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Mi historia con el joven Javier - 6ª parte (Continuación de Hace tiempo me puso los cuernos)
Tras darme por el culo magistralmente Javier, como recordarán de la parte 5 de esta saga, nos quedamos dormidos y abrazados los dos hasta el día siguiente que saldríamos de viaje para Segovia, en nuestra particular “luna de miel”
Ya puesto en situación y para que cojan el hilo sigo con la historia:
La primera en despertarse y levantarme fui yo. Le miré a Javier dormido desnudo sobre la cama de costado hacía el lado donde yo acababa de levantarme, me fije en su pene, en verdad que era grande y hermoso, la locura que había hecho de agrandársele tanto en longitud como en grosor (por darme gusto) había valido la pena (pensé para mis adentros que a lo mejor luego más adelante se arrepentiría, pues no todas las mujeres pueden albergar una polla como esa en su boca, culo y coño). Al mirarle recordé las dos folladas que me metió anoche tanto por delante como por detrás, aún notaba molestias en mi culito de su enculada, espero que a medida que me la valla metiendo más veces mi esfínter se irá dando de sí y dentro de poco podamos disfrutar sin dolor y que me la entre con holgura para que él tampoco sufra. Por delante es una maravilla sentir como una polla tan larga te llega al fondo de tú vagina y roza tu útero y con su grosor roza tus paredes interiores dándote un placer que otras más pequeñas (Aunque también te hacen gozar) no llegan hacerte subir hasta el cielo, con ella dentro me siento en la gloria. Le deje dormir un poco más y tal como estaba desnuda me dirigí a la cocina para preparar un desayuno. Como sabía que lo primero que me iba a decir era si había preparado la infusión de Fenogreco y de Hinojo, antes de nada me puse a prepararlas. No me quise tomar las capsulas de Grobust hasta que él no estuviera delante para que viera que sí me las tomaba. Una vez preparadas las deje reposar y preparé el café para el desayuno, miré que tenía en los armarios que pudiéramos comer solido y encontré unas galletas. Cuando hizo los 20 minutos desde que había puesto a reposar la infusión, fui a la cama y desperté a Javier. Pasándole mi mano acariciando su espalda y culo para cavar cogiéndole su polla y con un suave movimiento arriba y abajo, haciéndole una pequeña y suave masturbación me acerque a su oído y le dije:
“Despierta cariño, ya es de día, has descansado, vamos mi amor quiero que este día sea inolvidable para los dos, hoy comenzamos nuestra “Luna de miel”, como si fuéramos recién casados, te amo, te quiero tanto”
Y apretándole un poquito más su pene le tiré de él haciendo que se levantara.
Fuimos como estábamos, los dos desnudos y al entrar en la cocina me dijo:
“Has preparado las infusiones, te has tomado las capsulas, me has prometido que seguirás el tratamiento de aumento de pecho, ¿no te echarás atrás”
Yo dándole un beso en su boca y pegando mis pechos a su tórax, y refregando mi pubis con su ya buen felpudo a su divina verga, le dije:
“Si cariño, sabía que sería lo primero que me preguntarías, y es lo primero que he hecho, vas a tener a esta madurita con unos pechos como una vaca, pero si es eso lo que a ti te gusta y tú quieres lo haré con mucho gusto mi amor. Antes de tomarme la infusión Javier me voy a tomar las tres capsulas y después seguido me tomo la infusión”
Hice lo que le decía, nos sentamos a desayunar uno a cada lado de la mesa de la cocina. A la vez que comíamos jugaba él con su pie desnudo en mi rajita, comenzando a ponerme caliente, yo entonces hice lo mismo con otro de los míos sobre su polla, así estuvimos todo el desayuno. Tras acabar recogimos la loza, que lave en el fregadero y recogí y entonces el agarrándome de la mano me dijo.
“Ven Esperanza échate en la cama unos minutos para que reposes el desayuno, en mientras yo te daré un masaje en tus tetas en la dirección de las agujas del reloj para favorecer el crecimiento de tus pechos”
Hice lo que me decía, el comenzó a darme masajes circulares en mis pechos, estuvo 10 ó 12 minutos en cada uno, cuando acabó yo estaba muy excitada y se lo dije, entonces él me dijo:
“Cariño, vamos a ir despacio tenemos todo el día y los siguientes para disfrutar, no quieras exprimirme tan temprano que aunque joven y con potencia en mi rabo quiero darte placer todo el día no quiero que al llegar la tarde noche no pueda hacerlo por habernos excedido en las horas anteriores. Si quieres como tú ahora estas muy excitada, para calmarte te masturbaré con mi polla pasándotela por tu rajita, hasta que te corras, te parece…”
Yo le contesté:
“Si mi niño, pareces tú el adulto y yo la adolescente, piensas mas fríamente estas cosas del sexo, tú con tu edad que yo con la mía, pero es que me has puesto tan salida que necesito correrme, ven ponte encima de mí y pasa tu poya por mi potorro, acaricia mis pechos y juega con tu instrumento por mi clítoris y raja, pero no la entres sin preservativo que ya te dije ayer que estoy ovulando, son mis días fértiles”
El se tumba encima de mí y comienza a jugar con su manguera en la hoguera de mi chocha. Se sujeta con una mano su instrumento pasándomelo una y otra vez por lo largo de mi raja, empuja entrándola un poquito pero sin atravesar su glande la entrada de mi coño, para acabar acariciando con ella mi clítoris, y vuelve a empezar a la inversa la misma maniobra. Con su otra mano no deja de acariciar alternativamente mis pechos, el cabrón sabe hacerlo, es un alumno muy aventajado aprende rápido, me esta poniendo a cien, esta consiguiendo llevarme al orgasmo, no tardo ni dos minutos y ya estoy gritando de placer:
¡Ahhaaahhhhh, ohhhhoooo, cabron que bien me lo haceseeeesss me estás haciendo llegar, si,siiiiii,sii me viene, me vieneeeee, me corrooooooooo, ahhhhhaa”
Y descargo todos los jugos de mi corrida mojándole su esplendida polla y mano, se tumba a mi lado y nos comenzamos a besar en un abrazo, tocándonos y uniendo nuestros cuerpos desnudos. Tras descansar yo unos minutos nos ponemos de pie y nos dirigimos al curato de baño donde nos duchamos juntos, volviendo a deleitarnos con las caricias de uno y otro bajo el agua y con el jabón, disfrutando del placer que nos proporcionan nuestras caricias. El me acaricia mi concha mientras que yo le acaricio su polla con movimientos de arriba abajo. Así estamos un rato hasta que decidimos salirnos de la ducha secarnos uno al otro y marchar al cuarto para vestirnos y salir de viaje.
Al llegar al cuarto me dice Javier:
“Esperanza no te importa que te elija yo la ropa que te vas a poner, me gustaría tanto, así estrenas algunas cosas de las que compramos ayer”
Yo le contesto:
“De acuerdo mi amor, si te hace ilusión, me pondré la ropa que tú me digas. Pero por favor ten en cuenta mi edad y que no quiero que……..”
El me dice:
“Tú tranquila que vas a ir de impresión, vas a ser fruto de deseo de todos los que te vean”.
Yo al decir esto ya me temí lo peor, pero tampoco le quería llevar la contraria, me pondría lo que él me pusiera aunque, sé que me iba a vestir como una verdadera puta callejera y que mostraría más que taparía. En efecto de ropa interior me puso un conjunto transparente de color pastel muy suave con adornos de puntillas del mismo color y unas braguitas a juego, que me apretaban bien las partes que debían cubrir, pues como de costumbre las habíamos elegido dos talla más pequeñas, por los lados de las bragas se me salía parte de mi pelambrera y a través de ellas se me veía perfectamente mi raja y el resto de la pelambrera lo que a Javier le excitaba muchísimo. Después en la parte superior me puso una camisa de seda semitransparente blanca, que al ponerla dejaba tras ver el sujetador bajo ella, al dejarme los tres últimos botones sin abrochar mostraba todo el canalillo y gran parte de mis pechos, al alzar mis brazo se vislumbraba la pelambrera de mis axilas.. En la parte inferior me colocó una faldita muy corta de cuadros tipo escocesa que me llegaba justo dos dedos por debajo de donde acababan los mullicas de mi trasero, es decir que con poco que me moviera o me agachara se me veían las bragas y mi culo mostrando también parte de la pelambrera que se me salía de mis bragas.
Entonces le dije:
“Javier, no te parece muy atrevido, como quieres que salga así, me da un poco de corte y mucha vergüenza”
El me contesta:
“No seas tonta, estas guapísima además tu ¿a quién tienes que gustar? A mi ¿no?, pues entonces que te importa lo que opinen los demás, ¿o es que no me quieres dar el gusto de verte con la ropa que compramos ayer?
Le digo:
“Vale, mi amor pero sigo diciéndote que me da vergüenza, saldré así por ti, aunque lo pase mal cuando oiga los comentarios que digan sobre mí y se me quede mirando la gente. Lo hago porque me tienes loca y solo quiero darte gusto, aunque te sigo insistiendo en que es una locura”
Entonces él me dice:
“Date una vuelta que vea como te quedas, joder que buena estas, estas divina”
Y cogiéndome de la mano tiró hacía mi y apretándome contra su pecho me dio un beso, metiendo una de sus manos bajo mi falda tocándome mi culo y hurgando mete su mano por dentro de las bragas hasta que consigue llegar con uno de sus dedos al agujero de mi culo por donde lo entra. Después deshace el abrazo y sacándome el dedo del culo se lo mete en la boca lo chupa y dice:
“Unnmmmhhh, riquísimo, como me gusta”
El coge su ropa, se pone en la parte superior un polo de color azul claro y un pantalón de deportes (sin calzoncillos debajo) color azul marino, al subírsele se le marca un gran bulto en su entrepierna.
Yo le comento:
“Javier, no te vas a poner calzoncillo debajo, se te nota mucho el bulto de tu polla, a lo mejor con calzoncillo te lo recoge un poco más y se te notaría menos”
El me contesta:
“Si me pongo el calzoncillo me aprieta y estoy más a disgusto, además se me pone tiesa de esta forma puede liberarse por alguno de los lados y no me duele y por último así estoy más libre por si queremos hacer algo por el camino o en cualquier lugar y tú tienes también más fácil acceso a coger mi polla”
Entonces recogimos todo. Bajamos las maletas al coche y nos montamos, al sentarme en el asiento la falda se me subió lo poco que podía, dejando todas mis piernas y todas las bragas al aire quedando a la vista estas con los pelos saliéndome por los laterales y la rajita un poquito abierta por la posición se veía a través de la gasa de ellas. Emprendimos el viaje, fuimos desde Alcobendas por la autónoma a coger la autovía de Colmenar M-607, pasado Colmenar Viejo ya camino de Navacerrada paramos en una gasolinera para echar gas oíl. Al bajar yo me quede llenando el coche de combustible y el se bajo diciéndome:
“Cuando acabes y pagues, te espero en el servicio”
Cuando me puse a llenar el coche todos los que estaban echando combustible en la gasolinera se quedaron mirando, algunos murmuraban entre ellos y se reían, pero todos me miraban y no me quitaban ojos de encima, sobre todo cuando me agachaba un poco o subía los brazos para mover o coger la manguera, pues todavía enseñaba más mi culo y mis bragas. Cuando terminé y me dirigía apagar oí algún silbido, y algún joder tía como estas, te quieres venir conmigo, cuanto me cobras, estos comentarios me hicieron poner colorada, pero aparte me sentí una especie de excitación al sentirme deseada y exhibirme. Tras pagar me dirigí al servicio y al entrar en el de señora allí estaba Javier esperándome, sin mediar palabra, me bajo un poquito mis bragas y se bajo también él un poco su pantalón de deportes, se saco su polla que la tenía ya un poco tiesa pero no en su apogeo y comenzó a recorrérmela pos mi almeja a la vez que me sobaba mis pechos y me daba un morreo de campeonato en mi boca. Me metió la mano por todos lados, notaba que se le iba enderezando su polla más y más a medida que me sobaba. A mí ya me tenía a tope, sin mediar palabra dio un empujón y me la metió de golpe, empezando un mete y saca rápido, yo le dije:
“Javier, Javier, sácala, sácala y ponte un preservativo, no quiero hacerlo sin él, estoy ovulando y es peligroso, me puedes quedar preñada”
El me dijo:
“Estoy muy caliente y no tengo aquí ninguno, los tengo en la maleta, cuando me vaya a correr la saco y me corro fuera, pero déjame….”
Yo también estaba caliente a tope, pero en un momento de lucidez le empuje y le hice sacarla de mi potorro y le dije:
“Vale te he dicho que no, además van a empezar a sospechar de que tardemos tanto en salir y van a venir a ver qué pasa, y para que esto no pase, primero saldré yo y cuando lleve un rato en el coche sales tú”
Me subí las bragas, me arregle un poco y salí, iba más caliente que un Ford. Llegue al coche y mientras Javier llegaba me estuve masturbando por encima de mis bragas teniendo un orgasmo brutal, no sé si el empleado que servía la gasolina a los otros coches y las personas que estaban alrededor se darían cuenta, pero fue una corrida apoteósica. Al poco tiempo llego Javier, se sentó a mi lado y emprendimos de nuevo el camino. Cuando llevábamos unos pocos de kilómetros vi un sitio donde podía aparcar y bajándole el pantalón un poco a Javier le saque su polla que seguía tiesa como un palo y comencé a acariciársela arriba y abajo, después baje mi boca hasta ella y comencé hacerle una mamada de campeonato hasta que conseguir, sin tardar mucho , que se corriera en mi boca. Me lo trague todo y se la lamí de nuevo hasta quedársela totalmente limpia. Luego se subió el pantalón y se la guardó, entonces yo le dije:
“Te ha gustado, no te podía dejar así con las ganas, yo también estaba muy salida y me hubiera gustado que hubiéramos acabado la follada, de hecho cuando he llegado al coche y he estado esperándote me he tenido que masturbar hasta correrme para aliviarme. Pero Javier, estoy en unos días que es muy fácil quedarme embarazada si lo hacemos sin preservativos y te corres dentro, me entiendes no”
El contesta:
“Si, pero es que tengo tantas ganas de hacerlo contigo y sobre todo si pudiera ser a pelo, mejor, pero bueno más adelante lo podremos hacer, no te sientas mal cariño por no darme ese gusto, me jode pero lo entiendo”
Me cogió mi cara y acercando su boca a la mía me dio un morreo de campeonato, al acabar de besarnos, encendí de nuevo el coche y seguimos hasta lo alto de Navacerrada, allí paramos a tomar algo en uno de los bares y restaurante que allí hay. Cuando bajamos, sentimos algo de fresco, debido a la altura a la que estábamos, Javier me agarró de la cintura haciéndome arrumacos y besitos entramos en uno d los bares quedándose las personas que estaban dentro mirándonos, a una mujer poco más o menos de mi edad la hoy hacer el siguiente comentario “ pero no la dará vergüenza ir así, y con un niño, pero si podía ser su hijo”, yo la miré con una mirada que la podía matar, Javier se dio cuenta y achuchándome un poco más a él me dijo:
“Tranquila, Esperanza, no la hagas caso es pura envidia, más la gustaría a ella estar en tú lugar”
Al llegar a la barra pedimos la consumición, y tras acabarla, le dije al oído a Javier:
“Vámonos, no estoy a gusto aquí, con todas esas personas mirándome y pensando que soy una fulana y una pervertida al estar con un chico de tú edad”
Cogimos y salimos como habíamos entrado, abrazados a la cintura, al pasar cerca de la señora que había hecho el comentario anteriormente, paramos ligeramente y mirándola la dijimos:
“Adiós señora, no es bueno juzgar a las personas sin conocerlas, que pase usted buen día”
La señora, se puso colorada bajo la cabeza y no fue capaz de decir nada, solamente un bajito adiós.
Llegamos al coche y emprendimos de nuevo el viaje, cuando íbamos llegando al merendero o zona de recreo conocida como “La boca del Asno”, le dije a Javier:
“Conoces la zona de La boca del asno, podemos parar y si te apetece nos podemos hasta bañar en el rio”
Él me contestó:
“No, no lo conozco, pero si tú quieres y crees que estaremos a gusto vale, pero me gustaría si nos bañarnos ir a una zona que no haya nadie, aunque tengamos que andar algo y meternos los dos desnudos, esto sería acojonante quieres”
Yo le contesto:
“Bueno entonces paramos, vemos como está el panorama, nos colocamos por si acaso antes de llegar (pararé en algún sitio donde pueda) los bañadores, y subimos o bajamos rio abajo hasta encontrar un sitio como tú dices y si no hay nadie nos los quitamos (aunque sea dentro y nos bañamos, quieres mi niño, esto solo lo hago por ti, será la primera vez que me voy a bañar desnuda del todo en un sitio público y al aire libre”
En una de las curvas de bajada del puerto vimos una entrada a un camino entramos por él y como a 50 metros paramos y cogimos de las maletas cada uno sus trajes de baño, yo cogí uno de los biquinis y una de las batas de baño que había comprado el día anterior. Nos lo pusimos , a mi el mío me dejaba casi todas mis tetas al aire, prácticamente me tapaba lo que es la parte de debajo de las tetas un poco para sujetarlas y la aureola y el pezón, dejando incluso la parte superior de las aureolas de mis pezones al aire, y la prenda de abajo apenas tapaba por delante la raja y un poquito más dejando bastante parte de mi pelambrera al aire y por atrás la pate de la braguita era tan pequeña que se estaba metiendo constantemente en la raja del culo y se me veía todo mi trasero, me puse la bata transparente de baño encima, montamos de nuevo en el coche y seguimos hasta la Boca del Asno, entramos, dejamos el coche en el aparcamiento, cogimos unas toallas pasamos por uno de los puentes del rio y seguimos rio abajo como un kilómetro hasta llegar a un sitio donde no había nadie. Era un lugar que las piedras formaban unas pozancas entre tres y cuatro metros de diámetro y con una profundidad de 1,10 a 1.50 metros. Dejamos las toallas en las piedras que formaban parte del cauce, entonces Javier se quitó el bañador, yo sabía que esa agua era muy fría, pues baja del deshielo y se lo dije, pero él contestándome:
“No te preocupe, hace calor y me sentará bien, es más para no ir sintiendo el frio poco a poco me voy a tirar de golpe”
Y dando un salto se tiró al agua, al sacar la cabeza se notó en su cara la impresión del frio de la misma. A mí me daba apuro quitarme las prendas del bikini (que aunque no tapaban nada) me sentía como que si iba cubierta, entonces él me dijo:
“¿Te piensas quedar ahí todo el día?”
Ante lo cual yo hice como si no hubiera oído nada y disimulé como si estuviera mirando el paisaje. Se dispuso a salir del agua por completamente desnudo nuevamente, justo como me temí. Venía hacia mí, riéndose pavoneando sobre todo su deseada polla y su apetecible cuerpo y lleno de gotas de agua. Me cogió de la mano y me llevó hacia el agua. Por delante de mí, su polla grande y gruesa, se movía al andar estimulando otra vez mis sentidos. Me resistía a entrar haciendo fuerza con mis pies, diciéndole:
“No déjame, que está muy fría “
El me contesta:
“No seas tonta, está buenísima, ven”
Decía esto tirando de mí, yo me dejaba hacer hasta llegar a la orilla, cuando me disponía alanzarme al agua (para no notar tanto la impresión) el me dijo:
“Eh, eh… hay que entrar sin bañador”.
No había otra y me despojé de él dejándolo ahí mismo, encima de las piedras de la orilla. Me miré mi desnudez y me dio un poco de vergüenza por si venía alguien y me viera, pero el de nuevo ya dentro del agua me dijo:
“Venga, ¿Qué espera? Tírate de golpe así sentirás menos el impacto del frio del agua”
Haciéndole caso, cogí un poco de carrerilla y corriendo (notaba como saltaban mis tetas al correr) di un salto y caí al agua metiendo al caer todo mi cuerpo incluida mi cabeza en el agua. Una vez dentro del rio, al salir de debajo del agua me pasé mis manos por mi cabello hacía atrás, mostrándole al levantar mis brazo la pelambrera que ya me iba creciendo en mis sobacos, el clavo sus ojos en este punto y yo noté que le gustaba y excitaba por cómo se comporto su miembro. Me quedé inmóvil, mire mi reflejo en el agua y me fijé detenidamente en mi cara. Todavía era guapa, aunque ¿por qué no iba a serlo? Era una mujer madura, no una anciana. Luego me miré mi cuerpo, con el frío mis pechos se habían puesto duros y los pezones erectos las aureolas también marcaban más los pequeños granitos que a las mujeres nos salen alrededor de nuestros pezones (son un tipo de glándulas que se encargan de producir una sustancia aceitosa para protección) mi cuerpo aunque maduro se encontraban todas sus zonas en su sitio y aún era muy deseable, entonces mirando a Javier le pregunté coqueteando con unos pequeños movimientos:
“¿Te gustó?”
Le pregunté aproximándome a él, yo aunque el agua fría al estar tan cerca de él me comenzaba sentir caliente, el contestó:
“Claro, claro que me gustas, y mucho, pero es que…te deseo tanto”
Luego se quedo un rato en silencio esperando mi respuesta y de que no llegaba de pronto dice:
“¿Te gusto yo?”
Le digo:
“Sí, y mucho, sino no estaría aquí y de esta guisa (desnuda al aire libre en un lugar público) contigo, no ¿no crees?”
Acepté sonrojándome un poco y acariciándole el pelo. El se quedo callado sin contestarme, entonces le agarré su pene y comencé a masturbarle lentamente, mientras seguía pasando mi otra mano por su cabeza a la vez que notaba como su miembro iba poniéndose más duro. El cerró sus ojos y se abandonó a mi caricia. Esto me hizo sentir bien, entonces, cogiendo aire respirando hondo, e inflando mis pechos y pezones y si dejar su pene rígido como una piedra, me sumergí en el agua y acercando mi boca me lo meto en ella comenzando mi primera mamada bajo el agua. Yo golosa, disfrutaba de mi trofeo comiéndome la polla debajo del agua. En el interior de mi boca lo sentía como algo suave y resbaladizo que recorría toda mi cavidad bucal, de cuando en cuando, me asomaba a la superficie para tomar oxígeno y volver a mi labor oral esta vez le recorrí con mis labios toda la longitud de su minga desde su prepucio hacia su cojones, cuando llegue a ellos primero me como un testículo, luego el otro y, después, ambos juntos, los dejo y vuelvo a subir a su prepucio metiéndome todo su capullo en mi boca, cuando empiezo a succionarlo , me coge por mis axilas me saca hacía arriba, haciéndome dejar su rico cipote y al dejarme con su manso me agarra mis pechos duros por el frio y se los mete en su boca dándomelos una chupada de campeonato me deja y me dice:
“Amor, aún no quiero correrme, siéntate en la piedra de la orilla, con tu culo rozando el agua y dándote está un poco en tu chocha, ahora quiero ser yo el que te dé placer a ti hasta que no puedas negarme nada”
Se inclinó deslizó la lengua un par de veces por los delicados labios de mi vagina, de arriba abajo llegando hasta mi clítoris lo acaricia con ella unas cuantas de veces, titilando mi delicado botoncito para luego cogerle con sus labios y cerrándolos colocándolos como se ponen al silbar succiona sobre él haciéndome llegar a alcanzar un placer difícil de describir, mientras esto hace con una de sus manos me acaricia la entrada de mi culo e introduce primero uno al poco tiempo dos y hasta tres dedos en el comenzando un mete saca en mi zona anal que incrementa mi placer y calentura, con su mano libre no deja de amasar, acariciar y estrujar mis pechos, yo no aguanto más y comienzo un gran orgasmo, estoy como loca y le grito diciéndole:
“Sigue , sigue, mi amor, oohhhoooo que bien lo haces , no pares , no pareeeesss , que lengua tieneeeeeesss, quiero más , quiero más te quiero dentro de miiiiiii, quiero tu poyaaaa cabrooooonn, quiero que me follleees ahoraaaaaaa , venga no pares dame tu pollla, follameeeee, lo necesitooooo”
El me dice:
“Te gusto putita, ¿he, te gusta?, si, si te gusta, pero no puedo follarte ahora, no tenemos aquí los condones, no puedo , tú no quieres que lo haga sin ello y podía quedarte embarazada, pero no te preocupes cariño, yo sigo hasta que te corras , cariño, asís, así”
Yo entonces fuera de mí, sin saber lo que digo , ni sopesar las consecuencias le aparto de mí y le digo:
“No, no, no quiero que sigas masturbándome, métemela, métemela de una vez me da igual que no tengas condón, por favor no me hagas esperar más, métemela de una puta vez aunque me dejes preñada, no dices que quieres que tenga un hijo tuyo, pues ahora puedes, estoy tan caliente que no me importa que me quedes preñada, jodemeeee de una puñetera vez cabróoooonnnn”
Entonces Javier con una sonrisa de lado a lado, se tumbó sobre mi y cogiendo su polla la dirigió hacía la entrada de mi coño, donde empujando un poquito se entró y se fue deslizando en mi interior sin que se le opusiera ninguna resistencia, sino todo lo contrario de lo lubricado que estaba por mi calentura. El comenzó a moverse en mete y saca , hacía dentro y hacia fuera, marcando un ritmo firme y pausado, a mi me estaba dando un placer inmenso, me estaba transportando al séptimo cielo, entonces tirando con fuerza hacía él sentí como me entrada todos sus treinta centímetros de polla hasta llegar al cuello de mi útero, agarrándome con fuerza me pegó a su pecho aplastando los miso duros y firmes contra el suyo, se puso de pié dentro del agua (sin sacarla de dentro de mí), yo le rodee con mis piernas su cintura y con mis manos su cuello y él cogiéndome de mis nalgas, comenzó de nuevo un sube y baja clavándome su hermosa polla hasta lo más profundo de mi ser. De nuevo comenzó a coger ritmo, yo le decía:
“Así, así mi amor, te gusta , te da placer tu madurita, esto es lo que tu querías joderme a pelo, sin condon, sigue,sigueee, disfruta, vas a tener lo que querías, me vas ha dejar preñada, dale, dale dale fuerte, cariño, no pares, no pares hasta correrte dentro de mí quiero que te corrasaaasss , aaahhh,,ahhhhh, otra vez me haces llegar , estoy a puntoooooo, no pareessss sigueeeeee,sigueeees, asiiiiii,asiii ohhohhohhoooo, ahhhhhhha, me corrroooooooooooo, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, tequierrrooooooooooo, lenameeee , llenameeeeee , correteeee dentrooooo de miiiiii, quiero tu lecheeee, quiero que me preñeeeesssss, ahhhhhhaaaaaaaaaaaaaaaa”
Y clavándole mis uñas en su espalda me corro como una puta zorra, sin importarme las consecuencias. El sigue fallándome con ganas aunque yo ya me he corrido, yo le animo. El esta fuerte aún y aguanta, de nuevo me está entrando placer de nuevo me ha vuelto a poner a cien, se lo digo y él me sonríe, me da un verdadero morreo en mi boca al dejarla y o de nuevo estoy otra vez a punto de correrme, noto como él se tensa también y le oigo que me dice:
“Me viene, me vieneeee, me corrooooooooo, que placeerrr. Toma toma so puta toma mi leche, no querioa mi pollaaaaa, tomaaaaaaa me corroooooooo, te voy a llenar tu choco a topeeeee, no quiero que se salga ni una gotaaaaaa, quiero preñarteeeeeee, siiiiiii quieroooooooque te quedes preñadaaaaaaaa, oooohhoooooo me, meeee corrroooooooo aaaahhhhhyyyyyyyy, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiputaaaaaaaa, zorrraaaaaaaa, te quierrooooooooooo, te quierroooooooomi amooooooooor , me corooooooooooo”
Yo le acompaño en sus gritos diciéndole:
“Siiiii, siiiiiii, mi amooooooooor correteeeeeee dentro de miiiiiiiiiii, lo quiero todooo, no dejes nadaaaa, preñameeeeeee, quierooooo que me preñeessssss, ahhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiii”
Acabamos los dos abrazados, cayéndonos al agua, aun sin sacarla ni desprendernos, nos damos un beso en nuestra bocas y abrazados, conseguimos levantarnos y permaneciendo de pie dentro del agua recuesto mi cabeza sobre su pecho y le digo suave:
“Te quiero, mi niño, mi amor, soy tuya, haz conmigo lo que quieras, te quiero”
Busco su boca y de nuevo le doy un beso, el se sale poco a poco de mi, en la punta de su pene todavía se puede ver algunas gotas de su semen y de mi cocha empieza a salir el néctar de nuestras corridas que suben hacía la superficie y se quedan flotando en el agua llevándoselo la corriente rio abajo.
Nos salimos, recojo las prendas de mi bikini y el su bañador nos dirigimos hacia donde tenemos las toallas y envuelto en ella nos secamos el uno al otro, nos tumbamos como estamos a tomar u poco el sol y a los cinco minutos, me levanto u me poco mi escaso bikini y mi bata transparente y me siento en la toalla a su lado, el permanece desnudo tomando el sol. Pasado un cuarto de hora le digo:
“Javier, ponte el bañador y vamos para el coche, nos vestimos y en La Granja, paramos a comer. Pero ahora me pongo otra falda que sea un poco más larga aunque se me transparenten las bragas pero no quiero llamar en el restaurante tanto la atención y menos luego cuando entremos en el hotel en Segovia, por lo menos el primer día, pues como se suele decir la primera impresión es la que vale y no quiero que esta la tengan mala”
Al llegar al aparcamiento había bastante gente, así que cogimos e hicimos lo mismo que antes para ponernos el bañador, paramos un poquito más adelante, nos desviamos por un camino y allí nos cambiamos. Yo me puse la misma ropa interior que había traído puesta así como la parte de arriba, pero la falda no me puse la minifalda, cogí otra de las que también habíamos comprado la tarde anterior un poco más larga, que dejaba entre ver lo que había bajo ella, pero no era tan llamativa como la minifalda.
Al llegar a La Granja, buscamos un restaurante donde comimos y repusimos las fuerzas que en nuestro baño al aire libre habíamos perdido.
Tras comer sobre las l6,30 emprendimos camino de nuevo hacía Segovia. Por el camino le dije a Javier, que como él me había indicado estaba trabajando de puta en casa de Marisa y que la había contado lo nuestro y le conté lo que mi querida Marisa me dijo que le propusiera diciéndole:
“Mira Javier, Marisa al contarla yo el tamaño de tu polla y como me jodes, me ha dicho que te proponga si quieres grabar algunas películas porno en principio si quieres solo conmigo y después si te apetece con otras también. Y ya que seguramente me hayas dejado antes embarazada, tendré que cumplir con el compromiso de grabar películas porno en este estado en las diferente s fases del embarazo, a mí me gustaría hacerlo contigo, aunque habrá algunas en las que tendrán que participar más chicas y chicos aparte de tu y yo, que te parece, que la digo cuando vuelva, aceptas o no”
El se queda un poco pensativo, se ve que no se esperaba esto y me dice:
“¿Tu qué opinas?, a mi me para que me pueda conocer alguien y se vaya todo al trasto, pues si llega a oídos de mis padres que estoy grabando películas porno, no sé qué pasaría “
Yo le conteste:
“Mira Javier, esto es una cosa que lo tienes que decidir tú, tienes que sopesar los pros y los contras. Eso sí ten en cuenta que si me has dejado preñada yo tengo que cumplir el trato y que otro ocupará tu lugar. Primero cuando sepa si estoy embarazada tendremos que grabar un primer video fallándome para que parezca que en esa follada me deja embaraza sin querer. Y después otras cuantas de películas en que no sé quién me hará todo tipo de follada y con tú hijo en mi vientre (yo quería provocarle para que dijera él que sí) y a mí me gustaría tanto que quien me hiciera estas folladas fueras tú, pues de esta forma tendríamos una película con toda la historia de nuestro embarazo. Pero como te digo esa decisión la tienes que tomar tú, aunque como te digo a mí me gustaría, mis gustos en este caso no valen, lo que vale es lo que tú decidas. Esto es igual que lo de mi ropa a ti te gusta que yo vaya con ellas pero la que tenía que decidir si las comprábamos y me las ponía era yo, y yo decidí que si por que se que a ti te complace ir conmigo de estas guisas y que todo el mundo piense lo puta que soy ¿es así o no? Aunque yo lo paso muy mal decidí que me pondría esas ropas. Pues este es el mismo caso tú decides”
El se quedó pensativo y me dijo:
“Mira Esperanza, ya que tú has hecho el esfuerzo de ponerte estas ropas tan cortas y provocativas por darme gusto a mi yo hare esas películas también por ti y por nuestro hijo, las historia de tú preñez quiero ser yo el protagonista y el actor que lo plasme en las películas porno que tengas que grabar”
A los 20 minutos de salí del restaurante de La Granja llegamos al Parador de Segovia donde había reservado una habitación de matrimonio para los dos.
Al llegar a recepción se quedaron un poco sorprendidos al ver a Javier tan joven y a mi ya una mujer madurita, pidieron un carnet y di yo el mío, el recepcionista de vez en cuando muy disimuladamente mitraba el canalillo que formaban mis pechos y seguro estoy que al darme la vuelta siguió mi silueta con su mirada.
Al darnos la llave me dijo tome señora habitación…. Espero que su hijo y usted tengan buena estancia entre nosotros, yo le contesté:
“Gracias muy amable”
Cogimos las maletas y montándonos en el ascensor subimos a nuestra habitación donde tras deshacer el equipaje y colocarlos, nos pusimos cómodos y nos echamos una pequeña siesta. Al levantarnos, estuvimos observando desde la habitación una vista maravillosa de toda Segovia. Javier fue y cogió la cámara, comenzó a tomar las vistas tan espectaculares que se veían desde la habitación. Yo me había puesto un camisón casi transparente muy corto sin nada debajo, la temperatura de la habitación era agradable y me sentía a gusto dentro del hotel. Me senté en una mecedora que había al lado del barcón y empecé a balancearme en ella. Javier se acercó a mi y encendió la lámpara de lectura enfocando el haz de luz hacia mi cuerpo como si fuera en un interrogatorio o un examen médico. Se arrodilló en el suelo delante de mi y empezó a observarme y a grabarme con la cámara minuciosamente. Dirigió la luz hacia mis pechos, la bajó hasta mi ombligo y mi vientre. Yo le pregunté:
“¿Que estas haciendo?
Y el me contesta:
“Te estoy observando, te miro y te deseo quiero poseerte de nuevo”.
Deja la cámara sobre una mesita que hay en la habitación y la pone dirigida para que grave hacía la mecedora, se acerca a mí y al instante empieza a acariciarme los pechos por encima del camisón, suavemente, con las yemas de los dedos. ¡Uffff que sensación tan divina ¡
Después de acariciarme un buen rato los pechos y hacerme crecer mis pezones hasta lo indecible, baja hacía abajo acariciándome mi vientre, las piernas, los pies, todo mi cuerpo. Luego de masajearme cada centímetro cuadrado de mi piel, me sube el camisón desde las piernas hasta quitármelo del todo. Me queda desnuda ante él y sentada en la mecedora. Me hace levantar las piernas encogidas y me dice que las sostenga por debajo de las rodillas con mis manos. Así quedó al descubierto mi peluda almeja ese tesoro que tanto le gusta observar muy cerca del borde del asiento de la mecedora. Lo acaricia de nuevo con sus yemas de los dedos, muy sutilmente, tanto que creo que entre sus dedos y mi piel saltaban chispas de la electricidad estática creada. Se inclina sobre mi choca empieza a lamerlo, besarlo y succionarlo suavemente y luego introduce sus dedos en mi cavidad después de humedecerlos en su boca durante un tiempo, mientras me miraba con deseo, con lujuria. Esta imagen, estremece todo mi cuerpo. Después buscar mi punto G dentro de mi , lo encuentra, y empieza a jugar con él un tiempo y al unísono me regaló con otra sesión de jugueteos con su lengua, por mis pechos, boca cara , cuello, con estas caricias yo casi pierdo la sentido de placer. Sin moverme un centímetro de la postura en que estaba, Javier se incorpora hasta quedar nuevamente de rodillas frente a mi. Veo que se quita su calzoncillo y aparece su bello miembro erecto, tieso como una piedra ya dispuesto a clavármela en mi peluda y mojada almeja. Me roza con su capullo por toda mi raja y sin darme cuenta con un pequeño empujoncito la entra dentro de mí, entonces le pregunto :
¿No te pones condón?
El me contesta:
“Esperanza, no te lo quería decir, pero los dejé a propósito en mi piso, quería joderte sin preservativo para quedarte embarazada, pero no ha hecho falta que te mintiera pues esta mediodía tú misma me has invitado a follarte a pelo. Así que ahora no creo que quieras que lo dejemos para buscar un condón, cuando estoy casi seguro que con la follada que te he dado en el rio te he quedado embarazada”
Yo pensé un poco su respuesta y me dije para mis adentros, pues tiene razón con el pedazo pollón que tiene que me ha llegado hasta el mismo cuello de mi útero y la pedazo corrida que me ha echado dentro cuando estábamos en el rio, estoy segura que esta cabrón me ha preñado, así que para que voy a parar este momento de placer, entonces le dije:
“Joder que pronto aprendes niño, eres un cabrón, pero bueno tienes razón, ya casi seguro que me has preñado con la follada que me metiste en el rio”
El había esperado mi respuesta sin sacarla, así que una vez acomodado en mi interior, Javier se agarró a los apoyabrazos de la mecedora para que, sin él, mover y ayudándose con sus manos, el movimiento de vaivén de la mecedora fuera el que gobernara el acto. Fueron momentos intensos, nos besamos, gemimos. Fue como si supiéramos que ese momento era especial, lleno de ternura. Nos balanceamos columpiándonos en el deseo, como si fuera la primera vez que lo hacíamos. El mete y saca al compas del vaivén de la mecedora era fantástico, yo no paraba de suspirar y emitir sonidos de placer, le decía:
“Oh, que placer, que bien mi amor, nunca lo había hecho en una mecedora, es fantástico, esto hay que repetirlo, dime que cuando lleguemos a Alcobendas iremos a comprar una para tú piso, quiero que me cojas muchas veces a este ritmo , con este vaivén, oohhhhhh, sigueessss, asiiiiii, ahhhhhh, que bien”
Ese momento sentía que mi amor por él me salía por todos mis poros, quería que él notara como le quería como le deseaba, quería que él sintiera lo mismo, me quería sentir querida y se lo dije:
“Javier, quiero sentir como me amas , como me quieres, hazme tuya, quiero que te corras otra vez dentro de mí, quiero sentir tu semen caliente en mi interior, sentí como me inundas mis entrañas y me quedas preñada de ti, si mi amor follame, jodeme preñameeeee”.
Noto com le viene su orgasmo, noto su esperma caliente dentro de mi al sentirle yo también me corro me llega una serie de orgasmos encadenados y los dos gritando al unisomo decimos:
“Siiiiii, me corooooooo, aahhaooooaaaaaaa Javieerrrrr te quierooooooooo, échamelo todoooooo siiiiiiiiiiiiiimi amooooooor”
Y él:
“Tomaaaa mi amooooorrrrrrr, tommmaaaaaaa mi lecheeeeee quiero que la sientassss inundar tus entrañaaaaaaass , siiiii Esoperanzaaaaaa, amorrrrr te quieroooooooo”
Nos mirábamos fijamente y llegando al clímax, el queda tirado encima de mi y nos susurramos uno al otro que nos queremos, nos besamos y acariciamos, el me dice:
“ ¡Te quiero Ana! y ¡cómo te deseo!”
Yo, quedé extasiada en ésa posición mientras el columpiar de la mecedora se volvía más lento, más suave. Parecía acompasar mi descanso. Había sido maravilloso, sencillamente maravilloso.
Le dije que se levantara, yo me levanté de la mecedora y dirigiéndome a la ducha me di un reconfortadle ducha, el quiso meterse conmigo pero no le deje, por esta tarde estaba bien luego esta noche tendríamos que seguir y había que reponer fuerzas.
Nos vestimos y a eso de las 8,00 de la tarde salimos a visitar un poco la ciudad. De nuevo me hizo vestirme casi , casi como esta mañana, aunque yo la minifalda me la puse un poco más baja y lo que había bajado, como cuatro dedos (más abajo que esta mañana) los compensé en mi cintura colocándome un cinturón ancho de cuero con una gran hebilla, por lo demás seguía tan provocativa y enseñaba tanto como antes.
Antes de salir me tome la infusión y las tres capsulas, el masaje de los pechos los dejamos para la vuelta, pues así evitaba tener que esperar a que se absorbiera la crema y el masaje en mis pechos me pondría caliente para continuar follando por la noche al volver.
Pero ya me estoy extendiendo en este capítulo mucho, y será mejor que lo que luego sucedió os lo cuente en la siguiente parte.
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