Mamá y su hermana son la única familia que tengo ya que mis abuelos fallecieron en un accidente de tren en Cairo, Egipto.

Mamá tiene 38 años, es de buen cuerpo algo tetona y tiene un culo muy bien formado, por su parte mi tía Tiphane tiene 38 años, ella es trabaja de scort en Monterrey, por eso es que es casi la mayoría del tiempo no nos frecuentamos

Ambas son gemelas, solo que mi tía es escort se vende al mejor postor y mamá tiene un negocio de venta de ropa. Desde que llegó mi tía a la casa pude ver cómo se me insinuaba, hasta algunas veces la llegue a ver en tanga, pero un día me quedé solo con ella toda la tarde por que íbamos a pintar la casa así que salió con un mini short y una blusa súper mega escotada, terminamos de pintar y se acerca hacia mí y me agarra la verga, en eso entra mamá y me suelta y se ponen a platicar, pues ya era noche así que me duche pues estaba muy sucio y me acosté, Entonces mi tía entra a mi cuarto, pues yo estaba leyendo un libro de relatos de terror, cuando levanté la cabeza cual fue mi sorpresa que estaba solo en ropa interior, un conjunto azul que resaltaba su cuerpo.

Me dijo:

-André cómo eres el hombre de la casa me vas a cumplir en toda la palabra, me pones un poco de crema en la espalda.

Acto seguido se quitó el brasier quedaron a mi vista sus enormes tetas deliciosas y su pezón grande color café se veían hermosa.

Se recostó sobre la cama boca abajo dejando su culo a mi vista y pues con todo lo que había visto traía una de erección que se notaba a simple vista, unté un poco de crema y masajeaba su espalda de forma que se nos fue el tiempo, porque mamá siempre se despierta para ir al trabajo y mi tía se tuvo que ir corriendo a su recamara.

A la mañana desperté estaban mi madre y mi tía discutiendo acerca de los hombres, solo escuche que mamá dijo que ella no quería ningún hombre en la casa y que una casa decente.

Entonces mi tía se levantó de la mesa, traía puesta una bata transparente, no traía nada de ropa, estaba desnuda solo esa bata le cubría su hermoso cuerpo.

A la noche siguiente sucedido lo mismo mi tía volvió a entrar a mi habitación, pero esta vez desnuda, cerró la puerta y dijo:

-tu mamá prohibió la entrada de hombres en esta casa pero no usar los que hay adentro.

Se subió arriba de mi pues estaba yo acostado, me quitó el short que llevaba puesto de un jalón, quedando mi verga a su merced.

La tomo con su mano y empezó a lamerla, pasaba su lengua sobre la cabeza de mi pene bajaba poco a poco hasta llegar a mis testículos, los succionaba, mientras que ella me masturbaba, no pude aguantar mucho y eyacule en su cara después dijo:

-es todo por hoy.

Le dio un pequeño beso a mi pene y se fue caminando rumbo a su habitación, no podía creer que así se sintiera que te hagan sexo oral.

Ala mañana siguiente no escuché ruido así que decidí salir del cuarto, fui a la habitación de mamá y no estaba solo la puerta abierta así que decidí ir a la habitación de mi tía, al llegar cual fue mi sorpresa, estaban ambas desnudas acostadas en la cama, ahí pude ver que mi madre estaba más chichona, de repente se despierta mi mamá, se tapa con una sábana y dice:

-qué pena hijo.

Así es que salgo de la habitación y me dirijo a masturbarme al baño.

Ya estando en mi cuarto entro mi tía, me empezó a besar, juntamos nuestras lenguas, así que me dice:

-acuéstate. -Empezó a mamar mi verga cuando ya la tenía dura se decidió a cabalgarme, tomo mi verga y se la fue introduciendo poco a poco, cuando ya la tenía dentro empezó a mover sus caderas al ritmo de las penetradas, no tardé en eyacular pues porque era mi primera vez, las sensaciones eran riquísimas, me dijo- Papi que rica verga -se levanta y de su vagina escurren nuestros líquidos, me dijo- sigue que rompas el culito amor, destrozarlo -se puso en cuatro en esa posición podía ver su gran culo, respiraba su olor a vagina y a culo.

Entonces tome mi verga y la iba introduciendo poco a poco, al mismo tiempo ella gemía cada vez que la metía, me gritaba “dale duro papi, siento como me partes en dos la panocha”, decidí meterle un dedo en el culo, empezó a gritar más y a moverse más también, así que no tardé en eyacular, cuando me vine me dijo: -no la saques cariño déjala que deje de salir tu semen. Cuando ya se la saqué tenía escurrido hasta el ombligo, me vine demasiado, ella se acostó y yo al lado de ella, la abrace y nos quedamos dormidos.

Cuando desperté ya no estaba mi tía en la cama, así que decidí bajar a la cocina y estaban ambas sentadas platicando, cuando llegue me dijeron “ya se despertó el hombre de la casa”, solo me puse a comer y me fui a mi habitación a ver chicas desnudas.

A la noche fue lo mismo, entro mi tía a mi habitación y me la cogí, eyacule dentro de ella.

Así pasó eso como una semana, yo me preparaba para follármerla, entró con una lencería rosa, poco a poco fuimos besándonos, nos desnudamos mutuamente, la sentía un poco tímida, cuando me chupó la verga sentía como sus dientes rosaban con mi glande, como si no se acordara como mamar verga, en cada embestida ella no gritaba como anteriormente, si no que se mordía los labios, así que la acomodé para que la penetración fuera más placentera, poco a poco fui metiendo mi verga, ella gemía, gritaba “así mi bebé, mi niño cogelón”, entre más rápido se la metía, ella gemía más hasta que ambos terminamos y ella dijo “ya eres todo un hombre”.

Ahí fue cuando me di cuenta que era mi madre a la que me había cogido, a los pocos minutos entra mi tía y dijo:

-ya ves que esa verga está riquísima.

Mamá le respondió:

-si deliciosa, espero y quedemos embarazadas de André para que solo sea nuestro.

Al poco tiempo me dieron la noticia que voy a ser padre, ambas esperan gemelos.