Trabajaba por aquel entonces desde casa, me había roto la pierna y no podía moverme, así que mandaron un ayudante porque no podía con todo el trabajo, Gorka.
Era un chico, demasiado alto, demasiado delgado, demasiado inocente, ..., el típico tontorrón, al principio me fastidiaba un poco, le veía más que como un ayudante como una amenaza para mi trabajo, pero un día algo cambió.
Estaba sumida en el trabajo (como siempre), ese día me dolía la pierna más de lo normal y estaba con una bata sentada ante el ordenador, sin querer abrí un correo que no era mío, resulta que Gorka había estado usando mi ordenador para hablar con un amigo, lo cerré, pero la curiosidad pudo más y empecé a leerlo, ..., hablaba de mi, le contaba a su amigo que tenía un nuevo puesto de trabajo en casa de una tía muy arrogante y mandona, ..., había una lista de calificativos que no me hizo mucha gracia, pero seguí leyendo, me había estado espiando en la ducha el día antes, no me lo podía creer, e inlcuso decía que se había masturbado mirándome y que había tendo el mejor orgasmo de su vida, se lo relataba con pelos y señales y contra más leía más quería leer, me estaba empezando a sentir extraña y cuando me di cuenta había empezado a manchar mis braguitas y la excitación se veía reflejada en mis ojos, hacía mucho tiempo que no me acostaba con nadie y su correo que puso a cien. Apagué el ordenador y me metí en la ducha. No podía olvidar aquellas palabras con las que me describía, ni aquellas frases "...enormes pechos redondos..., ...estaba apunto de correrme y me imaginé corriendome en su boca...,...quisiera comerle el coño lentamente..." empecé a enrrojecer de lo excitada que estaba y mientras el agua caliente corría por mi espalda, comencé a masturbarme tocándo lentamente mi conchita e inctroduciendo mis dedos todo lo que pude, jamás recuerdo haber estado más cachonda en mi vida me corrí entre gritos de satisfacción (menos mal que estaba sola en casa) , aquel chico tontorrón, esmirriado, flacucho, me había puesto a mil con tan sólo unas frases y se me pasó por la cabeza que tal vez escondises algo más bajo ese cuerpo deslgado ....
Eran las 5 de la tarde, estaba a punto de venir Gorka y se me ocurrió "algo".
Sonó el timbre, me acerqué a la puerta y la entreabrí "Hola" le dije, bajó la mirada y me contestó el saludo "Gorka, hoy no hay mucho trabajo, si quieres puedes irte a casa o quedarte a cenar aquí conmigo" me miró, no lo pensó ni un segundo "Me quedo y así te hago compañía" dijo, ya ha caído pensé. "Si quieres ponte más cómodo, no se lo voy a decir a nadie y ya que vamos a cenar, porque no me ayudas a hacer la cena, con esta escayola es un poco difícil hacer nada, imagínate casi no puedo ni ducharme" se sonrrojó.
Fuimos los dos a la cocina y me agaché dejando ver lo que llevaba debajo (nada) "tengo aquí en el horno un pollo que te vas a chupar los dedos" se acercó por detrás pegando su miembro a mi y dijo "Déjame ver", me di cuenta que tan tonto no era el chico.
"Gorka, ¿puedes poner la mesa? es que a mí me cuesta mucho", asintió "¿Dónde tienes los cubiertos?" "en aquel cajón de allí", el cajón estaba entre mis piernas, me fui a mover y dijo que no que llegaba bien, metió la mano entre mis rodillas y abrió el cajón, sentía su respiración en los muslos y su mano casi rozándolos, tardo como 5 minutos en sacar dos cubiertos, se pegó a mí tanto que creí que me lo iba a hacer allí mismo "Gorka, me ayudas con el pollo" se acercó, temblaba y pude notar que coger los cubiertos del cajón le había puesto a tono, tenía un bulto en los pantalones enorme, es verdad eso de que la gente está bien proporcionada o por lo menos este lo estaba. Se acercó por detrás rozando mi culo con su miembro, cogió el cuchillo y me ayudó a partirlo.
Mientra comíamos abría y cerraba las piernas, y él no podía resisitirse a mirar, pues la mesa era de cristal y no había puesto mantel, se veía todo, además debajo de la bata yo no llevaba nada. "Gorka ¿puedes acercarme el servilletero?" casi no podía moverse de lo excitado que estaba, me dio un poco de pena, él sabía que lo estaba mirando, pero sin darle importancia fue hasta el final del salón y cogió el servilletero "¿Me das una?" le dije, él cogió una, me la acercó y dijo: "¿Para que la vas a usar? si para limpiarte ya estoy yo" acto seguido giró la silla, me separó las piernas y se puso a chuparme el coño como nunca nadie me lo había hecho antes, yo le sujetaba la cabeza y él no paraba de chuparme, de saborearme, de olerme, ... yo estaba tirada hacia atrás en la silla gimiendo como una loca.
"Gorka ¿qué haces?" le dije entre suspiros que casi no me dejaban hablar, me tapó los ojos con la servilleta y dijo "Esto te va a encantar, te lo prometo" se hizo el silencio durante unos minutos, oí como se bajaba una cremallera y pensé que bien me va a dar la mejor follada que no he tenido en años. Sentí como me cogía de las muñecas y entonces me las ató detrás de la silla "¿Pero qué haces?" le dije algo asustada "Es una sorpresa y te gustará, confía en mi", no hacía ni un ruido, me estaba poniendo nerviosa y a la vez me excitaba por momentos, cuanto más misterio ponía de por medio más me gustaba, sentí algo apoyado en mi boca, intenté chuparlo "Usa sólo la lengua, así despacito, chúpala, .., que boca que tienes, ..." no paraba de gemir, de retorcerse de placer y yo no podía ver nada, eso me excitaba aún más, sentí como me cogía de la nuca y me introducía muy lentamente ....