Mi mejor amigo era un tipo super carismático, que además de ser guapo era también inteligente y muy seguro de si mismo, virtudes, que lo hacían irresistible a las mujeres; desde que nos conocimos congeniamos y al toque nos hicimos íntimos amigos a los 15 años y jamás, hasta el día de hoy, no nos hemos perdido de vista nunca, a pesar de estar casados y tener hijos, nuestras familias se convirtieron en una extensión de nuestra propia amistad. Desde niños vivimos experiencias y aventuras de todo tipo, siempre enamorábamos juntos a dos chicas amigas, él por supuesto, dada la apariencia y personalidad que tenía, agarraba casi siempre a las más guapas, tanto fue así, que lo asumí como la cosa mas natural del mundo no haciendo nunca problemas al respecto. Andábamos siempre juntos, de arriba para abajo, Así pasamos nuestra adolescencia, siempre nos dimos muestras de lealtad y de confianza, no sólo declarativa sino demostrada un sin fin de veces que era a prueba de balas; por que sentíamos que nunca, que por ningún motivo, aun justificado, se podría dar una traición entre ambos. Ambos nos casamos enamorados de nuestras parejas más o menos por el mismo período, el me parece que funcionaba como excelente amigo pero no como un buen esposo, su carácter dominante y celoso terminó por arruinar su relación, su mujer lo dejó abandonado al poco tiempo; en cambio yo llevé una vida marital excelente con mi mujer, tanto así que él siempre me decía que yo había tenido mucha suerte de haber encontrado a una mujer como la mía, enamorada, entregada, fiel y bonita para mi; me decía siempre que debía cuidarla y comprenderla. Con el tiempo ella le presentó a su mejor amiga, el impacto fue una rotunda e inocultable atracción entre los dos, tanto así que empezaron a tratarse con frecuencia ya sea saliendo solos o en compañía de nosotros y sin que nadie se diese cuenta terminaron casándose para felicidad mía y también de mi esposa; la razón fue que su mejor amiga se casaba con mi mejor amigo, volviéndonos los cuatro de alguna manera inseparables- A mi amigo siempre se le echaban las mujeres, yo, por nuestra gran amistad, supe de muchas de sus aventuras con una diversidad de amantes, él siempre mostraba orgullo que tanto el tamaño de su pene como su técnica sexual satisfacía hasta el delirio a cada amante que le tocaba montar. El era un excelente amigo, pero la chucha de la mujer siempre fue su debilidad, tanto así que aprovechaba su atractivo para piropear con cierta inocencia y también cierta maldad a las mujeres de sus amigos, entre ellas a la mía; pero como era un super amigo nunca pensé que de aquello pasaría jamás. Además yo ponía mis manos al fuego por la fidelidad de mi mujer; con el tiempo, muy amigos los cuatro, mi relación empezó a deteriorarse que al poco tiempo mi mujer se separó de mi, mi esposa aprovechó nuestra separación para entregarse a un libertinaje sexual que me hacía sufrir por que no sabía como podía impedírselo, como mi mujer necesitaba crear su propia independencia económica, se asoció con su amiga, la esposa de mi amigo, en un negocio que desarrollaron dentro de las oficinas de la empresa de mi amigo. Como el tiempo y la oportunidad se hacían sus aliados, más aún que mi amigo comenzó a tener también con su esposa muchas perturbaciones emocionales, tanto así que terminaron por convivir juntos pero a la vez separados, fue el detonante para que entre ambos empezara a surgir una estrecha e íntima amistad, empezaron a confiarse problemas íntimos y a darse consejos también con aspectos de sus propias intimidades; él le hizo saber que no tenía relaciones sexuales con su esposa hacía varios meses y entre juego y juego, medio en broma y medio en serio empezó a seducirla de a pocos. Ella al comienzo, mas que nada por su mejor amiga y no por mi de quien ya estaba separada, se mostraba siempre renuente con los avances de él. Hasta que un día almorzaron juntos y luego de beber algunos vinos cedió, ella dice que sin saber como, se encamó con mi mejor amigo, el esposo de su mejor amiga. Y siendo mi mujer muy guapa y extremadamente ardiente, la ocasiòn la hizo caer en la tentaciòn y se entregò, sin pensar que el hombre que se iba a tirar, era el esposo de su mejor amiga y a la vez, tambièn mi mejor amigo. Que se habràn hecho en la cama, mas con los sentimientos morbosos de estar pecando con un amor en extremo prohibido, èl seguro pensarìa, a la hora que le estaba metiendo la verga a mi mujer, que por fin se la estaba cachando, que en la chucha hùmeda y caliente de la esposa de su mejor amigo estaba metièndo y sacando sin parar su arrecha y erecta pichula, que sus gemidos y orgasmos ya no eran un secreto para èl que la gozaba desnuda y tetona a su regalado, oculto y morboso antojo en todas las poses que su mejor amigo estaba lejos de imaginar estaba sucediendo entre ellos rico y sabroso. Ella, al sentir la dura pichula del esposo de su mejor amiga penetrandola hasta el fondo, se dirìa asì misma lo rica y dura que estaba, verga que no sòlo le darìa placer a su mejor amiga en su condiciòn de esposa, sino tambièn a ella que gozarìa del sexo prohibido de sus esposo hasta arrancarle el torrente de su caliente leche producto del morboso adulterio que estaba gozando a escondidas con su marido y a la vez el mejor amigo de su esposo.. uf . como se habràn dado