La hija de mi hermana, se llama Laura y tiene 31 años. Se recibió de Médica con especialización en dermatología hace 7 años y hace 4, se instaló en su consultorio. Tiene un hijo de 5 años . Su esposo, tiene una muy buena posición económica y parecen llevarse bien a pesar de que él, a sus 55 años hace un culto del trabajo y solo da muestras de interés familiar por el cariño manifiesto a su pequeño hijo, que busca infaltablemente todos los días a la salida de la escuela bilingüe que concurre.
Me habían aparecido 2 ó 3 verruguitas en la espalda y bajo la tetilla y acordé con Laura una visita a su consultorio.
- Tío -me dijo- vení al último horario así tenemos tiempo de charlar tranquilos.
Así lo hice y pase a consulta en último término.
Mi sobrina me hizo sentar en la camilla y me dijo que haría mi planilla de datos, los que fui dándole mientras ella trascribía mis palabras.
Esto, me daba la oportunidad de mirar a Laura detenidamente.
Poseé unas piernas largas y maravillosamente formadas(hizo muchos años jokey sobre césped), el cabello lacio y abundante color castaño,la piel mate, labios carnosos y es bastante bella en sus facciones. Tiene el busto firme y unos ojos negros de mirar profundo y sereno. Su guardapolvo blanco y apenas cubriendo las rodillas, le da una imagen verdaderamente muy atractiva.
- Hace mucho que no nos veíamos- dijo.
- Es verdad - le contesté- estás tan linda como siempre. Tu marido debe ser muy envidiado.
- No creas, tío- y repitió- No creas.
- Laura- le dije- Marcos (es el nombre del esposo),debe cuidarte, porque los gavilanes que te admiran en cualquier momento pueden intentar algún avance.
Ella, dejo la vista perdida y con una sonrisa melancólica dijo con tristeza:
- A Marcos, pareciera que lo único que le importaba, era tener un descendiente.-y agregó- a veces pasa mucho tiempo que se olvida que soy
una mujer y . pero mejor dejemos el tema y sácate la camisa y veamos esas verruguitas.
Me saqué la camisa, me hizo tender en la camilla y se aproximó a examinarlas.
El perfume que emanaba de su cuerpo, era excitante. Sentía en mis partes bajas un cosquilleo alarmante cuando sus manos inspeccionaban las verrugas en cuestión.
- Es sencillo, tío- dijo- las sacaremos facil.¿No
tienes alguna otra ?
-Tengo una en la ingle, pero esa la dejo para que
la vea un dermatologo hombre -contesté.
Se rió encantadora y dijo:
- Tío, a esta edad y con años de profesión no
pensarás que me asuste por ver algunas partes
íntimas de un hombre.
Medio avergonzado por sus palabras, me quité el pantalón y bajé mi calzoncillo para exponer esa
verruga a su mirada.
Sentir el contacto de sus manos inspeccionando mis partes, me estaba exitando y mi miembro comenzaba a manifestarse .
- Siempre te excitas tan fácilmente -preguntó-.
- Perdona -dije con pudor- no pude evitarlo.
-No tengo que perdonarte -dijo- lo que pasa es que la desatención que te conté de mi marido, me pone en situación culpable y la vista de un muy
interesante miembro despierta emociones escondidas
que una no pensaba sentir.
Mientras hablábamos sus manos estaban tocando mi erecto miembro y su mirada fija en mis ojos decían un mensaje que prometía más de lo que ahora pasaba
entre nosotros.
Mi mano derecha, estaba al costado de la camilla y cerca de sus piernas. Como casi sin mostrar mi intención, toque su pierna. Dio un respingo, pero
no dijo nada y su mano seguía sosteniendo mi polla
en estado beligerante.Sin apartar la vista, nos mirábamos a los ojos con
un lenguaje silencioso pero anhelante, con excitación en la respiración de ambos.
La mano que tocaba su pierna, la fuí subiendo y acariciando esa piel que sentía ardiendo bajo mi contacto.
Llegué a su entrepierna y note la humedad en su vagina, que decía a las claras los que pasaba por su organismo.
-¿Estás excitada ?-pregunté.
-¿ Lo notaste ? -contestó.
- Si. Yo estoy igual.
- Lo que me sucede-dijo- es que Marcos, hace muchos meses que no me toca y estoy muy sensible. Esto es una locura, tío, pero no pude evitarlo,cuando vi que te había excitado, me sentí de vuelta deseada .
Bajé de la camilla y me deshice del calzoncillo y quité la tanga de Laura. Levanté su guardapolvo y tomándola de la cintura, la deposite a ella en el borde de la camilla.
Me incliné sobre su perfumada vagina y lamí con ansiedad los labios , su monte de venus y metí mi lengua en la hermosa cueva en busca del clítoris.
Los gemidos de mi sobrina,inundaban el consultorio y sus manos acariciaban mi cabeza y tiraba de mis cabellos con frenesí.
-¡Qué felicidad tío !- gemía casi sollozando .
-Penétrame por favor - agregando- Te necesito y quiero tener un miembro como el tuyo dentro mío.
Fui de a poco entrando en su hermosa y estrecha vagina.
-¿ Te gusta así ?- le murmuré al oído.
- Me encanta. Sigue. Sigue tío, por favor-rogó.
Al principio, el mete y saca, lo hice muy lento, pues quería que disfrutara el momento.
Suspiraba y gemía ansiosa por lo que estaba viviendo. Cuando el movimiento vai ven se intensificó, se agitaba convulsiva respondiendo mis embates con energía y desesperación.
-¡Me estoy yendo!!- gritó- Tío, estoy acabando.
-Yo también. Terminemos juntos,Laurita -dije-.
Sus fluidos mojaban mis piernas y mi eyaculación había invadido su vagina, llenándola de placer.
Fue maravilloso nuestro encuentro y la satisfacción de sus palabras estaba presente en el acalorado rubor de su cara.
Nos vestimos en silencio.
Antes de salir juntos del edificio dijo:
- Tío. A pesar de ser maravilloso y haber gozado tanto, creo, que nos debiéramos olvidar de esto.
-¿Te parece? pregunté.
-Si, me parece lo mejor- contestó.
Cuando llegamos a la acera, nos despedimos besándonos en la mejilla.
Antes de alejarme, me dijo.
- Tío. Cuando vengas la semana que viene a sacarte las verruguitas, no te olvides de venir a la última hora de consulta.
Una sonrisa picara iluminaba su cara.
Danino
interesante y desestresante......