Este fin de semana mi novia y yo vamos a darnos unas pequeñas vacaciones en la casa rural de unos amigos suyos, allí tenemos mucho sexo impensable.

Llegamos allí y sus amigos nos enseñan la casa, son una pareja heterosexual, él es muy agradable, es regordito y achuchable y tiene unos 50 y muchos, ella es una pija perdida en el pueblo de unos 30 y muchos. Tras enseñarnos las diferentes habitaciones llegamos a la azotea, que han personalizado como un jardín muy bonito. Allí nos encontramos a dos chicas, una joven y pelirroja de piel clara y a una madurita de pelo negro. Los amigos de mi novia nos confiesan su pasión secreta, grabar películas porno en su azotea/jardín. Nos explican que esas chicas son actrices que están trabajando con ellos y nos proponen que formemos parte de su producción, mi novia y yo aceptamos encantadas. Los amigos de mi novia nos explican que ellos son los cámaras y que nos avisarán cuando podamos empezar a actuar, pero que el guión es totalmente libre, podemos hacer todo lo que queramos como queramos desde el momento en que ellos nos avisen. Una vez nos dan la señal comenzamos.

Mi novia y yo empezamos a besarnos apasionadamente en un lado del jardín mientras las otras dos chicas hacen lo mismo. Después de unos cuantos besos en esta combinación, las otras dos chicas se acercan a nosotras. Mi novia se sienta en una silla para observar mi espectáculo. La madura pelinegra comienza a besarme, mientras la joven pelirroja se sitúa detrás de mí y me da besos en el cuello mientras pasa sus manos por mi cintura y acaricia mi tripa. Las tres comenzamos a quitarnos la ropa y cuando estamos desnudas hacemos el trenecito comienzo nuestro coños con muchos gemidos y orgasmos. Mi novia se acerca y volvemos a dividirnos en parejas. Vamos intercambiando de chica y hacemos varios 69 y la tijera hasta que todas estamos exhaustas.