Tenía yo 40 años y 22 de casada. Me había casado con mi novio 10 años mayor que yo y la verdad a pesar de los años aún sentía que estaba enamorada de él, sin embargo, en mi mente rondaban muchos pensamientos. Sentía mucha curiosidad de conocer otro cuerpo, otro sabor. Hasta ese momento había sido completamente fiel a él.

Nos habíamos mudado a una nueva casa y enseguida de ésta vivía un chico de unos 27 años. Era muy atractivo y yo sentía q me miraba con lujuria y un día llegó su invitación a mi Facebook la cual acepté con mucha ilusión, pero a la vez asustada. Pues más me demoré en aceptarla que él en escribirme. Me saludó, tanteó el terreno y sin darme cuenta ya me estaba hablando de mis atributos. Muy pronto empezamos a jugar por webcam él quería ver mis blancos y grandes senos a lo cual accedí encantada y él ni corto ni perezoso me enseñó su grande e impetuoso pene. Se me hizo agua la boca, quería chupárselo, sentirlo en mi boca y así llegó el día en que yo me encontraba sola en casa y el pasó con el pretexto de revisar mi pc.

Cuando estuvimos frente a frente no mediamos palabra, sino que nos entregamos al momento, ¡parecíamos un par de locos hambrientos de placer!

Nos besamos desaforadamente, besó mi cuello sacó mis senos los besaba, los estrujaba, los devoraba tocaba mi sexo por encima de la ropa, metía sus dedos por el lado de las bragas; yo lo arrinconé y baje desabotoné sus pantalones, bajé el cierre y saqué su miembro, el cual venía deseando ya varios días. Comencé a lamerle la punta en redondo, suavemente mientras lo cogía con mis manos, después lo chupé con fuerza, me lo tragué todo, lo sentía golpear mi garganta el gemía de placer hasta que lo hice terminar en mi boca. Luego nos besamos y nos despedimos quedando con el acuerdo de encontrarnos en otro lugar para poder hacer todas las cosas que quedaban en el tintero. Y así lo hicimos pero ese nuevo encuentro queda para un próximo relato...