Estaba aburrida del sexo con mi novio, me lo hace siempre igual y muy suave. Por lo que no conseguía tener un orgasmo, sólo lo tenia a veces masturbandome sola. Se lo conté a mi psicólogo en una de las sesiones. Un día al salir del trabajo fui a tomar unos tragos a un bar con mis compañeros y me lo encontré a él (mi psicólogo, el Lic. Rodríguez) un hombre de 40 años, alto, apuesto. Nunca lo había mirado como hombre hasta ese momento. Tomé un shot y me acerqué a saludarlo. Después de hablar por casi 1hora me propuso probar una terapia diferente en ese mismo momento, yo acepté y me llevó hasta su consultorio, que justamente estaba en su propia casa, entramos por la puerta principal, no por la del consultorio. Me invitó wiskhy para que me relaje y luego procedió a arrancar con la terapia. Me vendo los ojos con un pañuelo, me desnudó, sólo me dejó los zapatos puestos, ese dia llevaba puestos los mas altos que tenía. Me llevo contra la pared así de pie abrió mis piernas y sentí su lengua acariciando mi clítoris, lamio y chupo toda mi concha. Lo hacía tan bien, yo gemia y gemia. Puse mis manos en su cabeza pero me las sacó, dejó de chuparme y me agarró las manos, me las ató con algo en mi espalda. Luego volví a sentir su boca comiendome rico. Cuando empecé a sentir un cosquilleo más intenso frenó, me llevó en sus brazos hasta la cama, me lanzó en ella, me hizo apoyarme contra el espaldar, sentándome y luego sentí su verga tratando de entrar en mi boca, la abrí y me la metió, su verga estaba caliente, era grande y gorda, me llenaba la boca, me sacó el pañuelo de los ojos y me ordenó que lo mirara fijo, mientras puso sus manos en mi nuca y comenzó a meter y sacar su verga ahogandome. Al raro me agarró bruscamente y me puso boca abajo, mis manos seguían atadas en mi espalda. Levantó mi culo apretandolo fuerte y me penetró muy fuerte se empezó a mover rápido, me estaba cogiendo duro muy rico me nalgueaba, apretaba mis caderas con fuerza y me empotraba más y más, se recosto encima, sentía su respiración agitada en mi nuca y toda su verga dentro de mi y me susurró al oído "Sos una puta hermosa que el imbécil de tu novio se pierde por no saber coger" sus palabras me excitaron mucho mas y empezaba a tener un orgasmo, se dio cuenta y me sacó la verga, le suplique para que no parara pero paró igual, me desató las manos y me dio vuelta, flexiono mis piernas hasta mi pecho, pellizco mis pezones, metió dos dedos en mi concha y me los hizo chupar, me hizo probar mi propio sabor, luego me penetró nuevamente con sus dedos aún en mi boca los metía y sacaba con el mismo ritmo que me penetraba, lo hacía cada vez más rápido, nuevamente estaba alcanzando el orgasmo y está vez dejó que pase, fue muy intenso, luego él se descargó en mi cara.