Saludos a los lectores, cambiaré el verdadero nombre de quienes intervinimos en esta historia por ser vivida por quienes aparecemos en élla; mi nombre es Hebab, soy peruano, tengo 34 años, me casé en Bogotá con una bella colombiana de nombre Yuri, abogada 4 años menor que yo, a nuestro matrimonio que se realizó en Bogotá, asistieron todos los familiares de mi esposa así como sus mejores amigas, una de ellas de nombre Patricia, también abogada, quien siempre a demostrado cariño y afecto por nosotros desde que nos conocimos.
Esta mejor amiga de mi esposa, Patricia,nos llamaba casi tods los días para saludarnos o en todo caso invitarnos a salir los fines de semana; cuando no estaba mi mujer, conversaba conmigo un buen rato de diferentes cosas, pasó un buen tiempo, hasta que un día me preguntó si Yuri ya estaba embarazada, -Hacemos el amor casi todos los días pero nada que queda, le contesté. Me recomendó visitar un especalista para resolver el problema.
Le dije a mi mujer que como en tiempos de Los Patriarcas de La Biblia, contrataramos una nodriza para yo embarazarla y que el bebé, Yuri la adoptara como hijo suyo y mío; me contestó que ni de loca haría tal cosa, que era pecado, que ahora son otros tiempos y mejor sería adoptar un niño por la vía legal. Porsupuesto que le proponía tal cosa para ver su reacción.
Cuando volvió a llamar Patricia, le conté la conversación que había tenido con Yuri mi mujer, entonces élla me preguntó: -¿Le pondrías los cuernos a tu esposa?, -No lo se, le contesté, y si algún día lo hago tendría que ser con alguna amiga suya y mía para que no tenga que contarla por sentirse también culpable de haber traicionado a su amiga, añadí.
Sonó el telefono otra vez y Patricia al otro lado, conversamos de no se que y se me ocurrió preguntarla si su hijita no le pedía un hermanito, Patricia es madre soltera tiene una linda niña de 5 años el padre de ésta se casó con otra mujer, -Así me lo pidiera no tengo con quién hacerlo, me contestó. -Acaso en Bogotá son ciegos que no miran tu belleza para proponerte noviazgo, disfrutar de la vida, el amor y sobretodo el sexo que es muy placentero?, le dije. -Tienes razón, me contestó. Le sugerí tenga un bebé y nos lo diera en adopción, a lo que élla rió y me repitió que no tenía con quién hacer el intento. - Voy a presentar mi candidatura, le dije al momento que élla soltaba una risotada.
Siempre nos reuniamos, Partricia, mi mujer y yo, conversabamos de todo, no dejaba de admirar su cuerpo bien formado, su tetas grandes, cintura angosta así como su culo redondo, lo hacía disimuladamente para que mi mujer no se diera cuenta.
Un día viernes en la mañana como a las 8:30 sonó el telefono otra vez, era Patricia para pedirme un favor: quería para ir a su nuevo departamento a ayudarla a colocar unas cortinas, me dijo que había pedido permiso en su trabajo para esa mañana; claro que no me negué, quedamos encontrarnos ahí a las 9 en punto, me eché medio litro de loción y salí con la cabeza llena de interrogantes: será que planeó pasarla conmigo?, se lo dirá a mi mujer si la propongo un rato de placer?.
Llegué unos instantes antes que élla, apareció en su carro verde puesta unas gafas oscuras que resaltaba su cara blanca asi como la de una actriz de telenovela, Me pidió subiera al coche para entrar al parqueadero que queda en la parte de atras del edificio; al abrir la puerta percibí el olor de hembra sedienta de placer, inspiraba amor, sexo, lujuria; dejé que siga delante por las escaleras hasta el 4to piso dónde queda su departamento, vestía una chaqueta gris abierta, una bluza blanca un poco transparente que dejaba notar el brazier que cubría sus abultadas tetas, unos pantalones negros pegados que resaltaba su culo redondo bien formado.
Abrió la puerta, me tomó de la mano, -Quiero que conozcas el departamento, me dijo; lo recorrimos, todo era nuevo y bien diseñado, los muebles, la cocina, las camas, y para sorpresa mía las cortinas ya estaban colocadas, fuimos al dormitorio principal donde había una cama grande y bonita, la abracé por el hombro a la vez que élla giró hacia mi y me abrazó por la cintura,levantó la cara un poco avergonzada, la miré a los ojos y le sonreí, acerqué mis labios a los suyos, empezamos a besarnoas a la vez que iba acariciando su espalda con suaves masajes de arriba abajo hasta llegar a tocar su duro culo. Ella fue desabotonandome la camisa lentamente, luego los pantalones y los calzoncillos, bajó besandome el pecho, se arrodilló, cogió mi pinga que ya estaba erecta como un poste y empezó a chuparla de a pocos, después de un rato casi se la tragaba toda, cuando sentía ahogarse dejaba mi pinga y me chupaba las bolas, yo acariciaba su pelo castaño y cogía su menton. La levanté, besé su cuello tiernamente, lamí sus orejas, chupe un momento sus pezones erguidos como lo haría un niño hambriento, seguí lamiendo su vientre hasta llegar a su pubis razurado, descendí hasta su clitoris dandole toques con mi lengua, tenía la concha húmeda, la lamí un buen rato hasta quedar extasiado, no se cuantos flujos vaginales me brindó con cada suspiro y gemido que daba, se que fueron muchos. Cuando mi lengua se cansó, me subí sobre élla, metí mi pinga de un solo empujón en su concha, la hizo estremecerse, bombeamos un rato al borde de la cama, luego me acosté y le pedí que cabalgara sobre mi moviendose, que delicia de mujer dando alaridos de placer con las tetas al aire; cuando me iba a venir le dije que se lo metería por el culo, - Eso será otro día, me contestó, se bajó cogió mi pinga y se lo llevó a su boca en el preciso instante en que me venía, con que gusto la chupaba tragándose todo el semen, me sentía tocar el cielo gritando de placer.
Nos quedamos abrazados un momento con nuestros cuerpos sudorosos, rendidos y satisfechos, nos bañamos y vestimos, nos besamos mirandonos a los ojos y comprendimos que no sería la única vez.
Ella salió rauda a su trabajo ya casi al mediodía, por mi parte en cuanto me llame, iré nuevamente a terminar de colocar las cortinas o quiza haya otra cosa que arreglar, a lo mejor la tubería, ah si, eso quedó pendiente, por supuesto que les contaré.
Si les gustó esta historia de mi vida real, háganmelo saber, me motivará para contarles lo que sucedió después.
Muy buena la experiencia, pero tienes que cojerla junto a tu mujer, después darle por el culo a las dos y que tengan sexo entre ellas. Adelante amigo