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Como recordaran, tras amarnos intensamente Juan y yo en la cabina de su camión, bajamos de él y nos dirigimos a la parte de atrás del mismo donde se encontraban Carlos e Inés.
Entonces Juan se puso los pantalones, sin calzoncillos ni nada, y yo como pude me tapé con las ropas mías rajadas, que no me tapaban prácticamente nada dejándome mis teas y culo al aire, como pude me tape mi entrepierna, bajamos de la cabina del camión y fuimos a la puertilla lateral pequeña, la abrimos, y Juan con su mano en mi culo tocándome bien mi coño y otra en mi cadera y empujándome un poquito me ayudo a subir.
Y ahora que ya hemos reproducido el último párrafo del relato anterior y cogido el hilo seguimos con mi historia.
Como pude ayudada por Juan acabe de subir al camión dejando mis ropas rajadas en el suelo y quedándome completamente desnuda, por mi coño se salía parte del semen que Juan acababa de depositar en mi vagina y me recorría todas mis piernas hasta mis pies. Juan acabo de subir y tras cerrar la puertecilla se quito el pantalón y lo colocó sobre la lona y las manta (mis restos de ropa cayeron sobre los restos de mierda que no habían sido tapados con las lonas.
Cuando miramos hacía Inés y Carlos estaban los dos abrazados desnudos uno al otro, Carlos aun mantenía su polla dentro del conejo de Inés, estaban los dos sudados y con una cara de felicidad que demostraba sin palabra lo bien que lo habían pasado. Al vernos Carlos soltó a Inés y saliéndose de ella se tumbo semi- sentado bocarriba e Inés se puso en la misma posición, quedando sus pechos bien expuesto a la mirada de Juan y mía. Yo enseguida noté que Carlos se había cebado con ellos, los tenía muy colorados y los pezones muy tiesos y estirados.
Juan cuando vio los pechos de Inés, no pudo reprimir la expresión:
“!Joder, que tetas tiene!, si son aún más grandes que las tuyas Esperanza, este cabrón de Carlos ha tenido que pasárselo bomba”
Entonces a Inés se la puso una sonrisa de lado a lado, al ver como sus pechos habían impresionado a mi acompañante. Yo miré los dos penes, tanto el de Juan como el de Carlos y vi como se habían puesto de nuevo flojos, aunque no de todo, entonces les dije:
“Porque no descansáis vosotros dos un poco, hasta que vuestras vergas vuelvan a ponerse tiesas y en condiciones para el segundo asalto, mientras para que os vayáis animando podéis mirar como Inés y yo nos consolamos para no perder la calentura mientras os sube la libido a vuestros pajaritos”.
Diciendo esto me acerque donde estaban Carlos e Inés y alargando mi mano a la polla de Carlos se la cogí y se la acaricie de arriba abajo un momento y después quitándole el condón y procurando que no se vertiera nada de su corredura, cogí este y me lo lleve a mi boca vaciándolo en ella el contenido del mismo. Luego acercándome a Inés la cogí de su cara y arrimando mi boca a la suya la di un beso en la que la traspase parte de la corredura de Carlos que tenía en mi boca, y con mi lengua le recorrí todo el interior de su boca, para acabar tragándonos las dos al unisonó el neta de Carlos. Luego nos separamos y yo pasando el dorso de mi mano por bis labios me limpie mi boca, luego con la misma mano me acaricie mis pechos y fui bajando hasta mi barriga de casi cinco meses de preñada.
Luego les dije a ellos:
“Ahora para que podáis ver el espectáculo, por favor colocaros junto uno de los laterales de la caja del camión y dejadnos libre donde estamos”.
Ellos así lo hicieron y entonces cogiendo de la mano a Inés la hice que se levantara y nos dirigimos al centro de la caja del camión, me tumbe boca arriba en el suelo y abriendo lo que pude las piernas y ayudándome de mis manos me separe mis labios mayores dejando a la vista los labios internos de mi coño y la dije a Inés:
“Querida, come me mi chocha y bébete mis jugos y la leche de Juan fruto del delicioso polvo que acaba de echarme en la cabina, quiero que sepas y sientas el sabor de su esperma igual que ya conoces el sabor del de Carlos, pero ponte en la posición del 69 pues quiero comerte el tuyo también y probar esos deliciosas caldos que estas emitiendo como consecuencia de lo calentura que tienes como la verdadera perra y puta en que te estás convirtiendo”
Dicho esta, Inés se colocó como la decía y comenzó a lamerme mi almeja de arriba abajo y de abajo arriba deteniéndose en mi clítoris que me le chupaba y daba muerdecitos como si se lo quisiera comer, esto me volvía loca, a la vez que se iba tragando todos los líquidos que de mi encharcado coño emanaban. Yo quite mis manos de mi coño dejando que el lugar que ellas ocupaban fuera ocupado por las manos de ella y llevando mis manos a su culo le abrí sus nalgas al máximo presentándoseme delante de mis ojos el agujerito marroncito (por fuera) y rosado por dentro de su culito. Acerqué mi lengua a este bello agujero y comencé a jugar con mi lengua en él, me gustaba su sabor, mezcla del sudor y de restos de su heces, metía mi lengua todo lo que podía dentro de él, quería como meterme dentro de su culo, la lamida y comida que ella me estaba haciendo de mi coño y lo excitada que estaba me empujaban a querer avanzar cada vez más adentro de su culo con mi lengua, estaba tan caliente que no me importó nada que ella no pudiéndose aguanta soltara un pedo en toda mi cara, no me importó el mal olor del aire que había salido de su culo para mí fue como si fuera el perfume más caro del mundo, Inés con su lengua me tenía transportada a tal punto que no me importó. Pronto comencé a emitir suspiros de placer a decirla cosas incoherentes, a insultarla me estaba viniendo un orgasmo y quería correrme en su boca y a sí se lo dije:
“Si guarra asquerosa, sigue chupando, sigue no paresss gluuusss,gloooss, plafff, sigueeeee pedorra asquerosaaaaa, eres una puta golfaaaaaa, perrrrraaaaa, que bien me lo haceeeess no pareeeess me corroooooooo, siiiiii cometeeee toda mi corrridaaaaaa no quiero que desperdicieessss nadaaaaaa, siiiiiiiii…..me corrrroooooooo so guarraaaaaa…aaahhhhhhh….ooohhhhhhh que placeeeeerrrrr…. te quierooooooooooo…….”
A la vez que decía esto no me pude reprimir y la di un gran muerdo en todas las nalgas de su culo, estaba fuera de mí quería comérmela, quería amarla, me había vuelto loca me había hecho subir al cielo de la comida de coño que me había dado.
Luego más tranquila, miré hacía donde estaban Juan y Carlos y pude ver que sus instrumentos ya habían vuelto a coger dureza, se estaban masturbando al ver nuestro numerito lésbico, entonces les dije:
“Os ha gustado nuestro numerito, veo que sí, pues vuestros pajaritos ya están otra vez en forma, ¿queréis sumaros a nuestra fiesta?”
No hizo falta que contestaran, se acercaron a nosotras, que de nuevo nos habíamos puesto en la posición del 69, en esta ocasión Inés se colocó sobre mi cabeza colocando ambas piernas a cada lado de mi cara y yo bien abierta de piernas tumbada boca arriba encima de las mantas, nosotras comenzamos a chuparnos nuestros sexos una a la otra, cuando llegaron nuestros compañeros de follada, dispuestos a follarnos sin preservativos ni nada, entonces yo haciéndome la estrecha dije:
“No, no , de a pelo nada de nada, si queréis con preservativo, pues Inés esta en esos días peligrosos, es decir ovulando, y podía quedar preñada y yo no quiero (aunque no me quedaríais preñada pues ya lo estoy) que el que no esté conmigo se tenga que aguanta hacerlo con preservativo y el otro no, por tanto los dos con preservativos.”
Entonces siguiéndome el juego, Juan se fue a poner un condón y no le entraba, siguió insistiendo hasta que lo rompió, entonces dijo:
“Esperanza, tú sabes que yo no puedo hacerlo con preservativo porque no los encuentro de mi tamaño y todos se rompen, como ves lo he intentado pero es imposible, porque no cedes que lo hagamos sin ello, sería mucha causalidad que precisamente en esta ocasión tu amiga quedará preñada y tengo tantas ganas de probarla, anda sed buenas y dejadnos follaros aunque solamente sea esta vez a pelo”
Entonces yo les digo:
“Bueno, habrá que preguntárselo a Inés que es la que corre el peligro, a ver Inés tú decides, follamos con ellos sin preservativo o él que no le tenga no te folla y espera a estar conmigo”
Entonces Inés, mirándome contesta:
“No sé, no sé, tengo miedo a quedar preñada, pero es que me apetece tanto probar las dos pollas, y ya he probado la de Carlos ahora me gustaría probar la de Juan, ¿tú qué harías Esperanza?”
Yo la contesto:
“Si yo estuviera en tú lugar y tuviera las ganas de polla y de probar la de Juan como tú, no lo dudaría, lo haría aunque fuera sin la goma, de hecho lo mismo me ocurrió a mi la primera vez que estuve con él y lo hicimos, y también te digo que me preño, si por mí es yo digo que lo hagamos sin condón, así disfrutamos todos, yo ahora de la polla de Carlos que hace tiempo que no la tengo dentro de mi coño y él de hacerlo sin goma conmigo, de modo que venga todos a follar”
Entonces nos colocamos en lo que ahora se llama la posición 1691, nosotras dos en la posición del 69, una sobre la otra (es decir como estábamos, yo tumbada en el suelo e Inés de rodilla con sus piernas a cada lado de mi cara y con los brazos o codos apoyados en el suelo) . Juan se coloca entre las piernas de Inés y Calos entre las mía, de esta forma cada uno de ellos podía ver la cara de la mujer contraria a la que follaba (es decir Juan podía observar perfectamente mi rostro y Carlos el de Inés), a la vez nosotras podemos guiar o tocar ,con nuestras manos, el miembro del otro hombre , es decir el que no nos folla y a la vez seguir lamiéndonos nuestros sexos la una a la otra o la polla del otro hombre o todo lo que tenga a mano, así como usar los dedos para el mismo fin. De esta forma éramos nosotras la que dirigíamos las operaciones o la follada de la otra pareja al mismo tiempo que padecemos los deseos de la otra por medio de nuestro propio compañero.
Juan arrimó su polla a la entrada del coñito de Inés, costándole bastante entrar la punta, dado el grosor de su polla y la estrechez de la almeja de Inés, esta entonces le dijo:
“Ahhhhhh diosssssss, es enormeeeeeeee, no me entra, es gordisimaaaaa…..”
Entonces Juan empujando un poco más la contestó:
“Tu tranquila, poco a poco, si no te pones nerviosa ya verás como la vas a disfrutar, vessssssss, la notaaaaaaassssss ya ha empezado a entrar, tienes que tranquilizarte”
Ella fuera de sí le contestaba:
“Siiiiiiiii siiiiiiiii joderrrrrrrr si la notoooooooo, la notoooooooo y la disfrutooooooo, joderrrr que pollonnnnnnn, como me pones cabronnnnnnnnnn , que gustooooooo me dassssssssss……”
Y Juan la dice:
“Ahora estate quieta un momento hasta que tu chochito se dilate y se amoldé a mi polla, así muy bien, ahora vamos a bajar un poco más, hasta que te entre toda, que ya verás como la vas a gozar pedazo golfa”
Inés obedeció y fue descendiendo hasta que toda aquella pollaza desapareció en su interior, y seguía diciendo:
“ Diosssssss diossssssss ahora si que la notooooooo, que gustooooooo, me destrozassssss cabrón, siiiiiiiiii, ahhhhhhhhhh, esto es la ostia, noto como si me reventasessssss, siiiiiiii, siiiiiiiii……”
A lo que él contesta:
“Ahora que la tienes toda dentro muévete puta, fóllame, fóllame, fóllame quiero preñarte pedazo de puta, eres un zorrón, la sientes ¡eh! la sientes.”
Inés obedeció y al acto comenzó a mover sus caderas, su pelvis, al tiempo que volvía a llevar su boca a la altura de mi pelambrera, para sacando su lengua chupármela e ir bajando con su lengua hasta mi clítoris y jugar con él.
A todo esto Carlos se había colocado entre mis piernas y , como ya era costumbre en él, sin cuidado ni contemplaciones metió su herramienta dentro de mi vagina. Yo note du larga y gruesa polla dentro de mí, y aunque había sido un poco brusco, sentí placer de tenerla dentro. Me vinieron a mi mente los recuerdo de todas las folladas que me había metido, y esto hizo que empezara a emanar de mi interior jugos de placer y deseo, y junto con la caricia de clítoris que me estaba haciendo Inés me estaban haciendo subir al cielo entre los dos.
Carlos entonces agarrándome de mis caderas comenzó el movimiento de mete y saca y me dijo:
“Uhmmmm uhmmmmmmm que gustoooooo que gustoooooo, Esperanza vas a tener una tarde golfa que nunca olvidarás, te voy a destrozar a pollazos, ya verasssssssss, joderrrrrr putaaa joderrrrrrrr que gustazoooooo me estás dando diossssss, como follas, que recuerdos aahhhhhaaaaa, dios te voy a llenar de lecheeeeeee, diosssssss…….”
Le acaricie sus brazos y comencé a gemir como una perra, comenzando a tener una serie de espasmos, característicos de la próxima llegada del orgasmo, hasta que finalmente me corrí, moviéndome y chillando como hacía tiempo no lo hacía diciendo:
“Siiiiiii siiiiiiii destrozameeee, follameeeee, me corro cabrón, me corro cabrón, la quiero todaaaaa todaaaaa…….”
Tras reponerme de mi orgasmo, volví en mí, Carlos seguía sin correrse, estaba follándome con fuerza y con ganas, seguía agarrado a mis caderas pero a la vez se estaba besando con Inés. A la cual de vez en cuando, dejando mis caderas llevaba sus manos a sus esplendidas tetas. Juan seguía con el mete y saca dentro del coño de Inés, yo desde mi posición podía apreciar bien lo justo que entraba la gran polla de él en el estrechito conejo de ella. Entonces alargando una de mis manos, la fui subiendo por la pierna y muslo de Juan (que se encontraba follando de rodilla entre las rodillas de Inés) hasta llegar a la raja de su culo se lo abrí un poquito y pude introducirle mi dedo índice por el agujero de su culo. Entonces él dio un golpe fuerte hacía delante haciendo que Inés cayera sobre mi sexo y polla de Carlos, cosa que aprovecho para chupar la polla de este cada vez que salía de mí. Yo entonces, siguiendo sacándole y metiéndole mi dedo en su culo, saque mi cabeza de entre las piernas de Inés y mirando a Juan le dije:
“Juan, dale, dale fuerte, acaba ya de correrte dentro de esa puta, te deseo y quiero que entres dentro de mí, córrete pronto y déjala preñada, pero hazlo pronto, quiero que me vuelvas a follar y si quieres darme por el culo también, te deseo hoy solo a ti. Y tú Carlos acaba de una vez córrete ya dentro de mí, quiero que tu lugar lo ocupe Juan que es con el que quiero estar, y si para ello tienes que follar a Inés sin condón lo haces, me da igual del que quede preñada, el caso es que se quede y yo pueda estar lo que os queda de estar esta tarde con nosotras con Juan que es al que deseo hoy”
Juan me responde:
“Si, si Esperanza, yo también quiero estar contigo, desde que te deje preñada la otra vez no he deseado otra cosa, nada más que estar contigo, pero el cabrón de Carlos en este tiempo no ha querido darme noticias tuyas ni el número de teléfono ni nada. No te preocupes que ya, ya me me vieeeneeee me corrroooooo dentroooooo de Inééééssss como tú me has pedido y el resto de la tardeeeeeee estoy contigoooooooo, mueveteeeee Inés, mueveteeeee que me esta llegandooooooo, me llegaaaaaaaa……… toma mi lecheeeeeeee, tomaaaaaaaa, me corrroooooooo voy a preñarteeeeeee so putaaaaaaaaa, tomaaaaaa…….aaaaaahhhhh ooooohhhhhhhhh miiiiiiii lecheeeeeee………”
Carlos parece que al oír a Juan se calentó más que aceleró las embestidas que me daba y también se corrió a la vez que su amigo lo hacía dentro de Inés él lo hizo dentro de mí, yo sentí su corrida inundar mi vagina, era caliente y grande, esto me proporcionó un gran placer. Juan cayó por el esfuerzo sobre la espalda de Inés, Carlos sacando su polla e mi se tendió a un lado de mi y Juan empujando un poquito hacía adelante el cuerpo de Inés se salió de ella, al sacar su polla de la concha de ella (al tenerla tan ajustada) sonó como si se acabará e abrir una botella de champagne. Yo entonces me fije en el coño de Inés y vi como salía gran cantidad de semen, entonces Juan acercando su cara a la mía busco mi boca y me dio un gran beso y me dijo:
“Gracias Esperanza por querer estar hoy conmigo y gracias también por elegirme a mí para ser el primero en poder preñar a tú amiga Inés, te quiero Esperanza”
Yo le abrace y dándole otro beso le dije:
“No me des las gracias, soy yo la que debo de dártelas por estar hoy conmigo y quiero que a partir de ahora no dejes de tener contacto conmigo, ¿puedes apuntar en algún sitio mi número de teléfono?”
El se levanta y me dice:
“Si, espera un momento, en mi pantalones tengo papel y bolígrafo, voy a por ello”
Se levantó donde había dejado su pantalón. Yo también me levanté, al hacerlo me chorreaba todo el semen de Carlos mis piernas abajo, y me dirigí hacía donde había dejado los restos de mi ropa y mi bolso., abrí el bolso y saque los 200€ que nos habían pagado los dos por estar con nosotras, y entonces dirigiéndome a Juan le dije:
“Juan apunta 6.. ... .. .., es te es mi teléfono puedes llamarme cuando quieras y si vas por el pueblo donde vivo no dudes en hacerlo, si lo haces haré lo posible por poder estar contigo. Y toma tus 100€ que nos has dado para follar con nosotras, me estás haciendo tan feliz que no quiero cobrarte y tú Carlos toma también los 100€ tuyos, no quiero cobrarte tampoco, pero me tienes que prometer que el rato que falta y que vas a estar con Inés si la follas por su coño, lo harás con preservativo si l lo haces por el culo me da igual que lo hagas sin él”
Entonces los dos cogiendo los €uros , nos dan las gracias, y Carlos me dice:
“Esperanza, perdóname si en alguna ocasión he abusado de ti o te he hecho daño, la verdad es que no era mi intención, quisiera seguir siendo tu amigo y poder visitarte bien a tu pueblo o sino aunque fuera como cliente a casa de Marisa. Y no te preocupes que si en esta media hora hago algo con Inés (que lo dudo pues estoy agotado), lo haré como tú quieres, para que caso de que Juan la haya preñado no tengáis duda de que ha sido él”
Yo me acerco a Carlos y dándole un beso le digo:
“Tú Carlos siempre serás mi amigo y podrás estar conmigo cuando quieras, gracias a ti y a tus buenas folladas ahora soy lo que soy y estoy feliz”
Luego acercándome a Juan le cojo de la mano y le llevo de nuevo a la manta, como tras la follada a Inés la tiene un poquito floja, descansamos unos minutos pero yo no dejo de tocarle, acariciarle y sobarle su gorda polla. Al cabo de un rato noto como se le va poniendo poco a poco en forma. Miro a mi lado izquierdo e Inés está haciendo lo mismo en la polla de Carlos que también se le empieza a endurecer, entonces mirando a los dos les digo:
“Ya que estáis de nuevo cogiendo la forma, ¿os atreveríais a darnos por el culo?, yo Juan estoy deseando (aunque sé que me va a doler) de entregártele, deseo sentir esa esplendida y gorda polla que tienes dentro de mi ano, venga mi amor compláceme en esto quiero que me tomes por mi culo y tú Carlos házselo a Inés no la ves su cara que está deseando…..”
No contesta ninguno de los dos, sino que cogiéndonos de la mano nos hacen poner a cuatro patas apuntando nuestros traseros hacía arriba, nos hacen abrir bien las piernas, luego se ponen los dos cada uno entre las piernas de cada una de nosotras (Juan entre las mías y Carlos entre las de Inés) y con sus manos nos abren lo que se puede las rajas de nuestros culos y acercando su boca comienzan a pasar su lengua por nuestros agujeros del culo, depositando en ellos gran cantidad de saliva. Con sus dedos, también mojados de saliva y de los restos de nuestros jugos y del semen que aún sale de nuestros coños, nos los van introduciendo dentro de nuestros anos. Después se levantan y colocándose delante de nuestras caras nos hacen que les chupemos sus pollas hasta que las tienen a punto de reventar. Entonces vuelven a su posición anterior entre nuestras piernas y acercan sus herramientas cada uno al ano de nosotras con la que están. Yo siento como Juan aprieta su gorda polla en la entrada de mi culo y este por su estrechez (aunque haya tragado bastantes pollas por él aún le sigo teniendo estrechito como ocurre con mi coñito) parece resistirse, entonces yo le digo:
“Ahiiiii, no hagas caso a mis gritos y lamentos, ahiiiiiii me dueleeeee, me vas a partirrrrr, sigueeee, no pareeees aprieta fuerte métemela de una vez, no te importe que grite y lloreeeeee, quiero tenerla dentro de mi culo y quiero que me le folles, yo sé que ahora me dolerá pero una vez que la hayas entrado y se haya adaptado al tamaño de tu polla vamos a disfrutar los dos muchisimoooo, oooooohhhhhhhh, siiiiiiiiiii ahiiiiiiiiii, sigueeeee…….aaaahhhhhhhhiiiiiii……..”
Juan me hace caso y apretando comienza poco a poco, no sin dificultad, a entrarme cada vez más adentro (el dolor es inmenso, pero aguanto) asta que consigue tenerla toda dentro de mí, entonces le digo:
“Juan, espera un poco, no empieces aún a moverte a dentro y a fuera, espera a que mi culito se adapte a tú polla, y acaríciame con tus manos mi clítoris y mis pechos, me encanta que me los soben”
Juan hace lo que le digo y comienza a darme placer. Mientras Inés esta soportando como puede la entrada del pene de Carlos en su estrecho culito, la miro y veo como aguanta el dolor y como la corren las lagrimas por sus mejillas, ella entonces le dice a Carlos:
“Por favor, ahiiiiiiiii, me haces mucho daño, no estoy acostumbrada a que me la entren por el culo, solo hace unos días que me han dado por él, pues en mis años de casada con mi marido, este no me lo hacía, aaaaahhhhhhiiiiiiii me partes en dos, como me dueleeeeeee, paraaaa, paraaaaa , por favor con cuidado me duele muchisimoooooo, pero sigueeee, quiero hacerlo igual que lo hace Esperanza, aunque me duela quiero que me des por el culo y si es necesariooooooo que me le rompas y me sangre , lo aguantareeeee, esque la tienes muy gorda y larga para lo estrechito que tengo mi agujerito ……., te gusta metemerla por él, dimelo te gusta cabrón, me estas matando de dolooooorrrr, por favor dime algo, te gustaaaaa………”
Carlos apretándola con fuerza y metiéndoselo a lo bestia la dice:
“Si, si me gusta, es un verdadero placer meterla en ese culito tan estrecho y poder a la vez agarrarte y sobarte esas soberbias tetas que tienes, lo notas , lo notas dentro de ti, di, di so pedazo de puta lo notas……”
Inés como puede le contesta:
“Siiiii, siiiiiii la notooooooo, ahiiiiii, como me duele, pero sigue rompemeleeeee, es tuyo siiiii es tuyooooo aaahhhhhhiiiiiiiiiiii…..me partes en dos…….”
Entonces Juan dice a Carlos:
“No seas bruto, espera un poco a que sus esfínter se adapten a tu polla, y después la jodes como quieras, pero espera a que se acople, en mientras porque no la sobas bien sus pechos y su conejo, pues tiene los dos que son una maravilla, con eso la apaciguas un poco el dolor y después como dice Esperanza, verá como disfrutáis más los dos”
Entonces yo ya noto como mi culito se ha acoplado al pollón de Juan y le digo:
“Cariño, me siento toda llena con tu polla, creo que mi culo ya se ha acoplado bien a tu polla, ahora por favor comienza despacio a moverte a dentro y a fuera para ir poco a poco aumentando el ritmo , pero no dejes de acariciar mi clítoris y mis pechos pues me estás dando un gusto grandísimo, te quiero , quiero que disfrutes todo lo que puedas conmigo, venga cariño comienza que me quiero correr con tu polla en mi culo, aaaahhhhhh, oooohhhh, que placeeerrr…….”
Juan haciéndome caso, comienza suave para ir aumentando poco a poco el ritmo de su follada de culo, sin dejar de acariciarme mis pechos, que me los estruja y soba a placer con una de su mano, con la otra no ha dejado de masturbar mi clítoris, comienzo a dejar de sentir dolor el cual se va convirtiendo en placer, comienzo a gozar, oh que bien me lo está haciendo, me gusta y me está haciendo sentir un placer como pocas veces he sentido al darme por el culo.
Mientras Carlos, parece que ha hecho caso a Juan, y ha ido con más cuidado en la introducción de su polla en el culo de Inés, esta se la ve más relajada, ya ha dejado de llorar, las caricias que Carlos la esta prodigando tanto en sus pechos como en su almeja, se nota que la están haciendo que vaya bajando el grado de dolor, de pronto Inés le dice a Carlos:
“Carlos, por favor, comienza a follarme el culo, pero por favor con mucho cuidado, como Juan se lo ha empezado hacer a Esperanza, una vez que hayas cogido el ritmo puedes hacerlo todo lo deprisa y como quieras hasta que te corras y nos corramos juntos, pero por favor tú tampoco dejes de tocarme y sobarme tanto mi almeja como mis pechos, pues esto me produce un gran placer….aaaahhhhhhh------“
Yo al ver a Inés y a Carlos con las ganas con que se lo hacen y lo bien que me está cogiendo por mi culo Juan, comienzo a sentir un placer inmenso y no puedo reprimirme, y noto que a Juan le pasa lo mismo, siento que los dos nos vamos a correr pronto, yo en estos momentos estoy muy, muy caliente y no puedo reprimir mis gritos de placer y comienzo a decir:
“Así , así Juan, que bien me lo estás haciendo, no pareeeees , no pareeees, que placeeeeerrr siiiiii, aaaahhhhoooooo siiiiiiiiii, me estas matando de placeeerrrr, correrteeee, correteeeee en mi cuulooooooo, quiero tu leche en mi culooooooo, siiiiii , siiiiii, me corroooooooo cabróóónnnnn….aaaaahhhhh siiiiiiiii lo notoooooooo, noto tu leche ardiendo en mi rectooooooooo aaaahhhhhhh que gustooooooooo….. siiiiiiiii…..siiiiiiiiii mi amooooor mque placeeeerr……..”
Él a su vez también mientras se corre comienza a decirme:
“Toma, toma, puta preñadaaaa, siempre me ha gustado tu culo, y tu conejo me encanta como lo tienes de mojado y todo lleno de líquidos y flujos, que puta y caliente ere, Esperanza…..¿quieres que me corra en tu culo, ¡he puta! Quieres mi leche caliente en tu recto, pues tomaaaaa, siiiii, que placer me das perra, que bien te mueves , quien pudiera ser tu marido para poder estar todos los días dentro de ti, bien por aquí por tu culo o bien por tu conejo, aaaahhhhh, ssssiiiii, me vieeeeneeeeee, siiiiii ya esta aquiiiiiiiii…..me meee cooorroooooo……Tomaaaa,tomaaaaa mi lecheeeeeee, disfruta de ellaaaaaa, aaaaahhhhh que placeeerrr…… siiiiiiiiiiiii…….Ooooooooohhhhhhhh……..”
Diciendo esto cayó sobre mi espalda quedando un rato sobre mí y manteniendo aún su esplendida polla dentro de mi agujero anal, yo no quería que me la sacara, estaba en la gloria con ella dentro.
Cuando estábamos en esto, la otra pareja (Inés y Carlos) comenzaron a correrse y a decir palabras parecidas a las nuestras, cuando acabaron de correrse terminaron en la misma posición que nosotros hasta que Carlos mirando él reloj dijo:
“Juan, se no va haciendo tarde tenemos que marchar, por lo menos yo, pues ya sabes que me cargan esta madrugada, tú aún tienes margen por si quieres descansar y salir después, como no te cargan hasta mañana por la tarde”
Entonces al oír esto le dije a Juan:
“Juan es verdad que no tienes que cargar hasta mañana por la tarde, y ¿Dónde es donde cargas?”
Juan me contesta:
“Si a mí no me cargan hasta mañana por la tarde, lo único es que voy con Carlos para que no haga el camino solo. Tenemos que cargar en un pueblo cerca de Valdepeñas y llevarlo a otro de Madrid muy cerca del tuyo, así que si quieres y no te importa podemos quedar para ese día”
Entonces yo muy melosa le digo:
“Juan porque no acercamos a Carlos, con mi coche a su camión, y tú te quedas a pasar la noche conmigo, me apetece tanto, y lo de quedar el día que vayas a mi pueblo ya lo vemos luego, por favor quédate, te deseo tanto, no sé que me has dado que desde que he vuelto a verte me tienes loca de deseo por ti, anda quédate……”
Entonces él me dice:
“No sé, no sé, a lo mejor a Carlos le parece mal que le deje solo y tú amiga Inés que hacemos, también se queda con nosotros, no sé, no se……”
Entonces Carlos dice:
“Mira Juan, si te apetece quédate, no lo hagas por mí, otra oportunidad como esta y con el tiempo que llevas deseando a Esperanza no se te va a presentar, anda vamos con el camión hasta el aparcamiento donde dejamos el coche de Esperanza, le cogemos y me acercas a mi camión”
Yo entonces acercando mi boca a la de Juan le digo:
“Venga Juan, quédate, te deseo además nos puedes tener a las dos a Inés y a mí y así la dejas preñada que es lo que todos deseamos”
Entonces por fin Juan dice:
“De acuerdo me quedo con vosotras, la verdad es que era lo que realmente deseaba, venga vamos a la cabina y arrancamos”
Nos levantamos y nos vestimos como pudimos, yo prácticamente no me pude poner nada de mi ropa porque estaba toda rajada, los demás si se vistieron, entonces yo me pude en el medio de los cuatro, por si venía alguien y nos podía ver, y al llegar a la puerta de la cabina fui la primera en montar. Inés y yo nos colocamos atrás en la cama (con lo que yo quedaba tapada y de esta forma no se me veía desnuda, sobre todo cuando llegásemos al aparcamiento) y Carlos se monto en el asiento del acompañante adelante con Juan.
Arrancamos y al llegar al aparcamiento donde habíamos dejado el coche, saque del bolso las llaves del mismo y se las di a Juan y le dije, cuando vuelvas coges una maletita pequeña azul que tengo en el maletero y por favor coge un poco de ropa que me pueda poner, para poder bajar de aquí y llevar el coche donde acordemos.
Juan y Carlos bajaron del camión y a nosotras nos dejaron en él esperando a que Juan volviera. Se montaron el mi coche y marcharon. Al cabo de una media hora volvió Juan, parando el coche cerca del camión, abrió el maletero del coche y sacando a boleo un poco de ropa (para arriba y para abajo), la hizo un rebujo y volvió a montar en el camión. Me dio la ropa y al cogerla vi que era una de los conjuntos que Javier me había comprado para estar en la finca, es decir que me tapaban poco, pero bueno no dije nada y me lo puse. Entonces le pregunté a él que donde podíamos ir, él dijo:
“No creo que tengamos que coger ningún hotel teniendo el camión, podemos volver a donde hemos estado o por allí cerca y pasar la noche en el camión, os parece”
Yo le contesto:
“De acuerdo, entonces yo e Inés te seguimos, pues quiero llevarme el coche y ponerle cerca del camión, no vaya a ser que me vuelvas a romper la ropa y tenga que salir desnuda y no quiero que me vea nadie desnuda…ja,ja,ja,…”
Juan arrancó el camión y nosotras le seguimos detrás, pero al llegar a un punto del camino, me dio miedo seguir no fuera a dar el coche abajo y rompiera algo, entonces pite a Juan, que paró y bajándose del camión se acerco a nosotras y me pregunto:
“¿Qué pasa Esperanza?
Yo le contesto:
“No puedo seguir con el coche, me da miedo como está el camino y tengo miedo de dar en los bajos con alguna piedra y romper algo. Creo que será mejor que lo deje hay detrás de aquellos arbustos (como a unos cien metros del camino donde estábamos) y seguimos los tres en el camión, si no te importa y luego mañana al pasar lo cogemos.”
El me dice:
“De acuerdo, yo creo que ahí está bien tapado y no le verá nadie y así no te le tocarán y estará seguro. Venga dejadle allí yo os espero aquí”.
Dejamos el coche donde habíamos dicho y andando por el campo nos dirigimos al camión. Yo pensé “ menos mal que por aquí no hay nadie y no me pueden ver, por que con estas ropas se me ve todo y no me tapan nada”, cuando llegamos al camión Juan nos abrió la puerta ayudando primero a subir a Inés, que se colocó en la parte de la litera y después a mí (cuando me ayudaba sujetándome de mi culo , haciendo con que me le empujaba hacía arriba, deslizó su mano hasta tocar por encima de las bragas mi coño, esto hizo que sintiera una especie de calambre de placer) que me senté en el asiento de la cabina junto a Juan.
Luego puso el camión de nuevo en marcha y continuamos como kilometro y medio más hasta llegar al lugar donde habíamos estado anteriormente junto con Carlos.
Al llegar me dijo Juan:
“Creo Esperanza que es mejor que nos bajemos y nos pasemos atrás a la caja, encendemos la luz y arreglamos un poco todo, lo limpio un poco más arrimando las mierda de los animales a un rincón y coloco unas lonas y mantas que tengo en el suelo para echarnos y no mancharnos, pues aquí en la litera para tres vamos a estar incómodos, si fuéramos solo dos si nos quedaríamos en la cabina en la litera (pues para dos es mucho más cómodo), ¿Te parece?”
Yo le digo:
“Está bien, en principio como estaremos los tres, nos acoplaremos en la caja, pero luego cuando ya creamos oportuno quiero quedarme contigo a solas y entonces tú y yo nos pasaremos a la cabina e Irene, se quedará descansando en la caja, ¿vale Inés, Juan?”
Ellos los dos me contestan:
“De acuerdo, como tú quieras”
Juan entonces bajándose, nos dice:
“Esperadme aquí, mientras yo lo preparo todo”
Entonces yo le digo:
“No Juan, nos bajamos los tres y te ayudamos, así acabaremos antes y podemos comenzar también antes a gozar de nuestros cuerpos”
Nos bajamos los tres de la cabina y nos dirigimos hacía la caja. Juan abrió la puerta pequeña lateral de la misma y por allí, nos ayudó a subir. La dejo abierta hasta que dirigiéndose a la luz la encendió colocando unas pinzas en una de las dos baterías que tenía, iluminándose toda la caja. Entonces fue hacía la puerta y la cerró de nuevo por dentro.
Después cogió una escoba, fabricada por él con ramas de escobas del campo, y se pudo a barrer los restos de excrementos que quedaban de los animales que había transportado hacía una de las esquinas de atrás del camión. Luego nos dio unas lonas (bastante sucias de restos de excrementos de animales secos y polvo) para que entre Inés y yo las fuéramos colocando en la zona que él iba barriendo. Al cogerlas y hacerlo, pesaban un poquito) y al arrimárnoslas para hacer más fuerzas, nos mancharon todas las ropas que teníamos puestas, quedando prácticamente hechas un verdadero desastre de la mierda que se nos pego a las mismas. Colocamos todas las lonas por el resto del camión y luego fue hacía una de las esquinas que tenía tres mantas dobladas, también algo manchadas pero no tanto como las lonas y las coloco en el centro de la caja para hacer allí con ellas, una encima de otra, una especie de cama (formarían un cuadro de unos dos metros cuadrados). Cuando acabamos nos miramos las dos mujeres y teníamos completamente negras y manchada de excrementos todas nuestras ropas. Juan como lo que había hecho fue barrer, no se había manchado, entonces la dije a Inés:
“Inés, mira como nos hemos puesto, tenemos todas nuestras ropas inservibles, con estas ropas no podemos seguir, puestas, desnúdate, vamos a quedarnos en sujetador y bragas a ver si mañana cuando nos vayamos se han secado un poco y sacudiéndolas un poco nos las podemos poner, por lo menos hasta que lleguemos al coche”
Haciéndome caso Inés comenzó a desnudarse, quedándose solamente en bragas (las típicas suyas grandes) y sujetador, yo hice lo mismo, solo que mis bragas eran pequeñas y transparentes y mis sujetadores también transparentes y pequeños. Inés estaba excitante sobresalían sus grandes pechos que parecían se quisieran salir de su sujetador y a mí se me transparentaban todas mis partes y por mi entrepiernas se salían los pelos de mi coño por los laterales de las bragas. Juan se le iluminó la cara al vernos y mirándole a su bragueta note que tenía un gran bulto en ella, sin esperar más también comenzó a desnudarse quedándose solamente con su calzoncillo, formando con él y su polla una verdadera tienda de campaña de lo tieso que tenía ya su esplendido órgano.
Juan se acercó a nosotras y cogiéndonos a las dos por la cintura nos arrimó a su cuerpo dándonos un achuchón y espetándonos a cada una un beso con lengua que nos dejo atónitas y que fue el comienzo de nuestra lujuria, pues comenzó a calentarnos un poquito a cada una. Yo apartándome un poco les dije a los dos:
“Quiero que os folléis primero vosotros dos, aunque yo también participare en el juego mientras lo hacéis, y quiero Juan que te corras bien corrido dentro de Inés, pues me he empeñado en que hoy la dejes preñada y la semana que viene si vas por Madrid la vuelvas a follar, aunque también lo hagas conmigo, por si acaso hoy no queda preñada que quede la semana que viene. Luego una vez que os hayáis corrido y quedemos a Inés colocada y preparada para pasar la noche, tú y yo Juan nos iremos a la cabina del camión para seguir en la litera nuestra juerga particular, pues quiero que el resto de la noche Inés no folle más y deje descansar tanto su coño como su culo, aunque este estará ocupado por el consolador que traía puesto y que tengo yo en el bolso.
Ellos me dijeron que de acuerdo, que como yo quisiera. Sin separarse comenzaron a sobarse, a besarse y meterse manos. Inés con destreza le bajo a Juan su calzoncillo hasta los muslo, entonces yo le ayude a bajar hasta sus pies y le hice que subiera estos para sacárselo. Inés le cogió su pene y comenzó a acariciárselo. Juan no se estaba quieto seguía con el toqueteo de Inés por todo su cuerpo y llevando sus manos a la espalda de ella la desabrochó el sujetador cayendo este al suelo y esparramándose sus inmensa tetas que se aplastaron contra el cuerpo de Juan. Yo entonces quitándome mis bragas y mi sujetador, me puse detrás de Juan y comencé a restregarme todo mi cuerpo contra el suyo, haciendo que mi coño y mi pelambrera le rozara todo su culo, cosa que parece que le gusto, pues comenzó a moverle y a participar en el roce que yo le producía. Luego alargando mis manos logré llegar hasta el cuerpo de Inés que comencé a acariciar, llevando mis manos al elástico de sus bragas se las fui bajando poco a poco, cuando ya las tenía por debajo de su culo, me aparte de ellos y como había hecho con los calzoncillos a Juan hice lo mismos con sus bragas a ella. Ya estábamos los tres desnudos, Juan no había dejado de abrazar a Inés y ella de masturbar la polla de él. Juan cogiendo con sus manos los melones de Inés, prácticamente se los comía, los achuchaba, los chupaba, se los besaba, se los acariciaba, tiraba de sus pezones. Esto a ella la volvía loca, no se podía reprimir los suspiros de placer que este trato a sus pechos la producía.
Yo entonces me coloqué de rodilla entre los dos y haciendo que Inés soltara la polla de Juan, la cogí y fui yo la que siguió masturbándole aquello comenzó a tensarse, se hacía cada vez más grande y gorda, y él me decía:
“Esperanza comete mi polla, siéntela en tu boca, yo se que te encanta y te gusta como sabe, se libre olvídate de todo, de tú amante y de tú marido y disfruta de mi polla, seguro que con todas las que ya has probado desde que te has metido a puta nunca has probado algo así, chupa, chupa y ya veras como disfrutas”.
Mientras decía esto é seguía manoseando y morreándose con Inés, la cual notaba que cada vez estaba mas salida. Entonces yo me la lleve a mi boca, al principio no era capaz de entrármela en ella, entonces comencé a lamer su capullo, que también desprendía un fuerte olor a pis , seguía creciendo y engordando, con mi mano le acariciaba sus huevos y le seguí lamiendo de arriba abajo, traté de meterme el capullo en mi boca , consiguiendo entrar la punta, el empujaba y metía un poco más hasta su prepucio, empezó a mover para dentro y para fuera, a mi no me llegaba el aire aquella tranca me asfixiaba, como era posible que pudiera existir un pollón como ese, y él decía:
” u,u,u, ohhhh, siii, sigue siii, Esperanza…..como la chupas cabrona, jodér con la preñadita, como chupa ohhh, lo haces mejor que antes. Y tú Inés eres tan puta como tu amiga , que brevas tienes me vuelven loco”
Yo me oía chupar glup, glup…sss, glups era un deleite, entonces me lo saque para tomar aire y pude contemplarlo en todo su esplendor sus cerca de 25 ó 26 cms de largo por unos 8 ó 10 de ancho ( era tan gordo como un botellín de cerveza)era un pollón enorme. Yo la miraba extasiada. En ese momento me decidí a dejarme llevar y disfrutar de esa maravilla, quería calentarle cuanto antes para que se follara de una vez a Inés y después que estuviera solo conmigo, al ver su polla pensé: si me revienta mi vagina que me reviente,(aunque no me la había reventado la de Lucero no lo iba hacer la de Juan) pero deseaba tanto tener aquello dentro de mi, los recuerdos de sus folladas eran maravillosos. Para acelerar la calentura también de Inés comencé a meterla dos dedos en su vagina y a masturbarla su clítoris. Cuando llevaba haciéndoselo a los dos un rato les dije:
“Venga ya estáis los dos bien puestos y salidos, vamos con la follada. Yo me colocaré tumbada en el suelo e Inés de rodilla con su sexo sobre mi boca y comenzaremos hacernos un 69 y tú Juan te colocarás detrás de Inés y se la metes por ese coño de puta salida que tiene y que ahora mismo esta tan mojado por lo caliente que está como un comedero de patos. Juan fóllala bien y llénala de tu leche, pues ahora esta en los días fértiles y tenemos muchas posibilidades por no decir el cien por cien de que la quedes preñada.”
Entonces nos colocamos Inés y yo como había indicado y comencé a chupar el coño de Inés, este estaba completamente empapado de sus jugos, su sabor era delicioso, me encantaba apretar mi cara contra su concha sintiendo sus líquidos como me la bañaban, entonces Inés antes de comenzar a comerme mi almejita dijo:
“Juan vamos a la faena, estoy deseando de tenerla dentro y sentir tus correduras en mi interior, quiero que me quedes preñada, lo estoy deseando y además es el deseo de mi dueña y amiga Esperanza y no puedo decepcionarla”
.El se acercó desnudo como estaba , con su polla bien tiesa y comenzó a pasar su mano por la espalda y cabello de Inés, acercó su boca a su culo y metiendo su lengua en su raja se lo recorrió, para luego ir subiendo chupándola con su lengua por toda su espalda y acariciar y rozar todo su cuerpo con el suyo. Yo con una de mis manos le cogí su polla y se la acariciaba y con la otra le acariciaba el culo de Juan, con la mano que tenía su polla se la acerque a la chocha de Inés y le dije:
“Juan empuja sin miedo, ya sé que es muy estrecha, pero con lo caliente que está esta puta seguro que no siente dolor alguno”
Entonces él dijo:.” Verás querida Inés como disfrutas con una polla en condiciones como la mía, la vas a sentir bien y sin goma ni nada te voy a poner hasta arriba de leche, pues hace mucho tiempo que no estaba con una mujer, asta esta tarde con vosotras dos, y te voy a inundar ese coñito tan bonito que tienes, vas aullar de placer y vas a dar unos gritos que se te va a oír hasta en tú casa , vas a ver de lo que es capaz este viejo con una hembra como tú.”
Y dando un empujón se lo metió más de la mitad de un solo golpe, yo desde mi posición lo podía apreciar en primera fila con toda nitidez. Yo entonces me acorde que a Juan una de las cosas que más le gusta es que le chupen el culo, entonces alzándome un poco en mi posición que estaba bajo el coño de Inés , logré sacar la cabeza y pude llegar a su asqueroso ano en el que le quedaban alguna pelotillas y restos de caca y con lo salida que estaba , aunque en estado normal me hubiera dado mucho asco, ahora se lo chupaba y tragaba con todas mis ansias y en vez de asco quería comérmelo y hacerle disfrutar al máximo para que se corriera pronto dentro de Inés y de esa forma que empezará pronto a follarme a mí. Entonces él comenzó a decirme:
“ Así cariño. Así chupa mi culo , oh ooo que delicia que lengua tienes, sigue , sigue, no pares que bien lo haces , aaaaa”, yo alargue una de mis manos entre las piernas de Inés y comencé a masturbarla su , el estaba gozando como nunca y me decía “aaaa, que delicia, eres la mejor profesional, no me estraña que te dediques a estos , debes ser la mejor puta del burdel, como me está poniendo , esta subiéndome a la gloria, lo voy a dejar porque sino no me voy a correr y quiero disfrutar y follarme y darla caña a Inés y a ver si con un poco de suerte la quedo preñada”.
Dicho esto con su mano me apartó mi cara de su culo, yo entonces volví a mi posición anterior y deje de tocar a Inés su clítoris con mi mano para hacerlo ccon mi lengua y de paso saborear también en ella la polla de Juan. Este entonces le dijo a Inés
“Inés ábrete bien de piernas que te va hacer falta”
Al tiempo que cogiéndoselas con sus manos las colocaba a cada lado de su cintura, mi mirada estaba fija en su polla me tenia extasiada, él seguía diciéndole
“Prepárate para gozar, guarrilla… me muero por tu chochito y reventártelo bien de una puñetera vez, ¿quieres que lo haga, aún estas a tiempo, me voy a correr dentro de ti y no tengo goma, quieres guarrilla, si o no, quieres que te preñe?, dime que te la meta más adentro , pídemelo, quiero oírlo , dime fóllame y préñame quiero que me hagas un hijo ”
Inés estaba ya muy caliente y fuera de sí le dijo:
“ Fóllame ya por favor , fóllame, no aguanto más , no ves como me tienes”.
Y él la contestó:
“Pídemelo como yo te he dicho, dímelo”
Y ya a grito pelado Inés le suplica:
“Fóllame y préñame quiero que me hagas un hijo”.
Y el la contesta:
”Eso, eso es lo que voy hacer, prepárate para sentir una polla de verdad , una XXXL, dentro de ti”
Apretándola bien fuerte de sus caderas comienza un mete y saca vertiginoso, yo desde mi posición lo estoy viendo todo y me esta poniendo caliente a tope, por eso sigo chupando a Inés su almeja y a él el trozo que entre y sale para fuera del coño de mi amiga. Ya no había vuelta atrás sabía que este cabrón la reventaría, pero lo estaba deseando, pues cuando acabara con ella se estaría conmigo el resto de la noche y me iba a penetrar con ese pedazo de polla que en circunstancias normales me hubiera dado pavor mirarla, en cuantas películas pornos son mucho más pequeñas, esto me hizo pensar que la escena que debíamos de ofrecer en una película porno hubiera sido una escena de alto voltaje.
Inés fuera de sí le decía:
“¡Fóllame por favor!, ¡fóllame! No aguanto más, déjame preñada, Gmmmmm (decía al notar como la recorría una y otra vez la polla de Juan su vagina, el dio un empujón más fuerte y ella de nuevo gruño) Gmmmmm, ahaaay pues la había dolido , debió de sentí como si se la desgarrara parte de su coño.”
Y el dijó:
“ ¡Pssssshh, calla! Relájate que ya está dentro y ahora empieza lo bueno. Vas a gozar como no lo has hecho hasta ahora, nunca me había follado a una mujer casada y con 3 hijos y con un coñito así de estrecho, se conoce que tú marido te da poca caña ¿he?, joder si parece que esta sin usar, cuantas pollas te han entrado, deben de haber sido pocas, no”.
Ella le contesta:
“Hasta haceeee……aaaaahhhhhh unos días a parte del novio que me dejo preñada y no se quiso casarse conmigo, solamente mi marido, pero desde hace una semana me han entrado unas cuantas pollas, no se pueden contar con los dedos de las manos e incluso me han follado animales, si no que te cuente Esperanza, verás como no te miento, ssssssiiiiiiiii, sigue, no pareeeeessss aunque chilleeeee, ya no es de dolor sino de gustoooooooo y placer, me estoyyyyyy corriennndoooooooo……..”
El decía:
” Joder , como sabía que te iba a gustar ¿disfrutas, eh putilla?, tienes un conejo increíble, no me importaría follármelo más veces. Si es verdad que vas a trabajar de puta donde trabaja Esperanza os visitaré a las dos muchas veces o allí o donde vosotras queráis, pagándoos o sin pagaros me da lo mismo, vuestros coños me vuelven loco son tan apretadito, joder si parece mentira que hayas parido, joder que rico”
El ya había cogido el ritmo, ella le contesta:
“Siempre le había tenido así, que en los partos lo pasaba muy mal hasta que paría por ser de coño tan estrecho ah,ah..aa, sigue , cabrón sigue que me corro, aaaaa, si..gue eeee, no pares cabrón no pares , me corro, me corrooooo…….ssiiiiiiii me corroooooo otra veeeeeeezzzzz……”.
El decía
“Si nena, disfruta de mi verga, así que solo habían entrado dos en esta maravilla e conejo, asta que te juntases con Esperanza, eh, a que ninguna de las dos (la de tu novio y tú marido) es como la mía, ¿verdad?, eh ¿verdad?, sigue corriéndote putilla, disfruta cerda, disfruta hoy cuando acabemos no vas a poder ni tenerte en pié pues te voy a quedar para el arrastre”.
El sigue con sus vaivenes , cuando veo que se tensa y comienza a decirla:
“!Oh! ooooohhhhhh, que placer, como se te mueven tus tetaaaaasssss, ese par de tetas que me tienen loco, ¡uff, puta guarra, vaya conejo más caliente es estrecho que tienes, joder no me canso de decirlo, pero es que me estás haciendo disfrutar a tope, joder …!y vaya tetas! ¡Te voy a arrancar esos pezones!, muévete puta , muévete tú ahora, no quieres polla pues toma, toma…..siiiiiiiii aahhhhhhh gguuuuuuaoooooooohhhhhhhh, me viene, tomaaaaa para que te entre hasta el útero, putaaaaa………., toma mi leche toda dentro quiero…..preñarteeeeeee…..siiiiiiiiiiii…… me voyyyy, me corro , so puta, me voyyyyyyyyy aaahhhhh……..”
Yo desde abajo veo como Juan se ha tensado y noto como se corre dentro de la vagina de Inés,, esta no puede con toda la corredura de Juan y empieza a salir por el poco espacio que queda entre su conejo y la polla de Juan, yo aprovecho en chupar lo que sale y me lo trago, entonces Inés dice:
“Siiiiii……siiiiiiiiiiiiii correteeee, dentro de miiiiiiiii, lo notoooooo, notoooooo tu leche caliente dentro de miiii vaginaaaaaaa……siiiiiiiiii carbón préñame……lo deseoooooo…….siiii hazme un hijo……..”
Tras esto Juan, aun sin sacarla, cae sobre la espalda de Inés y esta sobre mí, permaneciendo los tres un ratito en esta posición.
Después Juan se la saca a Inés y se levanta y se sienta a nuestro lado, entonces yo dándola un beso a Inés la pregunto:
“Inés cariño, ¿ te ha gustado? ¿has disfrutado?, ¿crees que te habrá preñado?”
Ella contesta:
“Ha sido fantástico, nunca había disfrutado tanto en mi vida con una follada, el sentir la polla de Juan dentro de mía ala vez que tú me chupabas y lamías mi clítoris es algo inexplicable que me ha vuelto loca. Y por la cantidad de leche que me ha echado ahora y la otra vez cuando me follo esta tarde yo creo que me ha preñado y bien preñado”
Yo entonces la digo:
“Inés no te importa quedarte aquí descansando en la caja, mientras Juan y yo nos vamos a la cabina, me apetece estar mucho a solas con él y esta noche quiero disfrutar cuando se reponga del polvo que te acaba de echar , toda lo noche de él tiempo que queda. Pero antes debemos prepararte, ponte en la posición del perrito, voy a meterte el consolador que te quite en los baños del bar, por el culo, quiero que siguas preparándotelo, para cuando ejerzas de puta no tengas ningún problema en que el que desee que te la meta por ahí “
Ella me hace caso y yo me dirijo a mi bolso y saco el consolador, y se lo voy introduciendo tras mojarlo con sus jugos, poco a poco por su culo. Entonces Juan se me acerca y me dice:
“¿Tienes un condón?, quiero que mientras nosotros estemos gozando, Inés siga disfrutando, a ver que te parece el juguete que me acabo de inventar “
Yo le digo que sí y se le doy. Entonces coge su teléfono móvil lo mete dentro del preservativo lo ata cogiendo las bragas de Inés las raja y haciendo una tira , esta la ata al preservativo. Luego la dice a Inés :
“Siéntate y ábrete bien de piernas, que te quede tu almeja bien abierta”
Así lo hace y entonces Juan con mucho cuidad la va introduciendo su teléfono móvil dentro de la vagina de Inés. Luego me pide el teléfono, marca su numero y al ratito vemos como Inés sufre un escalofrió y empieza a jadear, hasta que Juan corta la llamada. Luego marca otro número de teléfono y llama a Carlos y le dice:
“Carlos quiero que me hagas un favor, he metido mi teléfono móvil dentro del coño de la puta de Inés y quiero que cada medía hora o cuando te parezcas la hagas una llamada, esto durante toda la noche, pues acabo de inventar un nuevo vibrador para hacer gozar en solitario a las mujeres, ¿lo hará?”
Conociendo a Carlos, sé que le habrá dicho que sí, entonces Juan dice :
“Esperanza, ya que hemos quedado arreglada a Inés, creo que es hora de que tú y yo tengamos nuestra noche, vamos a la cabina, mi amor, y gracias por ofrecerme a Inés y dejar que la folle antes que a ti y desear que sea yo el que la preñe. Pero dime ¿Cómo es que decides tú el que se quede preñada y de quién, en vez de ella?”
Yo le contesto:
“Mira Juan, es una larga historia, solo te puedo decir que Inés me pertenece, pues así lo ha querido ella y su marido que me la ha vendido. Pero me conoces algo y sabes que yo nunca la haré ni trataré como mi esclava, pues si la he comprado ha sido por liberarla del mameluco de su marido. Ya le he hecho que presente los papeles de divorcio para que ella quede libre de las ataduras hacía él. Yo la he insistido en que es libre, pero ella me ha dicho y ha insistido que no quiere ser libre sino pertenecer a mí, que por favor que así lo haga”.
Juan mirándonos a las dos nos dice:
“No sé, no sé, si vosotras estáis de acuerdo y a sí lo habéis querido por algo será, pero ya que te pertenece y ella quiere, vamos a quedarla atadas las manos de tal forma que no se pueda sacar el teléfono, hasta mañana que se le saquemos nosotros. Pero venga vamonos tú y yo y dejemos que Inés descanse”
Yo voy a coger mi ropa y él entonces me dice:
“No Esperanza, no las cojas, esas ropas ya no sirven para nada, la mierda y orines del ganado las han puesto perdida y si te las pones olerás solamente a caca y pis de los animales. Y para que se os quite a las dos la tentación de ponéroslas, las voy a rajar de arriba a bajo quedándolas inservibles, así no os las podréis poner y además con esas tiras serán con las que atemos a Inés”
Cogiendo las ropas, tanto de Inés como las mías (incluida la interior), las hace mil pedazos y tiras quedando prácticamente inservibles.
Yo entonces le digo:
“¿Y como vamos a ir mañana hasta el coche, desnudas nos pueden ver alguien que pase por allí?.
El me contesta:
“No te preocupe, seguro que no habrá nadie. Tú has visto a lo largo de la tarde a alguien por estos parajes, venga no te preocupes y si hubiera alguien ya veríamos que hacíamos”
Cuando íbamos hacía la puerta de nuevo vemos a Inés encogerse y jadear, Carlos estaba llamando al móvil, seguro que así estaría toda la noche y a mi querida Inés la va hacer tener varios orgasmos con la vibración del móvil que lleva en su vagina.
La miramos y nos echamos a reír los tres. Después nos bajamos del camión, Juan con su ropa en la mano y yo desnuda y nos vamos a la cabina del mismo, para pasar nuestra noche especial.
Bueno creo que me he alargado demasiado, así que mi noche con Juan os la contaré en la próxima entrega.
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