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Como recordaran, Matías me entrega para siempre a su mujer a cambio de poder joder conmigo esa noche delante de ella y de Javier, yo acepto E Inés pasa a pertenecerme. Tras esto nos juntamos ambas mujeres con Javier el cual se folla a Inés y yo participo con caricias e Inés a la vez que es jodida por Javier me come maravillosamente mi coño. Luego nos vamos las dos juntas al cuarto de baño donde nos bañamos juntas y Javier se despide de nosotros, dejándonos toda la noche para nuestros juegos. Aquí termine el capitulo anterior, ahora una vez que les he dado el hilo continuamos con la historia.
Inés tiene un cuerpo perfecto para su edad, con unas tetas mayores que las mías, un poquito de tripita por su edad, y un poco rellenita sin estar gorda como estamos todas por nuestras edades. Estamos las dos muy calientes como consecuencia de los afrodisiacos que nos han dado después de la cena, ella no para de besarme y cogerme mis pechos y comérselos prácticamente, me los soba, me los lame y me succiona con brío una y otra vez mis pezones como si quisiera sacarme leche de ellos. Yo en mientras no dejo de masturbar su peludo coño, esta todo mojado, no del agua en la que estamos metidas sino de la calentura y jugos que no para de echar por esa almeja y caliente que parece haber despertado ahora al mundo del sexo después de cerca de 30 años de estar con el mismo hombre.
Me aparto de ella, me salgo de la bañera y cojo una toalla y la digo que se salga, ella hace lo que la he dicho, me acerco a ella y con mucha delicadeza la voy secando todo su cuerpo de piel fina y sedosa, su concha en la que me recreo subo por su abultado vientre a sus pechos que se los seco, estrujándoselos y manoseándoselos a placer, me acerco a su boca y me fundo en un beso, quito la toalla de sus pechos y pasándola por su espalda la empiezo a secar esta parte de su cuerpo mientras la atraigo hacía mí para que nuestros gordos pechos se junten y disfruten mutuamente de la caricia que unos a otros se producen con el roce de nuestros cuerpos.
Luego es ella la que cogiendo otra toalla hace lo mismo conmigo, sigue el mismo trato que yo he dado a su cuerpo con el mío, esto nos produce mucho placer. Cuando acabamos, la cojo de su mano y nos dirigimos hacía la cama, donde nos sentamos, entonces la digo, que espere, me dirijo a la cómoda y cojo la cajita con la crema para el aumento de pechos y la digo:
“Inés, esta crema es la que me estoy dando para aumentar mis pechos, como ves los tengo grande. Te diré que cuando comencé tenía una talla de sujetador 100 y ahora estoy en la 130 y aún no me han crecido por el embarazo que supongo que a partir de ahora que me ha subido la leche me aumentaran otras dos o tres tallas. Voy a seguir dándome la crema hasta que alcance el tamaño que Javier desea que sea entre 150 y 180. ¿Tú que tallas usas?
Ella me contesta:
“Uso una 140, los he tenido siempre muy grandes, es una de las partes que más me miran todos los hombres cuando voy por la calle, y eso que desde que me case con Matías siempre voy con ropas que enseñan poco , pero al ser tan grandes no se pueden disimular y por eso a los hombres les llaman la atención, porque ¿quién se va a fijar ya en una mujer de mi edad?, si hay otras mucho más jóvenes y bonitas que yo, con mejor cuerpo y no este que ya ha parido tres veces y lo maltratado que esta del trato que le ha dado mi marido”
Entonces yo la digo:
“No digas eso, mírate al espejo desnuda, y fíjate bien. Tienes casi 50 años, tus tetas aun siendo grandes no las tienes muy caídas, aún se te sujetan bien. Tus caderas y vientre (aunque tienes un poquito de barriga) aunque son los de una mujer de 50 años, se mantienen bien tiesos, lo que tú te ve de gordura no son tales es el cuerpo de toda mujer madura. El cuerpo de la mujer madura, hay muchos hombres que los prefieren a las jovencitas, por sus redondeces y porque nosotras con los años hemos aprendido como se debe tratar a un hombre para hacerlo disfrutar con nuestros cuerpos. No querida tú levantas la mirada de muchos hombres no solo por tus tetas, sino por la belleza madura de todo tu cuerpo, de tu cara y de tu pelo, cuantos hombres estarían dispuestos a dar lo que fuera por poder tenerte entre sus brazos. No debes de despreciarte y considerarte que ya no gustas a los hombres, todo lo contrario debes de meterte en la cabeza que tú los vuelves locos, verá como disfruta de ellos y a la vez te sientes tú misma mejor.”
Ella poniendo su mano sobre mi muslo y deslizando su mano hasta mi sexo me dice:
“Gracias Esperanza, eres muy buena conmigo, ¿puedo decirte algo? Es que como ahora te pertenezco, no sé si podré…”
Yo cogiéndola por la barbilla y girándola hacía mí, la levanto la cabeza y la digo:
“Puedes decirme lo que quieras, yo no quiero ser tu ama, quiero ser tu amiga, el que tú marido te haya entregado a mí de por vida, no quiere decir que seas mi esclava, tú eres libre, lo he hecho para liberarte de él. Eso no quiere decir que no tengas que hacer SI ó SI algunas cosas que te diga, pero de ahí a que seas mi esclava completamente va un abismo. Quiero que te sientas libre, que seas tú misma y sobre todo quiero ser tú amiga y que tú me tengas por tal. Ahora dime lo que no te atrevías a decirme”
Entonces ella dándome las gracias me dice:
“Mira Esperanza, conozco a Matías y sé que aunque me haya entregado a ti, en cuanto pase un tiempo una semana o quince días sin que yo este con él, irá a Madrid para reclamarme y decir que no quiere seguir con esto, y que como no hay nada escrito ni firmado que rompe el trato. Y por eso tengo miedo que pase. Yo creo que para evitar eso deberías, aparte de haberte ofrecido y follado con él para que me cediera a ti, deberías de decirle que ,aparte de esto, quieres comprarme, darle una cantidad de dinero y que te firme un contrato de compra venta (si es necesario yo con mi trabajo te iría pagando lo que le des). Sé que en un principio él te dirá que no hace falta, que te ha dado su palabra y que él es un caballero y lo cumplirá, pero yo sé que no será así. Sin embargo si le dices que quieres comprarme y que ese dinero él lo puede utilizar para comprar a otra mujer y que me sustituya y le haces que te firme el contrato yo me sentiré más tranquila y segura y a su vez tú me tendrás mas agarrada por si entro en la casa de prostitución y no disfrutara ni fuera como me habéis dicho, con ello me podrías obligar a seguir y estar contigo y si no te convenía poder venderme a cualquier amo como he leído en algunos relatos que me daba Matías para que viera que no era la única mujer que recibía castigo y que incluso había mujeres que eran vendidas por sus maridos. Y para terminar, te diré que también me da un poco de morbo el ser vendida por Matías a ti, incluso te diré que me gusta y me da placer que me trates como un objeto o algo que te pertenezco, que incluso los castigos que me daba Matías en el fondo cuando me ataba y castigaba me producía una sensación rara entre placer, asco y dolor, no sé si me explico. Dime qué te parece lo que te he dicho y qué opinas o que harás, tengo miedo a tener que volver con él”
Yo abrazándola, acariciando su cuerpo de nuevo comenzamos a besarnos y abrazarnos y la digo:
“No temas mi amor, nunca volverás con él, y me parece buena idea lo de pagarle un dinero,(pero no me lo tendrás que devolver, y más sabiendo que te produce placer pertenecerme y ser sometida por mí, si es lo que quieres así lo haré aunque yo quiero que cuando no estés conmigo te sientas libre aunque me pertenezcas y te haya comprado) con el pretexto de que lo utilice para tener otra mujer, por ahí puede aceptar y le haremos que firme un contrato de compra venta para que no pueda reclamarte. La verdad que lo hago por qué dices que te da todo esto de ser vendida morbo y disfruta siendo sometida, maltratada y dominada, quiero que disfrutes, le pagaré a parte del polvo que me ha echado 6000€ (de los que he ganado con mi oficio de prostituta), y no te preocupes porque te guste o no tu nuevo oficio de prostituta viendo que eres tan sumisa y además estando yo a tu lado para ayudarte y protegerte estoy segura que nunca querrás dejarlo y más viendo el dinero que vas a ganar el gusto y placer que te van a dar los hombres con los que vas a estar. Aunque también te digo que en el trabajo de puta tendrás que tragar de todos, clientes buenos y agradables y otros asquerosos, sucios repugnantes e incluso violentos (de estos últimos no te preocupes, en casa de Marisa, solamente te podrán hacer daño hasta lo que tengamos pactado podrán hacer sesiones de sado y BDS blando que a lo largo te dará y proporcionará placer por el dolor. Quiero que quede claro entre las dos que si te compro a Matías es porque tú me lo pides y que si me comporto a partir de ahora como tu dueña o ama será porque tú me lo has pedido, pues yo prefiero que sigamos siendo amigas aunque me pertenezcas y aún así en esta condición de ama y quiero que seamos amigas y muy amigas, amigas intimas”
Ella no deja de besarme, se come mis pechos, va bajando con su lengua por toda mi tripa ya de casi cuatro meses y cuando llega a mi entrepierna, se arrodilla me abre las piernas y metiendo su cabeza entre ellas comienza a comerme maravillosamente mi almejita, proporcionándome un placer indescriptible, que hace que suelte unos suspiros de placer:
“Aaahhhhhh, siiiiiie, asiiiiiiii, que bien me lo chupas mi amor, sigueeee Inés, sigueeeee, siiiii, siiiiii que gusto me das con tu boca y lengua, aaaahhhhhhhhh siiiiiiiii……..”
Entonces ella retira un momento su cabeza de mi chocha y me dice:
“Es mi forma de agradecerte, el haber accedido al ruego de mi compra, Esperanza no sé lo que me pasa, pero comienzo a sentir algo por ti que no es …., no se…., no sé explicarlo”
Entonces cogiéndola por sus axilas llenas de pelos, la levanto y la siento a mi lado y la digo:
“Inés, eso que dices es el principio de nuestra unión, no quiero que te enamores de mi, que es lo que te está pasando, quizás por haberte alejado de Matías, pero no debes, ya que tu jefa en la casa de puta a parte de yo es Marisa y ella y yo somos amantes. Yo no voy a dejar de estar con ella, pero si quieres de vez en cuando podemos estar tú y yo juntas y hacer algunos trabajos juntos con algún cliente o alguna película de temas de lesbianismo. Pero no debes de mostrar ese cariño o amor hacía mí delante de Marisa pues podía ponerse celosa y no sería bueno para ti ni para el trabajo. Otra cosa, quiero que te sigan creciendo los pechos, debes de llegar a tenerlos tan grandes como podamos, debes de alcanzar la talla de 180 a 200. Los clientes deben de solicitar tus servicios por tus enormes cantaros y a la vez serán buenos para hacer películas de mujeres con mucho pecho, que esas gustan mucho entre los hombres. Para ello a partir de esta noche seguirás el mismo tratamiento que yo estoy haciendo y cuando quedes preñada, QUE QUEDARAS ( y no tardando mucho, `pues quiero que quedes mientras yo estoy embarazada para hacer alguna película las dos preñadas), el embarazo contribuirá a que también te crezcan, de acuerdo , como quieres que sea tu dueña y ama esto es una orden, tengo que considerar de quién te quedarás preñada, tengo varios candidatos, de un negro, de mi marido, de Javier, de un mendigo , de un moro, ya veremos más adelante lo decidiré”
Cogiendo la crema la digo:
“Ahora querida nos aplicaremos durante 20 minutos la crema en nuestros pechos en el sentido de las agujas del reloj, yo te lo haré a ti y tú a mí. Apuntaré la talla que tienes hoy para ver los progresos que haces en el aumento. También para que las tetas se te mantengan lo más tiesas posibles y no se te caigan mucho por el peso , de hoy en adelante harás todos los días unos ejercicios de endurecimiento de pectorales que te indicaré y que son también los que yo hago. Y ahora Inés vamos a comenzar a darnos la crema y placer las dos sobándonos nuestros pechos y a la vez amándonos y dando rienda suelta a nuestros libidos”
Diciendo esto cojo la crema con mi mano derecha y ella hace lo mismo y comenzamos a estirarnos y repartir esta por el pecho derecho de la otra. Noto el pecho de Inés suave, me gusta su tacto, su dureza, como se mueve a mis manoseos, a mis caricias. Ella coge él mío y haciendo lo mismo me dice:
“Esperanza, los tienes muy bonitos, y duros, me encanta su tacto, noto como en mi entrepierna a medida que te sobo tu pecho comienzo a sentir un hormigueo que cada vez me pone más cachonda y más con los sobeos y caricias que tú me estas proporcionando en mi pecho. Te diré que mis pechos y mis pezones son una de las partes, por no decir la más, que al tocármelos me producen más placer y más caliente me ponen. Ooohhhhh, siiiii, siiiii que gusto uummmmmmm me producen tus dedos, tus caricias, aahhhhhhhhh, me voy a correeerrrrr solo con tocarmeeeeee , sigueeeeeeee………”
No esperaba que Inés tuviera tal sensibilidad en sus pechos, se corrió solamente de tocarla sin llevar ni tres minutos aplicándole la crema en sus pechos. Esto hizo que a mí también me produjera placer y también comencé a suspirar diciendo:
“Siiiii, queridaaaaaa, a mí también me gustaaaaan tus cariciaaaaassss, sigueeeee, sigueeeee tú también……..aaahhhhhhh….uuunnnmmmmmm siiiiiii, que gustooooooo……”
Yo tarde más en correrme, pero después de 7 ó 8 minutos también tuve un gran orgasmo, para entonces Inés había enlazado uno tras otro al menos 4 ó 5 orgasmos. Cuando pasaron los 10 minutos cambiamos de pecho pasando al izquierdo, ocurriendo como había pasado con el derecho que nuestros mutuos sobeos nos proporcionaron varios orgasmos.
Mientras nos dábamos los masajes la dije a Inés que me contara lo que durante los dos días que fue de Javier que habían hecho. Ella me contestó:
“Mira Esperanza, ha sido fabuloso, no había disfrutado tanto en toda mi vida, y a raíz de estar con él he empezado a tomar un interés muy especial por el sexo , de tal forma que ahora lo necesito y creo que no sería capaz de no tenerlo , ahora siento en mi interior un algo una fuerza que me hace ir a buscarlo, hasta tal punto que la propuesta de ser puta que me has hecho me ha complacido y me hace sentir más tranquila al poder tener más a menudo sexo incluso sin buscarlo”
Ella comenzó a enumerar las veces, formas y como había sido penetrada por Javier en estos dos días. Como la había entregados a otros hombres , entre ellos a su amigo Eduardo y a tres jornaleros que había contratado con que para labores del campo y los estuvo empleando para que follaran con ella, tanto por separado como juntos ( estos eran dos moros y un negro de edades comprendidas entre los 25 y 35 años). La había hecho probar todos los juguetes eróticos que había comprado y también la hizo hacerlo con animales. Yo al terminar de darnos los masajes y sobeos en nuestros pechos con la crema, le dije que más adelante me tendría que contar con todo tipo de detalles estas experiencias, diciéndome ella que sí que estaría encantada.
Después de acabar nuestros masajes en nuestros pechos, me dirigí hacía el mueble donde Javier había guardado todos los juguetes sexuales que había comprado para esta ocasión y vi que tenía un consolador de doble falos con un considerable grosor entre 4 y 6 centímetros (es decir que eran como dos penes unidos) le cogí y aparte cogí otro que tenía normal aunque largo y de unos 4 ó cinco de grueso. Con ellos en la mano me dirigí donde estaba Inés. La tumbe en la cama atravesada boca arriba, de tal forma que su culo quedara fuera de la cama y sus pies llegaran al suelo. La abrí al máximo sus piernas, me arrodille entre ellas, colocándome cada una de ellas en cada hombro mío, quedando de esta forma todo su coño y culo expuesto y justo delante de mi cara. Acerque mi boca a su sexo y abriéndosele con mis manos al máximo pegue mi boca a su almeja chupándosela y succionándosela como una loca, quería tragarme todos sus jugos, quería sentir su néctar dentro de mi boca, ohhhh, que bebida tan rica, ohhhh me encantaba su sabor sus jugos ,deje de succionarla y comencé a pasar mi lengua por sus labios mayores y menores, los tenía hinchados, no sé si por el placer y calentura que tenía o aún como consecuencia de la succión que nos hicieron Javier y Matías con las bombas de vacío. De su sexo pase a lamerle su culo, a mojárselo todo con mi saliva, procuraba entrar mi lengua todo lo que podía dentro de su agujero anal, volví con mi boca a su coño y entonces la introduje primero uno , después dos para terminar con un tercero dentro del agujero de su culo. Estuve durante un rato preparando su esfínter y luego tras sacar mis dedos de un solo golpe la introduje el consolador de 4 ó 5 centímetros de diámetro que había cogido y comencé a realizarla un movimiento rápido de mete y saca, ella con esto y con la caricia que la estaba proporcionando en su almeja no pudo aguantarlo y se corrió una y otra vez en toda mi cara, cogiendo mi cabeza por la parte de atrás me apretó contra su coño como si quisiera que me entrara dentro de él y comenzó a gritar:
“Aaaahhhhhhhh, ooohhhhhh, uuummmmmm, siiiii cometeeeee mi chochaaaaa puta asquerosaaaaaa, siiiii que placeeer , folla mi asqueroso culo no pareeees dame por el culooooo siiiiiiiii, sigueeeeeeee, tomaaaaaaa, me estas haciéndome correr y disfrutaaaar como hacia añoooooos que no lo conseguiaaaaaaaa, tomaaaaa, tragateeeeee asquerosaaaaaa todos mis jugoosssssss……. Siiiiiiiiiiiii. Aaahhhhhhhhh, uuunnummmmmmm me corooOOOOOOO…….”
Yo tragaba y tragaba su corredura sus jugos, me encantaba su sabor y me sorprendió la cantidad de ellos que emitía. Entonces cuando estaba en pleno éxtasis, cogí y de un fuerte empujón conseguí introducirla todo el consolador en su culo hasta la empuñadura. Luego la hice que se tumbara boca arriba en la cama ya en la posición normal y diciéndola:
“Quiero que sigas con el consolador en tú asqueroso culo perra sumisa, soy tú dueña y me perteneces, ábrete bien de piernas que voy a follarte con este doble consolador, así me darás a mí también placer, ¿Quieres que te folle , quieres tú follarme a mí? ¿Si?, es eso lo que quieres…..”
Entonces cogiendo el doble consolador me introduje una parte en mi vagina hasta donde comenzaba la otra mitad y colocándome encima de la cama entre sus piernas y practicando la postura del misionero, la fui introduciendo la otra parte del consolador dentro de su vagina, fui empujando hasta que note como mi pubis tocaba y rozaba el suyo. No apoye mis manos ni mis codos en la cama sino que me deje caer sobre su cuerpo, quería sentir el calor de su carne, quería notar sus gordos cantaros con mis gordos pechos. Acerque mi boca a la suya y comenzamos a besarnos como locas, una y otra vez. En un descanso de besarnos aprovecho para decirme:
“Ohhh, estoy completamente llena, noto tu polla hasta mi útero y el consolador de mi culo me parte en dos, me hace daño, es muy gordo y mi culito no está preparado , Matías no era muy dado a sodomizarme, por eso esa parte de mi cuerpo la tengo tan cerrada, ¿puedo sacármelo, aahhhhhyyyyyaahhhh……”
Yo la cojo con mis manos por su culo y aprieto aún más el consolador, para evitar que se le salga y a la vez comienzo un mete y saca del otro consolador cogiendo ritmo, lo que hace que a ambas nos entre y nos salga de nuestras almejas como si una a otra nos estuviéramos follando, entonces la digo:
“No, no Inés, le tendrás metido en tu culo hasta mañana por la mañana, dormirás toda la noche con él dentro, tenemos que agrandar ese agujeros, pues con el culito que tienes seguro que muchos clientes querrán entrártela por ahí. Mañana buscaremos otro más grande y trataremos de entrártele y que le tengas también durante un buen tiempo metido y así sucesivamente hasta que consigamos que por ese lado de tu cuerpo puedas acoger las pollas más gordas, consoladores y todos tipos de objetos que se quieran entrar por él. Y ahora coge el ritmo de la follada quiero follarte a tope y que tú me folles, quiero disfrutar de ti, te quiero Inés, te quiero y te deseo, siiiiii, mueveteeee, mueveteeee asiiiiiii, asiiiiiiiii, sigue mi ritmooooo, dejate haceeeerr no pareeees, le notas sientes placer le sientes entrar y salir como yo lo siento, siiiiiii, sigueeeeee, no lo dejeeees , ooooooh que gustooooooo me estas dandoooo y tuuuuuu, dfimeeee que suienteeeees, dimelOOOOooo….”
Ella entonces abrazándome y apretándome todo lo que puede a su cuerpo, se acopla a mi ritmo y aún le aumenta, noto como al entrármela y a entrársela chocan nuestros pubis, nuestras pelambreras se enredan, esto es el no va más, ella comienza a gritar:
“Siiiiiii, siiiiii mi amoorrrr, te quieroooooo, Esperanzaaaaaa, te quierooooooooo, y voyyyy a procuraaar que te olvides de Marisaaaaa, te quierrroooooo solo para miiiiii, no quierooooo comaprtirteeeee con elllllaaaaaaaa, no dejes de moverteeeeeee, siiiiiii aaaaahhhhhhhh que gustooooooo, que gustooooooo, que placeeeer me estaaas dandoooooooo, siiiiii, siiiiiii dame, dameeee más, mássss ,masss maaaasss deprisaaaaaa, siiiiiiiiahhhhhh OOOOHHHHHH, UUUMMMMMMM SIIIIIIII ME CORROOOOOOOO….. AAAAHHHHHHHHHH…………y TUUUUUUU…CORRETEEEE TUUUUUU TAMBIEENNNNNNN MI AMOOOOOOORRRR SIIIIIIII….. SIIIII YA TE CORRRESSSS TUUUUUU TAMBIEENNNNNNN NOTOOOOOOOO TUS JUGOOOOS EN MI VIENTREEEEE, EN MIS PIERNASSSSSS AAAHHHHHHHHHHH…….”
Era verdad, habíamos conseguido corrernos las dos a la vez, había sido un orgasmo bestial quedamos las dos derrotadas, yo encima del cuerpo de Inés, ella tendida en la cama con sus brazos abiertos toda sudada, acerque mi boca a una de sus axilas y olí su sudor, la pase mi lengua por la pelambrera de sus dos axilar saboreando el sabor agrio y salado de su sudor. Ella incorporando su cabeza busco mis axilas, también bien peludas y al igual que ella todas mojadas por el sudor y con su lengua hizo lo mismo que yo acababa de hacer en su cuerpo. Yo separándome de ella la saque el consolador de su chocha y sentándome sobre sus pechos se le acerque a su boca empujándola un poco hice que se lo introdujera en ella y obligándola a chupar la dije:
“Chupa, la polla que ha estado dentro de ti, prueba tus propios jugos, mira lo mojada que la has dejado , te has corrido como lo que eres una puta perra sumisa que ha sido follada por su dueña, te gusta, te gustaaaaa, dime que sí dime que sí……”
Ella sacándosela de su boca me dice:
“Si mi señora, mi dueña, soy su perra, si me gusta, pero quiero que te quites la polla que tienes tú Esperanza y me la metas en mi boca, quiero y deseo probar tus jugos, los necesito…”
Entonces haciéndola caso, me saco el trozo de consolador que aún permanecía dentro de mi coño y se lo doy para que lo chupe y lo limpie de mis jugos, cuando acaba de hacerlo, lo deja sobre la cama y empujándome suavemente hacía atrás hace que me tumbe de espalda en la cama, se desliza entre mis piernas y abriéndome a tope con fuerza mis piernas (casi me hace daño) mete su cabeza entre ellas y comienza a beberse todas mis correduras , flujos y jugos que salen de dentro de mi vagina, llenándose toda su boca. Se aparta de mí almeja y deslizando su suave cuerpo y rozándome con sus esplendidos pechos toda mi barriguita, todo mi cuerpo sube hasta colocarse encima haciendo coincidir nuestros dos sexos que frota una y otra vez produciéndome un tremendo placer, acerca su boca a la mía. Yo abro mi boca y acojo la suya, entonces ella me introduce su lengua y traspasa a mi lengua mis jugos que aún mantiene dentro de ella tras la comida que me ha hecho de mi coño. El sabor de mis propios jugos hace que me corra solamente con la sensación de saber que son mis propios jugos que me ha dado a beber mi amante Inés en el vaso de su propia boca y las caricias que nuestros cuerpos al rozarse nos están produciendo.
Ahora es ella la que se acurruca a mí y abrazándonos permanecemos en la cama desnuda hasta que el cansancio del ejercicio puteril realizado durante el día nos hace caer dormidas hasta la mañana siguiente en que amanecemos las dos como nos quedamos, abrazadas y una acurrucada a la otra. La primera en despertar es ella, que con mucha delicadeza me despierta con un beso en mi boca y una suave caricia sobre todo mi cuerpo diciéndome:
“Despierta dormilona, ya es muy tarde ¿has descansado? ¿Te gusto lo que hicimos anoche? , te quiero.”
Yo la miro y deshaciendo nuestro abrazo comienzo a sobarla sus grandes cantaros, metiéndome uno de sus pezones en mi boca chupándoselo y haciéndola vibrar de placer. Me aprovecho de su confesión en la que me dijo que esa parte de su cuerpo era la que más placer y más rápidamente la calentaba. Luego a la vez la llevo mi mano a su entrepierna y comienzo a masturbar y acariciar su clítoris. Noto como se le va hinchando y como comienza a humedecerse, cuando creo que ya está lo suficientemente caliente llevo esa misma mano a su culo y compruebo que aún mantiene el consolador que la metí ayer dentro de él. Entonces sacándosele poco a poco, compruebo y aprecio que al sacársele se le queda un agujerito bastante grande y rosado, cojo el consolador y mirándola a sus ojos me lo llevo a mi boca y lo chupo y lamo a placer para demostrarla que todo ella incluso sus excrementos me dan placer . Ella en agradecimiento me abraza y dándome un beso introduce su lengua en mi boca y con ella recorre toda la geografía interior de mi boca.
Entonces la pregunto:
“Inés ¿Cuánto hace que has tenido la última regla?, quiero saberlo para calcular cuando sean tus días fértiles para que folles a destajo con el que elijamos para que te preñe. No debes llegar a tener el próximo periodo, tienes que quedar preñada antes, en este tiempo, te quiero preñada mientras yo también lo estoy esto sí es una orden, tienes que quedar preñada SI ó SI, no vale no quedarse, y para que sea seguro elegiremos dos hombres uno negro y otro blanco, de esta forma tenemos bastante posibilidades de saber de quién de los dos es.”
Ella me contesta:
“Tuve la regla la semana pasada, por tanto esta en la que estamos y he estado con Javier no me quedaré preñada aunque con Javier y con todos a los que él me ha entregado lo han hecho sin protección. Si quieres y es tu deseo que me preñen antes de la próxima regla así será, pero que vamos hacer con el niño cuando dé a luz, yo ya soy mayor y no me apetece criar ahora a ningún bebé, me autorizas a cederlo para que alguien que no pueda tener hijo lo adopte, lo haríamos a la hora de nacer para de esta forma no cogerle cariño.
Yo la contesto:
“Ya lo pensaremos, pero no te preocupes se hará lo mejor para ti y la criatura. Aunque le des en adopción tendrás que seguir dando el pecho u ordeñarte pues una vez te suba la leche quiero que se te pueda ordeñar y mamar si es posible ya de por vida, vas a ser con los pechos que se te van a poner mi vaca particular, te quiero “
Nos levantamos nos acercamos al cuarto de baño donde nos aseamos, miramos la hora que era, y es verdad es tardísimo, son las 12 de la mañana. Cogemos nos ponemos cada una un conjunto de ropa interior de los más sexis que Javier me compró, y nos ponemos en nuestros pechos cada una un sujetador de tiras para que nos los sujete pero que se puedan ver como si estuvieran desnudos. Luego encima cada una nos colocamos una bata yo negra y ella color celeste ambas de un tejido fino y transparente y bajamos a la cocina donde preparamos las infusiones del tratamiento de aumento de pechos, esperamos los 20 minutos de reposo y nos las bebemos. Comemos un trocito de bizcocho, no mucho, dado la hora y nos puede quitar las ganas de comer, cuando estamos en esto entra Matías y le pregunto por Javier, el me contesta:
“Salió esta mañana, fue a Puertollano, me ha dicho que si preguntaba por él la señora, la dijera que volverá a la hora de comer sobre las 2,30 o las 3,00 de la tarde, que la espere para comer.”
Entonces, me acerco insinuante a Matías y le digo:
“Matías quiero que legalicemos la cesión de Inés, y para ello aparte de haberte dado mi cuerpo para que me echarás el último polvo de esa noche quiero comprártela y darte 6000,00€ por ella, de esta forma no tendrás ningún derecho sobre ella y con ese dinero podrás comprar tú o juntarte, o hacer lo que quieras con otra mujer que te busques. Esto lo plasmaremos en un contrato de compraventa, en el cual tú por propia voluntad me vendes y cedes a tú mujer Inés, renunciando a todos tus derechos sobre ella a favor mío, que a partir de anoche seré su dueña y señora pasando a pertenecerme, siempre y cuando por propia voluntad ella lo acepte. ¿Te parece bien?, con esto te estoy dando además de lo que tú y yo habíamos pactado 6.000,00€ euros que seguro que te vendrá muy bien para rehacer tú vida. A cambio de este dinero deberás conceder el divorcio a Inés en menos de un mes, caso contrario te denunciaremos las dos por trata de blancas o de personas. Y de esta forma quedará legalmente ante la ley libre de ti”
Él contesta:
“Señora Esperanza, no hace falta que me dé ese dinero, yo cumplo mi palabra y le dije que la pasaba todos mis derechos si me dejaba que la follara a usted por última vez esa noche delante del señorito Javier y de Inés, y usted a sí lo hizo y por consiguiente Inés es suya”
Yo le corto y le digo:
“Matías nadie duda de tú palabra, pero yo quiero que sea así y que este respaldado por un documento y con la firma tuya cediéndomela y de Inés dando su aprobación por voluntad propia, de modo que no se hable más voy escribir el documento en el ordenador, venid conmigo, vamos a la habitación de Javier y allí lo haremos”
Ambos (Matías e Inés) callados me siguieron. Matías se quedó el último Inés y yo agarradas de la mano subimos delante de él juntas. De vez en cuando miraba hacia atrás podía ver a Matías que no quitaba ojos de nuestros traseros, tanto del mío como del de Inés. Parecía haber descubierto ahora, que ya no le pertenecía, ese espectacular y bonito culo de la que había sido hasta entonces su mujer.
Al llegar al cuarto de Javier le dije a ellos que se sentaran, él lo hizo en una silla e Inés se sentó en la cama. Yo me senté en el escritorio frente al ordenador y me puse a redactar el documento. Una vez redactado saque tres copias, el original para mí, una copia para Matías como vendedor y la otra quería que la tuviera Inés. Se la di a ambos a leer y tras esto firmaron los dos y después yo.
Luego la dije a Inés:
“Querida, a partir de ahora este señor no tiene nada que ver, ni mandarte ni ningún poder ni derecho sobre ti. A partir de ahora pasas a pertenecerme pero siempre quiero que esté presente que tu sometimiento a mí es voluntario por tú parte y que disfrutarás las condiciones que te dije a noche, al no ser que renuncies a ellas”
Ella abrazándose a mí me apretó contra ella y dándome un beso me dijo:
“Gracias Esperanza, gracias por todo, será como ambas queramos, gracias, a partir de ahora soy toda tuya y te pertenezco en todo y para todo, te quiero”
Entonces dirigiéndome a Matías le dije:
“Matías, voy a emputecer de tal forma a Inés que a la vuelta de un mes o dos meses no la conocerás. En principio he acordado que antes de que la llegue la próxima regla quedara preñada y ella está de acuerdo. También está de acuerdo en ejercer de puta en casa de Marisa y si tú quieres y dado que Javier tardará en volver, y basta que hayas sido su marido te concedo el honor de ser su primer cliente si quieres, pero por supuesto pagando”
Él contesta:
“Sí, si me gustaría, no me había dado cuenta lo buena que esta la puta esta hasta ahora que ya no me pertenece y de que la he visto vestida con esas ropas de puta, ¿cuánto vale la puta “madanme” .
Yo le contesto:
“Al ser la primera vez y ser tú su primer cliente, te haremos un precio especial, pero tendré que estar yo presente para irla enseñando el oficio. A cambio de estar yo presente te dejaré que me puedas tocar a mí de vez en cuando. El precio del servicio normal es de 60 € media hora, y cada servicio que se salga del servicio general (follar hasta que te corras o caso de no correrte medía hora) serán 20 € más igual que si lo quieres hacer sin preservativo que serán otros 20€ más. Si deseas estar una hora el servicio será de 90€ y aparte los 20 si lo quieres hacer sin preservativos. No entra el maltrato ni el sado, tanto sea duro como suave, esto hoy no se ofrece y si nos visitas en casa de Marisa será una tarifa especial y pactada hasta donde se puede llegar. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué servicio quieres?”
El mirándome a mí y a Inés contesta:
“Tengo que coger el de 60€, hoy no me puedo gastar más. Aunque viendo como está la pedazo de puta de Inés daría si pudiera el doble con tal de estar con ella varias horas hasta que no pudiera más”
Entonces le dije:
“Ahí pobre de ti Matías, no te das cuenta de lo que has tenido en casa hasta que lo has perdido, que ciego has estado. Pero bueno comencemos. Me pagas, son 60€?
Matías se lleva la mano a su pantalón y saca 3 billetes de 20€ arrugados y me los va a dar a mí y le digo:
“No Matías, el servicio lo hace Inés, págala a ella que es la puta con la que vas a estar, yo solo estoy aquí para dirigir a mi pupila en su primer servicio. Ahora vamos al servicio, tenéis que lavaros vuestros sexos los dos.”
Ya en el servicio la indico a Inés que coja la polla de Matías y se la lave y luego que ella se siente en el bidel y haga lo mismo. Una vez se han lavado, le digo a ella que se vuelva a poner las bragas y a él que salga a la habitación y se vaya desnudando del todo. Ya en la habitación la indico a Inés que le ponga el preservativo a Matías en su polla, si quiere lo puede hacer con la mano o con la boca, que pregunte al cliente con que quiere. Entonces Matías dice que con la boca e Inés así lo hace. Luego como les veo a los dos un poco cohibidos digo a Inés:
“Mira Inés, olvídate que es Matías y ha sido tu marido, ahora es un cliente y tú eres la puta que le tienes que hacer disfrutar cuanto más mejor y que como buena puta que debes de ser tendrás que hacer que se corra lo antes posible, de esta forma acabará pronto y podrás tener otros clientes o él pedirte más servicios o tiempo y con ello ir subiendo el montante del dinero que te pagará y que tú ganarás”
Dicho esto les dejo que ellos dos empiecen a actuar. Inés con un contorneo provocador se va acercando a Matías, el cual impaciente la coge y comienza a besarla sin miramiento, tratándola con poca delicadeza, ella muy hábil, logra deshacerse del abrazo y cogiéndole las manos se las lleva a sus pechos que él comienza a tocas y sobar, baja su cabeza a ellos y comienza a comérselos, a chuparles sus pezones, de vez en cuando deja de chuparlos y se los acaricias, la coge con sus manos de los dos pezones y tira con rabia de ellos diciéndola:
“Puta pedazo de puta, me tienes a cien, cosa que no has conseguido cuando estábamos casados, dame esos cantaros, son divinos quiero beber de ellos oooohhhhh que placer poder comérmelos, asiii, siiiiiii, oooohhhhh,uunnnguuuu, glugluuuu”
Mientras Inés ha dirigido una de sus manos a la polla de Matías y se la coge y comienza a manoseársela, acariciársela y poco a poco comienza a meneársela comenzando una masturbación en toda regla. Él la aparta y la dice:
“No sigas meneándomela tan deprisa zorra, que quiero que dure, no quiero correrme tan pronto y si sigues así es lo que vas a conseguir, pedazo de puta, esto es lo que has querido toda tu puta vida ser una puta ramera asquerosa, ¡eh!!Eh, di, di que sí ramera asquerosa”
Inés deja de meneársela, se arrodilla y sin soltar la gorda polla de Matías se la lleva a su boca donde la entra como puede y comienza hacerle una mamada de campeonato, como nunca se la había hecho antes a Matías cuando estaban juntos, él a medida que va aumentando la mamada acelera el mete y saca de la boca, se la está jodiendo literalmente por la boca y comienza a decirla:
“Ooohhhhh, siiiii, asiiiiiiii, que bien lo estás haciendo, asiii, asiiiiiii putita. Porque no me lo hacias antes así, dime, ¿Por qué no me lo has hecho nunca asi?, si me lo hubieras hecho nuestro matrimonio hubiera sido diferente. Ohhhhhh que gran puta he tenido en casa y no he sabido aprovechaaaarrrrr, fuerar fuera sácatela, sácatela que si no me corro y quiero metértela cabrona, no sigas…….”
Y dándola un empujón la tira contra el suelo. Entonces cogiéndola en brazos, la pone de pie y la quita la poca ropa que tiene, la quita todo menos el sujetador de tiras. Luego vuelve a coger y la hecha de espalda sobre la cama, la hace abrir al máximo las piernas y se coloca entre ellas, y sin ningún cuidado se deja caer sobre el cuerpo de Inés, coge con una mano su miembro y se lo lleva a la entrada de la almeja de ella y de un golpe a lo bestia la penetra sin cuidado ninguno, produciéndola a Inés un gran dolor que hace patente con un fuerte grito. Él no haciendo caso se deja caer de nuevo encima de ella y comienza un frenético mete y saca, se incorpora un poco del cuerpo de Inés y cogiéndola de sus pechos se los estruja y aprieta como si quisiera hacerla daño, como si ella fuera la culpable de que él no se hubiera dado cuenta del pedazo de hembra que ha tenido en casa.
Inés comienza a gozar también de la follada y le pasa su mano por la espalda, acariciando el cuerpo de Matías hasta llegar a su culo que acaricia y soba, a ella se la ve que está gozando, grita una y otra vez, se corre , y tiene una serie de orgasmos enlazados uno tras otro y no para de gritar:
“Siii, asiiiii asiiii, cabróóónnnn te gusta como folla tu ex mujer, te gusta lo puta que soy, sigueeee. Sigueeee, cabrón, no parees me tienes llena, me tienes llena con tu pollaaaaaa, vas a correte, vas a correrte, te gusta te gusta esta putaaaaaaaa, eehhhhhhhh, con las veces que me has tenido y no me has hecho disfrutaaqaaaar lo que estoy disfrutando ahoraaaaaaaa, sigueeee, sigueeeee, me corrroooooooo, me corrrooooo cabróóónnnnn estas haciendo que tenga un orgasmooooooo traaaaasss otroooooooooo, siiiiii, siiiiiime corrrooooooooo”
Matías se ve que también disfruta, por su cara no debe de aguantar mucho más, le observo y veo que tensa sus piernas, su cuerpo y comienza a gritar y a correrse en el condón dentro de Inés, diciendo:
¡Asssiiiii, asiiiii, te gustaaaaa, te gustaaaa he zorrraaaaa, te gustaaaa, como te folllooooo, ehhhhhh que me has dado que te veo diferente a cuando estabas conmigo, te deseooooooo pedazo de guarra, putona, putorrra que ereeeees una zorrraaaaaa, vas a seeeeer la mejor y mayooor puta de todo el buedeeellllll, siiiii aaaaaah queeee gusto me estas dandooooooo zorrrrrrra siigueeeeee, no pareeeees no dejes de moverteeee zorrrraaaa asiiiiii, siiiiiii me CORRROOOOOOOOOOOO……. OOOHHHOOOOOO…….”
Y se deja caer por el esfuerzo todo sudoroso sobre el cuerpo de Inés. Entonces la índico a Inés que con una suave caricia le haga salirse de ella, así lo hace y Matías queda tendido desnudo boca arriba en la cama al lado de Inés con su polla aún un poquito tiesa y el condón lleno a tope de su esperma. Entonces el cabrón se lo quita y poniéndolo en la boca de Inés la coge y apretándola por las mejillas la hace que abra la boca y vacía todo el contenido del condón en la boca de ella que no la queda más remedio que tragárselo. Él quiere que Inés vuelva a ponérsela en forma y entonces, intervengo yo diciéndole:
“Si quieres continuar tendrás que pagar otra medía hora o el servicio que quieras que te haga, sino haz el favor de levantarte, si quieres te lavas y te marcha el servicio ha terminado. Si te ha gustado como se ha portado Inés ya sabes donde trabaja y la puedes disfrutar por las módicas cantidades que te he dicho antes. Por favor el tiempo ha terminado”
El con cara de enfado y rabia me mira, pero no se atreve a decir nada. Ni siquiera se lava, se viste y sale de la habitación.
Entonces me acerco a Inés y la pregunto:
“Te ha gustado hacer de puta, ¿Qué has sentido al cobrar por vender tu cuerpo a alguien que paga por ello? ¿Has disfrutado?”
Ella me contesta:
“Si Esperanza, me ha encantado mi primera experiencia como puta. Cuando Matías me dio el dinero y lo cogí y tuve en mi mano me dio una sensación algo rara, entre morbo y deseo. Luego he disfrutado y gozado muchísimo me he corrido no sé cuantas veces, y mira que llevo haciéndolo con él toda la vida, pero esta vez ha sido diferente, al saber que ya no era mi marido, que ya no le pertenecía, que si me estaba utilizando era porque había tenido que pagar para poder disfrutar de mí, eso me hacía ponerme más caliente y hacía que me volviera loca su follada. Y luego el ver que quería seguir que me deseaba y no ha podido al no poder pagarme me ha hecho sentir como si me estuviera vengando de él.”
Yo la digo:
“Me alegro de que tu primera experiencia como prostituta haya sido tan placentera. Dúchate y aséate, luego vuelve a vestirte con las mismas ropas, son las 13,45 de la tarde, daremos un paseo por la finca mientras llega Javier para comer. Después de comer ya veremos que nos tiene preparado para esta tarde noche como despedida. Pensándolo mejor me quitaré la batita y te ayudaré a ducharte”
Nos dirigimos al cuarto de baño, Inés se quitó el sujetador de cintas y se metió bajo la ducha, yo me quité mis bragas e hice lo mismo. Cogí la esponja con el gel y la fui pasando por todo su cuerpo. Luego me eché un poco de gel en mi mano derecha y comencé a lavarla toda su chocha introduciéndola uno, dos , tres y hasta cuatro dedos dentro de su estrecho coño comenzando hacerle una masturbación, pero cuando vi que estaba calentándose y se la acercaba un orgasmo la deje sin que acabara. Cogí la ducha y enjuague todo su cuerpo. Luego la hice salir de la ducha y con una toalla seque todo su cuerpo, recreándome en sus pechos. Luego cogí y comencé a vestirla, quería ser yo la que la vistiera, quería recrearme en ese cuerpo desnudo, en vez de ponerla las bragas transparentes que tenía antes la pude una de tiras a juego con el sujetador, las cuales no la tapaban nada, de esta forma estaría disponible su chocho para poderla tocar o follarla cualquiera cuando quisiera, la verdad es que con la ropa interior que la coloqué estaba más desnuda que si no hubiera llevado nada, dado que de esta forma estaba muy incitante y provocativa y más para una mujer de su edad. Al acabar ella me pidió permiso para hacer lo mismo conmigo y por supuesto que se lo di, yo si me coloqué las mismas bragas transparentes que tenía y también seguí sin sujetador.
Cuando acabamos salimos a la calle de la casa y estuvimos paseando por los alrededores. Siendo objeto de las miradas de todos los trabajadores que en esos momentos se encontraban por donde pasábamos, mostrándonos y exhibiendo nuestra desnudez y nuestros cuerpos ante ellos.
Por una de las zonas que pasamos, cerca de las cuadras vi a unos operarios limpiando las cuadras y lavando bien a dos ponis, y detrás pude ver a Lucero y a la yegua a la que Matías metió su mano en su sexo y me unto con los flujos de ella a mí para que lucero me oliera y me montara, la primera vez. Al estar a la altura de los obreros me dijo Inés:
“Mira Esperanza esos tres hombres son a los que tres obreros a los que me entrego Javier, me da un poco vergüenza que me vean así casi desnuda, aunque ya me vieron desnuda y me poseyeron, pero entonces eran otras circunstancias. Y a la vez me da morbo y me gusta que me vean y me deseen”
Entonces yo mire bien a los obreros y en efecto había dos marroquíes uno de uno veintitantos años y el otro de unos 30 ó 33 y el negro que estaba limpiando a los poni que tendría unos 28 ó 30 años. Cogiendo a Inés nos dirigimos hacia la zona donde ellos estaban y la dije:
“Vamos a pasar junto a ellos para calentarlos y quiero que empieces a perder ese pudor, pues en más de una ocasión te tendrás que exhibir como estas e incluso completamente desnuda”
Fuimos hacia ellos y entramos en las cuadras, ellos no quitaban ojo de nosotras, sobre todo de Inés que mostraba todo su coño en el que se la podía ver perfectamente toda su raja y la inmensa pelambrera que tenía. A mí también me miraban, pues mis bragas aunque no eran abiertas a ser transparentes también mostraban completamente mi sexo y además lo hacían más sexi al salirse por sus extremos parte de mi también gran pelambrera. Cuando nos encontrábamos entre ellos, cogí a Inés la apoye contra la pared y comencé a morrearla. La abrí del todo su bata dejando al aire sus pechos y todo su cuerpo, luego deje su boca fui bajando por su cuello y al llegar a sus pechos se los agarre y con mi boca comencé a comerla sus aureola y pezones, continúe bajando con mi lengua por toda su tripita entreteniéndome en su ombligo para seguir bajando hasta su coño, la obligue abrir un poco sus piernas y comencé a comerla su exquisito coño, le chupaba, la lamia , la succionaba, ella comenzaba a excitarse , yo seguía sin dejar de sobar la a su vez todo su culo, de pronto noté que la venía un orgasmo y no pareé hasta que sentí brotar sus flujos y salí todos sus jugos como consecuencia del orgasmo que la acababan de producir mis caricias , ella no pudiendo más comenzó a chillar y apretar mi cara más fuerte contra su sexo. Yo me libre de sus manos y saliendo de sus piernas me incorporé y acercando mi boca a la suya nos dimos un beso en el que la traspasé parte de sus propios jugos que aún tenía en mi boca.
Después, miramos a los obreros, que habían parado en sus labores al vernos y pudimos ver como el moro mayor se había sacado su polla y con ella tiesa se masturbaba, entonces miramos las entrepiernas de los otros dos y en ambos sus pantalones formaban una verdadera tienda de campaña de lo empalmado que se había puesto al verme comer la concha de Inés. Como si no hubiera pasado nada seguimos hacía dentro de la cuadra, al lugar donde se encontraba Lucero, para salir por la otra puerta de las cuadras que daba al patio. Al pasar junto a Lucero este pareció reconocer mi olor o a mí pues se puso nervioso y comenzó a relinchar, entonces la dije a Inés:
“Tú me acabas de presentar a los propietarios de tres pollas que Javier te proporcionó para tu coño de puta caliente que tienes, y yo quiero presentarte la polla más grande que hasta ahora me ha penetrado, esta es la de Lucero, el caballo que Matías hizo que me montara en dos ocasiones una cada día”
Ella sorprendida me pregunta:
“¿Y te entró toda?, es muy grande, ¿te haría mucho daño?, ¿te dio placer? Yo estoy seguro que a mí con lo estrecho que lo tengo no me entraría.”
Yo la digo:
“Yo Inés también soy estrecha de coño, de hecho con Javier he tardado en que mi coño se acostumbre a su tamaño, pero poco a poco y con cuidado entra. ¿A ti te habrá pasado lo mismo con Matías?, pues tiene una polla bastante gorda aunque no larga. Mira Lucero no me la introdujo toda, cuando note que me llegaba al útero, se lo dije a Matías y le ató un trapo a la tranca del caballo para que aunque empujara no pudiera pasar de ahí. La verdad es que me costó un poco acostumbrarme a ella, a su grosor y longitud, pero una vez que me acostumbre sentí un placer muy grande. Lo bueno que tiene mi coño es que una vez se salen de él tarde más o tarde menos vuelve a su estado natural, es decir sigo teniendo una chocita estrechita para dar gusto a todo tipo de pichas. Me has dicho que Javier te entregó también a animales, ¿a qué animal te entregó?”
Ella me dice:
“Esperanza, me da vergüenza decírtelo, es que……”
Yo la insisto:
“Es que, qué, dímelo quiero saberlo, yo ya te he dicho que a mi Matías me entrego al caballo, creo que tengo derecho a saber a qué animal te entrego mi hombre, ¿no?”
Ella entonces dice:
“Me dijo, que como me gustaba el ser tratada con humillación, me iba a tratar como lo que era una cerda y que como tal me iba a follar un marrano. Entonces me llevo a las cochineras y allí entre el barro y la mierda de los cerdos, yo desnuda, Javier hizo que me montara el cerdo verraco y semental que tienen para todas las cerdas. Disfruté más de la humillación que de la follada del cerdo, pues era bastante más delgada que la de cualquier hombre, aunque al tenerla en forma de barrena algo de placer si me produjo”
Yo me acerque a ella y cogiéndola por la cintura la apreté a mí y acercando nuestras bocas nos dimos un beso. Entonces la dije:
“No te preocupes Inés, no le dejaré que te vuelva a entregar a un cerdo y eso de tratarte como una cerda, no me ha gustado, tú no eres una cerda, a lo mejor le doy algún escarmiento, aunque no sea en esta ocasión. Esto no quiere decir que a partir de ahora no sigas follando con animales, pues lo tendrás que hacer cada vez que un cliente lo solicite o pague o a Javier, a mi marido o a otro amigo este interesado en vernos folladas tanto a ti como a mí por algún animal. Vamos para la casa ya son las 14,30 y Javier debe de haber vuelto, quiero contarle el trato que hemos hecho con Matías.”
En efecto, cuando llegamos a la casa ya estaba Javier esperándome. Se quedó un poco extrañado que Inés estuviera conmigo y vestida de esa guisa. No la quitaba ojos de encima, debía de haberle tenido loco todos los años de su niñez y lo que llevaba de juventud, todo ese tiempo que la había deseado y no había podido tenerla. Entonces tras darme un beso y preguntarme como me encontraba me dijo:
“¿Cómo que esta Inés contigo y vestida tan sexi y provocativa?”
Entonces yo le conté el trato, compra y contrato con Matías y el nuevo estado de Inés. Contándole que lo había hecho por liberarla del yugo de Matías y de la vida que le daba. Le conté que ella había estado de acuerdo y que en el contrato había firmado dicha conformidad. También le dije que Matías le daría el divorcio en pocas semanas y que mañana se vendría ya conmigo a Madrid donde, también con su consentimiento, comenzaría a trabajar en casa de Marisa de prostituta y que antes de un mes aprovechando que aún a su edad seguía teniendo el periodo, debería de quedar preñada. Por tanto que a partir de ahora ya no sería sirvienta de la casa y que estaría bajo mi protección, por tanto estas horas que quedaban para marcharnos a Madrid, quería que la considerara como una amiga mía más y que participaría en todos los juegos y cosas que tuviera preparado y por supuesto no dormiría en la casa de Matías a la que solamente iría y acompañada por mí para recoger las cosas que se quisiera llevar. El entonces me dijo:
“Esperanza, Inés, ¿estáis seguro que es esto lo que queréis y que es lo mejor? Tú Inés acabas de dar toda tu libertad a Esperanza, que por ese contrato y trato se ha convertido en tu dueña y señora, ¿es eso lo que quieres? ¿Quieres romper definitivamente con Matías, te quieres divorciar y acabar de esa forma con tu matrimonio?, ¿estás segura?, te pregunto de nuevo”
Cuando yo iba a contestar se me adelantó Inés y le dijo:
“Si señorito Javier, es lo que quiero y a partir de anoche pertenezco en todo, y es mi dueña, la señora Esperanza, eso es lo que he querido y por eso, por estar segura y de acuerdo con ella en los términos que me ha expuesto, he aceptado y firmado mi aceptación de mi venta y de pasar todos mis derechos a mi señora Esperanza”
Yo al acabar Inés le contesté también a Javier:
“Mira Javier, el trato con Matías solamente era entregarme ayer una vez más ante ti e Inés y si accedía me entregaría a Inés para siempre traspasándome todos sus derechos, y así lo hizo. Pero una vez solas Inés me dijo que no se fiaba de su palabra y que si podía yo, era mejor que la comprara, dándole una cantidad de dinero y haciendo un contrato para que no se pudiera echar para atrás y que este contrato tuviera la firma de él, la mía y la de Inés consintiendo en ello por propia voluntad. Me pareció que de esta forma la liberaba de ese energúmeno y así lo hicimos. Luego pactamos entre ella y yo otras condiciones. Yo la quise dar completa libertad excepto el que tuviera que trabajar en casa de Marisa y que quedara preñada y ella me dijo que no, que quería que yo tuviera todos los derechos sobre ella y que fuera completamente mía (pues la gusta ser sometida) y que haría siempre lo que yo la mandara.”
Entonces Javier dijo:
“De acuerdo, si lo veis tan claro, será así, además vosotras ya soy lo bastante mayores para saber lo que hacéis, no voy yo, que soy un chaval, el que os diga si está bien o mal lo que hagáis. Bueno Inés siéntete como en tú casa, ya que a partir de ahora te trataré como una amiga de mi querida Esperanza. Pasemos a comer”
Fuimos al comedor y nos sentamos en la mesa, donde había puesto solamente dos cubiertos. Entonces Javier llamo a Matías y le dijo:
“Matías por favor, ponga otro cubierto, tenemos una invitada más y quiero que la trate como se merecen todas las personas que vienen como invitados a esta casa. Además es una persona muy especial para mi querida Esperanza, y si es para ella también lo es para mí”
Matías se retiró y al poco rato puso el servicio en la mesa. Inés se sentó frente a mí, Javier estaba en la cabecera de la mesa presidiéndola. En la comida Matías no hacía más que mirar a Inés, se le notaba arrepentido de habérmela cedido y vendido, pero ya no había vuelta atrás. Yo desvié mi mirada a la entrepierna de Matías y pude observar que estaba muy excitado, pues el pantalón le abultaba bastante, habiendo formado una verdadera tienda de campaña en ese punto.
Tras acabar de comer, a los postres le dije a Matías:
“Matías quiero que mañana presentes los papeles del divorcio, dado que por parte de Inés no te pedirá nada, no creo que tengas inconveniente en hacerlo. Javier te acompañará mañana a primera hora al juzgado para presentarlo, quiero irme segura de que se ha realizado este trámite, estás de acuerdo”
Él contesta:
“Si señora, estoy de acuerdo, he dado mi palabra y firmado el contrato, yo no suelo faltar a mi palabra ni romper los tratos”
Yo le digo:
“Pues gracias, puedes retirarte”
Luego de terminar y tomar café, Javier nos dijo:
“Inés se quedará, si a ti te parece bien Esperanza, a dormir en nuestro cuarto con nosotros, mandaré poner otra cama más. Y ahora descansad y tumbaros durante la siesta, si queréis podéis ver los videos que grabé estos dos días que Inés me ha pertenecido, pero me tenéis que prometer que no os masturbareis y que os guardareis para esta tarde noche, pues te tenía preparada Esperanza una fiesta de despedida, pero lo arreglaré para que sea para las dos, prometedme que no os masturbareis y que guardareis las ganas para la noche.”
Entonces ambas, con una sonrisa le contestamos:
“Te lo prometemos, seremos buenas y esta noche nos tendrás más calientes y salidas que un Ford”
Antes de marchar, Javier nos puso en la TV el DVD en el que estaba todo lo que había pasado los dos días anteriores con Inés y Javier y los hombres y animales a los que este la había entregado. Antes de comenzar a verlo, cogí el consolador que Inés había tenido metido en el culo toda la noche y volví a metérselo en el culo y a demás nos metimos cada una en nuestras almejitas unas bolas chinas para que nos calentaran y estuviéramos bien salidas cuando comenzara la fiesta. Luego dimos al Play y comenzamos a ver el video, fuimos pasando escenas, parándonos más en las que más nos gustaban o Inés me indicaba, para hacerme algún comentario al respecto. En definitiva se veía y ella misma me lo confirmo, que lo había pasado de fabula y había disfrutado como nunca lo había hecho en su vida. El visionado de estas escenas nos tenía muy caliente y aunque no nos masturbamos, pues se lo habíamos prometido a Javier, lo que si hicimos es darnos unos buenos morreos, sobeos, etc.
A las 7,30 llego Javier, y nos dijo que nos preparáramos y que bajáramos a cenar. Así lo hicimos, yo no deje a Inés que se sacara el consolador. Luego me puse de rodilla entre sus piernas y con mi boca le pase la lengua a lo largo de toda la raja de su coño y con mis labios cogí el hilito de las bolas chinas y se las extraje de su coño, saliéndola al sacárselas gran cantidad de flujos que abriendo mi boca y pasando de nuevo mi lengua por todo su sexo me lo trague como si de un esplendido majar se tratara. Ella al acabar yo y ponerme de pie, hizo la misma operación en mi sexo y de mi almeja también salieron gran cantidad de flujos que ella también se trago sin dejar que se callera ni una gota. Luego nos lavamos un poco y nos aseamos, pero no nos cambiamos de ropa, pues pensé que eran lo suficientemente provocativa y sexi para lo que vendría después.
Tras cenar, Javier nos dijo que estaba esperando a unos amigos, que pasáramos a la habitación grande de huéspedes, que estaba en el piso bajo, y no a la pequeña que es la que había arriba junto las demás estancias, pues con la gente que nos íbamos a juntar convenía que la habitación fuera grande. Pues él les esperaría en el salón para darles la bienvenida. Así lo hicimos y nos dirigimos a ella. Al entrar pudimos observar que era inmensa como un apartamento pequeño, prácticamente era como dos veces el salón donde habíamos cenado. Tenía una cama de unos dos metros de ancha por otros dos de larga, era inmensa. Luego había dos mesitas bajas de comedor iguales haciendo juego, había también dos sofás grandes y dos butacas. Además había varias sillas y un escritorio a parte del tocador y cómoda. Por supuesto tenía el cuarto de baño donde a parte del bidel, WC, lavabo, tenía una amplia bañera redonda de masajes. Entramos y nos acomodamos en uno de los sillones, entonces cogí a Inés y la saqué el consolador de su culo, viendo su agujerito dilatado y preparado para lo que podía venirla luego. Lo había hecho con ideas para evitar si la penetraban por detrás, que por su estrechez y poca práctica por ese agujero de su cuerpo sufriera dolor.
A eso de las 8,45, entró Javier, venía acompañado de su amigo Eduardo y de Antoñito (el sobrino de Andres el del bar), entonces nos dijo:
“Mirad quienes han venido, vosotras ya los conocéis a los dos. Tú Esperanza has follado e iniciado a ambos e Inés ha follado con Eduardo y a Antoñito le conoce de verle con su tío Andrés el del bar, que es amigo de Matías, no es así. Les he elegido a ellos dos porque así ya que los conocéis no tendréis ninguna ni ellos vergüenza y podréis disfrutar completamente libres del sexo.”
Yo le contesté:
“Si, ya sabes que los conozco, pero quién te ha dicho que yo lo había hecho con Antoñito, pues yo no te lo he dicho”
Me dice:
“Quién va a ser, pues Matías. Y tú Inés es verdad que también los conoces ¿no?”
Inés muy tímidamente le contesta:
“Sí, si los conozco”
Entonces Javier, dirigiéndose a todos nos dice:
“Bueno entonces, no esperemos más, que comience la fiesta”
Javier se dirigió a mí, y comenzó a desnudarme, quedándome en un instante completamente desnuda. Los otros dos se dirigieron a Inés e hicieron lo mismo. Javier continuo conmigo y los otros dos se liaron a tocar y besar por todos lados a Inés. Javier comenzó a meterme sus dedos en mi vagina a la vez que me besaba y metía su lengua en mi boca. Con la mano libre agarraba mis pechos que me apretaba y cogiendo uno de mis pezones comenzó a acariciarlo y pellizcándolo, para calentarle y comenzó a hacer los mismos movimientos que se hace con los pezones y tetas de las vacas para ordeñarla. Esto y la caricia en mi coño me estaban poniendo a tope, yo ya estaba muy caliente, entonces le dije:
“Javier sigue, sigue, no pares. Si sigues ordeñando mis pechos conseguirás los que con tantas ganas te quedaste en Segovia cuando me dijiste que estabas deseando de beber la leche de mis pechos, pues ayer Matías consiguió sacar las primeras gotas de suero y leche de ellos, lo que quiere decir que ya me está comenzando a subir la leche con este embarazo. Sigue, sigue a ver si lo consigues, me está gustando tanto, y me gustaría tanto que mamaras de mis pechos, siiiiiiii, aaaahhhhh que gustoooooo me estas dandoooooo”
Entonces Javier al decirle esto, dijo a Eduardo, qu
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