Somos una pareja de 12 años de casados, ambos de 32 años, Lorena y Nacho nuestros nombres.

Nacho siempre fue sincero y me comento en más de una oportunidad que lo calentaba una de mis amigas del gimnasio, que siempre que pasaba a buscarme, la veía con calzas y sudada y se la hacía poner dura, a veces más que yo, que soy su propia mujer.

Decidimos ambos cumplir la fantasía de mi macho, y luego de entrenar, llevaría a Natalia a casa para que el le descargue todas sus ganas.

Así fue que luego de una clase intensa y empapada de sudor y las calzas pegadas al cuerpo, decidí llevarla a casa.

Al ingresar Nati no podía creer lo que estaba viendo, el macho de la casa la estaba esperando con la verga dura, pajeandola una y otra vez sentado en el sillón del comedor.

-yo- Bueno Nati esta es la sorpresa enorme que te tenía.

-ella- Amiga es la pija gorda de tu marido, me la estas ofreciendo?

-yo- Si amiga, pero así como estas, acá no vale bañarse.

Nati echa una zorra sudada y en calza, se acerco a mi macho y comenzó a moverle el culo mientras el se pajeaba, sin mediar palabra Nacho le dio un golpe fuerte en la nalga derecha, le bajo la calza y comenzó a chuparle el culo para ir marcando el terreno.

Yo miraba sentada muriéndome de ganas y disfrutando.

La tomo de los pelos y la puso en cuatro patas, con sus huevos apuntando hacia donde yo estaba sentada, comenzó a explotarla, jadeando y tomándole la cintura a la zorra, que no paraba de gritar y aclamar que era una puta.

-Nati- Sos un macho cogedor, no te importa que este tu cornuda.

-Nacho- Esta puta me ama, por eso me trajo este culo gordo y sudado para que lo explote.

-yo- Amiga viste que no falla, este pijudo sabe hacer culos de hembra.

La cogía tan bien que ella le podía que nunca se la saque, el le lamia la espalda mientras sus huevos, una y otra vez a un ritmo frenético y repetitivo.

Luego mi macho, ya con su pecho sudado y lamido por la sucia de Nati, le pidió cabalgar.

El la tomo del culo, acomodo la verga en el culo de la puta y comenzó a reventarla, ella se amasaba las tetas, se las escupía, se frotaba la saliva por cada pezón y gritaba.

-Nati- Que olor a culo que tengo y no me da vergüenza decírtelo y cabalgar más fuerte.

-Nacho- ¡Que puta, que puta culeadora, yo sabía que iba a aguantar esta pija de esta manera.

-Yo- Amor que buena puta, yo mientras te la reventas, voy a lamer todo el sudor de la calza de esta aguantadora.

Puso sus piernas al hombro, le lamio los pies y la clavo sin mediar palabra, los huevos le estallaban pero como buen macho del sexo aguantaba, una y otra vez ambos gritaban y se escupían, el le tomaba las tetas y la cogía con velocidad, para luego abrirle las piernas con sus manos y bajando el ritmo la cogía.

Ambos ojos se clavaban y se deseaban.

-Nati- Lorena dale permiso a tu semental para que me llene, se lo merece.

-Nacho- sos una puta, mira lo que le pedís a mis zorra, sabiendo cómo es, nos va a dar permiso.

-Yo- Por favor amor, es todo un honor que la llenes, para eso la traje a esta puta caradura.

Sin dudarlo, lanzo su leche gritando y abrazándola como si ellos solos estuvieran cogiendo en el sillón del comedor, a esta altura destruido por el sudor, ella se abría y mas se dejaba calvar, lo acariciaba, lo secaba, le decía que lo amaba a pesar de que la cornuda de este ahí.

Terminando la faena, ambos se abrazaron y se quedaron durmiendo hasta el otro día,

Yo los tape con una manta y sola fui a mi cuarto a descansar, como buena hembra cornuda.