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Categoría: En el Trabajo

Mi mujer se salió de la concha I

Mi esposa es una mujer bonita: todo el mundo voltea a verla. Sus medidas son 5`6``, pesa 135 libras y usa sostenes talla 26D, con un bello cabello rubio. Siempre estuvo sexualmente reprimida, y el sexo le daba vergüenza, pero después de años de matrimonio y una vida sexual como poco activa, como dormida, me pareció que yo debía hacer algo al respecto para cambiar esa situación.

Siempre me excitaba pensar en ella y me sentía emocionado imaginándomela en medio de una pasión, o teniendo sexo con otro hombre, a pesar de que en nuestros primeros años de matrimonio fui un tipo muy celoso. Es que era tan caliente esta muchacha, un cuerpo tan delicioso y provocativo, que yo ansiaba verla en acción con otro tipo y presenciar todo.

Ella nunca tomaba demasiado, pero me imagino que si yo alguna vez la hiciera abrirse a la vida, que fuera extrovertida, la única forma sería dándole tragos o bebidas alcohólicas, no había mas remedio. Pensé que después de que se tomara algunos , era la oportunidad para hablarle sobre nuestros amigos y decirle que ellos tenían un buen cuerpo y eran de buen parecido, para que esta mujer despertara.

Después de pasar varias semanas hablándole de la misma cosa, ella comenzó a darse cuenta que yo tenía la razón sobre lo que decía. En una ocasión logré que hablara: me puse a conversar sobre algunas fantasías mientras hacíamos el amor y le dije que se imaginara que eran ellos los que la estaban cogiendo en vez de su esposo. Varias veces noté que se excitaba fácilmente, y a pesar de que confesó que esto no le gustaba, yo seguí insistiendo.

La verdad me gustaba verla mostrándome su cuerpo, luciéndose, así que comencé a disfrutar saliendo de compras con ella para adquirir ropa sexy, pantaletas, etc., y entonces yo se la viera puesta. Ella en realidad no tenía problemas para complacerme con esto y también parecía gustarle la idea. Al principio, le hice que se pusiera su ropa interior y que pasara delante de mi, para verla, y cuando me di cuenta de la forma como reaccionaba porque le gustaba que yo la viera, me la llevaba a casa y le hacía el amor. De esta manera ella se daba cuenta de que era bonita y provocaba a los hombres.

Pero pasó el tiempo y empecé a obligarla a que usara mas las pantaletas sexy, hasta cuando salía sola. Ella disfrutaba llamando la atención de los hombres, los piropos que le decían, y cuando llegaba a casa me lo contaba todo.

Cierta noche mientras hacía los comentarios sobre mis amigos quienes la veían muy atractiva, ella reconoció y aceptó que era en realidad muy bonita y me confesó que a un compañero de trabajo de nombre Marcos le gustaba ella.

Pasaron dos semanas de estar fantaseando y ella entonces admitió por primera vez que le gustaría que el tipo se la cogiera pero que era casado.
Ella tenía fantasías con este tipo cuando hacíamos el amor, imaginado que era él quien se la cogía, y esto le gustaba mucho. Además me complacía haciendo lo que yo le dijera, pero que no pasaría de ser una fantasía para nosotros, algo poco probable que ocurriera, porque no era nada serio.

El solo pensar en esto me hacía parar el huevo como riel de ferrocarril, verla tan deseosa de sexo, que se la cogiera otro, con sus fantasías; esto me volvía loco. Mas aún, me gustaba hablar de eso con ella y ella le puso mas seriedad al asunto: quería hacer el amor con él, y cuando lo veía en el trabajo ella se excitaba mucho, se imaginaba toda clase de cosas con este tipo, tal como quedarse encerrada en el ascensor con él, hacer el amor en el jeep de él a la hora de almuerzo, o cosas como irse mas temprano al trabajo para que se la cogiera en el depósito de papelería.

El día jueves, llegó al trabajo vestida de una manera muy provocativa: una minifalda blue jean bien cortita, una blusa bien apretadita de color blanco, sin sostén. Siempre se mantenía bien bronceada durante todo el año, y en esa mini falda y con esa blusa, y aquellas piernas morenitas muy sexy, y pezones que se le salían a través de la blusa, de verdad lucía muy caliente la chica, para pararle el huevo a cualquiera.

Siempre llegaba al trabajo 45 minutos antes que todo el mundo, para que le quedaran todas las tardes libres. Esa mañana fue lo mismo; nada cambió. Fue entonces cuando recibí una llamada como a las 8:45. Era ella quien me llamó por su teléfono celular desde uno de los baños de la empresa para decirme paso por paso todo lo que había hecho ¡Qué bueno, dio resultados!! Empezó a explicarme todo lo que le sucedió en la mañana, y fue así, según me cuenta:

Entró a su oficina a las 7:25 y él estaba allí, trabajando en el servidor de la computadora ya que el suyo se había dañado la noche anterior. Cuando lo vio entró para hablarle y comenzaron a conversar, ella coqueteándole muy juguetonamente, él también, igual que lo habían hecho en las últimas semanas. Lo había descubierto buceándola (mirándole las piernas) y después de tanto tiempo de estarla mirando, se sintió segura de que no la iba a rechazar si le proponía algo y se le ofrecía; se le iba a entregar.

De un solo salto se montó sobre su escritorio y dejó las piernas abiertas un poco, par que él la viera bien entre la minifalda y al seguir mirando notara la pequeña pantaleta tipo tanga, blanca y delgadita. Luego se movió hacia delante, para agarrarlo de la mano y comenzó a besarlo. Se colocó la mano del tipo entre las piernas y comenzó la masajearse la piernas mientras se bajaba del escritorio. La mano del tipo se subió hasta sus pantaletas ya mojadas, y las manos de ella bajaron hasta apretar el huevo enorme. Ya excitada y con la cuca bien mojada, se volvió como loca de pasión cuando sintió el huevo el cual que me describió por teléfono, como de 8 a 9 pulgadas de largo y muy grueso. Luego él le desabotonó la falda y comenzó a besarla en los pechos, mamándole los pezones grandes y negros, haciéndola gemir de placer hasta que no aguantó y le sacó el huevo pidiéndole que se la cogiera ya mismo.

Yo no podía creer lo que me estaba contando porque nunca creí que pudiera decirle cosas sucias y morbosas a ningún sujeto ya que ni siquiera me las decía a mi que era su esposo.
El tipo se desabotonó los pantalones y se sacó el gran huevo el cual ella agarró con sus manos y comenzó a frotarlo y a hacerle la paja. Luego ella se inclinó hacia delante y comenzó a devorárselo, masticándolo, comiéndoselo. Luego se lo metió completamente dentro de la boca. Era buena moviendo la cabeza para chupar huevo, y le siguió mamando, completamente metido moviendo la lengua deliciosamente alrededor de aquel huevo. De vez el cuando la sacaba para lamerle las bolas. El palo le latía entre sus manos y ella exclamó:

-¡Cógeme, Marcos, cógeme bien duro!!

Se inclinó sobre el escritorio de espalda con las tetas colgándole fuera de la blusa parcialmente desabotonada, desabrochada, algo abierta para que se salieran los bichos y ella misma, temblorosa, se metió el huevo dentro de la cuca, según ella misma me contó. La estaba bombeando bien duro mientras ella gritaba llamándolo por su nombre:

-Marcos, cógeme, cógeme bien!! Dame igualito que las fantasías que tenía contigo cuando mi marido me cogía!!

Acabó rápidamente y él siguió bombeándola, metiéndoselo duro hasta adentro, mas rápido, mas duro, muy tieso, cruel, en forma rigurosa y severa. Algunas veces se detenía para mamarle las tetas y besarla en la boca metiéndole la lengua. Ella volvió a acabar cuando llegó el momento y le vaciaron toda la carga de semen adentro.

Mi esposa se quedó allí, en esa posición durante un rato como si estuviera en el paraíso y casi no podía caminar ni ponerse de pie. Apenas tuvo fuerzas para ponerse la ropa y vestirse. Tendrían que dejar todo listo y vestirse rápido porque los otros empleados pronto llegarían su trabajo.

Ella regresó a su escritorio, se puso a trabajar, pensando en lo que había sucedido hasta que decidió llamarme para narrarme todos los ardientes, apasionados, ardorosos y calientes detalles de cómo la habían cogido.

Nunca en mi vida había oído cosa alguna tan emocionante como esta, y cuando terminó de contármelo, me hice la paja dos veces. Esto fue sólo en comienzo porque ahora yo la iba a introducir a una nueva y apasionante vida sexual para que se saliera de esa concha. Tiramos como animales los días siguientes, recordando todo, algo que nos hacía poner bien cachondos. Nuestra vida sexual es ahora distinta … y pensar que ahora venía lo mejor, nuevas aventuras.

FIN

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Traducido por Marcos Urbina
Traduttore_traidore

CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS:

Came Out Of Her Shell
My wife is a beautiful woman, a head turner. 5'6", 135 pounds, 36D chest, and beautiful blond hair. She had always been a little repressed sexually, and after years of marriage and a stagnant sex life, I felt like I had to do something. It had always turned me on to think of her in the heat of passion with another man, even though in the early years I was a jealous guy. She was just so hot, and had such a hot body that I just wanted to see it in action and share it.

She never really drank much alcohol, but I figured if I was ever going to get her to open up, it would be with alcohol. After a few drinks, I would talk to her about guys that we knew that I thought were built and attractive. After a few weeks, she began to admit to finding some of these men attractive. Once I had this out of her, I would then talk her through fantasies while we made love, telling her to imagine she was fucking them. I noticed a few times, it really seemed to get her off more quickly, so even though she didn't admit to liking it, I kept it up.

I really enjoyed seeing her show off her hot body, so I began enjoying going shopping with her, as i picked her out very sexy and revealing clothing for her to wear for me. She didn't really have a problem with this and seemed to enjoy it too. At first, I just had her wear the outfits around me, so I could see the reactions she got, and we could come home and make love. But then I began pushing her to wear them more often, even if I was not around. She enjoyed the attention she got, and she would come home and tell me about it.

One night while going through my usual badgering about guys she found attractive, she admited that she was attracted to a co-worker name Rob. After a couple of week of fantasizing, she began admitting that she would love to fuck him if we were not married. We oontinued to fantasize about him as we made love, and she began to really enjoy the fantasies, and started to admit that she might consider having sex with him for me, but it was always just like a fantasy to us, something that I never thought would really happen. Just the thought would make me hard as a rock and to see her being so sexual really drove me nuts. Still, I loved to talk about it with her and she began to think about fucking him a lot, and especially when she saw him at work. She imagined all sorts of things. Getting stuck in the elevator, having sex in his jeep during lunch, and getting to work early and fucking him in their supply room.

One Tuesday, she left for work in a particularly provocative outfit. Short jean mini skirt, a tight white dress shirt with no bra. She kept tanned all year long, and in that skirt and top, with her dark, sexy legs, and nipples poking through her top, she was red hot. She always got to work about 45 minutes before everyone else, so that she could get off early in the afternoons. This morning was no different. But about 8:45, I got a call from her on her cell phone. She was calling me from the bathroom at work to tell me. It had happened! She proceeded to tell me the events of that morning.

She walked into her office at 7:15 and he was in her office working on their server that had gone down the night before. She walked into the server room to talk to him. They began talking and flirting playfully as they had been doing for a few weeks. She caught him several times checking out her chest and her legs, and after catching him in a bit of a stare, she found the confidence that he would not reject her. She jumped on to sit on his desk, and leaving her legs partially open, he could see up her skirt clearly to her very thin lace white thongs. She motioned for him to step forward, and took his hand and began kissing him. She put his hand on her thigh and he began to massage her leg as they made out on his desk. His hand slid up to her already wet panties, and her hands reached down to squeeze his bulging cock through his jeans. Already aroused and dripping wet, she was insane with passion as she felt his cock which she described as at least 8 or 9 inches and very thick. He unbuttoned her shirt, and began kissing her chest, sucking on her large dark pink nipples, as she moaned for him to pull out his cock and fuck her. i couldn't believe she was talking dirty to him as she rarely did that with me. He unbuttoned his pants and pulled out his massive hard cock which she took in her hands and stroked. She bent forward and began to devour him, nibbling first on his head, then taking the dick full into her mouth. She was great at giving head, and worked her mouth and tounge around his cock, at times pulling it up to lick on his sack below. It was pulsating in her hands and she exclaimed, fuck me Rob, fuck me hard. She leaned back on his desk, her tits hanging out from her partially buttoned shirt, as he slid his cock into my shivering wife. He pounded her hard as she screamed his name telling him to fuck her, just like in the fantasies I had had with her. She quickly came, and he continued to pound away, harder and faster. He stopped at times to suckle her chest and kiss her deeply. She came again as he began to deliver his load inside her.

She laid there for a moment in pure heaven and could hardly stand to get her clothes back together. They had to get themselves together fairly quickly, as the others would soon be in the office. She went back to her desk and could only think of the experience until she called me to tell me the torrid details. It was the hottest thing I had ever heard, and I jerked off a couple of times, once as she told me, and just after getting off the phone. It was the beginning only, I knew, of a new and exciting chapter in our sex life together. We fucked like animals the next few days, recalling the events made us both hotter than ever. Our sex was at a new level, and it was only the beginning.

End of Story

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Datos del Relato
  • Categoría: En el Trabajo
  • Media: 5
  • Votos: 42
  • Envios: 3
  • Lecturas: 3478
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