Hola soy Juan SOHAIL, el pasado mes de abril, un amigo me propuso hacer un crucero, que le habían ofrecido en una agencia de viajes, la verdad que el había hecho varios cruceros, pero yo nunca habia viajado en barco, el me convenció, contandome lindezas´de estos viajes y al final acepté el crucero, salía de Cádiz el 18 de abril, y viajaba por todo el caribe, volviendo veinte días despues a la Ciudad Gaditana de partida.

Quien me iba a decir que iba a hacer un crucero de veinte días solo y sin tener exèriencias, pues la fatalidad quizo que mi amigo enfermera y no pudiera hacer el viaje por él proyectado, yo no tenía motivos justificados para anularlo y me fuí solo, viajé en coche desde mi residencia en la Costa del Sol hasta Cádiz y alli embarqué en un transatlantico enorme, yo conocía de oidas todas las fantasticas cosas que pasaban en estos cruceros por las historias de mi amigo y ahora iba a vivirla personalmente.
La primera noche en el Oceano despues de la cena había una fiesta de recepción o algo así, lo cierto que fui a ella y me tomé un combinado de ron, me fijé en una mujer que había en la barra y que parecia sola, era rubia alta con un cuerpo maravilloso, guapisima con unos ojos verdes que me atrayeron desde el primer momento, me acerqué a ella dándole las buenas noches, ella me respòndió en español con un acento subdamericano y le pregunté si estaba acompañada, a lo que me respondió que no y a continuación la invite a una copa, estaba bebiendo coctel de Champañe, me dijo llamarse Liliana y al poco rato de hablar con ella la invite a bailar, pues la orqueta era buenisima y la verdad que invitaba con sus melodias a bailar y aun más con una mujer tan bella como mi acompañante, cuando bailabamos nuestros cuerpo se pegaron y sus pechos se me clavaron excitandome enormemente, mi cuerpo se extremeció al contacto con aquella mujer, le apreté la cintura y sus caderas se pegaron a las mias y su sonrisa me indicaba su aceptación, sus labio me invitaban a besarlo y no resistí la tentación, me acerque a ella y la besé muy desàció, ella recibió mi beso colgandose de mi cuelo y con los ojos cerrado se me entregaba toda ella, la besé varias veces y nuestras lenguas jugeteaban entrelazandose juntas y nuestro cuerpos vibraban totalmente juntos, seguiamos bailando como autómatas y cuando termino la orquesta para tomarse un descanso, decidimos marcharno a mi habitación, cuando ibamos por el pasillo se me acerco a mi oreja y despues de darme un mordiquisto muy cariñoso, me dijo, tenemos que hablar, me paré mirandola muy fijo, pues me había sosprendido con aquella sugerencia, le pregunté ¿te pasa algo, hay algo que tengas que decirme? y me respondió si, empezó diciendo que habiamos ido muy rapido y que posiblemente nuestra atracción mutua era la culpable mas que nosotros mismos, me preguntó que habia pensado hacer conmigo y si estaba seguro de conocerla bien, yo respondí sin vacilar que me había gustado toda ella y que no habia en su cuerpo nada que yo pudiera rechazar, empezó a reirse y aquella risa sana y sencilla me hacia desearla mas aun, llegamos a mi habitación y cuando la abrí, Liliana se sentó en el sofá y me pidio una copa, abri una botella de champañe del mini bar y llené dos copas poniedo un poco de hielo, un poco de ginebra y otro poco de téquila, ella brindó conmigo y se puso muy seria y empezó a decirme algo que me dejó muy desconcertado, de golpe me dijo, que pensarias si yo te dijera que soy un hombre, le contesté que no lo podía creer, ella me contestó, tranquilo no soy un hombre, me siento una mujer muy mujer, pero nací con un cuerpo de hombre y todavia me queda algo de él, yo no lo podía creer, tu pechos eran divinos, su boca maravillosa y su cuerpo de locura y mejor no mencionar sus ojos, pues era toda ella una mujer maravillosa, me volví hacia ella y la besé, me respondio al beso y me dijo que entendería cualquier cosa que le dijera, yo la atreje contra mi y seguia besando su cuello, su cara su nariz su boca y baje mi cabeza a su pecho y por encima del gran escote que llevaba en su vestido de fiesta, la besaba en sus pechos, que eran duros y soberbios, punzante y grandes sin llegar a tamaño exajerado, muy dulcemente me dijo que seria muy dichosa si haciamo el amor anal, yo en aquellos momentos solo pensaba en poseer aquella hembra maravillosa y le dije que lo hariamos por donde ella quisiera y ahy empezó una noche de locura.
se incorporó del sofá y empezó a desnudarse quedandose con una braguitas pequeñitas y me puso de pie y tomó mi ropa y me la fué desprendiendo poco a poco, al mismo tiempo que me besaba y jugeteaba con mi pene que ya luchaba por salir y mostrase en todo su explendor, cuando estuve desnudo yo mismo le quité las braguitas, asomando un pequeño pene erecto, no hice ningún comentario, la verdad que estaba demasiado excitado para pensar en nada de eso, le dí la vuelta y su culo se posó en mi polla que buscaba su ajugerito nos fuimos a la cama y alli despues de unos diez minutos de manoseos y besos Liliana me pidió la polla para chuparmela, la cogió con delicadeza y se la introdujo en su boca acariciandola se la metia entera y la sacaba con aquella mirada laciva y me volvía loco, mi polla estaba loca, salia y entraba de su boca y garganta y le avisé de que me iba a correr, ella se la volvió a meter en su boca para tomar toda mi leche, al final me relamia toda la polla como si quisiera que nada se quedara fuera de su boca, nos echamos en la cama y decansamos quedandonos dormidos.
El despertar de aquella noche os lo voy a contar en el próximo relato, pues el culito de Liliana merece un capitulo aparte, espero y deseo poder contaros todas las noches del crucero.
Dedico estos relatos a mi amiga Liliana esperando le guste los haya contado sin su permiso.
Os agradezco que me escribais ya que eso me dá animos para seguir escribiendo, besos para todos