Podría contar en esta historia nuestra primera vez, pero si bien todas fueron buenas, y por ser la primera estuvo muy bien, creo que a medida que el tiempo fue transcurriendo y nos vamos conociendo cada vez más, nuestras otras relaciones se han ido superando día a día.

Es difícil decidir cual de ellas elegir, pero creo que relataré aquella relación sexual en la cual pudimos combinar sexo y amor, haciéndola de ella, algo especial.

Llegó a mi casa, y nos fuimos al dormitorio, primero conversamos, nos contamos nuestro día y luego comenzamos a besarnos, a quitarnos la ropa, yo ya estaba con mi pijama puesto, así que él me dijo, "esto fue" y se refería a mi ropa interior.

Me abrió las piernas, se acostó arriba mío y comenzó a introducirla despacio, aun yo no estaba lo suficientemente mojada, pero ni bien sentí el contacto de la cabeza de su pija en mi concha, empezó a humedecerse de inmediato, facilitando así la penetración que cada vez era más profunda y los movimientos más acelerados.

Nos besamos, él acariciaba mis pechos, no dejaba de mirarme deleitándose con el placer que estábamos disfrutando.

Luego cambiamos de posición yo me puse arriba de él, es divino sentir como su verga me penetra y puedo sentirla toda dentro de mí, me muevo despacio, juego, entro y salgo y voy intercambiando movimientos lentos con movimientos rápidos y fuertes.

Nos encanta buscar nuevas sensaciones y empezamos a fantasear juntos, que nos estábamos imaginando, él me imaginaba chupando dos vergas, o que dos me estuviesen cogiendo mientras el se masturbaba, yo en cambio me imaginaba con su pija dentro de mi culo, mientras una mujer me chupaba la concha. Todas estas fantasías parecían que iban cobrando vida mientras nos las contábamos, y a su vez ayudaban a que cada vez estuviésemos más calientes.

Me puse en 4 patas y él en vez de penetrarme por delante como nos gusta hacerlo y yo masturbarme, introdujo dos dedos en mi concha, un dedo en mi culo, mientras yo me masturbaba, era hermoso sentir todos mis agujeros tapados, sentir como sus dedos se movían dentro de mí creo que en ese momento solo me faltaba poder chupar una verga, la suya me hubiese encantado, no demoré mucho en llegar a un profundo y prolongado orgasmo.

Me tire unos segundos en la cama, feliz y lo mire, estaba sentado frente a mí tocándose la pija, le dije que se pusiera también en 4 patas, le abrí las nalgas y empecé a chuparle el culo, me encantaba, cada vez le iba metiendo más la lengua adentro para dilatárselo bien, mientras el se masturbaba, yo le acariciaba los huevos, se los chupaba y le metí un dedo dentro del culo, y comencé a movérselo como si fuese un pija que lo penetrara, cada vez más adentro, pero también con un poco de miedo de lastimarlo, al rato pude sentir como su leche brotaba de esa pija dura, rica, hermosa que tiene.