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Mi juventud

Esta es una historia desde mi juventud tengo 24 años, hasta hoy día soy virgen me gustan los hombres y las mujeres siempre me interesé por ellos mi pasión era verles la verga cómo la tenían. Mi historia comenzó en el colegio que tenía un amigo dominicano que a sus escasos años tenía una verga desproporcionada y era llena de un hermoso vello cargado y negro, él me hacía calentar con sus historias que me parecían inventadas pero ya me imaginaba en esa situación, alguna vez tuve la oportunidad de sentir la inmensidad de ese trozote de carne hasta que un compañero nos descubrió yo sentí muy mal pero como éramos casi unos niños al otro día estaba olvidado todo, él siempre utilizaba unos pantalones de una tela muy delgada que le dejaba ver toda su potencia y cuando se le paraba la verga le tocaba quedarse sentado porque se le hacía una carpa verdaderamente grande a punto que no obedecía ni a las maestras el rato que le pedían que pase a la pizarra, mi historia terminó cuando se cambió de colegio. Yo estaba tan interesado en conocer cómo era un pene que lo que me pasó no sé cómo describirlo, mi papá no está tan bien dotado pero no importa les voy a contar la historia, mi papá siempre fue un cualiador de peso pero con los cientos de mozas que tenía, nunca en mi vida lo escuchado cogiéndose a mi mamá, aunque ahora ya cruzan la barrera de los cincuentas no sé a qué rato cogerán, mi papá siempre utilizaba unos calzoncillos que dejaban ver parte de su entrepierna y eso me pone muy caliente en ver algo de su paloma hasta que un día sin que se diera cuenta tenía toda la vista que quería, él sabe tocar la guitarra por lo que se imaginarán es muy bohemio, y un día regresó a la casa muy borracho y como siempre era el hijo que le ayudaba a desvestirse a sacarle los zapatos el pantalón y aprovechaba para ponerle en unas poses con las pierna alzadas para poder ver su verga y sus huevos llenos de pelos, pero esta vez estaba tan borracho que se quedó dormido en calzoncillos sobre de la cama ya hacía todo el intento de que se acostara debajo de las cobijas pero como era pequeño no lo avanzaba y en todo el forcejeo ni siquiera de despertaba, así que decidí explorar su cuerpo, de una me bajé hasta su entrepierna al principio sólo estiraba el resorte de su cajoncillo veía una parte negra llena de pelos y no alcanzaba a ver más pero con mi mano la sentía toda su gran verga era una excitación que me hacía secar la garganta recorrerla cada milímetro con mi mano en este momento que estoy recordando tengo la pieza bien parada, la cogía la olía un olor indescriptible pero nunca me atreví a llevármelo hacia la boca creo que sólo me gusta tenerla entre mis manos y sentir su potencia le metí la mano por debajo del calzoncillo sentía sus vellos entre mis dedos, no podía creer el tamaño de esa verga, que quemaba con unos huevos tan grandes y peludos pero no me llenaba la quería ver así que poco a poco fui bajando su calzoncillo hasta poder ver en vivo y en directo era una verga común y corriente igual que la mía pero era una excitación tenaz, yo rogaba que no despertara para seguirla frotando pero era tal su borrachera que ni siquiera logré verla un milímetro más grande pero no me importó porque creo que yo tenía elaborando cientos de miles de millones de espermatozoides así que ese día terminó con una paja de esas nunca vistas, yo rogaba que llegaran los fines de semana porque era como ley que mi papá juegue voley y entonces se quedaba solamente en pantaloneta y entonces eso ya me excitaba sólo de pensar el estarlo manoseando, esa noche también llegó muy ebrio mi madre lo mandó a dormir en la sala entonces yo como un buen chico le acompañaba en su dormida, él se acostó en el sillón y yo traje mis cobijas y me acosté abajo de él en la alfombra esperaba que esté muy dormido y la señal era su ronquido fuerte que a veces me hacía recordar para seguir con el procedimiento, entonces yo en el suelo comenzaba a subir la mano lentamente hasta poder tocar su caliente paquete que esta vez sólo lo tocaba por encima de su pantaloneta pero es igual de excitante una vez topada me daba cuenta de que sólo es un pene me pasaba las ganas y me iba a dormir en mi cuarto con su respectiva paja claro. Ahora que tengo 24 años me sigue gustando verla, porque ya no puedo cojerla y tantearle para nada, ahora sólo lo veo cuando se esta bañando y con un espejo miro cómo se enjabona todo su cuerpo pero lo más perfecto en cuando se enjabona la verga y se la enjagua pelándose con la mano que se deja ver toda su gran cabeza del glande pero igual no sé si por la edad o no sé pero no se le para ni un solo centímetro y creo que ese es mi gran sueño verla siquiera por una vez parada, aunque una vez que abrí el techo del baño creo que me vio y tuvo una leve erección, yo le compré unos calzoncillos muy cortos y bueno como está en su casa siempre sale del baño sólo en calzoncillos y los que le compré que son casi transparentes tienen una bragueta que a veces deja que se le salga media cabeza de la verga y entonces yo me hago el loco y empiezo a verlo sin disimulo, pero como siempre mi madre está presente me toca disimular, algún rato que se presente la oportunidad le hago a la empleada que le chupe la verga pero yo escondido mientras me echo una paja y soñando ver algún rato esa hermosa pieza parada.

Datos del Relato
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