Mi nombre es Laura, y esta es la tercera parte de mi relato donde les sigo contando todas mis fantasías, experiencias y cosas que hago para encender mi lado mas erótico. Y como les dije antes: espero que les guste.

Hola, como están? Como ya voy por el tercer relato no hace falta que me presente; pero si es la primera vez que lees un relato mío te recomiendo que me busques por mi nombre de autora (diablitaargentina) y leas los dos anteriores, así te podes interiorizar un poco mas con este relato.

Tarde un poco más en escribir el tercer relato, pero como tengo mucho trabajo (ya terminan las clases en un mes) y no quería esperar hasta fin de año para publicarlo, lo termine de a poquito. Además siempre estoy innovando en estos temas; siempre hay algo nuevo para experimentar y después escribirlo.

Como siempre les voy a empezar contando como es un día en mi vida: Me tengo que levantar tempranito para ir a la escuela, desayunar, si puedo acomodar un poco lo hago. Me baño y salgo. En el laburo los dos primeros recreos los hago a full porque los chicos vienen con muchas ganas y después van decayendo, si no charlo con alguna compañera y está la sala de maquinas abierta me conecto un ratito al msn (con alguno de ustedes me encontré alguna vez) o me bajo a un disquette sus mails para verlos mas tranquila en casa; pero esto es recién en el tercer recreo o en el rato que tengo para comer y empezar el turno tarde. Salgo a las cuatro, algunos días un rato antes; y de ahí para casa o a la casa de alguien a tomar unos mates o salir y los viernes o sábados la cita obligada, ver por TyC los partidos del rojo. Ese sería el día, pero lo mejor viene a la noche gracias a algún orgásmo liberador; puede ser por haber leído algo picante o por las ganas acumuladas de tanto trabajo que me llevan a mi cama a desahogarme un poquito, a sacarme el estress acumulado en la semana con buen sexo.

Les voy a contar cosas que suelo hacer ahora para masturbarme y que casi es una tortura, porque retiene el placer, lo mezcla con desesperación y lo libera con fuerzas en un orgásmo muy distinto al de una relación sexual convencional.

Como ya saben tengo dos consoladores; el lapicera que vibra y el símil. Bueno, me pongo una falda cualquiera, levanto una pierna sobre la mesa ratona, y con el lapicito lubricado con saliva me lo meto hasta casi el fondo, que quede el activador afuera; obvio. Con una mano lo tengo ahí y con la otra me subo la ropa interior para que me quede ahí adentro y listo. Tengo una bombacha que es especial para eso porque es un poquito ancha y ajustada. Una vez que junto las piernas y camino la fuerza que hace el lapicito para salir hace que se me baje la ropa interior. Bueno, la gracia es levantarme la falda y prenderlo y acomodarme toda de nuevo. Así puedo aguantar como una hora haciendo las cosas en casa o bajar a comprar algo al almacén (ahí lo apago porque tiene el ruidito ese). Lo mejor que tiene esto es la humedad que se acumula que me empapa los muslos por dentro, porque la ropa íntima me queda mas baja y no me cubre el sexo. Por caminar se me juntan los muslos y cuando rozan los labios externos me van empapando y cuando me agacho sin doblar las rodillas peor; se me mete mas adentro y siento como baja alguna gotita hirviendo de mi sexo a los muslos. Como les dije antes, la sensación es de placer, pero se mezcla con la desesperación de no poder hacer nada mientras me mancho toda y también el sexo pide, eh?... hay que aguantar mucho tiempo así. Con ese aparato taladrándome ahí abajo me hace transpirar un poquito y decir, bueno, basta. Cuando llego a ese punto de calentura, si. Me voy a mi cama, me saco falda, bombacha, todo y cuando me abro de piernas y lo libero quiere escaparse pero queda como pegoteado. Así con el aparato lubricado hasta la punta me lo froto encendido por los pezones dibujando circulitos. A mi sexo lo siento mas abierto que nunca, y aguanto un ratito mas y ya esta, va directo al clítoris, a lo largo de la raya y adentro.

Después de mas de una hora de estimulación, al orgásmo llego en dos minutos, pero la sensación es bárbara porque es un orgasmo liberador; y totalmente diferente porque la escena también lo es; verme así toda empapada, transpirada; el olor que sale de mi cuerpo es muy erotizante, por llamarlo de alguna manera, me genera otra excitación de la sexual común., no se si me explico. Después si me quedo con ganas de más, que suele pasar, no lo vuelvo a hacer, ya me quedo en la cama jugando con el lapicito o saco el símil.

En mi relato anterior deje algo pendiente; y antes de pasar a un tema de los llamados “tabú” como el sexo anal, quiero terminarles de contar como fue mi día en esos “un día para cada uno”; no quiero quedar como una sumisa como les dije antes, así que les voy a contar cortito lo que me acuerdo de mi día. O sea, el que me toco decirle a mi novio que hacer:

Como les dije era en mi casa porque convivíamos por un tiempo; me acuerdo que la noche anterior ya le advertí que cuando me levantara tenia que estar depilado de la cintura para abajo; con piernas y todo. Normalmente a cualquier pareja con la que estoy se lo pido, No solo porque me gusta como queda (hace que se le vea más grande) sino para poder hacer sexo oral mas cómoda .Otra cosa que le pedí es que estuviera bien cargadito, que no tengamos sexo por cinco días (ni se toque, obvio); cosa que ya tenga unas ganas encima inaguantables. Bueno, me desperté y le ordene desayuno en la cama, me trajo la bandeja con tostaditas como me gustan con manteca y un cafecito. Yo tenia el baby doll puesto (sin ropa interior) asi que me acosté boca abajo y con una rodilla flexionada hacia el costado (para levantar un poco la cola) le pedí que se acueste atrás y me chupara un poco mientras desayunaba, entonces mientras comía una tostadita sentía ese cosquilleo caliente en la entrepierna. Este novio sabía bien como hacerme sexo oral, la tenia bien clara y me hacia dar un temblor de vez en cuando. Terminé el café me di vuelta y tenia una erección increíble el pobrecito. Lo acosté sobre la cama con el palo apuntando hacia arriba; me fui corriendo a la heladera a buscar el Casancrem (con el que se unta en las tostadas, con gusto a quesito) y me lo lleve a la cama para saborear un poco a mi novio con eso. Ya verlo así todo depilado y con eso enorme, me ponía como loca, con unas ganas de comérmelo crudo. Me tire sobre la cama con la cara bien cerca y empecé a pasarle por todos lados, a lo largo; alrededor de la cabeza, en la base y donde me gustaba también es en la ingle. Es obvio que se quejaba como loco por el frío, pero después de pasarle la lengua se le terminaban las ganas de quejarse. Le levantaba el falo con una mano para chuparle los huevos, juntar esa pielcita suave con los labios y darle tirones. Una de las cosas que mas me gustan del sexo oral es eso; poder llevar la nariz mas abajo y sentir el olorcito que junta el hombre entre los huevos y la pierna, el olor mas erótico que conozco. Lo chupetee un cachito mas con el Casancrem (los sabores del quesito y del sexo del hombre se complementan bárbaro) y cuando le veía la carita de “dejate de jugar” le hice una buena mojadita, era increíble la visión que le daba, toda mojada de babita, y de Casancrem , el estaba igual en toda la verga y el abdomen; tanto que me resbalaba la cara. Ya sin el baby doll le volqué un poquito de aceite que tengo por todo el abdómen y me subí a esa plataforma que tenía bajo el pecho. Me resbalaba con el sexo sobre sus abdominales como si estuviera en un toro mecánico, sin penetración, pero haciendo que su palo me frote un poco la cola o me lo pasaba por abajo y me recorría los labios con mi baile; le pedía que se moviera para que sienta mi concha, el calor de mi cuerpo pegado al suyo. Me puse un poquito del untable en los pezones para que me limpie con esa boquita (tenia labios grandes, como me gusta) y un poco en la boca también para que me la comiera; a ese punto ya estaba como loca. Para terminar me gire encima suyo y seguir la mojadita en un 69 hasta el final. Cuando explotó hice que terminara sobre el mismo y no sobre mí (para que vea como se siente). Después de casi una semana sin hacer nada se vació un tanque lleno encima.

Me fui a bañar rapidito para poder bañarlo a el. Lo puse en la bañera y lo enjabone, le pase la esponja por todos lados y lo vestí como quería. Un pantalón de vestir, sin ropa interior y una camisa clarita. Les cuento que le hice una maldad; no todo el día es sexual, también hay bromas; y como le tocaba a él hacer lo que yo necesitara; tenia que bajar a hacer las compras. Y como estaba sin ropa interior lo calenté un ratito; le agarre una mano y me la pase por todos lados, le daba chuponazos terribles y cuando se le paro lo lleve hasta el ascensor y lo mande para abajo con una erección que se notaba a dos cuadras. Me moría de risa como se arqueaba para adentro para que no se le note tanto. Soy algo jodona así, me causa gracia cuando tampoco es tan zafada la idea. Bueno les sigo contando: Me tuvo que cocinar algo, comimos algo livianito todo bien, porque para la tardecita tenia gimnasio; antes de salir le pedí que a la vuelta quería la casa transformada en oficina. La fantasía del oficinista (mi favorita) requería correr muebles para acá y para allá, que se vista para la ocasión. A cambio le deje que elija la ropa interior para transpirarla en el Gym; eligió una tanga negra con un corpiño en juego pero con mas encaje; y me fui una hora para volver, cambiarme rapidito y que me haga una entrevista de trabajo en la oficina.

Llegue y volé para la pieza para cambiarme la calza por una mini negra, una camisita así nomás y zapatos de taco altísimo. No solo tenía la calentura que te deja hacer mucha cinta y bici, sino que no cogía desde hace bastante y en todo el día me dedique a jugar y me llegaba la hora. Estaba con unas ganas de explotar tremendas. Me fui al living, donde estaba todo montado, el mueble de la compu como escritorio, el sentado del otro lado y saludándome como si no me conociera y una silla enfrente para responderle las preguntas que me haga hasta que diga las palabras mágicas “a ver, venite para este lado que quiero fijarme una cosita” Ahí me acerque y me pasaba la mano por debajo de la mini y con los dedos me rascaba sobre la ropa interior. Me pasaba los dedos por el elástico de la tanga en la ingle para juntar un poquito de mi transpiración y olerse los dedos. Yo lo abrazaba y me derretía toda. Le afloje un cachito la corbata, le desabrochaba despacito los botones de abajo de la camisa… le baje el pantalón y me subí al escritorio a levantar las piernas y para que meta la cabeza en mi zona caliente. Me comió un poquito con la ropa puesta, mordía sobre la tela y corriéndola para el costado me daba la mejor chupada mientras lo miraba de costado. Cuando no daba más de la calentura y mientras se me prendía de un pezón me saco la bombacha, la olió bien fuerte y me apunto con toda su verga hacia mi sexo. Con las dos manos me agarro de los pies y los tacos de los zapatos y me la clavo casi de un tirón que me daba unas ganas de gritar de todo. Me separaba y juntaba las piernas mientras me bombeaba de lo lindo y yo estaba con las dos manos sobre las mamas acompañando el movimiento al que me sometía.

Después me baje, le di un par de chupadas y me puse la tanga a la altura de las rodillas para cambiar a mi pose preferida de la fantasía: recostarme sobre el escritorio y que me parta al medio así. Mientras me daba y me daba me tiraba frases calientes al oído como “querés ser mi secretaria, no?” y cosas sobre el tema que me hacían volar la cabeza. Me hizo llegar al orgásmo solo un ratito antes de que me terminara sobre la cola, me mancho un poco la mini pero no es problema. Después me costaba levantarme de lo bien que me tenía. Nos quedamos un rato más fundiéndonos con las lenguas antes de pegarnos un buen bañito y salir a cenar (pagaba el todo hasta el otro día). Cuando salgo a comer y se que después va a pasar algo, casi siempre me pongo una pollera corta y medias, así cuando me siento enfrente me puede mirar un poco y me saco los zapatos bajo la mesa y le pongo una pierna estirada en su regazo. Y le pido un masajito en el pie o que acaricie un poco por arriba de la media. También esta el clásico “darle de comer en la boca” que nunca falta. No me acuerdo bien que cenamos, pero seguro que algo de verduritas o algo así porque mas tarde le iba a dar la cola y siempre como livianito cuando se que voy a hacerlo (mas adelante les cuento sobre el tema…) Fuimos a bailar, aunque a el no le gustaban mucho los boliches; igual yo le hinchaba para que vaya. Y ya entrada la madrugada lo obligué que pagara el pernocte en un telo (acá le decimos así al hotel para tener sexo). Como a mi novio le daba el cuero para darme mas de tres veces en un día (una vez me dio como cinco veces) y en el departamento entrada la medianoche no se puede hacer nada porque se escucha en todo el barrio estábamos obligados si queríamos mas (y yo quería). Fuimos en el auto de el (vidrios polarizados a full) al de Viamonte y Uriburu (ahora no me acuerdo el nombre, para los que conocen; creo que era “Fantastique”) y ahí tenés yacuzzi, la camita en corazón, y los espejos en todos lados (que me encantan) y la posibilidad de gritar todo lo que quiera. Y ahí terminamos la noche con sexo anal como le prometí y de todo un poco hasta el domingo que se me terminó la joda y tuve que volver a casa. El telo es todo un tema aparte cuando estoy en pareja, pero en otro relato voy a hablar de esto.

Quiero agradecer los mails que me llegaron de dos parejas que hicieron esto de un día para cada uno después que lo leyeron de mi relato; en parte también escribo para eso no? Espero que lo hayan disfrutado como yo.

Ahora voy a responder a otros mails que me llegaron y me va a servir de introducción para un tema tan complicado para algunos como el sexo anal. En los mail me preguntaban como era la preparación antes de tenerlo; porque en el relato contaba que me preparaba para hacerlo y no contaba como; asumiendo que tenían alguna idea de cómo era. Voy a responder eso y voy a contar como es, como se siente y como disfruto del sexo anal con o sin pareja:

La preparación comienza mas temprano, con comer algo livianito si se que va a pasar, ya les dije antes; y esto no es obligatorio, pero lo hago yo y una amiga que también lo hace para estar seguras y disfrutar más y sin ninguna interrupción:

Siempre es bueno hacerlo tranquila y sin apuro: primero es (en el baño) hacer del “nª2” como decimos acá y pasar al bidet y lavarse bien toda la zona. Lo mejor es pasar una mano por la espalda y con el dedo mayor tocarse un poco para aflojar el agujerito y meter la puntita nada mas para que se limpie bien ese lugar; de ahí pasar de nuevo al inodoro y con ese dedo con algo de saliva hacer una penetración despacito; volcando el cuerpo hacia delante. Una vez que lo haces sentís como aflojas el cuerpo para hacer del nª2 una vez mas. Ahora ya paso al bidet una vez mas para el lavado definitivo con jabón y si es para tener sexo con alguien, me paso un poco de perfumito por toda la zona y ya está. La preparación no solo es física, también es estética; sabiendo que la pose por excelencia para el anal es en cuatro patitas, me pongo mucha media, mucha tanga, mini; cosa que verme en pose le de ganas de meterse ahí.

La verdad es que yo antes era de las “pacatas” que le teníamos pavor al sexo anal. En un momento de mi vida que sentía como una liberación; muy parecido al que vivo ahora, sentí que tenía que probarlo una vez y la curiosidad me llevo a practicarlo sola y en casa y después con un novio. Al principio me parecía mas un sentimiento raro a uno placentero; pero con el tiempo y con la práctica se fue convirtiendo en una especie de vicio. Porque para mi ahora es eso: un vicio, porque si paso dos o tres semanas sin hacerlo y me acuerdo lo bien que la pase la ultima vez, caigo en la tentación y lo vuelvo a hacer.

Esto me pasó la semana pasada: volvía de la casa de una amiga y eran más o menos las ocho de la noche. Entro a casa, ya tenia casi todo ordenado, estaba aburrida mirando algo de tele y yo sabia que a la noche algo iba a hacer, pero me acorde del anal y tenia tiempo. Me fui al baño; igual al mediodía en el laburo soy de comer siempre algo liviano o un yogurt; me prepare como les conté antes y siempre empiezo así, tiro una almohada al borde de la cama para apoyar las rodillas y quedar recostada a la cama y con las dos manos libres. Con una me separo y me sirvo un poco de aceite arriba de la cola para que vaya bajando el líquido y con la otra arranco con la lapicera apagada; junto ese líquido y empiezo la penetración despacito, primero la punta y saco y después voy cada vez mas adentro y sacando siempre. Una vez que el lapicito entra y sale fácil, lo prendo un ratito y tironeo para abajo y arriba o doy círculos para agrandar un poco mas el agujero y ahí paso a lo mejor, mi otro amor: el símil. Me subo a la cama, le pongo un preservativo, le doy un par de besitos y a ponerse en cuatro patas. Como paso de nuevo a algo mas ancho tengo que empezar despacito hasta que se acostumbra a mi cuerpo y a darme así con una mano por atrás y con la otra juntando el aceite que queda y frotándolo al clítoris. La sensación que me genera el sexo anal, además de placer es la de desesperación, porque me la saco y me queda el lugar vacío y necesito que se meta de nuevo y cuando esta adentro es como que me ahoga y tiene que salir de nuevo, y es así todo el tiempo. Esto sumado a una colada con los dedos es fatal, por algo mi fantasía sin realizar es la de dos hombres al mismo tiempo, no? Con esta doble penetración o una frotada en la concha y el símil atrás me pongo en todas las poses que conozco, las mejores: de costado con una pierna levantada, en cuatro, ni hablar y como tengo la cama contra la pared, junto las piernas y las levanto contra la pared para tener las dos manos libres y poder estimular otras zonas. A veces lo hago mientras miro tele, porque estoy usando una pose que me gusta y mucho: es boca abajo con una almohada en la cabeza, flexiono una pierna dejando el cuerpo inclinado en diagonal y paso la mano con el juguete por atrás y con el movimiento de muñeca me la meto y la saco bien rápido; y ya que estoy en esa pose no me puedo mirar, así que miro un poco de tele, total el placer no te deja distraerte mucho.

Cuando lo hago con una pareja es mucho mejor porque él te maneja; yo le digo cuando tiene que aflojarle con la velocidad o cuando “darle a tope” como le digo a que se pegue a mi cola y la meta completa (sentís los huevos pegados al sexo y te hace delirar) y que alguien te agarre de la cadera y te mueva así bombeando es realmente una sensación muy diferente. Ya en casa y sola ahora estoy probando como les dije antes una especie de masturbación sumada a una tortura; con el anal hago lo mismo, pero en vez de retener un consolador adentro por un tiempo lo que pruebo es solo anal; o sea, no me toco absolutamente para nada el sexo. Así si se va acumulando placer y desesperación, sentís el sexo mojado a full y no lo puedo tocar, lo siento como hinchado de ganas. Obvio que después de tener sexo anal como veinte minutos cuando me pongo una mano encima me quemo. Me pego cachetadas con la palma de la mano en todo el largo de la raya y ahí si tengo el llamado orgásmo húmedo, me quedan los dedos pegados por hilitos de líquido. Otra de las sensaciones del sexo anal es como quedas después; por uno o dos días mínimos sentís que estas abierta, cuando te sentás te acordas cuando lo hiciste, por eso lo veo como todo un gesto de amor, de entrega, como tragar el jugo de tu pareja, es a tal punto que deja marcas. A veces hago anal seguido porque ya tengo la cola marcada; lo único que me queda es lavarme y hacerlo.

Una amiga me dijo una vez que cuando te regalan flores; lo primero que haces es mirarla, después olerla, tocarla; jugas con los sentidos y te pertenece. Yo creo que la entrega del sexo a tu pareja tiene que ser así; dejar que acerque la cara, que toque, que sienta que le pertenece y al revés también, obvio. Abrazar a alguien con las piernas y sentirlo adentro es algo que tiene que ser más que solo sexo.

Les voy a contar muy cortito algo que les vengo debiendo de mis relatos anteriores y es como lo hago en el baño, porque para ser sincera no conozco a una amiga (amigo no se) que no se haya masturbado mientras se bañaba por lo menos una vez; y será porque esta todo servido para hacerlo, no? el estar desnuda frotándome con las manos o con una esponja hace que den ganas de transformar ese placer en algo mas sexual. Desde hace un tiempo bastante largo tengo el alargue de la ducha, porque antes cuando sentía ganas de hacerlo antes de bañarme tenia que llenar la bañera y tocarme un poco bajo el agua, o con la bañera a medio llenar: ahora con el alargue me acuesto, cuelgo las piernas por afuera y empiezo a llenarla con el chorro apuntándome a la entrepierna, con una mano me separo los labios y con el chorro subo y bajo sintiendo la presión del agua tibia en los labios internos, me hace de lengua presionando mis puntos débiles. Como la bañera se va llenando me queda media concha bajo el agua y arriba la punta con la que choca el agua; a la parte sumergida le paso la mano abriendo el paso del agua y se genera una sensación distinta a la estimulación con las manos o con objetos duros. Para que mi sexo no se hunda hago un poco de fuerza con las piernas hacia abajo así el cuerpo se levanta y puedo sentir el chorrito de lleno o sino me sumerjo y me pego el aparato para que la presión se sienta y me hago una colada hasta que la bañera se llene y tenga que cerrar el agua. Si ya tiene mucha agua otra cosa erotizante a full es ponerme en cuatro patas y con la esponja cargada de agua apretarla sobre la raya de la cola así baja el agua por toda la entrepierna. A veces lo hago como preámbulo de una buena sesión de sexo o cuando no tengo tiempo de arrancarme un orgásmo y a la mañana antes de salir al laburo siempre tengo poco de ganas; pero mas como un jueguito hasta que se llene la bañera. Sobre bañarme les cuento otra cosa que considero erótica, que es bañarme con la ropa interior puesta; mía y de mi pareja. Una vez me metí a bañar con el bóxer de un novio, sin avisarle, se lo empape todo y se tuvo que volver a su casa sin nada abajo (después le prometo lavárselo y esta todo bien). Porque hay ropa que lavo en casa y otra que mando al lavadero; pero ropa que mancho así o que una pareja me ensucia con su amor no me queda otra que lavarla en casa.

Al principio del relato les dije que lo escribí por partes, y ahora que se acerca el final de la parte tres les voy a contar lo que hice anoche y con eso termino y lo publico porque si sigo así mañana voy a probar algo nuevo y no lo termino mas. Anoche no tenia mucha hambre, me iba a comer un yogurt y nada mas (me cuido sobre todo en la cena) y se me ocurrió una muy buena forma de comerlo. Ahora me esta gustando el Entero Batido, que viene en una cajita, lo batís un poco hasta que se hace casi liquido (o espeso), le abrís la punta y lo tomas del pico. Bueno, me iba a comer uno de frutilla, lo batí, todo; pero no lo tome del pico, lo volqué en una taza grande que tengo y me lo lleve a la cama. Agarre el símil pene, le puse un preservativo de frutilla, para que coincidan los sabores y lo metía en la taza, lo cargaba de yogurt y a la boca, a comerlo, limpiarlo y a empezar de nuevo. La idea es buena, no?. Me puse boca abajo, me traje una servilleta para no ensuciar la cama y a mojarlo como si fuera una cucharita con forma y a la boca. La sensación es bárbara (además es riquísimo) y parece un pene en erupción constante que tengo que limpiarlo y tragarme todo lo que le sale. Obvio que lo dejo quietito apuntándome y con movimiento de cabeza lo chupo, para que parezca mas real, también le doy unos masajes arriba y abajo, como si lo masturbara aunque me manche la mano después me limpio y listo. Por el tamaño del pene se me termina el yogurcito enseguida pero está genial, es una idea que seguro mientras ustedes leen esto la estoy mejorando para después contársela a alguna amiga a ver si se anima. De más esta decir que después de esa mamada con gustito termino con ese juguete amoroso adentro lleno de yogurt y hasta que no me parta en dos no lo paro. Me llega el orgásmo, lo gozo respirando muy profundo y cuando siento que termina, me tapo el sexo con el repasador y me voy al baño a lavarme (el repasador lo lave a la mañana). De ahí a la camita a dormir mas cómoda (y con menos necesidades).

Antes de terminar quería contestar un mail de los que me llegan con preguntas y les puede servir para conocerme mejor y no confundirse. Me preguntaba si me gusta “calentar” a los hombres y después dejarlos con ganas. Deducía que si escribo relatos eróticos me gusta calentar y voy a aclarar eso: “Calentar” es algo que hago cuando tengo pareja y se lo hago a él solo. Lo que me gusta es “seducir” que es algo muy distinto. Y si escribo un relato erótico es porque estoy pasando por un momento en mi vida en el que siento la libertad de hacerlo, que puedo contar con el apoyo de amigas y de lectores para que sea una experiencia distinta. Si alguien se cree que estoy todo el día así, que soy una maquina, esta equivocado. Si leer uno de los relatos que escribí te provoca lo mismo que a mi, me alegra; también dije antes que espero que puedan sacar algo positivo de las cosas que hago, para disfrutar de la masturbación y no culparse como lo hacia yo antes.

Para el próximo relato (que espero publicar a mediados de diciembre, antes que me vaya de vacaciones) les prometo: contarles las formas que conozco de dar sexo oral al hombre, hablar de otro tema tabú como tragar el amor del hombre; la fantasía de mucamita (lo que me acuerde), la de diablita la voy a contar mas precisa y cosas que este haciendo de nuevo en este tiempo.

Les quiero agradecer primero que todo a las “diosas del parque”: Chechu y Maru; a ustedes que hicieron que mis dos primeros relatos fueran leídos mas de 6000 veces. Por acompañarme en este momento y cumplirme un sueño, a los lectores con los que me escribo casi a diario les mando un besito en la boca porque los quiero un montón y espero que les haya gustado porque fue para ustedes.

Ya saben que si quieren escribirme para comentarme algo o preguntar, o lo que se les ocurra pueden hacerlo; pero con respeto. Así esta todo bien; sino ya saben que no le respondo ningún mail a desubicados. A todos un beso y hasta prontito. Chau.