Desde chico siempre vi a mis hermanas como eso; mis hermanas,hasta que estaba por cumplir los 16 y con la hormona al 100. Empezaron a atraerme dos de ellas, Esperanza la mayor, de 24 años recién casada,aunque vivían en la misma casa ocuparon mi cuarto mandándome al cuarto de mis otras hermanas, así fué que empezó esta historia.
Clara que tenía 22, se levantaba muy temprano para irse atrabajar; un día me desperté mientras ella se estaba vistiendo, volví a hacerme el dormido mientras terminaba de vestirse. Esa ocasión me di cuenta que no solo era mi hermana; era también una mujer, bien buena por cierto, delgada pero con un trasero muy bien formado y un par de tetas muy buenas también.
A partir de ahí, no había día que no aprovechara para observarla cuando salía de bañarse y llegaba al cuarto donde yo ya la esperaba "dormido". Ella empezaba el show sentándose al borde de su cama al lado de la mía, se levantaba su bata para untarse crema en sus bien cuidadas piernas mostrándome sus pantaletas, luego procedía a ponerse las pantimedias. Yo gozaba al máximo ese espectáCULO,
me daba la espalda mientras se subía las pantis
que apenas podían cuntener ese hermoso culo, ya luego se ponía su falda o pantalón, se despojaba de la bata por completo quedando solo en brasier,
mi respiración se aceleraba y hasta temblaba de pura excitación.
Así eran todas las mañanas, ya más tarde procedía a hacerme mis chaquetas a la salud de Clara. Como mis otras hermanas se apoderaban de la tele en las noches, yo me iba al cuarto de Esperanza mientras ella y su marido se bañaban,
me sentaba en el suelo al lado de la cama a ver la tele.
Esperanza siempre salía antes que su marido que tardaba más en bañarse, ella salía en ocasiones con un minivestido que se le pegaba al cuerpo, eso me permitía ver que no se ponía sostén pues se le marcaban muy bien los pezones, ella era un poco más llenita, pero con forma, enormes tetas y gran trasero.
En otras ocasiones Esperanza llegaba con una batita de franela un poco arriba de las rodillas
pero abierta a los lados y mientras se secaba y peinaba el cabello, alzaba los brazos y la bata ó vestido se levantaba también,permitiéndome verle los muslotes y los calzones. Se paseaba por la habitación, en ocasiones se agachaba a levantar algo o se acercaba a la cama a acomodar algo, ¡a centímetros de mí!, yo con un ojo en la tele y de reojo viendo esas maravillosas formas.
Esperanza por su parte no mostraba ningún cuidado
por no mostrar de más, incluso algunas veces se agachaba frente a mí y yo podía verle los pechos por entre su bata. Ya se imaginarán que lo que seguía era hacerme la respectiva a la salud de ella también.
Con Clara decidí ir más allá; una noche que me levanté para ir al baño,vi que ella dormía y tenía una pierna descubierta, como todas dormían,
me acerqué y con mucho cuidado hice a un lado la sábana, levanté más su bata, la luz que entraba por la ventana me permitía admirar sus piernas, sus muslos y su pantaleta. Con más cuidadopuse mi mano sobre una de sus piernas, estaba calientita suavemente acaricié ambas piernas, con mi otra mano me sobaba mi verga bien parada y escurriendo, pasé mi mano por encima del calzón
acariciando su púbis, por un lado metí mi manopara sentir su pelambre y apretaba más mi fierro. Mi índice empezó a urgar más y pudo abrirse camino para llegar a la entrada de su sexo, mi dedo acariciaba esa entrada y poco a poco fué metiéndose ahí lo dejé un momento Clara seguía dormida, saqué mi dedo y lo llevé a la naríz para saber a que olía el sexo de mujer, confieso que en esa ocasión no me agradó.
Decidí que ya había sido suficiente por ese día, más por miedo que por otra cosa, me fuí a la cama y comencé a masturbarme.
Así fueron cuatro ocasiones más en que yo espsraba a que se durmieran para acercarme a Clara y comenzar mi festín ¡y ella ni siquiera sabía lo que le hacía a su rico cuerpo!.
La quinta vez en que me levanté para despacharme
ese cuerpazo, me acerqué y metí mi mano por entre las sábanas buscando su cuerpo, pero ella no dormía como siempre; al sentir mi mano tocándola, abrió los ojos se me quedó viendo como
con miedo, yo sorprendido infraganti no dije nada y corrí a mi cama, ella se tapó bien y se volteó. Tenía tanto miedo de que les fuera a contar a mis padres, pensaba en excusas y no se me ocurría nada, así me fué venciendo el sueño.
Desperté, me levanté y solo estaban Esperanza y
Clara que ya se despedía, me saludó como si nada y se fué, respiré aliviado pensando en que no diría nada.
Terminé de desayunar y estaba por salirme cuando Esperanza me dijo "¿podemos hablar un momento?" vamos a mi recámara prosiguió, yo empecé a sudar frío, seguramente Clara le contó.
A ver dime qué estabas haciéndole a Clara anoche me preguntó, yo por más que traté de negarlo todo, de safarme de aquel lío no pude,
¡estaba perdido!.
Eso que hiciste estuvo muy mal, ¿qué pretendías?
me preguntaba y yo no decía ninguna palabra. Ya sé que estás en pleno desarrollo y muy ganoso, pero puedes hacer mucho daño, imagínate si se entera mamá, ¿cuantas veces lo haz hecho? me interrogaba, era la primera vez le juré, y a las
niñas ¿les haz hecho algo?, no, te juro que no le
respondí (eso si era verdad). ¿Ya haz tenido relaciones sexuales?, contesté que no. Ni has visto a una mujer desnuda a parte de Clara dijo y
sonrió, no, yo contesté todo colorado que no, ni a Clara recalqué, solo en películas y revistas.
Pues si que eres un peligro latente, que estes
entre puras mujeres y con esa calentura decía, y para que no la vayas a regar, te propongo algo:
"si dejo que me veas desnuda para que te masturbes te calmas y no vuelves a hacerle algo a Clara?".
¡Yo me quedé de a seis! Esperanza se ofrecía a mostrarse ante mí desnuda, que más podía desear, emocionado contesté que si!.
(continuará)