Para introducirme, os digo que soy una chica de 19 años,no soy ni alta ni baja,soy rubia,tengo un cuerpo bastante bien,unos ojos verdes el pelo corto. Vivo con mi hermana 33 años y su marido que llevan casados 7 años.Mi primera vez fue un poco rara,pero inolvidable. Cuando tenía 16 años, un día tuve fiebre y tenía que quedarme en la cama durante días. El marido de mi hermana que es medico fue él quien me examinó. Algo raro sentí cuando empezó a examinarme la espalda y al poner el estetoscopio sobre mi pecho. Se perocupaba él de darme las medicinas,pues tenía que ponerme una inyección todas las 12 horas. Al principio tenía miedo,pues a todos no nos gustan las inyecciones pero el primer día cuando me dijo que me diera la vuelta,sentí sus manos sobre mis nalgas,fue una sensación rara y agradable que no me di cuento de que había ya terminado. Cada día a las 12 venía él y creo que sentió que lo pasaba bien, el tercer día mi hermana se había ido a hacer la compra,y ya estaba mucho mejor, sin fiebre,él entró y me dijo que me bajara los pantalones, me quedé de piedra, sus ojos brillaban y me dijo que había sentido que me gustaban sus manos sobre mis nalgas, me quitó los pantalones y estuvo masajeandome las nalgas, luego sentí su boca besandolas,no me podía contener, me quitó toda la ropa,no lo rechazé,estuvo un buen rato con el dedo en mi ano,empecé a gemir,abracé la almohada, luego,se quitó la ropa y se quedó en calzoncillos, le vi la verga erecta,la cogí y salió su leche en mis manos, me dio la vuelta y introdujo su polla entre mis nalgas,muy lentemente, pero empecé a gritar,pues todavía era virgen y más por el culo,mi vagina dejaba salir mucha leche,empezó a tocarmela,yo no podía más,estremecía y el me introdujo la verga en mi conchita,muy despacio,moviendose las caderas,movía las mías también y de repente supe lo que era un orgasmo,sentí un gran placer,sudaba por todo el cuerpo,me besó los labios,el cuello,la nuca y fue bajando por mi espalda hasta llegar a mis nalgas y mi entrepiernas,pero oimos el motor del coche,era mi hermana que ya había llegado,nos vestimos y de nuevo tomé la postura para que me pusiera la inyección,llegó mi hermana y le preguntó si estaba mejor ahora,yo claro que lo estaba,mucho mejor, aunque nunca sabía que enfermarse trae tanto placer.