Todo sucedió cuando estabamos en plena adolescencia, mi prima Carmen que es muy guapa y yo no las pasabamos juntos ibamos a todos lados juntos y sobretodo compartiamos nuestros secretos, de quien nos gustaba, que onda con nuestros amores, etc.

Un día de tantos yo me quede a dormir en casa de mis tíos, lógicamente estaba mi prima, mi prima es una mujer fascinante, no es muy alta medira como 1.50 metros, es delgadita, con unas tetas espectaculares, blanquitas con pecas y unos pezones rosados, es muy acinturada, eso si tiene un culo redondito y con unas nalgitas bien paraditas y duritas, y unas piernas firmes. Mi prima tiene una carita de angel, parecería que no haría ninguna travesura, pero la verdad es que es súper cachonda igual que yo.


Mi prima como ambos ya trabajabamos siempre lucía perfecta, en esa ocasión lucía un trajecito de minifalda verde militar, con una blusita blanca, se veía chulísima como siempre, como ya estabamos en su casa únicamente se quitó el saco y se quitó los zapatos, se sentó frente de mí dejándo ver esas lindas piernas que tiene con una medias color humo,después de cenar nos quedamos a platicar en la sala de nuestras diversas experiencias en el sexo, ambos llegamos al acuerdo que el sexo es lo mejor del mundo, y bueno bebiendo cerveza poco a poco la plática fué subiendo de tono, me decía que lo que más le gustaba es que se lo hicieran en posición de perrito que porque le gusta sentirse dominada por el hombre.

Yo al ver sus piernas, esa cara hermosa que tiene, mi pija empezó a crecer y mi querida y adorada prima lo noto, se hizó la disimulada y abrió dos botones de su blusa dejándo ver ese hermoso brassiere que cubría esas lindas tetas, seguíamos platicando pero no decíamos nada al respecto, ella se junto a mi, y con su mano comenzó a acariciar mi pantalón, yo sentí que volaba en el cielo, cuando de repente siento que mi primita se acercaba a mí dandome un lindo beso, yo respondí con el mismo afecto y sin pensarlo más sujete a mi prima de su cintura y le senté sobre mí, empezaba a quitarle la blusa y ese hermoso brassiere para deborarme esas ricas tetas, ninguno de los dos decíamos nada únicamente actuabamos, cuando nos dimos cuenta ya estabamos totalmente desnudos, acariciandonos y besándonos todo, mi primita se acomodo de tal forma que quedamos en el sillón perfectamente para quedar en un 69, fué hermosa, su panochita rasuradita y con el aroma de sus jugos que por cierto estaba bastante húmeda, me deboré su clitoris y metía mi lengua mientras que ella hacia lo suyo, que por cierto lo hacía muy bien, sentí como se vino dos veces y después de está posición inunde la linda boca de mi prima de mi lechita, el cual disfrutó al máximo, mi pija con está estimulación quedó lista de nueva y poniendola de rodillas y abrazandola por detrás le fuí metiendo mi polla que entró sin ningún trabajo, pues chorreaba de líquidos, todo fué muy romántico, estuvimos entra y saca, poco a poco aumentando la velocidad, la juntaba a mi cuerpo y acariciaba sus senos, mi prima me susurraba "Primito cogéme, cogéme" y así fué me la estuve bombeando y ya a punto de terminar me pidió que terminará en su culo, el cual ensalive y de dos golpes mi polla estaba dentro, mi prima tenía orgasmo trás orgasmo, no podía gritar pues sus padres podían despertar y me susurraba, primo soy tuya metémela toda, soy tuya, y con sus gemidos y susurros descargue toda mi leche y lleno el lindo culo de mi prima de mi ser, nos seguimos besando y por último lo hicimos en la posición de misionero, veía como mi prima disfrutaba de cada envestida, cerraba esos lindos ojos que tiene, y me abrazaba fuetemente hasta que los dos nos corrimos y quedamos abrazados totalmente sudados y cansados, nos vestimos y nos fuímos cada quien a dormir.

Mi prima Carmen es espectacular, pues a pesar que cada quien teníamos pareja, fué algo maravilloso que de verdad hemos repetido muy pocas veces pero ambos lo hemos disfrutado, lo mejor de todo que mi prima Carmen es la mujer a la que más confianza le tengo y sabe toda mi vida, de hecho le pedí autorización para publicar nuestra historia.

OV