Que mi hija es una puta y que le gusta la pija más que el dulce leche no es ninguna novedad, pero como llegó a ser así es algo que me calienta mucho.

Hacía poco tiempo que estábamos conviviendo como pareja cuando, mientras desayunábamos le pregunté cómo habían sido sus comienzos en el sexo, ella se sonrió y con su clásica vocecita de nena traviesa me dice.

-"En más de una oportunidad te espié cuando te bañabas o cuando te cambiabas en la habitación, porque estaba muy intrigada como sería una pija en vivo y en directo, para esa altura me masturbaba mucho y me compraba revistas y videos porno, pero nunca había visto una de verdad"

-"Jamás me imagine lo que hacías y nunca quise asumir que te pajeabas, para mi eras una nena" le dije

Ella, después de una sonrisa, continuó con su relato. -"Una noche que estaba espiándote, me sorprendió Carla" (Mi ex novia) "y primero me retó pero enseguida, y con lo puta que era no es para menos, le gustó la situación y ofreció ayudarme a que tuviera mejores vistas de tu verga para poderme pajear con una mejor imagen."

Yo no podía creer todo lo que en esa época pasaba a mi alrededor sin que me diera cuenta.

-"Así fue como Carla comenzó a dejar la puerta abierta de tu habitación y yo podía verlos en sus sesiones de sexo."

Tengo que contarte algo, me dijo mientras se sentaba en mi regazo, -"Antes de declarar mi amor por ti y de que empecemos a ser pareja, Carla me llevaba a diferentes lugares para que hombres me tocaran así yo me calentaba y después me mataba a pajas en mi camita, el primer lugar al que me llevó fue al geriátrico donde vivía su papá e hizo que el me tocara diciéndole que yo era una putita que había contratado para él, el viejo me tocaba las tetas con un mano y la otra me la pasaba por encima de la bombachita, la que estaba ya mojada por el flujo que emanaba de mi conchita.

Al principio la cosa no pasaba de ahí, pero con las siguientes visitas el viejo iba pidiendo más y más, por supuesto Carla, quién siempre presenciaba lo que su papá me hacía, me preguntaba si yo quería hacer algo más, y mi respuesta siempre fue que sí, así empecé a chuparle la pija, dejar que me chupe la conchita hasta que un día me pidió cogerme y accedí, me puso en cuatro y me cogió tanto que esa tarde salí caminando renga.

Cada día cuando legaba a casa me pasaba a buscar Carla e íbamos al geriátrico para que su papi se descargara, pero otros viejitos se enteraron y cada vez que iba tenía a mi disposición dos o tres vergas para chupar."

-"No puedo que era en esa época ya eras tan putita... pero me encanta oírlo"

-"No solo te estás enterando de lo putita que era, sino que Carla también te metía los cuernos, porque ella me ayudaba a pajearlos para que se descargaran en nuestras boquitas."

Enterarme de esto enseguida me puso al palo y Lorena comenzó a chuparme la pija y cogimos ahí nomás sobre la mesa.

Esa noche mientras mirábamos televisión, vimos un informe de la zona roja y enseguida tuvimos la misma fantasía.

Hacía un tiempo que queríamos hacer algo así pero el frío nos tiraba atrás, pero ya entrado octubre el clima era templado e ideal para llevar adelante nuestros bajos instintos.

Lore se vistió con medias de red una pollera muy corta que dejaba ver parte de su hermoso culo y una remera suelta escotada y anudada a la cintura, se puso una peluca pelirroja y por supuesto mucho maquillaje y unos tacos muy altos.

Elegimos una esquina cerca de un departamento que tenemos vacío y ella se paró, al principio paraban los coches y solo preguntaban precios, pero luego comenzó la acción aunque solo la contrataban para petes en el auto, así hizo por lo menos siete petes, después de los cuales ella venía a mí me contaba con lujo de detalles como habían sido, cosa que me calentó muchísimo.

Ya estábamos por irnos cuando paró un coche con tres hombres dentro, por supuesto ella se acercó para ofrecer sus servicios y allí se llevó una gran sorpresa...

Dentro del coche estaba acompañado por dos de sus amigotes de juerga, su abuelo materno y el actual novio de su madre, Lore dudo en seguir adelante ya que temía que la reconocieran pero con la peluca y la calentura de los tres no había posibilidad, ella me hizo la seña acordad para saber que iba a ir al depto. Y se subió al coche, yo llegue unos minutos antes y me escondí en un placard que está diseñado para cuando viene de visita menor de mi sobrina y yo saco la pija por una agujero y ella me la chupa hasta llenarle la boca de lecha creyendo que los que se esconden son amigos de Lore.

Los cuatro entraron y como es de costumbre con las prostitutas, el tiempo apremia, se le abalanzaron encima y comenzaron a manosearla, Lore gemía y miraba hacia el placard sabiendo que yo estaba mirando todo.

Pusieron a mi hijita en el centro de los tres e hicieron que les chupe las pijas, las groserías no se hicieron esperar como así tampoco su abuelo en penetrarla, la puso en cuatro y se la metió hasta el fondo mientras el novio de su mamá se turnaba con su amigo para que se la chupe, en esa posición pasaron los tres por la conchita de mi hija, luego rotaron y se vino la doble penetración mientras chupaba la verga que quedaba libre, pasaron dos horas en la que probaron varias posiciones para disfrutar de la nena.

Llegó el momento de acabar y el primero fue el actual novio de su mamá quién la puso de rodillas y en su boca bien abierta largo abundantes chorros de leche caliente la cual mi hijita recibió, saboreo y tragó gustosa, inmediatamente su amigo hizo lo propio pero le fue más difícil acertarle en la boca y baño su carita con semen, su abuelo fue el que más tardo en acabar, la volvió a poner en cuatro y la cogió duro por unos cinco minutos más mientras los otros lo alentaban para que la llenara de leche, y así lo hizo, cuando sintió que le explotaba la saco de su concha mojada y se la puso en la boca y al sentir el calor de sus labios largo toda su leche espesa en la boca y cara de su nieta, lo tres refregaron sus vergas por su cara y al salir le dieron una propina por ser una puta muy obediente.

Una vez que se fueron salí del placard y así sin limpiarse me chupo la pija y cogimos duro recordando tan alocada experiencia.

Al otro día nos despertamos con la llamada de su abuela que nos invitaba a almorzar, al llegar estaba su abuelo su mamá y el novio quienes la saludaron sin sospechar que horas antes esa boca estaba recibiendo su leche caliente, pero minutos después se sumó al almuerzo el amigo del novio de su mamá quién al verla se dio cuenta de quién era, estaba muy nervioso por lo que tanto mi hijita y yo le guiñamos el ojo para que sepa que estaba todo bien y luego lo invitamos a que pase a visitarnos cuando quiera.