Soy una mujer que me considero muy caliente he tenido distintos amantes hombres, pero nunca habia tenido una mujer, siempre me acariciaba mi cuerpo pensando que estaba con una mujer y una de mis mejores amigas siempre bromiaba conmigo diciendo que un dia ibamos a hacer el Amor, yo nunca la tome en serio, pero una vez fui como de costumbre por ella al trabajo, recuerdo que era una tarde bastante calurosa, recuerdo que ella me pidio que la esperara, ya que su jefe le habia pedio que termira de hacer un informe que le serviria para el siguiente dia muy temprano, estaba ella cerca de una fotocopiadora, sacandole una copia al informe, cuando al observarla por detras, pude ver sus hermosas pantorrillas y como su minifalda demarcaba sus curvas, me acerque a elle y le toque el trasero, de pronto se dio vuelta, para recriminarme pero se me quedo viendo fijamente, que poco a poco me acerque a ella y sin saberlo y sin que ella me dijera nada la bese, y ella me correspondio de una manera que nunca imagine, aquella oficina estaba solitaria ya nadie estaba presente,nos dejamos llevar y poco a poco la empeze a tocar le desabroche su blusa y empeze a acariciarle el par de volcanes hermosos que tenia sus pezones endurecieron y supe por sus gemidos que ya estaba tan excitada como yo, luego la recoste sobre el escritorio que era bastante largo le subi su minifalda y empeze a acariciar sus hermosas piernas, la tanga que llevaba puesta dejaba ver su vello puvico sin mas esperar se la quite poco a poco mientras ella me pedia que siguiera y gemia me fui bajando mientras la despoje de esa tanga tan bonita cuando menos lo penso y cuando mas calientes estabamos le meti mi lengua dentro de su vagina mientras ella me pedia que siguiera, le lami toda la concha hasta que senti que ya habia acabado en mi boca, de pronto quiso hacer lo mismo conmigo y se qui to sin decir nada de aquel escritorio, me recosto en el escritorio y me despojo de mi ropa interior y volteandome, se bajo hasta mi humeda vagina y empezo a meter su lengua hasta el puento que me hacia gemir tan fuerte que creo que mis gemidos se escuchaban hasta afuera de las oficinas, me introdujo no se que, pero la excitacion que tenia no me percate de lo que era solo se que nunca habia tenia un orgasmo como el que experimente con ella. Ahora me dice que siempre que entra a esa oficina recuerda esos momentos de placer que sin duda alguna no olvidaremos jamas.
Este relato me pareció muy bueno, porque es concreto y logra que uno se transporte al momento de los hechos. Quisiera saber más acerca del autor, agradecería que me escribiera a mi correo. Lorena