Todo empezó cuando tenía unos 7 años, era muy chiquita pero desde entonces me gustaba muchisimo un tío mio que es 6 años mayor que yo. Lo veía jugar con niñas de su edad en la alberca, divertidisimo, mientras que a mi no me hacia caso en absoluto. Obvio, el tenia 13 años y yo solo 7, que gracia podía tener entonces, verdad???

El vivia lejos de nuestra casa, así que desde aquellas vacaciones que pasamos en su casa cuando tenia yo 7 años, no volvimos a vernos en mucho tiempo. A veces solo de forma esporádica en fiestas familiares y esas cosas, pero jamas me hacia caso, me veia como su sobrinita la sonza. Pero eso iba a cambiar...

Los primeros sintomas del cambio se dieron exactamente 5 años después. Yo tenía 12 y el 18. Fuimos a pasar una buena parte del verano a su casa, en una playa. Para entonces el habia crecido ya como todo un hombre (bueno, asi lo veia yo), alto, moreno, mas guapo que antes y con un cuerpo delicioso, producto de horas y horas de natacion y basketbol. Yo, era una niñita flaquita que apenas se empezaba a desarrollar, sin embargo mi cuerpo crecia de forma distinta a mis instintos carnales, los cuales ya estaban despiertos desde hace un tiempo.

En el tiempo que estuvimos en casa de mi tio nos hicimos muy buenos compañeros. A pesar de la diferencia de edades platicabamos maravillosamente y compartiamos muchos gustos. Pero tal vez el no imaginaba lo que sentia por el, que en las noches me masturbaba pensando en su cuerpo, en las cosas que le haría a las chicas de su edad, porque se notaba en sus juegos que era bastante caliente.

Un dia, correteando en la alberca, caimos y comenzamos a juguetear ahi, aventandonos agua y cositas de esas. En eso, yo intentaba escapar y el me jaló hacia el, me tomo por la cintura y pegó su miembro "inocentemente" contra mis nalgas. Imaginense lo que sentí, el me había hecho eso!!! Me hice la tonta, estaba en shock, me aparté de su cuerpo y seguimos como si nada. Pero a partir de ahi los juegos tomaron otra connotacion. Me tiraba sobre la cama y ponia completamente su cuerpo contra el mio, retorciendose, metiendo sus manos bajo mi playera para hacerme cosquillas, y de paso rozar mis pezones con la punta de sus dedos. Mi admiración por el se convirtió en un deseo enorme, no sabia de que, pero yo queria mas, mucho mas con el. El verano terminó, y tuvimos que regresar a casa sin haber yo conseguido aquello que quería, pero que no sabia que tan lejr me hubiera gustado llegar.

Un dia, semanas después, al llegar de la escuela me encontré con la sorpresa de que mi tio estaba en la casa, y era todavía mejor: venia para quedarme un buen tiempo en lo que lograba inscribirse en una universidad de la ciudad!!! Yo no lo podia creer, era muy feliz, ya que aparte de que mi tio me provocaba calenturas de puberta, me llevaba (y me llevo) super bien con el. A falta de espacio, se instaló en mi recamara (woooooow) porque tenia una litera. El dormiría abajo y yo arriba.

Todos los dias iba por mi a la secundaria. A mis amigas les encantaba, por guapo y simpatico. Y yo me sentia soñada porque iba por mi diario, y me cargaba y me consentía. Era maravilloso. En la casa el trato era totalmente diferente que en el verano en su casa. Mantenia su distancia y nuestros juegos ya no incluian, para mi desgracia, toqueteos. Ni modo.

Un dia, mi noviecito de ese entonces me invito a una fiesta. Mi madre puso como condicion que mi tio me acompañara, y acepto sin problema. En la fiesta era la sensación, y mientras el se lucia con todos y todas, yo me quedé en un sillon poniendome un faje de miedo con mi galan, de esos que hasta se antojan. Me di cuenta de que mi tio me observaba como sorprendido, raro. Me cohibí y dejé de hacerlo. Poco después nos fuimos a la casa.

Camino a casa se la pasó preguntanto que desde cuando hacia esas cosas con muchachos, que si me gustaba lo que me hacian, preguntillas por el estilo que me incomodaban un poco, sin embargo se las cotnestaba de la forma mas insunuante que podia.

Llegamos a la casa y cenamos, para irnos a mi recamara a escuchar musica y seguir platicando. Me subí a la cama de arriba y el me bajó, jugando. Forcejeamos un rato en la cama y no se a que hora me quedé dormida sobre el, con la cabeza recostada en su pecho.

En eso, comencé a sentir movimientos extraños que me llevaban hacia arriba. Esto me despertó, pero hice como que seguia dormida, para ver que pasaba. Entonces, cuando el me llevó a la altura de sus hermosos labios, comenzó a besarme delicadamente al principio, con besitos chiquitos y lamiendo levemente la comisura de mis labios. No lo podía creer, me estaba besando, mi tio el que no me hacia caso. Entonces ya no me importó hacerme la dormida, comencé a coresponder a sus besos, que se hicieron mas intensos cada vez. Metia su lengua completa en mi boca, movia enloquecida su lengua y de vez en cuando me daba pequeñas mordidas. Que diferencia en comparacion con los chicos de la escuela. Me tomo con sus brazos y me puso sobre el, con mi puchita virginal sobre su miembro. Para esto, ya estbamos en pijama. La mia era solo un pequeño boxer y una playerita, sin ropa interior. El estaba igual, solo con boxers y playera. Así que cuando me puso sobre el sentí totalmente su miembro hinchado rozandome la concha. Todo era confuso, jamas habia sentido algo tan excitante en mi vida, y a la vez peligroso porque estabamos en mi casa... y con mi tio.

Las caricias y los besos siguieron. El metió sus manos debajo de mi playera y se fué directo a mis pezones, los cuales jalo y sobo mientras seguia besandome. Yo me incorporé un poco y acomodé la entrada de mi vagina para sentir mas todavía su verga que me emocionaba tanto, y por instinto comencé a moverme. Metí mis manos debajo de su playera y sentí su delicioso cuerpo. Le quité la playera y el me hizo los mismo. Jamas antes le habia mostrado las tetas a alguien, ni tampoco me las habian mamado, hasta ese dia. Fue maravilloso. Se enderezó hasta quedar sentado jaló mi cuerpo hacia su rotro, metiendo mi seno derecho en su boca. Estabamos completamente mojados debajo de los boxers, y me mojaba cada vez mas mientras me seguia mamando las tetas y restregandome contra su verga. No aguanté mucho, me vine casi solamente con la sensación de su verga en mi pucha y sus dientes mordizqueandome los pezones. Cuando sintió mi orgasmo, el primero en mi vida provocado por alguien que no fuera yo, me miró a los ojos y me dijo:
- Ahora vas a sentir algo que te va a gustar mas...
Enseguida me recostó de lado, pegó su pecho desnudo contra el mio y metió su mano debajo de mis bragas. Empezó a acariciarme las nalgas y después pasó a mi clitoris, a sobarmelo, a hacerme las cosas que en otros tiempos yo me imaginaba que le hacia a sus amigas. Que delicia ver mi sueño realizado...

Abrí las piernas automáticamente y empezó a recorrer con su pulgar toda mi hendidura vaginal, a lubricarme conmis jugos. Yo lo besaba enloquecida, acariciaba su espalda, pegama mi pubis a su mano... hasta que lo sentí. Metió uno de sus dedos en mi vagina, impetuosamente, y comezó a moverlo. Me quedé completamente quieta, muda, gozando la sensacion. Lo metia hasta el fondo y me daba besitos en los labios y despues me succionaba los pezones deliciosamente. Después de 3 o 4 minutos haciendo esto me provocó un segundo orgasmo. Estaba extasiada, incredula, y con ganas de mas...

Ahora le tocaba a el. Me tomó una mano y la metió a su boxer para que sintiera. Era la cosa mas gruesa que habia tenido en mi manita. Bajé su boxer y comencé a masturbarlo, lento, como inexperta. Mientras lo seguia besando, le restregaba mis tetitas en el pecho. Entonces, el tomo mi rostro entre sus manos, me vio a los ojos y me puso la cara delante de su vergota parada. Me quedé paralizada al entender lo que el queria, pero no me desagradó. Entonces saque la lengua y comencé a darle pequeñas lamiditas con la punta en el glande. Poco después agarré ritmo y la metí lo mas que pude en mi boca, chupandola como el habia hecho con mis tetas, gozandola, sientiendo todo lo nuevo que me ofrecia. De repente, su repiración se aceleró, me tomo del cabello y empezó a embestirme por la boca suavemente, hasta que un liquido caliente y de extraño sabor me llenó la boca. No supe que hacer, ni modo de escupir en las sabanas... pues me lo tragué. El se puso frenético, me abrazó tiernamente y me tumbó sobre mi espalda. Me quitó los boxers, dejandome completamente desnuda, se puso hincado sobre mi, me tomo de las piernas y las puso sobre sus hombros... y comenzó a mamarme mi puchita... OOOohhh, que cosa, que sensación tan loca. Me chupeteaba durisimo, metiendo y savando su lengua, jalandome los pezones. Yo solo empujaba su cabeza para que no dejara de chuparme así. Y se puedo mejor cuando comenzó a dedearme de nuevo. Metio un dedo en mi vagina mientras seguia mamandome el clitoris. No resistí mas, y me vine de nuevo, apretando su cara entre mis muslos, jalandolo hacia arriba para que me besara. El metio su dedo en mi vagina y me lo metió en la boca, lleno de mis jugos. Que cosas para una niña de 12 años.

Se puso sobre mi y me besaba, me acariciaba, se movia restregandose contra mi cuepo. Yo lo gozaba, ahora sentia que lo queria mas que nunca. Me decía que seguramente nunca alguien me habia hecho cosas asi, que le gustaba saber que era el primero. Me besaba el cuello, tomo una de mis piernas y se la puso al rededor de su cadera. Entonces empezó a frotar su verga contra mi vulva, a mojarla para embestirme. Yo era virgen, obvio, pero lo deseaba muchisimo. El pegó sus labios a mi oido, y me susurraba: quieres que lo haga, quieres que te haga mia??? Quieres que ti tiito sea el primero en cogerte??? Yo solo decia que si con la cabeza, moviendome debajo de el a su ritmo. Entonces, cuando sentí la punta de su verga intentando rasgar mi himen nuevecito, cuando sentí el dolor, me heche para atras estupidamente. Lo tome por los hombros y le dije que no, que no podia, no en mi casa. El, todo lindo, me beso, y me abrazo y me dijo que no habia problema, que entendía que me espantara porque solo era una niña. Pero que le prometiera que un dia cogeria con el. Lo abracé, le dije que claro que si, nos vestimos y nos acostamos a dormir. Que noche tan deliciosa.

Después de eso, se nos hizo costumbre. Nos besuqueabamos y toqueteabamos cuando nos daba la gana, icluso despues de que el se fue a vivir a otro lado. Cada que nos veíamos era lo mismo, pero nunca tan rico como esa noche...

Hasta el dia que le cumplí la promesa que le habia hecho. Pero eso merece otro relato ;D