~Hola a todos los amigos lectores de esta página web, con este relato yo quiero contarles como tuve sexo por primera vez en mi vida con un perro el cual después de darme una increíble mamada a mi vaginita me hizo el sexo tan salvajemente como sólo un animal lo puede hacer pues me penetro con tanta fuerza que casi me mataba de placer pero también por golosa me dolió mucho. Esto aunque no lo crean es totalmente real, nada de cuento es esto más bien es un relato de mi caliente follada con el perro de mi familia llamado peluche, espero les guste y que manden sus opiniones aunque sean negativas les acepto todas.

Me llamo Estefanía, soy una mujer de 22 años de edad, soy pelirroja, ojos color miel, pestañas remangadas y poseo unos labios sensuales los cuales los decoro con labial rojo intenso. Mi cuerpo es esbelto y muy bien formado, mis senos son firmes, mis piernas son muy sexys y muy hermosas, las cuales casi siempre les tengo enfundadas en medias cristalinas, me gusta usar siempre vestidos finos con falda algo corta pues soy muy coqueta y caliente desde niña. Pertenezco a una familia de buena posición económica, vivo en México D.F y actualmente sólo me falta un año para graduarme en mi carrera profesional.

Mi perro afortunado con quien tuve sexo se llama Peluche, es un perro raza labrador pero con melena grande, por ello le llamamos peluche, color negro con manchas blancas y de tamaño normal. Sin duda su verga es lo mejor de él pues me dio a mí un placer que no puedo describir pues para mí el haber follado con un animal es sin duda el mejor sexo prohibido de mi vida.
Bueno como ya dije desde niña he sido muy caliente, coqueta y adicta al sexo, perdí mi virginidad desde mis doce años y desde entonces me he acostado con cada hombre que me gusta, incluyendo chicos de mi edad, maduros y también con lesbianas, en fin he probado todas las fantasías sexuales que puedan existir pues sin mentirles desde que fui desvirgada he tenido sexo más de un millón de veces, yo misma me considero adicta al sexo, incluso me gusta el sadomasoquismo. Mi rajita vaginal ha sido penetrada por tantos penes de distintos hombres que ya no recuerdo a todos, al igual que también me gusta el sexo anal, pues en el sexo me gusta ser penetrada por todos mis agujeros de mujer. Por ello no me puedo faltar tener sexo con un animal hasta que lo legre por fin mi última fantasía sexual y sin duda alguna la más prohibida y morbosa de todas. Mi familia compro a peluche hace apenas medio año pero no me había surgido la idea morbosa de tener sexo con mi perro hasta un día en que vi a peluche copular con la perra del vecino.

Mis aventuras sexuales como ya mencione eran bastante atrevidas pero aun así no se me había ocurrido tener sexo con un animal hasta que vi una escena de sexo de mi perro peluche con la perra del vecino, era un martes por la tarde, yo ya había regresado de la universidad y encontré a mi familia formada por mis padres y mi hermano menor en el patio de los vecinos, ahí fue cuando vi por primera vez el sexo de animales, mi familia se estaba divirtiendo de la forma de realizar en acto sexual de los perro pero a mí no era diversión si no calentamiento pues soy muy morbosa, pero trate de fingir naturalidad con mi familia y vecinos, al ver como la verga de peluche entraba y salía de la abertura de la perra me estaba excitando al máximo, hasta el grado de desear ser yo quien estaba follando en ese momento, mi vagina ya chorreaba de mis flujos vaginales por tanta excitación. Desde ese día ya no pude evitar desear tener sexo ahora con un animal, así que comencé a buscar en internet videos de zoofilia, con cada video que veía mi deseo se incrementaba más y más.
Hasta que decidí empezar a tratar de hacer mi fantasía realidad, para ello inicie a seducir al perro como estaba acostumbrada hacer con los hombres pero veía que no daba resultado. Una ocasión que andaba muy caliente y decidida quise intentar algo más atrevido. Cuidando que mis padres no me vieran lleve al perro al jardín de la casa, de una vez ahí me subí mi falda y comencé a tocarme yo sola, lentamente iba pasando mi mano por mis piernas y mi zona vaginal cubierta por mis bragas, después me las baje iniciando a meterme mis dedos, yo ya estaba muy caliente a punto de llegar al orgasmo pero aun así de todo lo que estaba haciendo mi perro no se excitaba como yo quería, es más ni me miraba siquiera por lo que supe que este otro intento había fracasado pues los perros no se excitaban a la manera que un hombre lo hace con una mujer, estaba yo a punto de estallar en orgasmo cuando note que mi hermano menor me estaba viendo desde algunos metros de distancia, de inmediato me subí mis bragas y me acomode la falda, pero sin duda alguna había visto todo, sin temor alguno rápidamente me amenazo con decirle todo a mis papas, por lo que casi suplicando le dije que no lo hiciera, además yo no tenía nada en su contra para usarlo como arma, pero de inmediato me acorde lo mucho que le gustan los video juegos play station y mis papas no le permitían jugarlos ni comprarlos por lo que le ofrecí comprarle a escondidas todos los video juegos que deseara con la condición de guardar silencio y por fortuna acepto sin dudarlo.

Pero yo seguía con la extrema calentura de tener sexo con Peluche, más todos mis intentos de seducción eran inútiles. Pero pensé en intentar una última vez, pero esta ocasión espere el momento más ideal pues no podía correr ningún peligro de ser descubierta como la otra vez, así que mi afortunada ocasión fue una semana después cuando mis padres salieron a una fiesta de cumpleaños y mi hermano se había ido a jugar futbol con sus amigos y sabia que no llegaría hasta tarde pues después pasaría a casa de un amigo a hacer la tarea, así que era la noche perfecta para ello.
Eran como eso de las 7:30 de la noche y estaba totalmente sola en casa con Peluche así que no espere ni un minuto más, lo lleve a mi habitación asegurando la puerta con llave, ya de una vez con mi perro adentro proseguí a iniciar la sesión de sexo tan esperado, me subí mi falda y me quite completamente mis bragas, después me senté en mi cama abriendo mis piernas totalmente, mi perra solo me observaba a un metro de distancia de mí, después tome crema chantillí de esa que le ponen a los pasteles y comencé a embarrármelo en mis piernas y mi raja vaginal que ya estaba bien mojadita e inicie a masturbarme lentamente introduciendo mis dedos en mi vagina con la crema chantillí en ella. Luego tome la cabeza de Peluche colocando su boca en medio de mis piernas, casi obligándolo a comerme el coño y para mi caliente sorpresa tan luego olfateo mi vaginita empapada de la crema me empezó a lamer mi vagina. Tan sólo al contacto de su lengua en mi rajita el placer dio inicio en mí ¡umm, umm, umm! Divino placer en verdad que me estaba provocando rápidamente, hasta que se comió toda la crema de mi vagina combinada con mis flujos vaginales, yo abría con mis dedos los labios de mi vagina para que pudiera medio meter su lengua en mi raja. Pero eso aun no me bastaba pues quería sexo, así que me atreví a llegar más lejos.

Con mis manos toque su verga de perro mientras continuaba comiéndome el coño, a esto note clarito como le empezaba a crecer y cuando ya estaba el caliente igual. Me imagino que por instinto de perro se dio cuenta que yo deseaba sexo, se paro con sus patas y apoyando sus manos en mi cuerpo, me tiro con fuerza en la cama con mis piernas abiertas y sin que lograra hacer otra cosa sentí de inmediato como me la metió completamente su verga de perro en mi vaginita, gruesa no era pero si muy larga por lo que al chocar su verga con el fondo de mi vagina me provoco un dolor algo fuerte, esto ocasiono que me empezara a arrepentir de haber provocado esto pero ya no podía hacer nada, pues ya estaba siendo penetrada por un pene de perro. Placer y dolor era lo que mi vaginita estaba experimentando en ese momento, se complico más cuando por su excitación de animal comenzó a rasguñarme con sus uñas en mi cuerpo pero por suerte logre detener sus manos para que no me lastimara más.
Al cabo de veinte minutos de penetración sentía que mi vagina ardía como si tuviera una cortada, el placer era muy pequeño y por loca calenturienta estaba pasando por momentos dolorosos. Hasta que no resistió y me lleno toda mi vagina de su leche de perro, al instante de haber eyaculado saco su verga de mi vagina rápidamente, yo quería levantarme pero un dolor punzante me golpeaba de adentro de mi vagina, y al pararme y ver mi vaginita note que estaba fluyendo sangre como en mi desfloración, saque al perro de mi habitación yéndome a bañar rápidamente pero el dolor y comezón en mi vaginita era insoportable, como pude con lavados vaginales me saque el semen de adentro de mi vagina y tome rápidamente una pastilla de emergencia para que no me sucediera lo peor por puta caliente.

Mi familia llego dos horas más tarde y yo no tenía ni ganas de hablar pues me seguía doliendo mi vaginita por lo que comencé asustarme de estar infectada de alguna enfermedad por haber tenido sexo con un perro animal. Al siguiente día fui rápidamente con un ginecólogo para que me examinara de una posible infección vaginal, (claro sin decirle lo que hice) y por fortuna no pesque ninguna infección ni contagio por ello, sólo fueron algunas heridas en los labios de mi vagina que a hoy han sanado pero con eso aprendí la lección y ni por todo el dinero del mundo vuelvo a tener sexo con animales. Pero fuera de ello debo decir que por lo menos lo disfrute un poco y gracias a ello me he medido mi lujuria, en la actualidad tengo ya un prometido con quien me casara tan rápido termine mi carrera y lo mejor de todo nadie se entero de mi travesura sexual, ni siquiera mis papas.