Ay no me aguante!

Termine de escribirles mi relato con mis dos bombones en el salón (leer "En el salón de fiestas me comí dos bombones (La Boda)") y me moje toda acabo de terminar de masturbarme y me puse a escribirles sobre mi experiencia alocada con el padrino de la boda  de mi hija, que era el hermano del novio.

La boda estuvo muy buena baile con todas y todas, disfruté mucho y con la bebida me puse muy cachonda, al cruzar miradas y generar roces con los amigos del novio.

Por cierto esa noche estaba muy provocativa luciendo mi cuerpo,  que me preocupó en mantener así con mis nalgas bien marcadas en el vestido ajustado color salmón con transparencias que lucía  mi  sujetador que mantenía mis grandes tetas en su lugar,  bien paradas eran el anzuelo de las miradas de todos los hombres y de una mesera, que antes de irme le pedí el teléfono, pero esa es otra historia.

Entre roces y baile terminé con el hermano del novio bailando un rico regeton, lo perreé discretamente pero, descubrí que su pantalón guardaba algo delicioso, entonces terminó la canción entre risas y mis copas de más le dije al oído.

Nico! cuando quieras bonito en privado te muestro como se baila intensamente está canción, así sueltas eso que contiene tu bóxer.

Cuando quieras donde quieras, me contestó y marchó por un trago.

Si ya estaba rapidita, con ese jugueteo, quede pensando que nuestro encuentro tenía que ser esa noche.

La fiesta terminó y mi marido había reservado habitaciones en el hotel donde estaba ubicado el salón de la boda, para que la familia tanto del novio como la nuestra pudiera disfrutar de las instalaciones y almorzar juntos al otro día.

Entonces con mi marido fuimos a la suite principal en el último piso y el resto en otras habitaciones en la torre de enfrente.

Desde nuestro balcón descubrí que tenía vista directa a la ventana de Nico, estaba sin remera fumando un cigarro, yo lo miraba y deseaba cumplir mi propuesta, cuando mi marido me toma de atrás apoyándome y con un beso en el cuello me dice que estaba agotado y se iba a dormir.

Cuando vi que se quedó dormido, me asome al balcón y Nico seguía ahí pero ahora tomaba una cerveza en su balcón, tome el teléfono y le llamé escondiéndome tras las cortinas para que no viera que lo miraba.

-Hola Nicolás, que bueno te ves sin remera y rica debe estar esa cerveza.- Se asombra y mira para todos lados buscándome.

-Me preguntada si tienes una fría para compartir conmigo, creo que el lugar es en tu cama y ahora, pero yo no bailó si mi macho, no lleva puestos un bóxer color rojo.-

-No es rojo, sino que es color azul.- me responde.

-Dejámelo ver y yo te diré como lo veo desde aquí. - Se desabrocha el pantalón y lo expone sin saber donde yo estaba.

-Me encanta que estés así dispuesto. Papi gira a tu derecha arriba que estoy aquí, bajate esos pantalones por completo que me parecen que ese boxer son bien rojos (enciendo y apago la luz para que me ubique),  pronto bajo.-

Llegue a su habitación y bien atento Nico estaba con su boxer para mi rojo y la canción que nos conecto puesta, sin pensar nada ni cruzar palabras me extendido los brazos y me le puse de espadas poniendo mi cola en su entrepierna y entrelace sus brazos en mi cintura.

-Así se baila bombón, la colita bien pegadito y voy muevo para un lado para el otro y despacito- mientras lo meneaba sobre el.

El me sigue el juego y sus manos comienzan a tocarme suave y al ritmo de la música, sus labios en mi cuello y su respiración fuerte me mojan excitadome mucho y produciendo que mi cola se apreté a su bulto.

Sus manos bien de macho  comienzan a liberar mis pechos y  juega con mis pezones. La excitación era profunda como profunda quería sentir su poronga.

-Creo que me equivoque, el boxer no es lo que me excitó, sino que este sable que tienes precioso... mmm.-  Entre esas palabras ya estaba jugando con su pene  venoso, bien duro y exquisitamente depilado.

Rico muy rico  me excitó ver de entre ojo la ventana de mi habitación y la fantasía que cualquiera podría estar viéndolos ya que la ventana estaba tan abierta como cuando yo encontré a Nicolás con sin su remera.

-Mi conchita ya está empapada me da color mi tanga salmón, dame fuerte y no pares hasta llenarme de ti-

Automáticamente, me tiró en la cama boca abajo, elevó mi vestido brutamente me arrancó la tanga, me posicionó en cuatro pasar y me dio mucho.

-Tu pene  parecen estallar en mi, que cosa dura que tienes, no pares por favor… si así cojen en tu familia probaré de mi hija tu hermano le va a romper toda- le decía mientras literalmente me estaba dando con pasión, que precisó estos chicos jóvenes!!!

Sus dedos entraron en mi cola mientras me seguía bombeando, esos me hizo necesitar que pronto sacara los dedos y me pusiera su pene, era una perra en celo, me llenó de orgasmos.

-No te guardes nada hoy quiero todo, y se que tu también... te gusta mi cola, hacela tuya y llenala toda-.

No necesitó lubricar nada porque mis fluidos ya lo habían dejado pronto... entonces todo su miembro en mi cola en una sola embestida. No me importó cambiar de posición no podía perder tiempo con eso y cortar aquel placer que hacia temblar mis piernas y no poder detener mi respiración y excitación.

-Toda si toda la leche dentro que divino, como me coges hasta no dejarme todo no la saques- le dije al tiempo que sentí como se venía apretando bien mis glúteos casi arañándolos y yo pegándole la cola bien a su pelvis.

Delicioso fue ese final nos tumbamos en la cama mientras la brisa de la ventana abierta nos dejaba en silencio volviendo en si nuestra respiración.

A los minutos tome mis cosas y volví a mi habitación.

Fue muy linda experiencia, pero nunca se volvió a repetir ya que a la semana Nicolás viajó por trabajo a Europa y se encuentra allí desde entonces.