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Categoría: Incestos

Mi primo me comió el culo

En toda mi vida nunca imaginé ser una obsesión para mi primo de 15 años. Por otra parte ser una chica pervertida y linda me hizo cumplir una de mis fantasías más ricas: aprovecharme a alguien y hacer lo que me plazca con esa persona. Todo empezó cuando mis papás salieron de viaje y tuve que quedarme en la casa de mis tíos. Mis tíos sólo tienen un hijo. Fabián. Es un chico tranquilo, simpático y no es feo y no creo que lo sea. Su defecto es que es algo reservado. Por otra parte yo soy algo extrovertida, algo aventada y sobretodo muy atrevida. En fin. Durante estas semanas me he quedado con ellos y por suerte pasó lo más inesperado. El  viernes pasado me di cuenta que a mi primo le he gustado desde los 12 años. Yo tengo 24, algo grande para él. Pero por otra parte quizás está obsesionado conmigo puesto que está en la adolescencia. 12 años de diferencia ya es algo, pero da lo mismo. Como comenté, este viernes pasado aunque no salí a la calle decidí arreglarme como si saliera. Me puse unos mallones negros muy pegados y una blusa vino.  Aunque no es nada para sorprenderse me veía bien. Al menos eso opino yo, y mi primo está de testigo. No soy fea. Soy una chica delgada, trasero parado y nalgas redondas, pechos medianos, cabello negro lacio y piel blanca. Ojos cafés, nariz recta y labios delgados. Durante todo el día y las veces que anduve cerca de él me di cuenta que me miraba. Cuando regresó de la escuela se puso a hacer su tarea en la mesa y me di cuenta que me miraba mientras leía una revista que estaba en la sala. En la sala había un espejo y vi como me miraba el trasero. Por la tarde estaba viendo la tele con él y vi como me miraba de reojo. Estaba en su celular y a la vez movía su cabeza en mi dirección. En uno de esos momentos, se paró al baño y dejo su teléfono. Justo aproveché para ver su celular. Le llegó un mensaje en ese instante y vi que un chico le decía:

- "tómale fotos a tu prima, quiero verla"

En ese momento me quede sorprendida y confundida. No pensé que hablaba de mí con sus amigos. Abrí la conversación y la leí. En los textos decía que le gustaba y que le gustaría tocarme el culo y lamerme los pechos. Dentro de la conversación le comentó que ya se ha masturbado pensando en mí y que le gustaría eyacular sobre mi trasero. Quedé estúpida al leer esa parte. Escuché la puerta, cerré todo, suspendí el celular y regresé a mi lugar. Caminó al sofá. Me quedé viendo la tele sin darme cuenta que veía. No creía de lo que me había enterado. Lo miré de reojo y vi que seguía escribiendo. Me sentí muy alagada y me excitó un poco saber que le gustaba y lo que le gustaría hacer conmigo.

- oye...lo llamé

Giró su cabeza rápidamente y con cara de espantado.

-... ¿vemos una película? ¿porqué me miras así?

- aa...no...por nada...si claro, ¿cual quieres ver.

- jaja ¿pues cuales tienes?, pregunté.

- están ahí abajo de la tele.

Me paré frente a la tele y me incliné hacia abajo para revisar las películas. Dejé mis piernas estiradas y el culo lo dejé frente a él. Sinceramente lo hice intencionalmente. Al tener el espejo aún lado vi que hizo lo que me esperaba. Me miro. Se mordió los labios. Tragó saliva y se agarró su entrepierna. Vi que se le levantó un bulto. No pensé que se excitaría tan rápido.

Tomé una película y le dije:

- ¿esta?

- ...ajá...contestó como tonto.

- ¿que tienes tú?

- nada, contestó sacudiendo la cabeza.

Se paró y puso el disco.

Me senté en el sofá de tres personas. La puso y se sentó en el sillón.

- ¿porque no te vienes acá junto a mi?

- ¿ahí?

- ajá

-...bueno

Se acercó a mi. Después de 10 minutos de película intenté probar algo. Como estaba sentido al lado derecho, tomé su brazo izquierdo y lo levanté colocando detrás de mi nuca de modo que me abrazara. Recosté a cabeza en su pecho. No actuó raro ni nada. Actuó naturalmente. La película era de acción por lo que me aburrió un poco. Había pasado una hora. En ese instante se me ocurrió fingir que me estaba durmiendo. Bajaba la cabeza y la subía. La baja lentamente y mis manos igual para que fuera más realista. Me quedé minutos así esperando cual sería su reacción.

- Daniela, me llamó en voz baja.

No le contesté.

- Dani, volvió a llamarme.

No respondí.

Al ver que no le contestaba, me picó el muslo derecho con su dedo. Logré que pensara que estaba muerta. Me picó la mejilla. No hice caso. Justo después de eso. Picó mi seno derecho. No sentí nada puesto que tenía sostén. Al estar sentada sobre mis rodillas con las piernas cruzadas y mi entrepierna abierta aprovechó para resbalar su mano lentamente. Sus dedos rosaban mi entrepierna haciendo que sintiera rico. No hice nada. Acercó su nariz a mi cuello y me dio un beso. Olió mi cabello. Justo llegaron mis tíos en ese momento. Apartó su brazo de mi cuello y me separé de él.

- ya llegamos!!! Gritaban.

Me peiné.

- hola, ¿como les fue?

- bien muy bien, ¿que hacen?

- aquí viendo una película, contesté.

- ya es tarde, iré a mi cuarto, dijo Fabián.

- ¿no cenarás?, le preguntó mi tía

- ...no, no tengo hambre. Hasta mañana.

Lo miré. Estaba tenso, nervioso. Quizás fue mucho lo que hizo y no pensó que pasaría. Cené con mis tíos y luego me fui a dormir a la recámara de huéspedes.

Me cambié y me puse un pantalón gris delgadito y muy ajustado y una blusa blanca de tirantes. Tras lo sucedido no podía dormir. Las intenciones de mi primo me dejaron sin palabras. En ese momento abrieron la puerta. Me quedé quieta. Sentí que alguien se subía y cerré los ojos. Sentí unas manos acariciar mis brazos, mi espalda. Como estaba boca abajo no podía ver quien era pero no era difícil de imaginar.

- ...Dani, me llamó Fabián en voz muy baja.

No contesté.

Destapó mi trasero dejando las sabanas hasta mis tobillos. Cubrió mi trasero con una de sus manos.

- estás bien buena, dijo.

Al ver que no me movía me manoseo.

Se subió sobre mí sin caer en mi espalda. Sentí que su cara vagaba por mi espalda, mi cintura hasta mi trasero. Al bajar a mi culo metió su nariz entre mis nalgas.

- mmm que rico huele, dijo.

Mordí mis labios y cerré bien mis ojos. No pensé que diría eso.

- que rico sería meterte la lengua. Meterte mi verga.

Decir eso me calentó un poco. Resbaló uno de sus dedos en medio de mis nalgas.

- huele tan bien tu colita.

No quería que siguiera, así que me moví un poco estirando mis piernas. Rápidamente se bajó. Me tapó cuidadosamente y salió. Para el sábado por la mañana, me levanté y tomé un vaso de agua. Entré al baño. Al pararme de la taza escuche un ruido. Me limpié, me lavé y sin jalarle al baño, abrí cuidadosamente la puerta. Me asomé al pasillo y caminé a la recamara dónde me quedé. Al estar descalza no hice ruido. Llegué al cuarto y vi a Fabián parado junto a la silla donde dejé mi ropa. No vi bien que hacía. Me quedé viendo para ver mejor. Se movió un poco, y vi que tocaba mi ropa. Agarró mi pantalón y empezó a olerlo.

- que rico, dijo mientras se tocaba su entrepierna.

Como me gusta dormir limpia y cómoda me había yo cambiado el calzón del viernes. Lo tomó y lo empezó a respirar. Dios, no imaginé ver eso. Lo respiraba con ganas. Olía la parte de mi vagina y de mi trasero.

- que rico culo.

Se masturbaba. Tenía la mano metida en el pantalón y se la jalaba. Verlo como le excitaba me excitaba también a mi. Se bajó su pantalón y sacó su miembro y se untó mi calzón. Dios, se la jalaba con mi prenda.

- que rico. Que rico acariciarte el culo con mi verga.

Entré al baño, cerré y le jalé al baño. Esperé unos minutos y salí. Caminé a la recámara y ya no estaba. Caminé a la silla dónde estaba mi ropa y la miré. Tenía tentación de agarrarla. Lo hice. Revisé mi calzón. No tenía nada. Lo acerqué a mi cara y lo respiré. Olía a calzón usado. Horas después mis tíos se fueron a sus trabajos y me quedaba sola con Fabián. Recogí los platos dónde habíamos desayunado y los lavé.

- me voy a bañar, le avisaba.

- está bien.

Escogí mi ropa y entre al baño. Me quité mi ropa y entre a la regadera. Me mojé, me enjabone. Habían pasados unos minutos y en eso escuché que la puerta se había abierto. Sabía que era él. Me di la vuelta mirando a la regadera y actué como si no me hubiera dado cuenta. Toqué mi cuerpo. Giré mi cuerpo. Aunque el baño estaba evaporado por el agua caliente, vi la puerta emparejada y vi su ojo. Vi que me estaba viendo. Sin que me viera seguí tocándome. Me froté los pechos, me jalé las puntas. Bajé a mi vagina y me acaricié con los dedos. Me la rasqué. Entrecerré los ojos para que mi vista aumentara un poco ante lo nublado y vi que se frotaba su verga. Le gustaba verme. Al estar en la regadera hice algo más intenso. Cerré un poco la llave de modo que me cayera en la espalda. Separé un poco las piernas, puse mi mano sobre mis pliegues y empecé a orinar sobre mi mano. Con la mano bañada de mis meados la resbalé por mi estomago, mis senos. Me bañe toda de meados. Estaban calientes y ricos. Tenía tantas ganas de hacer algo tan pervertido. Cuando ya no meaba nada, me lavé el cuerpo, me seque y salí. Me vestí bien en la recámara. Me puse unos jeans muy ajustados a mis muslos, a mi culo y a mi cadera. De arriba, una blusa azul marino. Como íbamos a estar el y yo solos, y las ganas de hacer algo con él me estaban matando por dentro, decidí romper el silencio.

- Fabián!!!, lo llamé.

- ¿que pasó?

- ¿podrías revisar debajo de la cama?, es que se me cayó un labial.

Se agachó y miró por todo el piso.

- no hay nada.

- Busca bien.

- ya busqué y no hay nada, dijo levantándose.

- espera, dije poniendo mi mano sobre su hombro derecho evitando que se levantara. Al quedar arrodillado le ordené algo que no lo veía venir.

- desabróchame el pantalón.

- ¿que?

- si, desabróchalo.

Sin apartar sus ojos de los míos, lo hizo. Bajó mi cierre.

- bájamelo todo, le dije.

Enganchó sus dedos en las argollas dónde va el cinturón y lo empezó a bajar. Le costaba. Lo tenía tan ajustado a la cintura que le costaba. Al bajármelo s eme quedó viendo.

- baja también, le dije dándole a entender que también me bajara el calzón. Lo bajó poco a poco desnudando mi rajita. Se me asomaba esa línea que empezaban a darle forma a mi vagina. Parecía que tenía vagina de chica de 15. Cerradita y rasurada.

- ¿te gusta?, le pregunté.

- ¿mande?, preguntó algo apenado.

- ¿te gusta vérmela?

- ...ajá

Reí. Acaricié mi pelvis y baje un poco mis dedos haciendo que tocaran mi entrada. Me la abrí. Separé mis pliegues y le pregunté:

- ¿quieres probarla?

- ¿como dices?, preguntó sorprendido.

- ven, acércate, le dije agarrándolo de la parte de atrás de la cabeza y lo fui inclinando hacia mi. No sabía que hacer. Estaba estúpido. Pegué su boca a mis pliegues. La froté sobre mis delicados pliegues.

- siéntela.

No decía nada. Su boquita tan fina y virgen era toda para mi.

- ábrela, le ordené.

Lo hizo sin problema alguno y cubrí mi entrada con su boca.

- vamos, chúpala, le pedí abriendo un poco las piernas.

Resbaló su lengua dos veces y se apartó.

- sabe rara. Como ácida.

- ven, tú sigue, dije jalándolo a mi.

Presioné su boca.

- vamos, lamela, le exigí sin soltarlo.

Sus ojos me miraban. Hice la cadera hacia adelante sacando la pelvis. Me excitó como lo tenía. Toda su boca cubría mi rica vagina.

- lámele, órale

Lo hizo.

- así!! Chúpame aquí arriba, le dije subiendo un poco su boca llegando a mi clítoris.

- mmmm sii!!! Así!!!

Díos, sentía muy rico. Me lamía el clítoris

Aparté su boca y separé mis pliegues dejando salir mi clítoris.

- saca la lengua.

Al hacerlo le pedí:

- lengüetea

La punta de su linda lengua jugaba con mi delicado clítoris. Me volvía loca. Cerré un poco las piernas de lo excitada que estaba y lo rico que sentía.

- más rápido, más rápido, le pedí.

Lengüeteó más rápido dándome un exquisito placer.

- Aaahhh!!! Que rico!!!

Se apartó. No hice caso. Me quedé quieta mientras me recuperaba. Con mis dedos acariciaba mi vagina. Me quité el pantalón y el calzón y los aventé a la cama. Los zapatos me los quité quedándome sólo con los calcetines.

- ven aquí, lo jalé de la mano. Me di la vuelta de modo que me viera el trasero. Recargue mis pechos sobre la pared y me levanté mi culo de modo que me viera todo. Sus ojos no se apartaban de mi.

- ¿te gusta esto?, le pregunté, levantándomelo y abriéndomelo al mismo tiempo dejando que me viera mi orificio anal. No contestó pero se le notaba que se estaba excitando.

- ven, dije estirando la mano derecha.

Se arrastró hacia mi, y al acercarse lo agarré del pelo y metí su cara entre mis nalgas.

- huele mi colita, primito, dije enterrando su cara en mi trasero.

Su nariz resbalaba sobre la entrada de mi blanco culo. Me gustaba sentirla en esa parte sucia de mi cuerpo. Retiré su cara y lo empujé. Me di la vuelta y puse mi pie sobre su pecho.

- acuéstate, le ordené.

- ¿....para que?

- hazlo, le exigí.

Al estar sentado en el suelo apoyándose de sus brazos, sólo dejó caer su espalda sobre el piso. Caminé y me paré poniendo mis pies a los laterales de su cabeza. Di la vuelta, separé más las piernas y flexioné las rodillas. Me senté sin dejarle caer mi trasero en su rostro. Mi trasero y mi espalda quedaron del lado de su cabeza y mi frente viendo hacia su cuerpo. Mi trasero estaba a unos centímetros de tocar su linda cara de niño pero esperé. Lo agarré de las greñas nuevamente y acerqué su cara a mi culote bien abierto.

- chúpale, mi amor, dije.

Estar en esa posición hizo que su boca y su nariz acariciaran mi lindo ano. Lo solté y bajé más el culo hasta sentarme sobre su cara. Puse mis manos sobre mi trasero y me lo abrí lo más que pude.

- vamos, lámelo. Quiero sentir tu linda lengua.

Sentí su boca abrirse y resbalar su lengua.

- mmm que rico, dije.

Apreté el rabo y pujé para abrirlo.

- ¿porque lo haces?, preguntó.

- porque tu me incitaste a hacerlo.

- ¿que?

- si. ¿Acaso crees que no me di cuenta que oliste mis prendas?. Vi que me espiaste en el baño y te gustó ver lo que hice.

No decía nada. Le sorprendió.

- ¿te gusta mi culo?, pregunté excitada.

- ...si.

- ¿porque?

- no...lo...se

- si. Si sabes.

- bueno...es que...estás muy bonita y muy buena.

- ¿si?

- si.

Moví el culo colocando mi ano sobre su nariz.

- ¿huele rico?, ¿te gusta?

- si, huele bien, contestó pegando su nariz a mi ano.

- vamos!! Huéleme el hoyo!! Chúpamelo!!, le ordenaba.

Lamió mi rabito dejándolo húmedo de su saliva

- que rico lo haces. Hazlo otra vez. Vamos!! Chúpamelo más rico.

Pegó su boca a mi orificio y empezó a lengüetearlo.

- así!! Sigue!! Chúpame el sucio culo!!

Empecé a dar pequeños brincos sobre su boca.

- sigue!! No te detengas!!

- Que rico lo tienes, dijo.

- ¿si?, ¿te gusta mucho?, ¿te gusta mi culote? ¿te gusta chupar ahí? ¿por dónde cago?

- si!! Me gusta mucho!! Te lamería todo el tiempo!!

Sus lamidas aumentaron. Me chupaba muy rico.

- méteme la lengua, primito!! Ándale!! Penétrame el hoyo!!

- que rica te escuchas.

- si. Me gusta decir lo que me gusta y me excita.

Mientras agarraba mi culo le brincaba en su boquita. Se sentía muy rico como me lamía el culo.

- ¿no estoy pesada?

- no, así quédate.

Me reí.

- te sabe bien rico el culo.

- ¿si?, ¿a que te sabe?

- rico.

- ¿quien te enseño a decir eso y a hacer como lo estás haciendo?

- nadie. Bueno, lo vi en un video porno.

- ahora entiendo.

Vi su entrepierna, y noté que estaba muy excitado.

- se te paró.

- si.

Desabroché su cinturón y le bajé el cierre.

- quiero vértela.

Le bajé el pantalón a la sordillas. Luego le bajé el bóxer. Salió su verga algo parada.

- tiene buen tamaño al menos para tu edad, dije.

- ¿si?

Podría decir que le medía como 16 centímetros o 15. Abrí la boca y chupé su punta. Succioné.

- Aaahhh!!!

- ¿te gusta que la chupe?

- si, hazlo de nuevo.

Abrí más la boca y me metí todo hasta que sus testículos tocaran mis labios y su punta atravesara mi campana. Lengüeteé su verga.

- prima que rico.

Levantó su cadera penetrándome la boquita.

Agarró mi culo y siguió lamiéndome.

- sigue, chúpame todo, dije sacando su verga de mi boca.

- claro que si.

Plantó su lengua en mi clítoris y comenzó a lengüetearlo.

- Dios!!! Siii!!!

Mi cintura reaccionó ante su linda lengua comenzando a moverse en círculo.

- no te mueves, espera.

Me agarró fuertemente y siguió chupando.

- que bien la chupas. Sigue!! Sigue!!

- ¿te gusta que te la coma?

- si, me gusta mucho!! Lo haces muy rico!! Aaaahhh!!!

Levanté mi vagina y la bajé rosándola sobre su boquita. Al hacerlo me lengüeteaba. Resbalaba su lengua acariciando mi clítoris.

- mmmm que rico. Siento como si quiera orinar.

- que rico!! Ojala un día me orines las manos como te gusta, dijo.

Decirme eso me calentó más y me sorprendió.

- ¿que?, ¿te gustaría?

- si. Estás bien rica que sería muy rico sentir tus ricos meados.

- no digas eso.

- ¿porque no?

- porque suena raro y sucio.

Me empujó y se levantó. Al ser él más alto que yo por unos centímetros se sentía tan confiado que tomó el control en unos segundos. Me paré.

- recárgate sobre la pared, me ordenó.

Lo hice. Pegué mi espalda al muro. Se acercó y se agachó besando mi ombligo y mi pelvis hasta llegar a mi vagina. Me dio una gran lamida sobre mis pliegues que hizo retorcerme un poco. Uso sus dedos para abrírmela y empezó a lengüetearme nuevamente el clítoris con la punta de su lengüita. Dios, eso hizo llevarme al cielo.

- Aaaahhh!!! Dios!!! Espera!!!!

Apoyé mis manos en su cabeza. Agarré su pelo. Mis manos vagaban por toda su cabeza mientras me comía la concha.

- ssii!!! Que rico!!! Siii!!!

- ¿te gusta?

- ...se siente bien rico!!!

Separé mis muslos haciendo que mi vagina saliera.

- sabe rica!! Te sabe ácida!!

- sigue, por favor!!! Aaaahhh!!!

Sentía que iba a explotar. Retorcía mis piernas. Apretaba los dedos del pie.

- me gustas mucho

- si, lo sé.

Su lengüita jugaba muy rico mi clítoris. No quería que parara.

- ¿quieres cogerme?, le pregunté entre jadeos.

- si, claro que si.

- ¿como lo harías?

Se levantó. Ambos nos miramos. Mis ojos se centraron en sus labios. Me tomó de la cintura y giró mi cuerpo dándole la espalda y mi trasero parado. Agarró su verga y me la untó en mis nalgas. Agarré mis dos glúteos y separé mis nalgas dejando al aire mi rabito.

- que rico, dijo.

Su verga estaba bien paradota. Estaba algo larga. Al tener mi colita abierta. Rosaba su miembro sobre la línea que separa mis dos nalgas. Acariciaba mi ano con su trozo de carne.

- métemela, le pedí.

Quería sentirla bien hasta adentro. Colocó su punta sobre mis pliegues y la empujó metiéndola poco a poco.

- eso, más. Métela más.

- Aaahhh!!! Gimió.

- mmmm que rico, cógeme.

- se siente de maravilla!!

- ¿si?, vamos!! Empieza a cogerme.

Lo retiró un poco sin sacármela y me la empujó.

- así!! Hazlo más rápido!!

Lo hizo.

- mmmm sii!! Así!!!

Pegó su pecho a mi espalda y me penetró toda su verga.

- Aaahhh que rico!!!, dijo.

- siii!!! Se siente rica tu verga!!!

- ¿te gusta?

- sii!!! Sigue!! Métela toda!!! Me gusta!!

- si, prima!!!

Sus manos agarraban mis nalguitas. Me manoseaba.

- que rico culo tienes

- ¿te gusta mucho?

- sii!!! Un montón!!! Que rico que me dejaras chupártelo!!

- se sintió rico. Aaaahhh!!!

Lo sacó dejando su punta adentro y luego me la metió con fuerza.

- Aaahhh!! Tranquilo!!

- es que estás bien rica, me alagó.

Me dio una fuerte nalgada en le glúteo derecho haciéndolo rebotar.

- que ricas, prima, la verdad.

- ¿si?

- si.

- cógeme por el culo.

- ¿Por ahí?

- si. Ándale, méteme el pito por el hoyo.

- que bien te escuchas.

Reí un poco apenada.

Agarré mi culo y separé mis nalgas.

- méteme los dedos, primo. Penétrame el ano con tus ricos dedos.

- ¿en serio?

- si, vamos!!. Quero sentirlos.

Me acarició mi orificio.

- mételo, le pedí.

Presionó su dedo logrando meter su uña.

Mordí mis labios disfrutando de la sensación.

- mételo más.

- ¿...así?, preguntó nervioso enterrándomelo

- ...si, un poco más.

Su dedo había entrado bien. Se sentía rico. Lo movía dentro de mi.

- se siente apretado, prima.

- si, un poco. ¿te gusta?

- si, se siente rico.

Lo sacó. Giré la cabeza a la derecha y miré su cara de reojo. Retiró su lindo dedo y lo olió. No pensé que haría eso.

- te huele bien rico.

Solté una risa nerviosa.

- no digas nada.

Lo chupó sin hacer gestos.

- no hagas eso, sabe mal, le dije arrugando la cara.

- tiene un sabor ácido y raro.

Por una parte fue desagradable que hiciera eso pero por otro lado me excitó mucho. Lubricó dos de sus dedos. El índice y el de en medio y los colocó en mi rabito.

- ¿los meterás?

- si, primita.

Presionó ambos dedos y penetró mi culo haciendo estrechar mi orificio anal.

- aau, aau, despacito.

- está bien.

Los fue introduciendo lentamente. Se sentía rico y apretado.

- que rico es coger y a la vez jugar con tu culito, prima.

- si, me gusta.

Sus dedos giraban de un lado para otro. Mi rabo se abría cada vez más.

- ya mételo, con eso basta para que me entre.

- ¿tu crees?

- si.

Retiró sus dedos muy despacio. Luego sacó su verga de mi vagina y la coloco en mi ano.

- ¿ya lo meto?

- si, ya.

Abrí bien mi culo.

- que rico culo.

- ¿si?

- dan ganas de meterte la lengua.

- mmmm

Se agachó y resbaló su lengua sobre mi rabito.

- que rico, dije.

- si. Te sabe rico.

Agarró bien mi culo y lo abrió y empezó a lengüetear mi hoyo.

- Dios, espera.

- no, ¿para que?

Su lengua lamía al rededor de mi ano. Me daba pequeños golpes como si quiera meterla.

- mmm que rico culito, prima.

- que rico lo haces. ¿de donde lo aprendiste?

- en internet. Vi videos porno. Y una de mis ideas era lamértelo a ti.

Dios, decirme eso me excitó y me hizo sentir especial.

- que rico me lo chupas.

Estiré la mano y la apoyé sobre su cabeza presionándola en mi trasero. Me lavaba el culo con su lengüita.

Se levantó y colocó su glande sobre mi ano. Lo empujó poco a poco. Me ano se abría dejando entrar su rica verga. Al entrar su punta sentí rico y a la vez doloroso pero no me importó.

- métela, métela.

- si, primita.

Abrió mi culo y pegó su cintura a mi trasero penetrándome el hoyo.

- Aaahhh!!! Que rico!!!

- Estás bien apretada, prima. Que rico se siente.

- sii!!! Se siente rico!!! La tienes bien dura!!

- si!! Bien paradota que la tengo!!

- vamos!! Muévete!! Cógeme!! Eso has querido, ¿no?

- si, claro que si.

- pues que esperas. Cógete a tu prima!! Métele la verga!!

- que rico, te oyes!! Me excita mucho.

- que rico la metes.

Me penetraba lentamente. Su verga se adentraba en mi traserito parado. Me lo metía todo pegando sus testículos en mis pliegues.

- estás bien profunda.

- si, primito. Pícame el culo con tu verga!!

Separé un poco las piernas y levanté el culo para que me la metiera más. Mientras la fue metiendo aumento su ritmo. Se veía tan excitado.

- vamos, primito!! Méteme el pito!!

- Siii!! Siento que voy a eyacular!!

- sii!! Ándale!! Lléname el culo de su espeso semen!!

- ¿si?, ¿quieres eso?

- siii!! Quiero sentirlo!! Expulsa su rica leche!!

- Aaahhh!!! Que rico!!!

Puso sus manos sobre mi cintura y me penetró con más ganas. Tenía ganas de terminar.

- andale, así!! Que rico me entra!!

- sii!! Se siente bien rico!!

- sigue!! Sigue!! Cógete a la puta de tu prima!!

- que rico lo dices!!!

- si, mi amor!!

Mientras me cogía yo me rasaba el clítoris.

- Aaahhh!!! Puta madre ya casi!!! Ya casi!!! Siiii!!! Me vengo!! Me vengo!!! Aaaaaaaaahhhhhhh!!!! Que ricoooo!!!!

- si, primito!! Eso!!! Expúlsalo!!! Sigue, sigue!! Lléname el hoyo!!!

- siii!!! Que rico!!! Rayos!!! Que bien es esto!!!

Su verga pulsaba y expulsaba su exquisito semen dentro de mi traserito. Estaba caliente y espeso. Gemía muy rico.

- ¿ya acabaste?

- ...creo que ya

Sacó su miembro todavía erecto. Lo miré y vi que lo tenía cubierto de semen. Tragué saliva aguantando las ganas de chupárselo. Aún la tenía parada y rica. No quise perder la oportunidad y me agaché frente a él y me metí toda su verga a la boca.

- ¿te gusta chuparlo?

- mmmm sabe rico

Succioné y tragué su semen. Estaba ácido y cremoso. Tenía un sabor rico.

- prima, harás que me venga de nuevo.

- si, hazlo. Jaja

- me siento cansado de ahí abajo.

Cubrí su verga con la mano derecha y se la jalé.

- espera, espera

- no, ahorita.

- para, para, me pedía

Presioné su verga y la exprimía sacándole su semen. Saqué la lengua y lengüeteé su punta.

- que rico, prima.

- si.

Le salía un poco de semen. Lamí su punta y probé ese liquido blanco que le salía. Succioné sacándole lo que podía.

- voy al baño, dijo.

- aja. Me levanté y agarre mi ropa.

Sentía el culo húmedo y abierto. Me pasé los dedos por el ano y noté que me salía su semen. Agarré mi calzón y me limpié con el. Luego sólo esperé a que saliera del baño para nuevamente darme otro. No quería estar sucia. Se fue a su cuarto sin decirme nada al igual que yo. Cuando llegaron mis tíos, mi tío nos trajo una pizza para cenar.

- ¿que anduvieron haciendo, muchachos?, preguntó mi tía mientras nos daba una rebanada a cada uno.

- ...pues, dije.

- vimos una película, interrumpió mi primo.

- aja.

- ¿y cual vieron?, preguntó mi tío.

- ¿como se llama?, le pregunté a Fabián

- Maze Runner

Poco después platicamos de otras cosas. Mientras cenábamos le di una ligera patada en el pie. Volteó a verme y levanté mis cejas como coqueteándole. Sólo rió el estúpido. Terminamos de cenar y nos acostamos. Durante la noche me quedé pensando en lo que había pasado, no podía dormir. De repente abrieron la puerta. No vi quien era puesto que le daba la espalda a la puerta de la habitación. Sentí que se recostaron encima de mí. No abrí los ojos. Justo cuando iba a abrir los ojos, una voz dijo mi nombre al oído dejando sin palabras.  

Datos del Relato
  • Autor: Daniela
  • Código: 42741
  • Fecha: 01-03-2017
  • Categoría: Incestos
  • Media: 8.88
  • Votos: 8
  • Envios: 0
  • Lecturas: 20858
  • Valoración:
  •  
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