Ha pasado tres semanas luego de la increíble experiencia que habíamos tenido los dos en su casa, en donde deje de ser una niña y me convertí en mujer, aun recuerdo esa experiencia como si hubiese sido ayer. No podía dejar de pensar en eso, en su pene erecto atravesándome, me hacían enloquecer de placer.
En las clases, el me miraba con deseo, siempre con esa sonrisa picara, recordándome que el había sido mi primer hombre, el que me había causado todo ese placer que estoy buscando y deseando encontrar otra vez.
Un día después de clase, me regrese a casa temprano porque no tenía nada que hacer, y aprovechando que mi hermano había salido de viaje para visitar a mis padres que estaba en otra ciudad, decidí llamar a mi profesor para que me acompañara en la soledad.
Cogí el teléfono y marque a su celular:
-Alo? Diga - contesto el
-Soy yo, estas ocupado ahora? – le pregunte
-No, solo estoy ordenando unas cosas, por que? Ha pasado algo?
- Estoy sola en casa, mi hermano no esta porque ha salido de viaje, y esta haciendo bastante frío, no quieres venir a hacerme compañía y abrigarme un poco?
-Suena delicioso. Me alisto y llego allá en unos 20 minutos, te parece bien?
-Perfecto, yo te espero.
-OK, pero con una condición…
- Claro, la que quieras, tu dirás
- Quiero encontrarte mojadita como ese día que tiramos.
- jajajajajajaja, mas de lo que estoy ahora por hablar contigo?
- Si, mucho más, cuando llegue, lo primero que voy a hacer es tocarte, y quiero sentirte mojadita como esa vez
- Muy bien, no hay problema, a propósito, que me vas a enseñar hoy día?
-Eso lo veremos allá, no te me adelantes
-OK nos vemos, un beso- y colgué.
Me dispuse a arreglarme, rápidamente me bañé y me arreglé para el. Como no hace mucho ingrese a la universidad, aun conservaba mi uniforme escolar, así que decidí usarlo para el encuentro.
-Esta será una verdadera lección- me dije a mi misma
Termine de arreglarme a tiempo para cuando el vino, le abrí la puerta y cuando me vio con el uniforme, vi en su cara un deseo de lujuria y de ansias por poseerme que me excitaron aun más.
-Así que estamos con estas sorpresas- me dijo, se acerco, y me comenzó a besar, sus manos pasaban por todo mi cuerpo acariciándome, luego bajo donde estaba mi vagina y comenzó a acariciarla también. –que rico, estas húmeda como te lo pedí, se nota que eres una alumna muy obediente, hoy te daré tu estrellita al final de la clase.
-Cual será la lección de hoy profesor?- le pregunte con una sonrisa picara- no me lo quisiste decir por teléfono.
-Es una sorpresa, que seguro te encantara, pero tienes que estar muy atenta a todo lo que yo te diga, si te distraes un poco, no vas a aprender bien la lección.
Y sin mas, me cargo de una vez, sentía como su pene erecto chocaba con mi vagina húmeda y excitada, comenzó a moverme y sentía como nuestros sexos chocaban mas y mas fuerte. Nos dirigimos a mi habitación, donde empezó a bajarse el pantalón, y luego el bóxer que usaba, se agarro el pene y comenzó a masturbarse en frente mío, esa escena hacia que me excitara cada vez mas, ver su pene grande y duro me enloquecía, y solo pensaba en querer tenerlo encima de mí otra vez, penetrándome. El se dio cuenta que lo miraba con deseo.
-Quieres chupármela? En la clase pasada lo hiciste muy bien, tu lengüita es muy juguetona.
-No solo mi lengua lo es, y si, quiero chupártela, sentir tu pene en mi boca hace que me moje cada vez más.
Y con firmeza, tome su duro pene entre mis manos y me dispuse a lamerlo, primero por el glande, luego por todo el cuerpo hasta llegar a los testículos, estuve jugando así por unos minutos, hasta que decidí que era el momento de tragármelo todo. Dispuse a hacerlo, lo comencé a chupar despacio y luego con ferocidad para excitarlo cada vez más.
-Sabias que tienes una boquita engañosa?- comento el
-Así? Como es eso? – le pregunte
-Por fuera parece chiquita, porque tus labios lo son, pero por dentro no, pareces traga sable jajajajajajajaja
-Jajaja, creo que tienes razón, quieres que pruebe hasta donde puedo tragármelo?
Y lo intente, poco a poco, fui bajando cada vez mas, resulto un poco difícil tratar de meter todo su pene en mi boca (media casi unos 20 cm.), así que calculo que lo que pude tragar habrán sido unos 15 cm. (nada mal para ser mi segunda vez).
-Así, así, que rico me la chupas- comenzó a decir- has estado practicando con alguien mas?
-Por que? Te vas a poner celoso?- le conteste
-No, aunque pensándolo bien, creo que si, no te imagino tirando con otra persona.
- Pues comienza a hacerlo, porque te guste o no, tu no vas a ser el único, tengo que probar de todos lados no? Una debe crecer “sexualmente” jajaja
-Con tal de que sea yo el que mejor te haya tirado no hay problema, pero no te desconcentres, no dejes de chupármela que lo estas haciendo muy bien.
Y seguí chupándosela, jugueteando con mi lengua, subiendo y bajando con ferocidad, hasta que termino en mi boca, tenía todo su semen chorreando por mi cara, me la trague, tenía un sabor delicioso, exquisito. El que haya acabado en mi boca me mojaba cada vez mas, me hacia sentir lo que verdaderamente soy: una chica en búsqueda de sexo y placer.
-La chupas como toda una experta, ahora me toca a mi.
Y comenzó a desnudarme, me quito la blusa, me beso el cuello, los senos; mis pezones estaban duros de tanta excitación y fue bajando poco a poco. Paso a quitarme la falda y el calzón, y comenzó a pasar su mano por mi vagina, acariciándola y haciendo que se me moje cada vez mas. Comenzó a besarla, su lengua pasando por mi clítoris, por mis labios, me hacia gemir de placer, un placer indescriptible. Sentía como lo me la chupaba, primero despacio, después mas rápido y luego volviendo a cambiar el ritmo.
Como no me quería quedar atrás, me acomode para poder chupársela nuevamente, yo encima y el debajo, comenzamos a hacer el 69. Nuestras lenguas jugando con nuestros sexos, haciéndonos estremecer de placer.
-No aguanto mas, quiero que me penetres de una vez, quiero sentirte dentro mío- comencé a decirle- tírame como lo hiciste ese día en tu casa
-Tranquila, todo a su tiempo, pero antes, una pregunta? Estas en un día seguro no?
-Si, mi periodo acaba de pasar hace una semana, no hay peligro.
-Menos mal, porque no traje condones, además me llega usarlo, no se siente tan bien como piel con piel.
-Menos charla y mas acción, demuéstrame de lo que eres capaz de hacer, no que hoy iba a ser una lección sorpresa?, pues apúrate, no perdamos mas tiempo.
Y comenzó a echarle saliva a su pene para que sea mas fácil entrar en mi vagina, pero creo que eso no era necesario, estaba tan mojada y excitada, que aunque hubiera sido el doble de su tamaño, hubiera entrado igual, poco a poco se dispuso a penetrarme, sentía como su glande iba entrando poco a poco, el dolor que sentía iba combinado con el placer de la penetración, comenzó a moverse, sentía como su pene entraba y salía, no quería que parase nunca.
-Vamos, no puedes hacerlo mas fuerte?- le pedí
-Tu si que eres rara, esa vez me pedías que lo haga despacio porque te dolía mucho y ahora quieres que lo haga fuerte, quien te entiende?
-Nadie, y mejor así, quiero seguir siendo un enigma para los hombres, pero vamos, hazlo mas fuerte, que quiero sentirlo hasta el fondo, quiero que entre todo.
Cada cierto tiempo cambiábamos de posición, la que mas me gustaba era la del perrito, yo me ponía en cuatro y el arremetía con todo, me tiraba con una ferocidad increíble, y yo, lejos de pedirle que se detuviera o lo hiciera mas despacio, le exigía que lo hiciera cada vez mas fuerte.
-Me encanta como me tiras, no pares, sigue, sigue- gemía yo
-Te gusta esta posición no? Eres como toda una perrita en celo a la que le gusta que le den por atrás
-Si me gusta, me gusta, por favor no pares, tírame mas fuerte, quiero sentirlo todo, atraviésame hasta el final.
-Di que eres mi perrita
-Soy tu perrita, soy tu perrita
-Muy bien perrita, que obediente eres, sigue así, y al final te daré un premio que vas a disfrutar mucho mas que esto.
Y nos movíamos cada vez mas rápido, con un ritmo imparable, como si fuese nuestro ultima día en el mundo y lo estuviéramos aprovechando al máximo. No quería detenerme, no quería que esto acabara, sentir su pene dentro mío, atravesándome; me hacia sentir que estaba viva realmente.
-Te gusta las sensaciones fuertes no? Ven, colócate encima mío, así es como te siento mucho mas- me dijo el, me acomode para hacer lo que me ordenaba- ahora comienza a moverte en círculos, si, así, así, eres una buena alumna, aprendes muy rápido, no dejes de moverte, si, así, que rico. Tu también lo sientes no? Sientes como va entrando todo, como te esta atravesando.
-Si, me gusta, me encanta como me tiras, como me atraviesas con ese pene enorme que tienes tu.
-Jajajajaja hablas como toda una adicta al sexo, no serás ninfómana no?
-No lo creo, además, todos sin excepción somos adictos al sexo, algunos mas que otros. A ver, imagínate tu vida sin una buena tirada, creo que esos son los verdaderos enfermos, los que viven en la rutina de tirar una vez al mes como máximo, que clase de idiotas son? No hay nada mejor que un buen hombre (en mi caso) te de una buena arrimada al inicio y al final del día para que ese día sea perfecto.
-Ahora la alumna se cree maestra? Pero aun hay algo que tu no sabes…
-Que cosa? Enséñame, quiero aprenderlo todo, sentirlo todo.
Y me acomodo en una posición que nunca habíamos hecho antes, y mucho menos lo había visto en alguna película porno. Me posiciono de tal manera, que cuando me atravesó me hacia sentir cada centímetro de su enorme pene dentro mío, entrando y saliendo con salvajismo, causándome un enorme placer.
-Te gusta que te penetre de esta manera no? Así se siente mucho mas… quieres mas? Quieres que te tire mas fuerte?- me dijo mientras me entraba al máximo.
-Si, lo quiero mas fuerte, mas fuerte, no pares, no pares, ya me vengo, ya me vengo!!!
Y me corrí, tuve un orgasmo maravilloso, pero la cosa no quedaba ahí, aun el estaba tirándome, y no paraba de meter y sacar su enorme pene en mi vagina, comenzó a subir la velocidad cada vez mas y mas, no quería que parase nunca, me encanta como me tira, se seguía moviendo cada vez mas fuerte, me vine por segunda vez, el no paraba, aun estaba lleno de energía, dispuesto a seguir tirándome, me vine por tercera vez, el seguía moviéndose con un vigor envidiable, no quería que se detuviera.
-Ya me vengo, me vengo-comenzó a gritar
-Yo también, yo también, no pares, termina dentro mío, quiero sentirte hasta el final.
Y los dos nos vinimos juntos, era mi cuarto orgasmo, me sentía como si estuviese en las nubes, cansada, pero contenta de haber vivido toda esa faena, en la búsqueda del placer sexual.
-Y la estrellita que me ibas a dar?- le pregunte
-Te dije que te lo daría al final de la clase. Acaso crees que ha terminado?