Alejandra; mi hija, ya no es una niña, es una preciosa adolescente una deliciosa chica, flaquita, esbelta con unas tetitas tan diminutas como las de su madre y al igual que ella un precioso y sabroso traserito, que rico culo tiene mi hija nalgas redondas, paraditas y bien firmes, unas piernas esbeltas pero torneadas que le encanta lucir en jeans ajustados y a pesar de mi prohibicion, ya se maquilla y se arregla para salir a la calle, a sus 18 años mi hija ya causa sensacion al verla salir bien arregladita.

No era la primera vez que me llegaba a casa bebida, le había prohibido salir con sus amigos pero como buena chica adolescente me había ignorado por completo, me tenia tomada la medida.

Esa noche la esperaba furioso su madre había salido, de modo que solo estaba yo solo en casa esperando a ver a que hora mi hija se le ocurría llegar a casa, al verla medí cuenta que de nuevo había bebido en exceso, se tambaleaba al caminar y apenas y podía hablar, deje el regaño para el otro día, la lleve a su recamara la recosté, le quite las zapatillas altísimas, de pronto ver sus pequeños piesitos bien cuidados, sus uñitas barnizadas y sentir la suavidad de su piel me provoco un deseo y un placer sexual que hacia tiempo no sentía, así que acaricie esos lindos piesitos, mi hija ya estaba dormida y al respirar sus pequeñas tetitas subían y bajaban deliciosas, apenas se le notaban pero que ricas tetitas pensé, los jeans le ajustaban al cuerpo de un modo tan perfecto, que dibujaban la forma de sus muslos, de su vientre y sobre todo de su pequeña y delicada vagina a pesar de ser mi hija, no pude evitar desearla, ver ese cuerpo frágil y delicado pero a la vez tan provocativo, le acaricie el vientre, la piel era firme, suave y tibia, metí mis dedos bajo los jeans y exitado recorrí el contorno de la tanga, recorrí la tela de su tanga ya con la verga bien parada.

Alejandra ni por enterada de que su padre la manoseaba, le sobe las tetitas exitado, con lujuria y mas animado bese su cuello, que rico aroma despedía mi hija, un aroma a su perfume natural y al que usa a diario, bese su cabello mientras mis manos se paseaban sobre el sexo de mi hija, estaba lamiéndolo el cuello a mi hijita al tiempo que le sobaba la pequeña panochita a mi hijita.

Mi hija apenas reacciono cuando la desnude le quite la ropa por completo, estaba bien caliente y quería cogerme a mi hija y meterle la verga a mi propia hija, ardía en deseos de montarla y hacerla mía no sabia si era virgen aun, esperaba que si.

Pues es una adolescente apenas, además de ser una chica tranquila y con mi hija desnuda a mi disposición, le pasaba la verga por su rostro, se la restregaba en la cara, exitado mi hija ni en cuenta le chupe las tetitas lo que provoco que se moviera entre dormida, pero ni aun así las chupadas furiosas que le daba en esas pequeñas tetillas la despertó..le chupe el coño, el rico y peluditos coño de mi hijita lo chupe desesperado, ansioso sin saber si yo era el primero en disfrutar ese hermoso conejito.

Me sentía inseguro que tal si mi hija era virgen?No deseaba lastimarla pero tenia la verga bien parada y quería metérsela, así que la sujete de los tobillos y abriendo y alzándola de las esbeltas piernas le restregué la macana en su raja, se la fui metiendo poco a poco y descubrí desenconado que mi hijita, que Alejandra ya no era virgen alguien me había ganado con ella, aun así metérsela a mi propia hija era de lo mas delicioso me estaba bombeando bien rico a mi niña, ella pujaba y se quejaba dormida yo veía mi tranca entrar y salirse su delicada y pequeña vagina y me volvía loco de deseo y lujuria.

De manera muy irresponsable no use condón para joderme a mi hija ni se me ocurrió, la calentura no me dejo pensar con cordura y eyacule dentro de mi hija abundantemente, a mis 52 años aun tenia mucha leche en los huevos y sin medir consecuencias la vacié dentro de mi niña, dentro de mi Alejandrita gustoso deje salir mi semen y bañe el útero de Alejandra no me baje de ella hasta no haberle soltado la ultima gota de semen

Todavía durante la noche antes que despertara la hize mía un par de veces y de la misma manera eyacule bien dentro de ella, le regale mi semen a mi propia hija.

Al otro día la vi diferente a todos los días, callada, obediente, seria desconocía en ese momento que ella creía quesus amigos de fiesta habían aprovechado su estado de ebriedad y se la habían cogido..

Un mes después mi hija estaba preñada la pobre no sabia de quien era, de alguno de sus amigos de parranda pero ni siquiera de cual de ellos, nddo sabia quesu papà la había preñado mi semen había germinado en la matriz de mi hijita.