~~De repente por el intercomunicador me llamo mi jefa para que fuera urgente a su oficina, allí estaba como siempre sentada en su enorme sillón esbelta, con un top que hacia notar sus incomparables tetas enormes y mas aun sus enormes pezones con los que siempre soñé comérmelos, estábamos hablando sobre un sin fin de cosas cuando de repente se le cayo un lapicera al piso, quise recogerla pero me dijo que ella lo haría, fue ahí donde todo comenzó.
 En menos de lo que canta un gallo sentí como me abrió la bragueta y comenzó a chupar mi poronga, insaciable parecía ya que su lengua hábil como no me hubiera imaginado nunca, no paraba de acariciar mi esbelta y ya erguida poronga, me la mordía suavemente como si fuera una experta en esto, yo ya en estado de éxtasis no paraba de gemir, de repente golpearon la puerta y con un permiso entro su secretaria, una morocha impresionante con un culo que raja la tierra, esos en los que daría gusto introducir la pija hasta el fondo, me pregunto por mi jefa por supuesto a lo que conteste que no sabia donde se encontraba, aun ella aun permanecía debajo del escritorio succionando mi ya insaciable pene, cuando de repente sin darme yo cuenta la secretaria comenzó a hacerme masajes en el cuello, a lo que yo por supuesto no me negué, cuando de repente sentí en mi oído una cosita pequeña y puntiaguda, la muy puta se había sacado la camisa y el sostén y comenzó a acariciar mi oreja con su pezón izquierdo, de un momento a otro me encontraba yo disfrutando de una mamada sin igual y de unos deliciosos pechos de los cuales se apodero mi lengua, mi boca y hasta mis dientes con suaves mordiscos.
 De repente deje de sentir esa lengua hábil en mi pene, esa mujer que me había excitado completamente, se sentaba en su sillón a contemplar el espectáculo que su secretaria me brindaba, de un momento a otro, estaba esta misma sentada con las piernas abiertas y yo comiéndole toda la arañita, de aquí para allá, de arriba abajo, su clítoris para mi era el manjar mas deseado, y mi dedo mayor jugueteaba con ese hermoso agujero negro, al subir un poco la mirada note que mi jefa estaba de pie totalmente desnuda, tocándose esos encantadores senos, y su secretaria brindándole una mamada jamás vista, luego de esta un tiempo comiendo de esa fuente de placer y jugos, me tomo de la mano mi jefa, me hizo sentar en su sillón y subiéndola ella encima mío mirando siempre a su secretaria, empecé a penetrarla, sus gemidos eran como los gritos eufóricos en una cancha de fútbol, de repente mi jefa se agacho un poco y comenzó a comerle toda la concha a su secretaria, con esto esta misma tubo un orgasmo fatal el cual me llevo hasta el éxtasis a mí y a mi jefa también por lo que acabamos los dos juntos, luego como si no hubiera pasado nada en absoluto tomo mi pene y se lo llevo a la boca, así me hizo acabar nuevamente comiéndose esta misma toda mi loción de placer y locura, descansamos cinco minutos, para luego decirme que volviera al trabajo, no sin antes darme su teléfono y dirección en la cual iba acompañada de las palabras esta noche serán nuevamente mío , me retire con una felicidad impresionante la cual me permitió tener una jornada laboral como nunca la había tenido.
 Lugo del trabajo fui al supermercado a comprar un buen vinito y me dirigí a la casa de mi jefa, al llegar me recibió con un eufórico beso en la boca, y entre, dentro estaban sus dos secretarias y su hija, lo que me hizo pensar que pasaría la mejor de las noches, pero esa es otra historia.