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Categoría: Confesiones

Mi pastor me cogió

Tenía apenas 18 años cuando me enviaron a un internado cristiano, recuerdo que llegue muy temeroso por no conocer a nadie, pero pronto el director del internado y pastor me presto mucha atención platicaba mucho conmigo me llevaba cuando salía a hacer compras y me decía que le recordaba mucho a un hijo que tuvo con su primera pareja pero que dejo de ver porque se divorciaron y el cambio de residencia.

Así pasamos los primeros dos meses como buenos amigos hasta que una noche me invito a quedarme a dormir en su habitación a lo cual accedí y ya entrada la noche mientras platicamos se acercó a mí y de repente puso su mano en mi pierna eso me saco mucho de onda pero me excito aunque trate de negarlo y quitarle la mano, el entonces me dijo que no tenía nada de malo que lo hacia porque me estimaba, siguió tocándome y yo accedí, tenía muchas ganas de explotar sentía que mi pene quería explotar de tanta leche, obvio era un adolescente, me desnudo me acaricio y me dio una rica mamada de verga...

Así pasamos dos años hasta que salí del internado. 10 años más tarde {ya casado por cierto} yo seguía recordando todo lo que me hacía y en el transcurso de ese tiempo me fueron aumentando las ganas de volver a verlo pero empecé a sentir ganas de que me metiera su rica verga, eso es lo que me faltaba que me hiciera, por lo cual hice todo lo posible hasta localizarlo, esa noche estaba yo solo en mi cuarto en mi lugar de trabajo, lo hable y lo invite para que fuera a cenar conmigo, 2 horas después llego al cuarto yo estaba muy pendiente de su llegada, para eso yo me puse un short suavecito sin nada abajo abrí la puerta pero no encendí la luz, cuando abrí le di un abrazo lo tome de la mano lo hice pasar y nos dimos un rico beso, enseguida lo desnude y el solo gemía y me decía que rica sorpresa, ya desnudos lo lleve al baño y ahí mientras nos bañábamos nos besábamos y me apretaba fuerte el culo con sus manos gruesas, yo gemía de placer y quería que ya me metiera la verga, salimos del baño nos acostamos en la cama y comenzó a mamarme la verga, luego me acerque a él y le pedí que me mamara el culo, y ni tardo ni perezoso me empino y comenzó a mamarme y besarme muy rico mi culito werito, yo me sentía toda una perra, le decía que yo era su puto que quería que él me cogiera que fuera el primero en romperme ese huequito, enseguida empinado me abrí como él quiso y empezó a introducir su rica verga cuando sentí su rica cabeza yo temblaba y sentía el placer más rico que haya sentido, me daba duro y me gustaba, sentía sus piernas velludas y más quería que me cogiera, luego se sentó en el sofá e hizo que me sentara en su verga hasta que él quiso, por ultimo me empino en una silla hasta vaciar toda su rica leche en mi culito ardiente, es lo más rico que he sentido.

Después de eso no lo he vuelto a ver porque cambio de residencia pero yo aún quiero sentir eso una vez mas o las que se puedan...

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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