Fue una tarde de domingo donde la familia de mi esposa fue invitada a casa a almorzar, una tarde mas rutinaria y aburrida, de reunión y charlas familiares, pero entre tantos invitados la hembra de la hermana de mi esposa, la cual siempre le tuve ganas de cogerle ese culo gigante, y creo que ella también.

Ambos como por casualidad nos levantamos para ir a buscar algunas cosas al cuarto del fondo de la casa, y en ese preciso momento estallo la lujuria sin importarnos nada de lo que pudiera pasar, o ver.

Entre besos perversos de deseo y lenguas salivadas,  manoseando sus tetas medianas y ella mi pija dura, nos encaminábamos a reventarnos el uno contra el otro, mientras en el patio familiar seguía la cena sin imaginar el polvazo que estaba sucediendo en el cuarto matrimonial.

La puse en cuatro con el culo bien empinado y se lo comencé a chupar de una manera desesperada, era tan grande y con el agujero tan hondo que mi verga al instante quedo dura y caliente.

En esa misma posición, luego de haberle pegado flor de chupada de culo, le mostré lo que eso enorme se iba a comer, la fui introduciendo lento hasta sorprenderla con una embestida salvaje y a fondo que provoco un grito alertador, de la bronca le golpeé el culazo y comencé a cogerla con las mayor fuerza y ganas posible, mientras gemía duro pero sin que la escucharan, la medida justa para provocarme mas y mas.

-Ella- Que buen culo te estás comiendo no? Pijudo hijo de puta……

-Yo- Este enorme culo es para cogerlo con ganas, mira que bien rebotan mis bolas contra esa vulva mojada.

-Ella- Ahora entiendo por que la puta de mi hermana esta siempre contenta, tiene la mejor pija dura en la casa….

-Yo- Ahora esa pija dura es tuya, culeala como nadie zorra de mierda….

Le saque los zapatos, le lamí los pies bien sudados con deseo, los puse sobre mis ombros y comencé a cogerle la concha con flujo, al escuchar que la gente caminaba por fuera del cuarto donde supuestamente estábamos haciendo algo en silencio, nos calentó mas y mas, por lo que el polvo se volvió pura resistencia y ritmo, gozábamos tanto que perdíamos noción del tiempo y de los peligros que alguien entre.

-Ella- Escuchas? Son los tacones de tu señora que te busca, ni se imagina como le atendés como macho a su hermanita la culona….

-Yo- Que entre y que vea como coge una hembra, así se usa una concha de ese tamaño….

-Ella- Me haces gozar como una puta barata, tantos años aguantando la leche para dármela justo hoy en familia perverso…..

-Yo- Que frente tan hermosa tiene señora puta, toda sudada por el polvo que nos estamos echando……

La alcé sobre mi y la lleve contra la puerta, donde del otro lado la familia se reunía plácidamente, sin imaginar que detrás, el cuarto matrimonial, era una locura.

Contá la misma puerta la besaba y la clavaba, ella me lamia la frente, me besaba, me acariciaba el cuello, me tocaba tanto que parecía enamorada y extasiada por mi pija entrando en su concha mojada, la puerta hacia ruido por el golpe que daba su espalda contra ella, pero nadie se percataba de lo que sucedía.

-Ella- Me levantas como un gran macho contra la puerta, pensar que si la abrieran no podrían creer lo que ven.

-Yo- Como te gustaría que vieran la flor de cogida resistente y de fuerza que te estoy dando, ni el cornudo de tu marido se imagina lo resistente que es su culona.

-Ella- Vas a tener que limpiar todo el sudor del suelo antes que entre la cornuda, cuando lo hagas pensá que fue gracias a nuestro rendimiento macho cogedor.

-Yo- Y si lo limpias vos con la lengua o frotas ese culo inmenso que tenés contra el suelo para dejarlo limpito…. Te parece puta de mierda bien cogida.

Para la estocada final, no tuve más opción que pedirle que se empine, me mueva el culo y me caliente, para yo poder llenárselo de leche y acabar un polvo de locos, ella sin titubear comenzó a moverlo con tantas ganas que al salir la leche, salpico todo su pelo, su espalada y obviamente todo el ancho e amplio culo de la zorra.

-Ella- Gracias señor macho, usted si que sabe complacer a una mujer bien hembra, mire que llena de leche me dejo, le juro que saldría así toda bañadita a saludar a los familiares.

-Yo- Ese culo gigante logro sacar tanta leche que ni yo lo puedo creer, se merece estar así de bañada y bien cogida, es una zorra con todas las letras.

Un beso de lengua, ella rápido pasó por la ducha, mientras yo limpiaba, y ambos salimos a la reunión familiar como si nada pasara.Fue una tarde de domingo donde la familia de mi esposa fue invitada a casa a almorzar, una tarde mas rutinaria y aburrida, de reunión y charlas familiares, pero entre tantos invitados la hembra de la hermana de mi esposa, la cual siempre le tuve ganas de cogerle ese culo gigante, y creo que ella también.

Ambos como por casualidad nos levantamos para ir a buscar algunas cosas al cuarto del fondo de la casa, y en ese preciso momento estallo la lujuria sin importarnos nada de lo que pudiera pasar, o ver.

Entre besos perversos de deseo y lenguas salivadas,  manoseando sus tetas medianas y ella mi pija dura, nos encaminábamos a reventarnos el uno contra el otro, mientras en el patio familiar seguía la cena sin imaginar el polvazo que estaba sucediendo en el cuarto matrimonial.

La puse en cuatro con el culo bien empinado y se lo comencé a chupar de una manera desesperada, era tan grande y con el agujero tan hondo que mi verga al instante quedo dura y caliente.

En esa misma posición, luego de haberle pegado flor de chupada de culo, le mostré lo que eso enorme se iba a comer, la fui introduciendo lento hasta sorprenderla con una embestida salvaje y a fondo que provoco un grito alertador, de la bronca le golpeé el culazo y comencé a cogerla con las mayor fuerza y ganas posible, mientras gemía duro pero sin que la escucharan, la medida justa para provocarme mas y mas.

-Ella- Que buen culo te estás comiendo no? Pijudo hijo de puta……

-Yo- Este enorme culo es para cogerlo con ganas, mira que bien rebotan mis bolas contra esa vulva mojada.

-Ella- Ahora entiendo por que la puta de mi hermana esta siempre contenta, tiene la mejor pija dura en la casa….

-Yo- Ahora esa pija dura es tuya, culeala como nadie zorra de mierda….

Le saque los zapatos, le lamí los pies bien sudados con deseo, los puse sobre mis ombros y comencé a cogerle la concha con flujo, al escuchar que la gente caminaba por fuera del cuarto donde supuestamente estábamos haciendo algo en silencio, nos calentó mas y mas, por lo que el polvo se volvió pura resistencia y ritmo, gozábamos tanto que perdíamos noción del tiempo y de los peligros que alguien entre.

-Ella- Escuchas? Son los tacones de tu señora que te busca, ni se imagina como le atendés como macho a su hermanita la culona….

-Yo- Que entre y que vea como coge una hembra, así se usa una concha de ese tamaño….

-Ella- Me haces gozar como una puta barata, tantos años aguantando la leche para dármela justo hoy en familia perverso…..

-Yo- Que frente tan hermosa tiene señora puta, toda sudada por el polvo que nos estamos echando……

La alcé sobre mi y la lleve contra la puerta, donde del otro lado la familia se reunía plácidamente, sin imaginar que detrás, el cuarto matrimonial, era una locura.

Contá la misma puerta la besaba y la clavaba, ella me lamia la frente, me besaba, me acariciaba el cuello, me tocaba tanto que parecía enamorada y extasiada por mi pija entrando en su concha mojada, la puerta hacia ruido por el golpe que daba su espalda contra ella, pero nadie se percataba de lo que sucedía.

-Ella- Me levantas como un gran macho contra la puerta, pensar que si la abrieran no podrían creer lo que ven.

-Yo- Como te gustaría que vieran la flor de cogida resistente y de fuerza que te estoy dando, ni el cornudo de tu marido se imagina lo resistente que es su culona.

-Ella- Vas a tener que limpiar todo el sudor del suelo antes que entre la cornuda, cuando lo hagas pensá que fue gracias a nuestro rendimiento macho cogedor.

-Yo- Y si lo limpias vos con la lengua o frotas ese culo inmenso que tenés contra el suelo para dejarlo limpito…. Te parece puta de mierda bien cogida.

Para la estocada final, no tuve más opción que pedirle que se empine, me mueva el culo y me caliente, para yo poder llenárselo de leche y acabar un polvo de locos, ella sin titubear comenzó a moverlo con tantas ganas que al salir la leche, salpico todo su pelo, su espalada y obviamente todo el ancho e amplio culo de la zorra.

-Ella- Gracias señor macho, usted si que sabe complacer a una mujer bien hembra, mire que llena de leche me dejo, le juro que saldría así toda bañadita a saludar a los familiares.

-Yo- Ese culo gigante logro sacar tanta leche que ni yo lo puedo creer, se merece estar así de bañada y bien cogida, es una zorra con todas las letras.

Un beso de lengua, ella rápido pasó por la ducha, mientras yo limpiaba, y ambos salimos a la reunión familiar como si nada pasara.