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Mi historia con el joven Javier 23ª parte
(La aventura de Inés y Esperanza hasta llegar a Madrid de vuelta de casa de Javier)
Como recordareis tras follarse Juan a Inés y quedarla a esta preparada con el consolador en el culo y el teléfono móvil de Juan introducido en su coño, la atamos (para evitar que se pudiera sacar ninguno de los dos instrumentos) y la dejamos descansar mientras Juan y yo nos marchábamos (yo desnuda y él también desnudo pero con su ropa bajo su brazo) a seguir nuestra juerga a la cabina del camión para en la litera estar más cómodos.
Tras bajarnos de la caja del camión, nos dirigimos los dos desnudos, Juan y yo, a la cabina. Juan cuando llegamos a la puerta de la cabina del camión me abrió la puerta contraria al conductor y haciendo como que me ayudaba a subir aprovecho a poner sus dos manos en mi culo, y una de ella la deslizó todo lo largo de mi raja del culo hasta llegar sobre mi almeja, empezó a acariciar mi coño, yo me hice la remolona como si me costara subir quedándome un rato saboreando esa caricia. El mantuvo su mano un buen rato, sobándome con ella a placer, produciéndome un gusto que me hizo vibrar, dándome un escalofrío del gusto que me producía y de las ganas que tenía de estar con él, Juan se dio cuenta y me dijo:
“Joder Esperanza como te gusta, no puedes negarlo noto en tu coño mojado, lo caliente que estas, pero que putilla estas hecha, veras cariño que bien lo vamos a pasar, lo deseo tanto, ya lo iremos comprobando los dos a lo largo que va pasando la noche, pues yo estoy también con muchas ganas de ti. Venga acaba de subir que vas a ver lo bien que te lo vas a pasar, hoy vas a disfrutar tanto que te va a costar tenerte que ir, vas a salir de aquí más emputecida que ya estas”.
Dicho esto me dio un empujón más fuerte con ambas manos y acabe de subir. Él dio la vuelta, abrió la puerta del lado del conductor, lanzo su ropa dentro y subió, con suma facilidad y rápido, parece que tenía tantas prisas y ganas como yo de estar junto a mí. Una vez arriba, lo primero que hizo fue correr las cortinas de la cabina para que, caso de que pasara alguien por allí no nos pudiera ver ni molestar.
Luego ya los dos sentados en los asientos. Yo alargando mi mano izquierda cogí su polla flácida, dado que acababa de correrse bien corrido dentro del coñito rico de Inés y comencé a acariciársela. Aún sin estar tiesa era gorda y larga, Juan como ya sabéis, dispone de un buen miembro. El haciendo lo mismo con sus manos comenzó a acariciarme mis pechos, jugando con mis pezones, cosa que me ponía a cien y con la otra mano la llevo a mi coño que estaba totalmente empapado de mis jugos frutos de la mamada de Inés en él mientras Juan la follaba y de la calentura mía como consecuencia de las ganas que tenía de tener la polla de este hombre de nuevo dentro de mí. Al notar mi coño como lo tenía y el olor que desprendía y salía de él, dado que habíamos estado toda la tarde jodiendo (tanto con Carlos como con él) y ni Inés ni yo nos lo habíamos podido lavar me dijo:
“Me gusta que las mujeres huelan a coño sucio a sus jugos y que tengan bastante pelo en su coño y sobaqueras ( como tú e Inés), eso me pone a tope, me gusta joder a las mujeres con esos olores y que se sientan excitadas al sentirse sucias por complacerme. Me encanta limpiárselo con mi lengua y excitarlas hasta provocarla unos orgasmos tan fuertes que su corrida me llene toda mi boca y cara. También con mi mujer es el único sexo que puedo practicar, el oral, pues ella no me deja que la penetre por ninguno de sus agujeros (ni incluso por la boca) porque dice que con lo grande y gorda que la tengo la puedo hacer daño y que la partiría su coño y culo en dos, por eso no tengo hijos y es una de las cosas que más he deseado en mi vida. Sin embargo vosotras dos no me habéis puesto pega alguna aunque sé que a ti la primera vez te dolió y ahora también te cuesta tragarte mi pene y a Inés, ya la has oído, la ha dolido pero ha aguantado y hemos podido follar y disfrutar los dos. Cuanto me hubiera gustado que tú hubieras sido mi mujer, pero te conocí tarde. Joder que suerte tiene el cabrón de tú marido, pues aunque le pongas los cuernos cuando está contigo tiene que gozar como nadie y seguro que es el hombre más feliz en esos momentos. A mí tampoco me importaría si fueras mi mujer que me pusieras los cuernos si después cuando estoy contigo puedo disfrutar de ti por todas partes y joder Esperanza, me encanta lo caliente que eres y el tipo y cuerpo que tienes, te deseo tanto, ojala logremos que mi pajarito se ponga de nuevo pronto en forma y podamos empezar a disfrutar. De todas formas yo creo que también nos vendrá bien a los dos un rato de calma, mientras me recupero.”
Yo entonces le digo, sin dejar de acariciarle y comenzar una masturbación tranquila:
“Mira Juan, te voy a ser sincera: cuando quedé embarazada de ti al principio me entró una gran desazón, por si se enteraba mi marido, pero una vez que le hice creer que la criatura era suya, si tú hubieras venido a verme estaba dispuesta a dejar de ser la amante de Carlos y ser completamente tuya. Yo sabía que el hijo que llevaba en mis entrañas era tuyo, estaba entonces tan segura de ello (y eso que en el tiempo que me quedé embarazada había follado con mi marido, con Carlos y contigo) no me digas porque, era una sensación e intuición de hembra y de madre. Pero no sé porque Carlos no te dijo nada, si es que se olía algo de que le dejaría por ti o que, o es que estaba así puesto por el destino, que no pudo ser. Luego me puso al medio al joven Javier (que es casi un niño) y me enamoré de él y deje y le complací en lo que más quería que era que tuviera un hijo suyo, aunque yo le he dicho y lo sabe, nunca dejaré que lo reconozca pues a todos los efectos este hijo que llevo ahora dentro, concebido por Javier, será como si hubiera nacido el tuyo de mi marido y mío. Por eso me he estado acostando, una vez que supe que estaba preñada, todos los días que he podido con mi marido y dejado que me follara sin protección todas las veces que ha querido al día hasta que le he dicho que me ha quedado preñada.
Te voy a contar algo de Javier, ese niño que me ha absorbido el seso hasta conseguir que tenga un hijo con él. Me pidió que me metiera a puta en casa de Marisa donde me conoció, (aunque yo ya estaba trabajando allí y le había dicho que lo había dejado, y entonces fue cuando me dijo que quería que siguiera de puta) porque dice que el que este con otros hombres le pone caliente y me ha entregado a los hombres que ha querido ahora en las vacaciones que he pasado en su casa, incluso me ha hecho hacerlo con animales. Esto no me gusta de él, pero le quiero y lo hago por el cariño que le tengo. No sé si aguantaré mucho esta situación en la que me trata como una furcia a su servicio y a su antojo, creo que conociéndome, tarde o temprano esto acabará.
Desde que te he visto, has vuelto a despertar en mi el deseo hacía ti, (y no sé porque, ni que es lo que me atrae de ti, pues tu aspecto barrigón, medio calvo y con canas y tu edad no te acompañan , no eres una persona guapa ni adonis, pero tienes algo que hace que te desee, no se….) y quiero estar contigo y que me poseas, quiero darte mi cuerpo y que hagas con él lo que quieras para placer tuyo, que me penetres por donde quieras, quiero que hagas conmigo lo que con tu mujer no puedes hacer. Yo estaré siempre dispuesta a darte el agujero de mi cuerpo que quieras, la parte de mi cuerpo que quieras, con tal que nos proporcionemos placer. Cuando de a luz este hijo de Javier, he decidido no tener más hijo (dada mi edad), pero si para tenerte tengo que quedarme preñada me quedaré, pero que sepas que si así fuera y tuviera el hijo que me engendraras, no le podrías disfrutar como tuyo, ya que sería atribuido a mi marido, esto no quiero que influya en nuestra relación pues quiero que siempre que me folles lo hagas con la idea de preñarme, pues siempre te dejaré hacerlo sin protección aunque corra el riesgo de que me preñes y luego si esto ocurre ya veremos qué pasa , entonces será el momento de pensar en ello no antes. No obstante y sabiendo el deseo que tienes de tener un hijo en compensación (ya que aunque me quedaras preñada , como te he dicho el hijo seria de mi marido) y para que tengas ese hijo tuyo y tanto deseas, he decidido y por eso he hecho que folles a Inés (la cual como sabes me pertenece y será como si fuera mi vientre de alquiler) y que tratemos de que se quede preñada de ti, para que tengas un hijo, el cual cuando dé a luz te le daremos para que tú y tu mujer lo adoptéis como vuestro, por eso tienes en estos meses que ir preparando a tú mujer para que lo acepte y no sospeche. Si tú quieres a partir de ahora serás mi amante, siempre que estés dispuesto a aceptar que siga trabajando en casa de Marisa (pues como sabes tengo un contrato y no puedo renunciar a él, pues tendría consecuencias legales) y además compartirme para siempre con mi marido (al que jamás dejaré) y a Javier, que como te digo y conociendo mi forma de ser y su actitud de prestarme a todos los hombres que quiere, tarde o temprano acabaré dejándolo aunque sea el padre de este hijo que llevo en mi tripa. Qué me dices, ¿aceptas?, ¿quieres tenerme cuando vengas por Madrid o por mi pueblo?, o cuando podamos hacer solos una escapada a otros lugares, ¿aceptas con esas condiciones ser mi amante? Para ello todo lo que hagamos será aceptado por los dos y nunca impuesto a ninguno de los dos por parte del otro y aunque te ponga estas condiciones si alguna vez te apeteciera hacer lo que hace Javier conmigo – y no fuera por costumbre- también consentiría en que me entregaras al que quisieras e incluso que cobraras por mí, te deseo tanto que estaría dispuesta hacerlo de vez en cuando para darte ese gusto si te apeteciera, pero esto solamente sería esporádicamente y cuando me lo propusieras y me apeteciera y de común acuerdo.”
Él acercando su boca a la mía me da un beso y un morreo de campeonato y me dice:
“ Esperanza, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo, estaba deseando esto desde el día que te conocí, he tenido todos estos meses un pesar de no poder saber nada de ti y ahora gracias de nuevo al destino que nos separó cuando te quedé preñada, nos vuelve a unir. Sí que lo acepto con todas las condiciones que quieras, es más haré todo lo que tú quieras, no me importa qué estés con otros y desde hoy te trataré como si fueras mi esposa (aunque siga viviendo con la mía, dado que tú me acabas de decir que nunca te separaras de tu marido), seré tú cornudo pues tengo que compartirte con los hombres que te posean en la casa de putas, con tú marido y con Javier. Todo esto no me importa con tal de estar cuando pueda contigo y poseerte amarte y tener tu cuerpo, te quiero y acepto todo, todo lo que quieras mi amor.”
Yo le dije:
“Juan, no quiero que hagas solo lo que yo quiera, lo que en realidad quiero es que los dos disfrutemos de esta relación, que nos sintamos a gustos, que nos queramos y que dure, si es posible para siempre. Yo como te he dicho estoy dispuesto a darte todo y como te he comentado incluso con riesgo de que me dejes preñada hacer el amor o follar contigo sin poner ningún medio para evitar el embarazo, es decir hacerlo siempre a pelo por el lado de mi cuerpo que quieras, porque a partir de ahora siempre que estemos juntos mi cuerpo te pertenece y podrás hacer con él todo lo que quieras.”
Diciendo esto acerque mi boca a la suya y nos dimos durante más de dos minutos un verdadero morreo. Luego separándome, me dijo:
“De acuerdo mi amor, pero ahora pasemos a la litera, quiero que hagamos un 69 mientras consigues que se me ponga dura mi instrumento”
Pasamos los dos a la parte de atrás de la cabina donde estaba la cama litera, él se tumbo en ella de espalda y yo me puse en sentido contrario encima de él de rodilla y apoyada en mis codos, quedando mi coño justo encima de su cara y su polla a la altura de la mía. El primero en empezar a acariciar y chupar al otro fue él me pasó su lengua primero por mi pelambrera y me dijo:
“Uuuuuuu que mojada y caliente estas, se nota que estas muy caliente. Prepárate te voy a asear tu almeja que después de toda la tarde y noche sin lavártela ya la va haciendo falta, uuuuuu que bien huele”
A mí desde mi posición podía me llegaba el olor fuerte de mi sexo sin lavar, acercó su lengua y comenzó a lamérmelo de arriba abajo, parando y dándome una buena lamida en mi clítoris. Esa caricia me sacaba de mis casillas, me estaba volviendo loca, que bien me lo estaba haciendo, el me subía y bajaba con su lengua por toda mi raja, me iba poniendo cada vez más caliente no aguantaba más me quede tensa y un placer difícil de describir sentí por todo mi cuerpo y empecé a correrme como loca, el seguía y seguía y yo encadenaba un orgasmo tras otro, mi raja parecía una fuente derramando flujos que él tragaba y tragaba y me decía:
“Putita como disfrutas, que rico está tu corrida, me vuelve loco, que bien me sabe, que rico están tus jugos y correduras, joder que caliente estas, así te has corrido tan pronto, joder que tía tan caliente si pareces un volcán estás echando tanta lava que no me doy a bastos a tragármelo y lo malo es que no quiero desperdiciar nada”
Entonces volviendo en mí vi su fenomenal y espectacular polla, no era tan grande como la de Javier ni la de Carlos pero si más gorda, me quedé un ratito mirándola y sosteniéndola con mi mano, entonces él me dijo:
“Venga Esperanza, cométela lo estas deseando y no puedes decir que no, se te ve en los ojos”.
Yo comencé a movérsela poco a poco y notaba como se le iba endureciendo poco a poco cada vez veía como se hacía más grande y gorda, entonces le dije:
“Sí, si la quiero, la estoy deseando, la deseo dentro de mí, de mi boca, de mi coño de mi culo, solo la deseo dentro de mi cuerpo, que me poseas, que me taladres, aaaaahhhhhhh….”
El me contesta:
“Comete mi polla, siéntela en tu boca, te encantará como sabe, olvídate de todas las que has tenido dentro, de la de Javier, Carlos la de tú marido y disfruta de mi polla, seguro que nunca antes has probado algo así, chupa, chupa y ya verás como disfruta”
Me la fui a meter en mi boca y no me cogía, entonces comencé a lamer su capullo impregnado de los jugos de Inés, era delicioso. Esto junto con el fuerte olor a pis que desprendía me excitó más aún. Su polla, seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca, consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, empezó a mover para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía:
” U,u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Espeee ….raaanzaaa como la chupas cabrona, jodér con la preñaditaaaaa , cariñooooo que bien lo haceeeessss, como chupa ohhh” .
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite, entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor mediría cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho (era tan gordo como un botellín de cerveza y su glande era casi tan grande como una pelota de tenis- bueno un poquito meno , pero por ahí por ahí andaba) era un pollón enorme, al estar tieso se le veían resaltar todas sus venas, eso me gusto pues me rozarían más las paredes de mi vagina, que belleza de polla y era solo para mí, la iba a disfrutar todo lo que pudiera y quería tenerla en todos mis agujeros. Por fin había conseguido volvérsela a poner en forma, entonces le dije:
“Juan, yo creo que ya estas preparado quieres follarme, te encuentras ya en forma y con fuerzas o quieres que esperemos un poco más, pues yo estoy tan salida que me subo por las paredes y te necesito ya dentro de mí, mira mis pezones tiesos y duros inflamados de lo caliente que estoy y mis pechos duros a punto de reventar de lo salida y caliente que me encuentro, mi amor, fóllame ya, por favor……”
El, levantándome de encima de él y colocándome de rodilla sobre la litera, hizo lo mismo y colocándose frente a mi se acercó desnudo como estaba, con su polla bien tiesa y comenzó a pasar su mano por mi cabello, acercó su boca a la mía y metiendo su lengua en mi boca me dio un morreo como hacía tiempo no me daban, yo con una de mis manos le cogí su polla y se la acariciaba y con la otra le acariciaba la espalda a él. Entonces me dijo:
“Si cariño, si ya estoy en forma y estoy tan salido como tú, te deseo tanto ya verás Esperanza como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin goma ni nada te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que te deseo y aunque esta tarde ya lo hemos hecho , me ha sabido a poco y deseo de nuevo inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír en todas partes, vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú, túmbate en la litera y ábrete de piernas”
Se colocó entre mis piernas y cogiendo su polla comenzó a pasármela por todo lo largo de mi raja, deteniéndola pasado un rato justo en medio de ella. Luego aún sin metérmela se tumbo encima de mí , yo notaba su barriga sobre la mía, y acercando su boca a la mía me daba un beso lleno de sus babas y metiendo su lengua hasta mi campanilla, sacaba su lengua y me la pasaba por toda mi cara llenándome de sus babas y saliva, me volvía loca su morreo. Él en mientras me agarraba con sus manos mis tetas y pezones duras a tope por el deseo y placer que él me proporcionaba, él sin dejarme de sobar y besar me decía:
“Déjame comerte esa boca de cerda y puta que tienes, ven que voy a volver a saborear esa boquita de putita que tienes”.
Volvió acercarse a mí y de nuevo me dio un beso que yo ya fuera de mí se le devolví con toda mi pasión, aprovechando él para morrearme y meterse uno de mis pezones en su boca, me los succionaba, me pasaba su lengua por mi pecho, me volvía loca, había dado con una de mis partes débiles, de un pecho pasaba al otro , me tenía fuera de mi, en mi barriga sentía su polla toda tiesa , que por sus movimientos había abandonado el centro de mi raja y se había posicionado en este lugar rozándome mi ombligo como si me quisiera taladrar por él, yo me estaba derritiendo de placer, que cabrón como me lamía y me comía mis pechos, mis pezones. Se posiciono un poco mejor y bajo con una de sus manos y cogiéndose su polla la llevo de nuevo a la altura del centro de mi raja y me dijo:
“Abrete bien de piernas que te va hacer falta”
Al tiempo que incorporándose y colocándose de rodilla y cogiéndome mis piernas con sus manos las colocaba a cada lado de su cintura, mi mirada estaba fija en su polla me tenía extasiada, él seguía diciéndome:
“Prepárate para gozar , mi amor, mi guarrilla… me muero por probar tu chochito y reventártelo bien de una puñetera vez, ¿quieres que lo haga?, aún estas a tiempo , me voy a correr dentro de ti, ¿quieres querida, si o no?, que pena que ya estés preñada, con lo que me hubiera gustado ser yo de nuevo el que te preñara, dime que te la meta , pídemelo, quiero oírlo , dime fóllame , fóllame, siiiiii quiero oirloooooo…..”.
Yo estaba ya muy caliente y fuera de mí le dije:
“Fóllame ya por favor, fóllame, no aguanto más, no ves como me tienes”
Y él llevando su mano a mi raja me contestó:
“ Bien, ya veo que estás bien mojadita, ja, ja, ja ya estas lista, te voy hacer subir a la gloria de placer, joder como estas si tu coño parece un plato de sopa de lo caliente y mojada que estas… pídemelo como yo te he dicho, dímelo”
Y yo ya fuera de mí le digo a gritos y suplicándole:
“Fóllame y aunque no me puedas preñar por estar preñada hazlo como si así lo hicieras pues me gustaría que me hubieras preñado tú y que me hicieras este hijo”.
Y él me contesta:
” Eso, eso es lo que voy hacer, prepárate para sentir una polla de verdad, una XXXL, dentro de ti”
Cogiéndome de las caderas con una mano y con la otra guiando de nuevo su instrumento hacía mi sexo y comenzando a presionar sobre él, me decía:
“Te va a gustar mucho, veras como me sientes mi amor una polla como la mía la tienes que sentir bien, ya vas a ver cómo vas a aullar de placer cerdilla cuando me sientas como descargo toda mi leche dentro de ti, tengo que llenarte ese coñito que tanto me gusta, quiero recuperar esta noche el tiempo perdido, mi amor, te quierooooo….te voy a inundar ese coñito.”
Dijo al tiempo que se ponía sobre mí y cogiéndome de mi cadera con una mano y con la otra guiaba su pedazo de polla hasta mí chocho empezando a presionar. Yo al notar como pugnaba por entrar su polla y abrirse paso y como lentamente trataba de introducir su punta, como trataba de traspasar mi vagina. La verdad me hacía un poquito de daño y dando un empujón con sus caderas la punta atravesó la entrada de mi concha, yo entonces di un:
“Gmmmmm, aaaahhhhh que gustoooooooo, gmmmmm”
Entonces llevando mis manos a su culo le empuje fuerte hacía mí para que acabara de introducirme toda entera dentro de mí. Al tenerla toda entera me sentí llena, notaba como sus huevos tocaban la parte inferior de mi raja, entonces él me dijo:
“¡Pssssshh, calla, mi amor, goza de ella! Relájate que ya está dentro y ahora empieza lo bueno. Vas a gozar como no lo has hecho hasta ahora. Parece mentira que trabajes de puta y que estés casada, hayas tenido ya un hijo y ahora estés preñada de otro y siguas teniendo un coñito así de estrecho, ¿he?, joder si parece que esta sin usar, que placer me daaaaaa……”.
El saco un poquito su polla de mi coño, pero sin sacarla del todo, quería que mi vagina se fuera acoplando a su instrumento, yo en mientras le conteste:
“Si aún con todas las pollas que ya me han entrado, sigo manteniéndolo estrecho, debido a que hago bastante ejercicio para conservarlo así y no me dejo ni me relajo en mi trabajo, pues me gusta tenerlo estrecho y a la mayoría de mis clientes que así sea, de modo que cuando empecé en esto de la prostitución lo consulte con un sexólogo que me dio la solución y una tabla de ejercicios para que se me mantenga estrecho y no se me dé de sí ni se me agrande por el uso”
El agarrándome fuerte de mis caderas ( de nuevo) dio otro empujón, esta vez sin miramiento, (que me cogió desprevenida) y me la entró del todo, me sentí llena las paredes de mi coño estaban tan apretadas a su polla que no cabía ni un pelo, estuvo quieto un tiempo mientras mi coño se iba adaptando al grosor de su instrumento, al ratito comenzó a mover la polla adelante y atrás, me costaba imaginar que mi coño hubiera podido albergar a ese monstruo de polla, yo comenzaba a gemir:
“Aah, aaaa, ah,…asíiiii, asiiiiii, sigueee, sigueeee mi amooor es todo tuyoooo… sigueee, más deprisa no pareeees quiero sentirte dentroooo, empuja, empuja más adentrooooooo quiero que me llegues hasta mi uterooooooo….”
Y él me decía:
” Joder, como sabía que te iba a gustar cariño ¿disfrutas, mi amor?, tienes un conejo increíble, quiero fallármelo cada vez que venga por aquí, pagándote o sin pagarte me da lo mismo, tu coño me vuelve loco es tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido, joder que rico”
Él ya había cogido el ritmo, entonces yo acariciándole su culo y empujando hacía mí le decía:
“Aaah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corro”.
El se tiró encima de mí y agarrando mis pechos con sus manos comenzó a sobármelos, se los metía en su boca y me los succionaba fuerte, con sus manos los apretaba y cogía mis pezones tirando de ellos y jugando también con ellos a la vez que de vez en cuando arrimando su boca me comía todo mi pecho, y me decía:
“Si nena, disfruta de tu verga, porque sí es tuya, solo tuya, que maravilla de conejo, eh, a que no has tenido ninguna como la mía, ¿verdad?, eh ¿verdad?, sigue corriéndote putilla, disfruta cerda, disfruta hoy cuando acabemos no vas a poder ni tenerte en pié pues te voy a quedar cuando acabemos para el arrastre”.
Yo le decía:
“Si mi amor, ni por asomo, las otras pollas son como la tuya, aahaahhh, aunque las de Javier y Carlos e incluso la de mi marido son de buen tamaño y juguetonas ninguna como la tuya, joder con este grosor si me siento llena, nunca he sentido algo igual, me corro de nuevo, no paro de tener orgasmos, tú no pares, tú no pares, aaaahhhhhhhh…… que placeeeeerrrr……sigue comiéndote mis tetas, son tuyas , chupa, chupa, no pares de follarme siiiiiiii….aaaaahhhh que placer…...”
Entonces cogiéndome en volandas me dio la vuelta sin sacarla y colocándose él en el colchón de espalda y a mí encima me dijo:
“Cabálgame como si fueras una amazona, quiero ver moverse ese par de tetas que me tienen loco, ¡uff, puta guarra, vaya conejo más caliente y estrecho que tienes, joder no me canso de decirlo, pero es que me estás haciendo disfrutar a tope, joder…!y vaya tetas! ¡Te voy a arrancar esos pezones!, muévete puta, muévete tú ahora, no quieres polla salta para que te entre hasta el útero, puta”
Él me succionaba los pezones con tal pasión que parecía que los iba arrancar de verdad. Entonces yo comencé a subir hacía arriba sacándome su polla como unos 15 centímetros, para después dejarme caer y clavármela de nuevo entera. La sensación de sentir como me iba rozando todas las paredes de mi vagina, me hacía enloquecer. Cuando me llegaba al fondo de mi vagina paraba un poquito y utilizando mis músculos vaginales se la apretaba y aflojaba, haciendo presión con ellos en la pija de Juan, este entonces no pudiendo soportar el placer que esta caricia de mis músculos le proporcionaban dijo:
“!Ohoooooohhhhh, Esperanzaaaaa eso que me estás haciendo es formidableeeeeee que placeeeer m estaaaaassss dandooooooo es la primera vez que algieeeennnnn me lo haceeeeee me proporcionas un placeeeeer que como siguaaaaaas vas hacer que me corraaaaa ahora mismooooooo…..oooooohhhhh…..”
Yo dejando mi caricia muscular comienzo de nuevo a cabalgarlo, una y otra vez yo seguía cabalgando, enlazaba un orgasmo tras otro, no sé cuantos llevaba ya, había perdido la cuenta, ya no podía más cuando noté que Juan se tensa y noto como se corre dentro de mi vagina, un calor agradable me inunda mis entrañas que hacen que de nuevo encadene otra serie de orgasmos. Juan comienza a gritar de nuevo diciendo:
“Siiiiii, siiiiiiiiiii me corrrooooooooo que bieeeennnnn me lo haceeeeeeessss Esperanzaaaaaa , no puedo maaaaaassss me corrooooooooooo, tomaaaa toda mi corrridaaaaaaaa dentroooooo de tiiiiiiiiii…… siiiiiiiiiii….. aaaahhhhhhh…….ooooohhhhhh………”
Yo a la vez corriéndome le contesto:
“Siiiiii, mi amoooorrr lo sieentooo , lo siento como me bañas con tu caliente lecheeeeeee todas mis entrañaaaaasssss aaaaaahhhhhhhhh queeee placeeeeerrrr , que buenoooooooo me mataaaaassss de gustoooooooo, siiiiii , siiiiiii inúndame toda con tu semeeeen cabróooooon, quiero sentirlo todo dentrooooooooo de miiiiii como si ahogaras mi vagina con él, siiiiii asiiiiiiiii, aaaahhhhhh…..uuuuuhhh….ooooohhhhhh me corrrrooooooo cabrón yo tambieeeeen……….”
Juan se queda un poco quieto pero sin sacarla de dentro de mí yo sigo cabalgándole como una loca hasta que acabo de correrme, notando su esperma caliente dentro de mis entrañas. Entonces me dejo caer sobre su cuerpo dándole un beso de amor en su boca. Él me abraza y acariciándome me aprieta sobre su cuerpo y me dice:
“Amor as disfrutado, era esto lo que querías, a mi me has hecho ver las estrellas, y sobre todo cuando me la has apretado y aflojado mi polla con tus músculos vaginales, es la primera vez que me lo hacen y me vuelve loco de placer, te quiero Esperanza, que bien lo haces mi amor”
Yo le contesto:
“Si Juan he disfrutado muchísimo, y desde que te volví a ver esta tarde era lo que más deseaba estar a solas contigo y que me poseyeras, siempre que lo desees puedes follarme por la parte de mi cuerpo que lo desees, ya te he dicho que a partir de ahora si lo deseas seré tú amante, tu esposa complaciente (dado que tu esposa no te deja follarla, me tendrás a mí). Pero por favor no te salgas aún de mí quiero que estés metido dentro de mí, y si te recuperas vuelvas a correrte dentro de mi y me folles otra vez sin sacármela. Mientras tú me puedes ir sobando por todo mi cuerpo, mis pechos, chúpalos pues a esta altura del embarazo ya me esta subiendo la leche a ellos, aunque no sube aún mucha, si eres obstinado y perseveras en acariciarlos, chuparlos y succionarlos puedes beber mi leche, que yo y mis pechos te daremos gustosos. Juan chúpamelos, chúpamelos, ordéñame mis tetas como si fuera tu vaca favorita, quiero que bebas la leche de mis pechos, quiero dártela como demostración de mi amor y deseo hacía ti, te quiero Juan, te quiero….”
El al oír esto me dice:
“Si, si quiero beber tu leche. No te preocupes no sacaré mi polla de tu coño hasta que tú quieras y para que los dos estemos más cómodos vamos a cambiar de postura, pero con cuidado para que mi polla no se salga de ti”
Cogiéndome con cuidado, se incorpora sentándose en la litera y a mí me coloca sentado con su polla dentro encima de sus piernas, pasándome cada una de mis piernas a cada lado de cada uno de sus costados. Yo en esta posición noto su instrumento perfectamente dentro de mi vágina y esto me hace la mujer más feliz del mundo. El acerca su boca a mis pechos y cogiendo uno de ellos se lleva mi pezón a su boca y comienza a chuparlo a succionarlo, yo con una de mis manos cojo este mismo pecho y comienzo a apretar como si me ordeñara, y le digo:
“Juan, tú solo chupa y succiona este pezón, que yo me aprieto mi pecho para que salga la leche como si me estuviera ordeñando, y con tus manos cojéeme mi otro pecho y con una me acaricias toda la teta y con la otra juegas, pellizcas y acaricias el pezón para que se vaya excitando y le vaya subiendo la leche, para cuando ya te hayas bebido la leche de este que tienes ahora en tu boca , puedas continuar con la leche del otro y te des un buen festín de mamar……”
Él hace lo que le digo y sus caricias y mamadas y succiones de mis pechos me están volviendo loca, no olvidéis que es una de las partes más sensibles y que cuando me las tocan más caliente me pone. Yo mientras de vez en cuando le hago caricias en su pene con los músculos de mi vagina y noto que esto le gusta, cuando llevamos unos seis o siete minutos comienzo a notar en el interior de mi coño, como su polla de nuevo se va agrandando y endureciendo, esto me pone muy alegre, pues es síntoma que dentro de poco otra vez estará en forma y de nuevo me podrá follar y meterme una cogida igual o mayor que las anteriores e inundarme de nuevo mi caliente coño con su corrida. Entonces le digo:
“Juan, ya que has decidido ser mi amante, ¿no te sentirás mal o te molestara ser un cornudo porque yo continué con mi marido y Javier (también como amante) y aparte todos los hombres que me posean por mi trabajo? No tendrás ni te saldrán los celos y esto, que es tan bonito y maravilloso, lo echemos a perder. Quiero que ahora que aún prácticamente no hemos comenzado nuestra relación aclaremos la situación y que tú si quieres que sea de otra forma o tienes alguna regla que poner que la pongas ahora, para que después todo salga bien y esto dure si es posible para siempre. Espero que a medida que mi tripa y mi embarazo va aumentando, no te canses de mí, por verme gorda y fea, yo te digo que si no es así podrás tenerme prácticamente cuando quieras y durante el embarazo por lo menos hasta el día o días antes de dar a luz podrás gozar de mi cuerpo.”
Juan dejando de chuparme el pecho me dice:
“Mira Esperanza, cuando antes te dije que si que aceptaba y quería ser tu amante, te comenté que si para ello tenía que ser cOrnudo y compartirte con tú marido y con Javier no me importaba y tampoco que siguieras de puta y saber que te acuestas con mas hombres como consecuencia de tú trabajo. Ahora que me pides que aclaremos la situación y este punto ha quedado claro, quiero decirte que igual que a Javier le excita el entregarte y verte gozar con otros a mí también. Y que si quieres que esto llegue a buen término, deberás de consentir que te exhiba en público, te entregue a otros hombres e incluso cobre por ello. A parte de hacer las cosas que te pedía Carlos, como que te dejes los pelos en tus sobaqueras en tú coño, que cuando sepas que vas a estar conmigo tengas que estar antes, a lo mejor varios días, sin lavarte, en alguna ocasión tomar afrodisíacos para que durante más tiempo te dure la calentura, etc. Así es como me gustaría que fuera esto, pero si a ti te parece demasiado fuerte o que te sometes bastante a mi voluntad, yo estaría dispuesto a renunciar a lo que tú no quieras de ello y seguir siendo tú amante que es lo que más deseo. Y no tengas miedo que me canse de ti cuando el embarazo aumente y se te infle más la tripa y (según tú te pongas fea), pues eso no va a suceder , dado que me encantas así como estas ahora, como estabas antes de estar preñada y como vas a estar dentro de los siguientes meses. Y eso es todo ahora te toca decir a ti si pones alguna condición o quitas algo de lo que te he pedido que me gustaría tener y que fuera en nuestra futura relación.”
Yo entonces le contesto:
“Así me gusta las cosas claras desde el principio. Mira te diré que en principio voy aceptar tus condiciones, aunque sabes que no me gusta lo que me entreguéis a otros hombres y me tratéis como una furcia cualquiera, pero si es eso lo que te gusta y te pone, lo acepto (pues siempre que hemos estado juntos asta ahora tanto Carlos como tú, habéis hecho conmigo lo que pones de condiciones), pero si algún día te pido que alguna de esas cosas o costumbres dejen de hacerse, tendrás que aceptarlas. Pero igual que yo acepto las condiciones que tú me propones, tú aceptarás las mías. Primero no estarás con otra mujer que no sea yo y por supuesto tú mujer (si es que ella quiere tener relación contigo) o aquellas , al igual que tú me entregas a otros hombres, a las que yo te entregue o te consienta y autorice o te diga yo que estés con ellas además, Marisa y yo somos socias tanto en la casa de putas como en la productora de películas pornos que poseemos, ¡ah, se me olvidaba, Marisa y yo también nos acostamos y nos amamos, espero que esto no te importe!, quería decirte que una de mis condiciones para comenzar nuestra relación es que aceptes mi relación con Marisa e Inés y que además aceptes colaborar y grabar películas cuando yo te lo pida para nuestra productora, pues con el pedazo de pollón que tienes seguro que serás toda una estrella del porno, aceptas…….mi …..amor……”
Me contesta:
“Acepto, todas tus condiciones, pero a igual que tú si un día algunas de ellas no quiero o no puedo cumplir, tú aceptaras que no lo haga, me estoy refiriendo más bien al tema de las películas, aunque en principio cuenta con mi colaboración para hacerlas a cambio de lo que te he pedido anteriormente…”
Entonces yo le digo:
“De acuerdo Juan, si así lo hacemos y respetamos cada uno lo que hemos acordado, seguro que esto llega a buen fin. Pero bueno dejemos la charla y sigamos disfrutando, pues ya estoy notando como se te está de nuevo poniendo dura y gruesa dentro de mi coño tu polla, y no pares de chupar mis pechos, quiero que me los ordeñes y me los vacíes de leche. Me pone muy caliente que me soben mis pechos y me los mamen. Yo a la vez voy a comenzar a cabalgarte, quiero que me folles de nuevo otra vez y me vuelvas a inundar con tu leche, hoy quiero quedarte seco, bueno reservaremos un poquito para que cuando volvamos con Inés la vuelvas a follar para asegurarnos, más aún que la dejes preñada, aunque si hoy no la dejas la dejaras la semana que viene cuando nos visites en mi pueblo o en Alcobendas. Sigue chupándome los pechos, mi amor, no pares, no pares me gusta , me vuelve loca que me los chupes y succiones, me encanta que me ordeñes quiero darte toda la leche de mis cantaros, es mi regalo, esto tú no lo esperabas”
El me hace caso y se agarra a mi teta hasta que consigue comenzar a sacarme leche de uno de ellos, cuando ve que en este ya no sale más leche pasa al otro, mientras yo no dejo de cabalgarle, estoy saltando sobre su verga como una desarmada, me saco su polla unos 15 ó 20 centímetros y me dejo caer de nuevo sobre ella, hasta que me la introduzco toda entera, esto lo repito una y otra vez. Para coger más fuerzo le echo sobre sus hombros mis brazos y lo atraigo hacía mí , mis tetas se aplastan sobre su boca la que me mama y la otra contra su cuerpo, yo subo y bajo sobre su mástil sin parar. Noto su polla al entrarme y sacármela como me roza, como acaricia las paredes de mi vagina, la sensación que noto es extraordinaria, que placer, nunca había sentido este placer al ser follada por nadie, mis paredes se aprietan a su verga, juego con mis músculos vaginales sobre ella, noto como se le inflaman sus venas. El sigue mamando mi otro pecho hasta que también le deja vacio, una vez que se ha bebido toda la leche de mis cantaros abandona mis pechos y busca mi boca que me la come, me introduce su lengua hasta mi garganta y me traspasa con su saliva restos de la leche que ha sacado de mis pechos, me lo trago, esto y pensar que es mi propia leche me pone a tope y comienzo a correrme como una loca. Él tampoco aguanta mucho y noto como de nuevo se corre dentro de mí, nuestros gritos son cada vez más fuerte y de nuevo volvemos a repetir los jadeos y quejidos de placer que hace poco hemos tenido en nuestro anterior polvo y que no quiero volver a repetir por no cansaros y ser repetitiva.
Cuando noto que él se ha vaciado de nuevo en mí y yo he culminado mi orgasmo, sigo abrazada a él y besándonos nos tumbamos de nuevo sobre la litera y de nuevo le pido que no se salga de mí.
Pasado algún tiempo, y siguiendo abrazados, recuerdo que a Juan le gusta que le chupe su culo, entonces como agradecimiento al placer que me ha proporcionado en los sucesivos polvos que me ha echado durante toda la tarde le digo:
“Juan, aunque me cuesta mucho dejar que te salgas de dentro de mí, quiero hacerte un regalo que sé que te va a gustar, de modo que mi amor, sal de mi y ponte de rodillas, dejando mi cuerpo entre tus piernas y el lado de tu cara hacía mis pies, de tal forma que quede tu culo a la altura de mi cara, quiero chuparte y comerte tú culo, pues sé que esto te encanta y quiero darte ese regalo. Si tú quieres puedes comerte mientras yo te hago esta caricia mi coño y beberte todo lo que me salga y quieras tragarte de él.”
Haciéndome caso se coloca como le he indicado y de nuevo es él el primero en comenzar la caricia y chupada de mi coño, se ve que le encanta tragarse todo lo que de él sale así como el fuerte olor que desprende mi vagina. Yo entonces abriendole con mis manos su culo y alce mi cabeza para llegar a su asqueroso ano en el que le quedaban alguna pelotillas y restos de caca y con lo salida que estaba , aunque en estado normal me hubiera dado mucho asco, ahora se lo chupaba y tragaba con todas mis ansias y en vez de asco quería comérmelo y hacerle disfrutar al máximo, cuando estaba en esto el comenzó a decirme:
“Así cariño. Así chupa mi culo , oh ooo que delicia que lengua tienes, sigue , sigue, no pares que bien lo haces , aaaaa, gracias Esperanza, que me chupen el culo una mujer es una caricia que me vuelve loco, como me está poniendo , esta subiéndome a la gloria ”
Yo sin dejar e chuparle su culo y la raja del mismo, alargue una de mis manos entre sus piernas y cogí con ella su inmensa polla comenzándole hacer una nueva paja y haciendo que se le volviera a poner tiesa. Luego me lleve mi dedo índice y corazón de la mano derecha a mi coño , me los metí en él y los empape bien con mis jugos y corridas de Juan. Luego sacándomelos, le metí primero uno en su culo hasta conseguir llegar a su próstata y tocársela y apretársela, esto le hizo ver el cielo de gusto, aprovechado su placer cogí y le metí el otro y aún conseguí meterle un tercero y darle por el culo con ellos durante un buen rato a la vez que con mi boca le chupaba toda la raja de su culo y alrededor del mismo, para luego ir bajando a lo largo de la raja del culo y llegara a sus cojones , que me metí primero un huevo en i boca y luego el otro, para acabara al sacármelos darle y hacerle a la vez que le follaba su culo con mis dedos una mamada de polla como nunca se la habían hecho. Él por el placer comenzó de nuevo a gritar:
“Asiiii Esperanza, aaaahhhhhhh, que bien me lo haces , que placer me estas dando tanto en mi polla como en mi culo. Es la primera vez que me hacen esto en el culo y me estas haciendo alcanzar un placer y gusto como nunca había sentido, sigue por favor no pareeeesssss, sigue, putaaaaaaa, cerdaaaaaaa, eres la mayor ramera que he conocido, me gustas que seeeaaasss tan guarrrraaaaaaaaa y putaaaaaaa, que placer…..aaaaaahhhhhhhh…………”
Yo entonces deje de chuparle su polla y continué con mis dedos dentro de su culo, entrándoselos y sacándoselos, entonces le dije:
“Juan, voy a sacarte despacio los dedos de tú culo, te prometo que siempre que quieras te haré esta caricia y te comeré también el culo. Pero ahora quiero que me abraces, me metas tu polla en mi conejo (como tú lo llamas) y quiero que descansemos y durmamos un rato, luego cuando nos despertemos según la hora que sea y las ganas que nos queden iremos con Inés o seguiremos nosotros. Pero antes dame tú numero de teléfono que voy hacer una llamada a tu teléfono para hacerle vibrar dentro del coño de Inés, no debemos olvidarnos de ella y hacer que con la vibración del teléfono sienta un poquito de gusto y mantenerla caliente”
Juan me dice el número de su móvil, le marco y una vez pasada la llamada, gravo el número en mi móvil. Luego me tumbo boca arriba en la litera bien abierta de piernas y él siguiendo mis indicaciones se echa sobre mí y me va introduciendo en mi vagina su polla tiesa (por las caricias que yo le acababa de dar en ella), el comienza a menearse entrándola y sacando y yo le paro diciéndole:
“No, no, no querido, quiero tenerla dentro pero que no me folles, te he dicho que me la metas para tenerla dentro y que nos abracemos y descansemos y si somos capaces de dormir que durmamos un rato, cuando nos despertemos o hallamos descansado ya veremos que hacemos. No te enfadas ¿no mi amor?” Entonces pasándole mis piernas (abrazándole) por encima de su culo, nos giramos un poco quedando los dos tendidos y abrazados pegados en la litera, yo con su hermosa polla dentro de mí como le había pedido. Le doy un beso y él abrazándome me corresponde y siento su pecho pegado al mío y nuestras barrigas también. Así permanecimos hasta que sin darnos cuenta nos quedamos dormidos. Cuando nos despertamos habían transcurrido cerca de tres horas, entonces nos despertamos y él sin que yo le dijera nada comenzó a follarme como un loco, pero yo esta vez quería disfrutar de su follada pero que no se corriera dentro de mí, pues prefería que la poca leche que le quedara se la guardara y se la depositara dentro de la vagina de Inés para con ello tener más posibilidades de que la dejara preñada. Así que lo estuve gozando su mete y saca pero cuando ví que se le acercaba la hora hora de correrse, le separé haciendo una gran fuerza de voluntad pues con lo caliente que me había puesto hubiera recogido su esperma con sumo gusto y empujándole un poco conseguir que sacara su dura y gorda herramienta de dentro de mi almeja, y le dije:
“Juan, perdona, que te corte cuando veo que estas a punto de llegar, pero quiero que este esperma lo deposites dentro del conejo de Inés, para que de esta forma tengamos más oportunidades de que la hayas dejado preñada. De modo que volvamos a la caja del camión donde la hemos dejado y como seguro que estará subiéndose por las paredes de lo caliente que estará, no tendrás ningún problema de metérsela y fallártela de tal forma que disfrutes tanto tú como ella y te corras de nuevo dentro de ella”
Juan, muy a su pesar me hizo caso y fuimos donde estaba Inés, pero cuando íbamos para la caja del camión de nuevo marque el número de teléfono. Cuando entramos en la caja, Inés estaba recibiendo la vibración de la llamada que la estaba haciendo en ese momento y se retorcía de placer y apretaba sus piernas a no poderse tocar el coño ni su cuerpo con sus manos al tenerlas atadas. Solamente al vernos entrar nos dijo:
“Por favor Esperanza, desátame las manos pues estoy muy caliente y salida, pues el teléfono no ha dejado de sonar a lo largo de todo el tiempo que habéis estado vosotros dos ahí dentro, ahora mismo está vibrando y me está causando un placer que me está volviendo loca y al no poder tocarme ni aliviarme esto es un tormento”
Yo entonces la digo:
“¿Tanto han llamado?”
Ella me dice:
“Cuando me dejasteis, sonaba cada cuatro o cinco minutos, era prácticamente continuo, luego fue distanciándose para hacerlo cada media o una hora, pero desde hace una hora ha vuelto a llamar cada cinco o diez minutos es esto me produce un placer que me tiene muy caliente y necesito hacerme una buena paja o tener una picha dentro que me folle hasta matarme de placer”
Yo desatándola, abrazándola tiro del cordoncito que pusimos en el condón y besándola tiro de él y la saco el móvil de Juan, al cual se lo doy haciéndole abrir la boca y chupándole para que saboree los jugos y flujos de la ardiente Inés, entonces la digo a ella:
“Inés como veo y siento lo caliente y salida que estas, túmbate en el suelo boca arriba, que como premio Juan te va a follar con esa picha tan hermosa que tiene, como ves está también muy caliente, pues mira lo tiesa y dura que la tiene. Aunque lo hemos estado haciendo ahora no le he permitido que se corra dentro de mí, pues quiero que lo haga dentro de ti para tener más oportunidades de que te deje preñada”
Ella haciéndome caso, se coloca corriendo como la he indicado y con las piernas bien abiertas y le dice a Juan:
“Date prisa, Juan, no puedo más necesito que me taladres, méteme esa polla gorda y larga aunque me partas en dos, quiero tenerla dentro de mí fóllame todo lo que quiera córrete dentro de mí, lo necesito quiero que te corras dentro de mi conejo y me dejes preñada de una puñetera vez, no tardes, corre lo necesito métemela ya, por favor”
Juan con una sonrisa en su cara, se pone de rodilla entre las piernas de Inés y cogiéndose su tiesa polla la encara a la raja de ella y dejándose caer encima de ella la taladra y perfora su almeja sin contemplación, metiéndosela de golpe, haciendo que Inés dé un grito desgarrador del dolor sufrido al entrarla tan descomunal cipote. Pero con lo caliente y salida que se encuentra no la importa el dolor, enseguida le abraza con sus piernas y comienza a atraerle hacía ella, para sentir la polla de Juan aún más adentro. Juan comienza un mete y saca desenfrenado lo que hace que los dos comiencen a gozar y a vibrar de placer. Con lo caliente y salidos que estaban los dos no tardan en llegar ambos a los orgasmos, gritando y moviéndose con unas ganas difícil de explicar. Juan tiene tal estado de excitación que aún habiéndose corrido esa tarde y noche unas cuantas de veces, aún deposita gran cantidad de esperma dentro del coña de Inés. Cuando acaban, ya sin fuerza, Juan deposita su cuerpo cansado y sudoroso sobre el de Inés, que también esta toda mojada por el sudor, como consecuencia del intenso polvo que acaban de echar.
Eran las 6 de la mañana, cuando acabamos y entonces se nos presentaba el dilema de no tener , nosotras ropa que ponernos, para poder ir hasta donde teníamos el coche, aunque no estaba lejos y el lugar no era transitado, nos daba un poco de corte y miedo que nos pudiera ver alguien si en ese momento pasase por allí. Se lo dijimos a Juan y nos dijo:
“Pues no sé cómo hacerlo. La única solución, creo yo, es que me dejes las llaves Esperanza, me acerque yo a por el coche y vosotras dos me esperéis aquí. Cuando tengamos el coche aquí cerca, salís, vais al coche cogéis de las maletas la ropa que necesitéis y os la ponéis, de esa forma no cometo otra vez el error de traeros la ropa que no queréis poneros, ¿os parece, bien, lo hacemos así?
Yo dándole las llaves le contesto:
“Me parece bien, es la mejor solución, sino que remedio…….”
Cogí las llaves de mi bolso, que le tenía en la cabina del camión, se las di. El se vistió y se fue andando hasta donde yo había dejado el coche (aproximadamente a un kilometro más o menos). Nosotras dos le esperamos en la cabina. Cuando le vimos llegar, nos sorprendió que parara el coche a unos 100 metros de donde estábamos. Le vimos bajar del mismo y acercarse andando de nuevo al camión y al llegar nos dijo:
“He tenido que dejar el coche allí, pues el terreno está muy mal para entrar con él hasta aquí, podría romperse alguna pieza y tener una avería. Por eso aunque esté un poco separado creo que es conveniente que vayáis donde le he dejado. De todas formas no os preocupéis, ya veis que no es un lugar por donde sea habitual que pase gente, ¿quién os va a ver en tan corto trayecto?, no obstante yo iré con vosotras y si viéramos venir a alguien os colocáis detrás de mí y os tapáis lo que podamos hasta llegar al coche.”
Así lo hicimos, y llegamos al coche sin ningún percance ni susto y sin ver a nadie por allí, pero cuando estábamos sacando las ropas que ponernos de la maleta, vimos que a unos doscientos o trescientos metros se acercaban dos personas, entonces cogimos rápidamente la ropa y nos metimos en el coche, nos pusimos como pudimos la ropa que habíamos cogido a prisa y corriendo, colocándonos primero la exterior (blusas y faldas) sin poder ponernos nuestra ropa interior (ni bragas ni sujetadores), para cuando llegaron a la altura del coche nos vieran vestidas. Al pasar a nuestro lado nos echaron una mirada y pasaron de largo. Cuando se fueron nos colocamos nuestras bragas (aunque ya había sido demasiado tarde, pues los asientos del coche e incluso la ropa que acabábamos de poner ya se habían manchado con las correduras, flujos y jugos que salían de nuestros coños. Los sujetadores seguimos sin ponérnoslos.
Luego nos despedimos de Juan, el cual me dijo que probablemente la semana siguiente iría por mi pueblo y que le gustaría verme y que estuviéramos juntos, que no obstante me llamaría con tiempo para quedar y si tenía que inventarme alguna excusa, ante mi marido, tuviera tiempo para prepararla.
Cogimos el coche y partimos hacía Madrid, donde llegamos unas dos horas y media después. Fuimos derechas a casa de Marisa, como ya había quedado con ella (ya que Inés se quedaría unos días en su casa hasta que pudiera buscarla donde quedarse). Al llegar y tras las presentaciones y saludos nos fuimos derechas a la ducha para asearnos y quitarnos y limpiarnos todos los restos de espermas, flujos y jugos que teníamos en nuestros cuerpos de la tarde y noche que habíamos pasado con Carlos y sobre todo con Juan, pues desprendíamos un olor bastante fuerte a sexo.
Y con esto terminamos este capitulo de mi historia. Como siempre si quereis hacerme algún comentario sobre ella no dudéis en escribirme
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