temblando cariño –le dije mientras la levantaba para verla como había quedado-

Zayda: estoy muy caliente!!! Vamos al cuarto y mámame la cuca rico como tú sabes….

Yo: pero que putica, que película viste que te puso tan caliente?

Zayda: una donde un señor se cogía a una niña de la edad de mi sobrina, y me imaginé tú cogiéndote a María José, y Ahhhh me calenté demasiado –decía mientras se desnudaba y se tocaba el clítoris-

Nos fuimos al cuarto y ella se limpió la cara de mi corrida con una toalla de manos y se acostó en la cama boca arriba, totalmente desnuda y acariciándose la cuca, ya brillante de flujos; inmediatamente me desnude y le pase la lengua a lo largo

Ahhhhhhhh –fue su reacción- que ricoooooooo

Sin decir nada, seguí pasándole la lengua y limpiando con ella su flujo, lo cual era imposible, porque seguía mojando como una fuente. Le abrí la cuca con los dedos y descubrí su clítoris y lo empecé a mamar con fruición.

Zayda: Siiiiiiiiiii, ahhhhhh, que ricooo, dale, si, mámamela hasta que acabe.

Le metía la lengua dentro de la cuca, le pasaba la lengua en círculos alrededor del clítoris y le metía hasta tres dedos dentro masturbándola, sentí cuando la parte interior de los muslos empezaban a temblarle y a dar espasmos, y casi enseguida empezó a chillar mientras tenía un gran orgasmos.

Zayda: ufffff, ya, ya, ya…. –me pedía para que me detuviera-

Yo: nada de eso, querías que te la mamara y ahora vas a llevar lengua hasta que me canse –le contesté-

Y seguí mamándole la cuca, y a los dos o tres minutos volvió a acabar en otro orgasmo, aún más intenso que el anterior, mojando la sabana como si se hubiese orinado, encadenándose en un orgasmo múltiple que hizo que se moviera bruscamente, apretando las piernas respirando agitadamente, y casi llorando me dice:

Zayda: waooooo que divino papi, como me hiciste acabar, me dejaste seca coño de madre…. Eres divino.

Después de descansar unos minutos, nos fuimos juntos a la ducha para asearnos y cambiar luego las sabanas.

A eso de las 7 y media de la noche, mientras cenábamos, me dice:

Zayda: cielito, mañana viene mi hermana y la niña…. No sabes cómo me pone de caliente pensar que puedas cogértelas a ambas…. Si tú crees que yo soy puta, no te imaginas lo súper puta que es Martha.

Yo: si? Ufff te imaginas que podamos hacerles de todo, debe ser muy caliente verte con tu hermana, con esas tetas que se gasta!!! Tú me perdonas, pero esta buenísima, y con lo puta que tú eres, una escena lésbica entre ustedes no me disgustaría nada.

Zayda: que cabron eres, por eso me gustas tanto, eres súper morboso y siempre me calientas, y te imaginas? Yo si estoy dispuesta a comerme  mi hermana y a sobrinita también….

Después de esa charla caliente y llena de morbo, dejamos la comida a medio terminar y nos fuimos al cuarto a seguir tirando como bestias.

Continuará….

 

 

Datos del Relato
  • Autor: Trilizo
  • Código: 58530
  • Fecha: 05-05-2020
  • Categoría: Hetero
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 7054
  • Valoración:
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