~~Mi vida seguía como siempre, y por lo tanto, no dejaba de tener sexo lo más que pudiera, y siempre encontraba a alguien a quien poder enseñarle todo lo que yo sabía, que a esta altura era bastante, y me podía considerar experta en ello pues había probado casi todo. O sea sexo vaginal, anal, oral, con dos hombres a la vez, y también había practicado sexo con mujeres. Un día en que me encontraba en la playa practicando top less se me acercó un señor preguntándome si quería concurrir a su estudio fotográfico para hacerme una prueba pues me dijo que le parecía que tenía un muy buen cuerpo y por lo tanto me quería sacar algunas fotografías, entonces me dio su tarjeta y se despidió.
 Yo nunca me había fotografiado en forma profesional ni pensaba en servir como modelo para ello pero un poco por curiosidad decidí ir a visitarlo.
 Cuando llegué el fotógrafo (que era quien me había hablado en la playa) llamado Adrián me hizo pasar a un salón donde por lo visto era donde se hacían las fotos pues en él habían muchos decorados y me sacó algunas, luego me pidió que me desnudara pues quería hacerme unas fotos así. Yo no me sorprendí y me quité la ropa, entonces él tomó una cámara y pidiéndome que tomara distintas poses, todas ellas provocativas, me fue fotografiando.
 Me habría tomado unas 20 fotos cuando me dijo Fotografias muy bien, pero viéndote así me has puesto la polla a cien, sería bueno que descansáramos un poco Yo asentí pero mi idea de descansar no era la misma que la de él. Se sentó en una silla y yo me le acerqué y poniéndome de rodillas le pedí Dame tu polla, deja que te la chupe Ni lento ni perezoso se desabrochó la bragueta quedando delante de mío su tranca, que si bien no era muy larga si lo suficientemente gruesa para que no pudiera abarcarla toda con una sola mano pero igual me gustó y empecé a mamarla suavemente evitando así que se corriera enseguida. Estábamos en eso cuando llegan dos hombres por lo visto amigos de Adrián pues éste los saluda afablemente y levantándose y quitándome la polla de la boca, lo que yo lamenté, me los presenta. Uno de ellos de la edad de Adrián (unos 40 años) era su socio, fotógrafo como él llamado Néstor y el otro más joven y que a pesar de estar vestido se veía que tenía un cuerpo muy bien trabajado que denotaba horas en el gimnasio se llamaba Tony y era modelo Adrián me explicó que le gustaría a él y a su socio tomarnos algunas fotos a Tony y a mí juntos cosa que yo acepté pues aquél chico me volvía loca.
 Por lo tanto Adrián y Néstor tomaron sus cámaras y nos pidieron a Tony (que ya se había quitado toda la ropa) y a mí que nos acariciáramos y besáramos a medida que ellos tomaban fotografías. Tony además de tener un cuerpo musculoso, tenía una polla maciza como la de un burro y yo enseguida empecé a imaginar como sería tenerla adentro. Luego de esto nos pidieron que tomáramos poses más atrevidas como por ejemplo Tony penetrándome en diferentes posturas, o yo chupándole la polla, o él lamiéndome la vagina todo lo que hicimos y que a mí me encantaba además nos dijeron que nos pagarían bien por ello pues luego las iban a publicar en una revista para adultos. Terminadas las fotos Adrián y su socio se retiraron a otra habitación para revelarlas y ver como habían salido las fotos quedándonos Tony y yo solos. Yo estaba muy caliente luego de todo lo que habíamos hecho y por lo visto Tony también porque no bien quedamos solos él se acostó y tomándome por la cintura me bajó sobre su polla que parecía un mástil y me la fue metiendo hasta que la tuve toda adentro, después empezó un mete y saca frenético levantándome y bajándome cuando Adrián y Néstor entran en la habitación y desnudándose Néstor se pone detrás mío y sin ningún aviso me la mete por el culo y a la altura de mi boca queda la polla de Adrián la que empiezo a chupar pues no había terminado de saborearla y gozo como una loca con esas tres pollas en mi cuerpo y más aún cuando desparraman su leche dentro mío deseando más y más.
 Esos tres hombres que habían llegado a mi vida sabían muy bien como tratar a una mujer, y más siendo tan caliente como yo, pues me estuvieron follando de todas las formas imaginables sin darme un instante de descanso y era raro que en todo momento no tuviera por lo menos dos pollas adentro mío. Yo gozaba como nunca y tampoco daba muestras de cansancio tratando de que ellos gozaran tanto como yo y por lo visto así era. Después de un rato parece que por fin se habían cansado, lo que era lógico porque no era fácil satisfacerme aunque fueran tres. Pero yo también me había cansado por lo que dimos por terminada la sesión fotográfica y la sesión de sexo.
 Días después me llegó por correo la revista donde se publicaron las fotos las que ilustraban un relato erótico y quedé muy contenta por lo bien que habían salido y leyendo el relato y viendo las fotos me calenté tanto que poco faltó para que me corriera. Para festejarlo llamé a los tres que habían trabajado conmigo Adrián, Néstor y Tony y ya se imaginarán la forma que tuvimos de festejarlo, con una sesión de sexo como la anterior y de la que no me voy a olvidar nunca.