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Mi lado mas erótico (5)

Mi lado mas erótico (5)

Soy Lauri, y esta es la quinta parte de mi relato donde les sigo contando todas mis fantasías, experiencias y las cosas que hago para despertar mi lado mas erótico. Como les digo siempre: espero que les guste.

Hola, ¿como están?, Les aviso que este es el quinto relato que publico y no me voy a presentar; ya me conocen bastante bien, pero si es la primera vez que leen un relato mío les recomiendo que me busquen por mi nombre de autora (diablitaargentina) o en la categoría "autosatisfacción" y lean los anteriores, así me pueden entender mas, conocerme y disfrutar este relato como se debe.

Estas son mis últimas semanas de vacaciones antes del comienzo del Ciclo Lectivo y desde hace algún tiempo que a febrero lo uso para el placer sexual, porque puedo estar en casa todo el día y no tengo que madrugar. En verdad para el placer sexual no tengo solo febrero; pero es el más distendido, y aunque salgo a casa de amigas a tomar mate o al gimnasio no tengo la obligación de hacerlo. Un día ahora seria algo así: me levanto a eso de las nueve a desayunar algo, si tengo que responder mails salgo o sino me quedo a acomodar y limpiar un poco. A la tarde salgo casi siempre al gym o sino me voy a casa de una amiga o viene ella acá. A la tarde-noche ya quedo libre para lo que quiera que bueno, como ya les dije antes suele ser puramente sexual y placentero. Y también se cumple lo que tenía pensado para este mes: dos o tres noches de sexo y una de descanso.

Como ya saben, este relato gira en torno este mes hermoso y además los otros temas: hablarles del fetiche de la ropa interior y en clave de "tu": sexo oral (ustedes a mi). Las fantasías las dejo para el relato que viene. Así que pónganse cómodos que les quiero contar como fue la primera gran noche desde que llegue de vacaciones, porque al tiempo que llegue, me desahogue, pero como tenia visitas mas seguido no me hacia un tiempo sola para masturbarme con todas las letras.

Después de encontrarme con amigos y amigas y sacármelos de encima para que el teléfono dejara de sonar; bueno, cayo un jueves a la tarde noche y yo ya sabia muy bien lo que iba a hacer. El martes mas o menos me hice la idea: "voy a sacar la lona, arriba de la cama y masajes", para hacerlo bien este miércoles a la tarde salí corriendo a hacerme el cavado completo, a comprar unos aceites (liquido del amor) y a guardarlos. Cuando llegó el jueves tenia que hacer unos tramites a la mañana, pero ya saludaba a todos con un "te veo el fin de semana", como diciendo "no me llames que no atiendo". Volví a casa a eso de las 7 y algo de la tarde con la idea fija. Entré, cerré todo, desconecte el teléfono, y volé para la pieza. Acomode el aceite en la mesita de luz mientras me quedaba flojita de ropas y puse un poco de música tranqui, ambiental. Saque la lona transparente del armario y la puse cubriendo bien toda la cama, incluyendo la almohada. Para ese momento ya estaba con unas ganas impresionantes; teniendo toda la noche libre me apuraba igual para sacarme la ropa y tirarla por ahí, sentarme en la cama completamente desnuda y cruzada de piernas estirarme para agarrar el aceite, abrirlo y empezar a gozar. Tenia el pico que tira un chorrito fino, así que empecé por la pancita, con una mano echando y con la otra esparciendo y frotando despacio. Bien arriba de los pechos me tire el segundo chorrito y cerré el aceite dejándolo a un lado porque empezaba con masajes desde arriba, y con las dos manos libres y bien mojadas me agarre de las dos y las empape con cariño. Ahí me acosté boca arriba dándome tironcitos en los pezones para arriba y para abajo. Al principio se me resbalaban bien de las manos, pero la calentura me los puso de punta y los podía agarrar. Me acariciaba la base de las tetas, y les describía círculos con la humedad. Se sentía bárbaro y como estaba comodísima pase bastante tiempo con la estimulación mamaria antes de buscar el sexo.

Cuando me empecé a sentir un poco sequita fui por lo mejor: me abrí de gambas y apreté el aceite haciendo que salga con toda apuntando de lleno a mi concha y la parte de adentro de las piernas. Las junté y esparcí el aceite con mis muslos antes de darme vuelta ponerme sobre la cola y la espalda. Con una mano lo distribuí quedando casi toda empapada, deje el pomo tirado y me acosté boca arriba a jugar con las dos manos. Pasarme la mano por la concha cuando la tengo toda depilada me genera otra sensación, la trato con más suavidad. Con la palma de una mano me acariciaba de una pierna a la otra pasando por mi sexo como si fuera otra parte mas, y al pasarla de costado me separaba los labios para un lado y para el otro. Levantando un poquito las piernas dejaba expuesta la cola para pasar también por ahí con mis dedos húmedos y subir despacito hasta la concha y quedarme en el calor a jugar un rato largo. Juntando dos dedos envolví mi clítoris asomándolo de su capucha y volviéndolo a cubrir, pasando la mano hacia mas abajo para meterme un dedo y subir de nuevo a la puntita y bajar... si dejaba una mano libre se iba turnando a cualquier parte de mi cuerpo, me agarraba una teta y apretaba o me buscaba las piernas. Con el placer en un punto alto ataqué a mi sexo con las dos manos, me colaba dos dedos con una y con la otra al clítoris y sacudiendo el capuchón para los lados. Todo con los ojitos bien cerrados para hacerme la cabeza con todas las cosas que me ponen a mil, y si los abría era para verme y calentarme mas todavía viéndome toda empapada. Otra cosa que me encanta hacer cuando me masturbo con las manos es darme cachetadas, con toda la palma y con los dedos sobre el largo de la raya; a veces no lo hago con las piernas completamente separadas, las abro un poco para que se marque una línea infinita desde mi pubis hasta el fin de mi cola y me doy cachetadas ahí, o sino cuando me pongo en cuatro se me escapa una mano por atrás y algunas palmaditas en la cola.

Antes de llegar al primer orgasmo me senté con las rodillas flexionadas hacia los costados, como si tuviera a mi amor acostado abajo mío y penetrándome hacia sentaditas y chocaba mi sexo contra la lona, haciendo un ruidito seco y muy parecido a una cogida fuerte; por eso la seguí y la seguí con las dos manos adelante como apoyo y casi saltando, como las rodillas se me resbalaban era como si alguien me tirara hacia abajo para cogerme; estuvo brutal. Cuando ya llevaba un tiempo bastante importante dije bueno, basta; me puse boca arriba, me abrí bien y empecé el juego para tener el primer orgasmo con ganas, las coladas que me hacia me salían con ruido de la fuerza, me mordía el labio y me salía un gemido de adentro que sonaba a "mmm". Y me bailaba todo el cuerpo sobre la lona. Así, con un movimiento frenético de mis dedos abajo y apretando con fuerza un pecho arriba me llego ese momento de placer desbordado, las ganas de gritar lo bien que se siente y con dos dedos bien adentro: el calor, las palpitaciones y la humedad de mi concha. Quede tendida un ratito sin moverme y aguantando el final, la respiración agitada y recién cuando me calme un poco volví a insistir con las tetas... a volver a empezar despacito para terminar con toda. Esa noche busque dos orgásmos y los tuve con dos horas de caricias sin parar, con música suave y el ruido de mi cuerpo mezclándose. Después me levanté, me pegué un buen baño para sacarme ese olor que me queda cada vez que hago esto: es la suma del olor de mi sexo con el aceite, que es como un poco a frutilla, o tutti-frutti. Me bañe y acomode un poco el cuarto, cene algo frío y me acosté a ver algo de tele con el cuerpo sentido por los orgasmos antes de dormir bien relajada y hasta que me despierte.

Les quiero confesar algo que me paso hoy a la mañana y todavía estoy pensando en eso. Es muy raro que yo me masturbe pensando en alguien en especial, mas bien tengo escenas que me calientan y las grafico con los ojos cerrados mientras lo hago. Pero anoche tuve un sueño que estuvo muy caliente y se los quiero contar porque se trata de un lector que me escribe desde el primer relato. Nos tomamos mucha confianza y lo respeto muchísimo a pesar de nunca haberlo visto, bueno, salvo en fotos. No voy a decir su nombre aunque sabe muy bien que es él. Hace un tiempo bastante largo ya, me mando unas fotos (tres) muy sexys, en ropa interior, de espaldas y de frente, todas muy eróticas, muy lindas. No se bien como describirlo, pero por las fotos parece fuerte, tiene linda espalda y linda cola. Una mirada picara y sugerente y en sus slips parece esconder un verdadero tesoro; de los que me encantaría encontrar. Lo único malo que tiene es que es casado, pero salvo eso. Hace unos días estaba revisando mi compu, borrando algunas pavadas y me encontré las fotos. Me las quede mirando un ratito; por nada en especial, solo las miraba además de leer algunos mails que me escribió y después de eso me fui a hacer otras cosas. Anoche me acosté adormir y me toco un sueño que parecía muy real; también es raro que sueñe cosas así, pero me desperté caliente y confundida a la vez. Ahora les cuento mejor que paso...

En ese sueño yo era como su amante sin saberlo, y estaba yendo hacia su casa caminando. Su barrio era muy parecido al mío y cuando por fin llego toco el timbre y aparece. Me dijo que su mujer se había ido y que pase que me ponga cómoda y me saludo con un beso así nomás. Yo estaba vestida con un jean ajustado, una musculosa blanca y zapatos y el de elegante-sport, jean, camisa negra... charlamos un par de pavadas y en su casa me sentía cómoda, ya sabia donde quedaba cada cosa. Tomamos algo frío que me sirvió muy amablemente y como hacia calor me dijo que se iba a cambiar, a ponerse mas cómodo y se fue por un rato, como a su cuarto y yo me quedo quietita en la cocina mirando por la ventana para afuera. A los cinco minutos siento sus pasos por atrás y ni me muevo, estoy como estatua escuchando como se me acerca. Siento al mismo tiempo sus manos que me agarran de la cadera bien fuerte y me tiran para atrás pegándome a su cuerpo. Y su respiración en mis hombros desnudos, cómo con su cara me corrió el pelo para un costado y me besaba el cuello a lo largo. Al principio me sentía confundida pero no quería que se detenga en ningún momento. Y sabia que estaba desnudo, me apoyaba el pene contra la cola y aunque apuntaba para abajo sentía igual su dureza. Me bajo los breteles sin dejar de besarme y tiro para abajo solo hasta que me desnudo los pechos y me los agarro con unas ganas increíbles, apretando un poco torpe pero con deseo. Yo ni lerda ni perezosa pase una mano para atrás para agarrarle la verga y tironearla de a poco, y era como la esperaba, bien carnosa y dura, con un grosor importante y cuando la frotaba parecía no tener fin. Le dije algo como "ya esta" y me di vuelta para agacharme y comérsela. Nos mirábamos a los ojos todo el tiempo, me agarraba el pelo y yo estaba prendida a su palo, me sentía como con hambre de sexo y tenia de golpe todo lo que quería en la boca, entonces lo envolvía con los labios y cabeceaba para atrás y adelante comiendo como nunca y chocando su glande en mi paladar. Me la sacaba entera y respiraba profundo para volvérmela a poner. Ya la tenia en su máximo nivel y era tanta la calentura que me daba que me desabrochaba el jean mientras le chupaba la verga y bajando un poco el pantalón me metí una mano bajo la bombacha y por toda la raya.

El me vio con una cara como diciendo "¿te gusta, no?" y yo estaba prendida mal y haciéndole lengüita en la cabeza. Seguí así por un ratito hasta que me levante, me baje el pantalón y la ropa interior hasta la mitad de las piernas y me apoye sacando cola en la mesada; y le dije de las palabras que me gustan decir cuando estoy así: "dame masa, dale". Y con ese palo al mango primero me hizo desear pasándomelo por la cola y después recién lo enfilo hacia mi agujero y empujo con fuerza hasta enterrarme casi la mitad. La calentura que tenía hizo que me lubrique solita y no necesitaba dilatarme para cogerme; parecía que si empujaba un poquito ya me penetraba entera. Yo lo acompañaba con un "uuhh" porque la tercera embestida era para partirme al medio y así lo hizo. Sentí el choque de sus huevos y el calor de su sexo metiéndose en el mió y separando mi carne en dos. Teníamos el calce perfecto, cuando me la metía a tope parecía que nuestros cuerpos se fundían y cuando la sacaba me arrastraba con el. Me cogió con fuerza y me tenia temblando, no sabia de donde agarrarme y me sentía libre de gritar de todo, y gritaba. Tampoco lo quería guiar, decirle cuando me de mas despacio y cuando fuerte; simplemente me entregue a sus ganas y a su sexo... la estaba pasando genial; pero cuando se venia lo mejor me desperté girando y me quede dura.

Hoy a la mañana (esto lo escribo a la noche) me levante a eso de las 8 y media casi nueve y me quede acostada mirando para arriba con una remera sola y una bombacha común, tipo culote. Y tratando de acordarme de todo lo que había soñado. Estaba confundida y sorprendida como ahora, pero la única diferencia es que tenía ganas. Debe haber sido por instinto que me puse una mano sobre la concha y sentí la humedad y la humedad seca; al sueño lo había disfrutado por lo menos, cuando dormía. Pasándome un poco el dedito, juntando el liquido que me quedo y secándomelo por los muslos me pregunte por que no seguirlo. El sueño estaba bueno, era temprano y ni hablar que quería. Con dos movimientos me saque la remerita, la bombacha y empecé. Me iba a levantar a mirar las fotos de nuevo, para comparar con el sueño, pero me quede ahí nomás, saque el símil pene y era la de él. La tenía de nuevo en la boca y por todo mi cuerpo. Empecé a recordar, a pasarme las manos por las tetas cuando me acordaba como me las apretaba, y a frotarme de arriba a abajo el pene entre las piernas. Lo chupe un poco para darle mas lubricación con baba y ponérmela adentro; en vez de recordar quería imaginar como seguía, que me hubiera hecho si no me despertaba. La puntita bien húmeda me hacia presión en la concha y cuando entró la cabeza me acorde bien de la noche. Con los pies sobre la cama levante mi cadera y mi sexo para penetrarme entera. Hacía calor como ahora, y ese pene me subía diez grados mas. Era su pene. El que me hizo girar, clavada, ponerme en cuatro y con una mano agarrándolo continuar esa cogida que no se tenía que haber terminado. El estaba atrás, dándome de nuevo sexo y mas sexo. Me cogió un ratito hasta que cerré los ojos y lo imagine llevándome a su cuarto, desnudándome y subiéndose arriba mío. Me abrí de gambas para abrazarlo cuando me la ponga. Era imaginármelo y tenerlo arriba, con su pecho transpirado frotándolo sobre mis pechos y su trozo de carne entrando otra vez fuerte y saliendo despacio. Imaginándolo que me miraba a los ojos; que me daba chupones con la lengua afuera, que me decía de todo y sobre todo imaginar que con su sexo me hacia suya, que me dominaba y no quería dejarlo. Cambie de pose, o mejor dicho: me movió. Me hizo levantar una pierna y me puso de costado. Y siguió dándome y dándome, parando solo para hacerme probar esa humedad y como se mezclaron nuestros fluidos. Haciéndome que le pase la lengua a lo largo, hasta la punta y que le pida más antes de seguir cogiendo. Estuve así hasta el clímax. De costado tuve las penetraciones mas sentidas y fuertes, pero boca arriba y de patitas abiertas quise recibir el orgasmo o dárselo a él. Con una mano en mi clítoris y la otra empujando el aparato me llegó, y en mi cabeza lo veía bañándome sobre la pancita con sus gotas calientes. Mas allá de que hacia calor el sexo me dejo transpirada y agitada. Igual me aguanté un ratito antes de bañarme tocándome un poco mas y pensando lo raro de la situación. Después cuando me bañaba me cagaba de risa, también me preguntaba si se lo iba a contar o si se ofendería. Obvio que se lo conté a Marucha, que ahora viene mas seguido a casa y me dijo que estaría bueno escribirlo. Y acá estoy sentada, confesándoles que me masturbe pensando en alguien que nunca vi personalmente pero que por lo menos en mis sueños me tuvo desnuda en su cama y me lo hizo con mucha pasión. A vos te hablo: Espero que ahora tengas tu sexo igual de caliente que el mío a la mañana y esta noche que te escribo lo que me pasó. Te dejo un beso de todos los que me diste hoy.

Les había prometido hablar del fetiche mas famoso para mi, que es el de la ropa interior femenina; aunque de la masculina debería hablar también. Yo les conté bastante de un hombre con el que salí por un tiempo y que debido a la confianza que nos teníamos lo descubrí como el más fetichista; y me pego un poquito de eso: ahora muero por un hombre con el slip-elefantito; ¿vieron ese que tienen que pasar el palo por la trompita? Desde un tiempo que me gusta y espero mas adelante obligar a alguien a que se lo compre para mi. Si me dan a elegir algo mas común me encanta el bóxer elastizado, que le quede a la mitad del muslo o mas cortito y de colores claros; un blanquito o un gris. En ese momento se los solía usar como pantaloncito para estar en casa. Obvio que me los dejaba usados y cuando se iba a laburar los sábados y yo me quedaba los olía un poquito en la zona de la ingle. No les digo que me masturbe oliéndolos, solo lo hacia para acordarme de quien me cuida y para esperarlo con mas ganas a que venga a casa a darme. En cambio él si era de pedir bombachas a cada rato. Las que usaba cuando volvía de la escuela, las del gym. Casi siempre le gustaba elegir a él mi prenda; hasta cuando salíamos al cine o a cenar me decía cual quería; entonces cuando volvíamos a casa me las pedía y se iba la pieza a disfrutarlas hasta que hasta que me ponga mas cómoda y me disfrute a mi.... Una vez en el ascensor de mi departamento como llevaba una mini metió la mano por abajo y con un dedo la enganchó y me las bajo sin permiso pero con pasión, y las olía ahí nomás; yo: muerta de susto a ver si se abría la puerta y entraba alguien y lo veía así. Al principio al tema no le daba mucha pelota, lo veía mas como algo necesario para el hombre y me daba algo de vergüencita. Y sobre todo no lo dejaba que las manche de semen, y si lo hacia que las lavara y me las devolviera limpias.

Con el tiempo fui aprendiendo a usarlo para seducir y seducirlo. Ya les conté que si volvía tarde y él estaba tirado sin ganas de nada y yo quería sexo, me ponía adelante y me bajaba la ropita en su cara y se la daba en la mano. Eso era sexo toda la noche asegurado. Aprendí a mostrar una puntita sobre el pantalón, porque antes me cuidaba que no se vea. Y sexualmente, a poner a mi pareja atrás, bajármelas despacito, hacer que mi raya se descubra de a poco y dejármela puesta a la altura de los muslos y que quede enrollada ahí, así mientras me coge le queda una imagen mucho mas sexy que solo la cola.

Tengo una colección variada de bombachas y tangas, porque me siento cómoda con las dos y las uso según la ocasión y la ropa que vaya arriba, obvio. Hasta hace un tiempo tenía el pelo platinado; y durante ese tiempo usaba ropa interior oscura, porque queda mejor con el rubio. Una tanga negra con corpiño siempre del mismo color, eso si: para cada bombacha tengo el conjunto arriba porque no me gusto nunca combinar colores. Me regalaron hace poquito la tanga de Independiente, una tanguita roja con el elástico blanco y el escudo en el pubis. Pero para usarla con alguien tendría que ser del mismo club; no voy a dejar que me coja alguien de Racing y yo con eso puesto. En tangas tengo la negra, la que les dije recién, una dorada, gris clarito y una con animal-print de leopardo (seda) con elástico negro, muy sexy. Después en bombachas culote tengo unas blancas, rosita con elástico blanco, otra beige; ahí uso colores más claros. Y unas cuantas vedettinas de varios colores, y una puramente sexual que es casi transparente y sin la parte que cubre; para coger sin sacármela, en pocas palabras. También tengo una tipo pantaloncito muy 50's y casi todas con mucho encaje o moñitos adelante.

La experiencia mas fuerte que tengo con este fetiche en pareja se las voy a contar, fue cuando lo mezclamos con sexo. Los sábados teníamos sexo a full porque estábamos en casa los dos, el laburaba hasta el mediodía y a la tarde yo me iba al gimnasio y cuando volvía del gym nos matábamos. Almorzábamos juntos y estábamos un tiempo hasta que me iba a ejercitar. Yo ya conocía sus gustos y de vez en cuando le daba alguna prenda pero no compartíamos, no teníamos sexo y a la vez disfrutaba del fetiche. Esa vez no me pidió nada cuando salí pero a la vuelta íbamos a coger seguro. Me puse una tanga gris clarito, que ahora no la tengo mas y las calzas, una musculosa y salí. En el gym hice mucha mas cinta y ejercicios de piernas que de costumbre como con ganas de manchar más la ropa, ya sabia que iba a pasar cuando volviera, tenía ganas de satisfacerlo como nunca y dejarlo muerto. Por eso de la cintura para abajo estaba re transpirada y arriba casi no hice nada, además de volver trotando para mantenerme caliente. Cuando volví a casa él estaba sentado en el sillón leyendo el diario, parecía que íbamos a tener sexo mas tarde. Me fui al baño, me saque la parte de arriba y me quede solo con la calza. Y me fui al living a buscarlo. Le dije de frente que quería complacerlo y me senté encima suyo a darle chuponazos con ganas. El metía manos por todas partes hasta que le pedí que me vuelque sobre la mesita frente al sillón y pruebe mi secreto. Se arrodillo y me paso las manos sobre la calza ajustada sintiendo lo mojada que tenia la ropa. Cuando me la bajo se encontró con algo que seguro le habrá encantado. Después me di cuenta que tenia la tanga con todos los bordes transpirados y con un lado del elástico metido en la raya. Hundió la cabeza y casi se ahoga del placer. No me hizo buen sexo oral, mas bien me seco la transpiración con la lengua, corriendo la prendita a un lado. Al rato estaba casi seca pero muy caliente y tenia muchas ganas de coger sin mas, pero me acorde que quería complacerlo así que de ahí en mas lo guié yo. Cerré las piernas y le pedí que se saque todo; y cuando lo tuve desnudito lo empuje hasta el sillón, me arrodille entre sus piernas y me baje la bombacha que de tan pegada que la tenia me quedo hecha un rollito. Se la di en la mano y me puse su palo en la boca, que a esa altura estaba enorme. Ahí mientras chupaba podía escuchar como aspiraba fuerte y cuando lo miraba me decía cosas zafadísimas como "que rico oles", "que saladita que estas". Con la mamada que le hacia me podía dar cuenta como estaba; si me la sacaba de la boca y la agarraba con las manos a sacudirla le salía una gota de jugo preseminal de la puntita; al toque la juntaba con la lengua haciendo hilito. Casi no le veía la cara, era su mano con mi tanga al revés y su nariz pegada a la parte que cubrió mi tesoro. Así lo tuve disfrutando hasta las palpitaciones típicas de su orgasmo, en la que me puso la prendita en la papada y me termino en la cara, haciendo que su leche caiga ahí. Me empapó de la nariz para abajo y con el dedo me limpio un poquito llevando todo para abajo, después hice como bolsita con la bombacha para no manchar el piso y me dio un beso inolvidable, bien caliente. El mejor gracias que me pudo dar.

Este relato se esta terminando, no quiero pasarme de los 30kb que siempre escribo así les toma unos 15 minutos leerlo. Voy a dejar para el próximo mas cosas sobre este febrero, no les dije nada sobre una semana que tuve anal, sobre como le di al yogurt bebible... Les quiero agradecer las buenas críticas sobre la parte escrita en clave de "tu" y sobre todo la buena onda de sus mails. Y ahora vamos a terminar así; vas a hacerme el sexo oral que me debías y bien hecho. Dame la manito y acompañame a mi cama.

Me agarras justo bien depilada y con muchas ganas. ¿Querés que me ponga alguna bombacha en especial? Si te gusta alguna decíme y me la pongo así jugas un poquito. Si sos hincha como yo, me pongo la del rojo, o si no hacemos media fantasía, me pongo la pollerita de colegiala y algo abajo... o solo zapatitos de taco alto así me agarras de ahí.. Quiero que estés bien a gusto, así te quedas mucho tiempo en mi zona caliente. ¿Ya elegiste? Bueno, dame: me la pongo y me acuesto bien abierta de gambas. ¿Como me queda?... vení, acercate a mi cara y dame un beso húmedo, dejame que te moje los labios un poquito. Mirame a los ojos y decime algo, amenazame con comerme: despacito decime lo que vas a hacerme en un oído primero y después probalo en mi sexo.

Baja un poco a chuparme los pezones. Empeza suave, prendete con los dientes un poquitito y soltalos. ¿Viste como se me ponen? es por vos. Ahora con la lengua... envolvelos en tus labios y mamá con ganas. Se siente genial. Me gusta acariciarte la cabeza cuando te prendes ahí, pero no te quedes mucho tiempo, dejá que la sigo yo con las manos, vos baja mas y mas a encontrarte con mi sexo. Abríme mas las piernas y levantáme. Mirame bien de cerca. ¿Te gusta lo que te vas a comer, no? Me tenés de postre como querías. Probame un poquito con la bombacha puesta, dale. Siento el calor de tu respiración igual sobre la prendita, además de las cosquillas por toda la raya. ¿Querés sacármela con los dientes o me la corres para un costado?. Igual, te muestro mi concha como nunca. Mirala. Acostate bien boca abajo, metete entre mis piernas y pegame la cara ahí. Dame besitos, así. Por toda la concha, de abajo a arriba. Fundí tus labios con los de mi vagina y mojalos más. Abrí bien la boca: con el labio de arriba tocáme el clítoris y con el de abajo buscáme el agujero. Ahora juntalos despacito recorriéndome toda la concha. Mmm... parece que me vas a comer entera. Saca esa lenguita, dale que no doy mas y empezá a probar mi clítoris. Haces que se me asome de la capucha con los deditos y puedo sentir un lengüetazo fatal. Dale vueltitas ahí con la punta y levanta la vista. Me haces doblar de placer, ¿viste?. Me haces sentir re entregada: "tu putita", como me decís.

Dejáme que te agarre de los pelos y te meta adentro mío, que te empuje hasta sentir como se hunde tu nariz en mi raya. ¿Me querés pasar la lengua por la cola?.. bueno, levantáme un poquito y pasa la lengua por el agujerito; la verdad es que a esta altura hago lo que me pidas. Pero dame sexo. Puedo sentir el calor de tu lengua como sube y vuelve a mi concha con fuerza. Coláme un dedo, poneme la lengua en el arco del capuchón empujando para arriba y claváme el pulgar... juntame el liquido de placer que tengo por la raya y mojatelo bien. Y adentro. Agrandame el agujero tironeando y con ese dedito húmedo separame los labios mayores, pero no me sueltes el clítoris. Seguí así, lengüita y cuando se te escape mi botoncito dame una chupada. Me encanta. Vos si que sabes ponerme a mil. Teneme así un rato y haceme gritar tu nombre con desahogo. Siento el clímax como un calor inmenso que baja por todo mi cuerpo y que solo me lo puedo sacar por la concha con tu ayuda, así que chupa con fuerza y haciendo ruido que yo cierro los ojitos: solo voy a escuchar y sentir abajo el placer máximo para darte el mejor regalo que te puedo dar y que solo vos me podes arrancar. Toma mi orgasmo... sentílo, probalo y empapáte los labios con mi jugo. Dejame que te frote la cara por toda la raya y que te grite como enferma, porque así me tenés. Sentí mi pasión hecha humedad y comela. Me dejaste bien mojadita; ahora secame toda y subí a hacerme probar un poco de mi misma con tu boca, en un beso que resuma todo lo que sentimos. Y pasame un poquito mas la mano. Agarrame la concha con una palma para que sientas como palpita y como me baja el calor de a poquito... así...

Bueno, mis amores: La seguimos mas adelante porque esto se termina acá. Si me dan buenas criticas o me lo piden, mas adelante tenemos sexo puro en clave de “tu”. No les pude dar consejos para sexo oral por falta de espacio, pero si me lo piden también por mail veo si hacemos de maestras con Chechu de nuevo para la próxima, ¿si? Les prometo también la fantasía que me estaba guardando: la enfermera, con guardapolvo y todo; mucho mas sobre este febrero caliente y les digo lo que siento: espero que aprovechen mis experiencias para disfrutar como nunca de algo hermoso, puro y saludable como la masturbación.

Mil gracias a: las perras del parque: Chechu y Maru por guardar mis secretos al igual que ustedes y por el regalito que me dieron (un babero del rojo, dicen que estoy mas babosa!). A mis amantes/lectores un beso bien grande y gracias por hacer que mis relatos sumen más de 8500 entradas además de compartir esto que nos gusta: liberar nuestro sexo y nuestra imaginación juntos.

A los que me escribieron para San Valentín: ¡gracias! Son unos románticos totales y ya saben que les entrego mi amor y mi sexo en cada relato. Y por los besitos que le mandan a mi raya también, gracias... (Como les gusta, ¿no?). Espero que si tienen alguna duda, pregunta, sugerencia o critica me la manden pero con la buena onda, ya saben que a zafados no les respondo. Un piquito y hasta la próxima. Chau.

Datos del Relato
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