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Categoría: Infidelidad

MI EX ME CONVENCE

Alberto fui mi novio antes de casarme con Luis, era un hombre alto de piel blanca ojos verdes, un verdadero patán, me fue infiel cuantas veces pudo, esa fue la razón principal por la que terminamos.



Pero por otro lado el al igual que Luis, era una bestia sexual, cada que podía teníamos sexo, me encantaba su verga, no era muy grande tenía unos 15 cm, pero era gruesa cual mango petacón, me encantaba como me lamia las tetas y mi vagina, pero bueno una vez separados el hizo su vida y yo la mía.



Pasaron los años y me mando una invitación atreves de Facebook, yo lo acepté ay que sentí morbo de ver su vida, él se veía igual que siempre, en fiestas, con sus lujos, pero nos e veía mal, al contrario, se notaba más atractivo fuerte, por esa razón comencé a darle like a sus publicaciones, el hacía lo mismo y con alguno que otro comentario subliminal, una ocasión en el chat hablábamos de nuestra época de pareja y el sobre todo recordaba los momentos de sexo, admito que eso me excito un poco y aunque ya ene se momento tenía el consentimiento de coger con quien quisiera, quería evitarlo a él.



Durante unas semanas Alberto me insistía y me insistía en salir a cenar, yo no aceptaba porque no había terminado bien con él, además no sabía cuál era su intención final, si intervenir en mi matrimonio o en plan de amigos, ¡pero él seguía insistiendo a tal punto que acepte su incitación!



Quedamos de vernos en un restaurante-bar que estaba en lomas, al ser un restaurante exclusivo tuve que vestirme muy coqueta, me puse un minivestido rosa con cola, que me llegaba arriba del muslo escotado de la espalda y transparente de los pechos, mis tacones blancos, mi abrigo costoso y mi tanga color carne, subí a mi carro y me dirigí al lugar, aprovechando que Luis tenía reunión con su hermano y se llevó a los niños.



Al bajar de mi auto él estaba esperándome, traía una camisa Armani y su pantalón Hugo Boss, se veía muy bien, más fuerte, más atractivo, me recibió con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, intercambiamos algunas palabras y pasamos a la mesa. El pido una botella de coñac ya que es su favorito, cenamos mariscos y la estábamos pasando bien, chistes y anécdotas salían a relucir en la plática, honestamente me sentí atraída por el nuevamente, él también me coqueteaba, me decía que me veía mejor, que estaba más hermosa, aclamaba cada parte de mi cuerpo en especial mis piernas, en ese momento entendí que iba para algo mas ya que poco a poco comenzó a acercarse más y más, sus manos ya acariciaban mi espalda mientras me decía lo mucho que extrañaba besarla, toco mis piernas de forma muy libidinosa, me sentía rara, no quería que la gente se figara en eso ya que en ese lugar iba pura gente de dinero le dije que se contuviera le me miro con su sonrisa desafiante y me dio un beso, yo lo rechace ene s momento, me levante de la mesa y fui al baño.



Me sentía tensa y nerviosa, mis pezones estaban erectos, prácticamente estaba excitada, sus manos en mis piernas me habían puesto a volar la imaginación, toque mi tanga y estaba húmeda, me lave las manos me retoque la cara y decidí abandonar el lugar.



L: ¡Bueno fue un placer, pero tengo que irme!



A: Tan rápido te vas linda, ¡pensé que me acompañarías!



L. A donde?



A: ¡Quería mostrarte mi nuevo lugar en el que hare un restaurante!



L: ¿Y por qué?



A: La verdad quiero que seamos socios, ¡tú eres muy buena en los negocios y necesito gente así!



L: Hay Beto, crees que me veras la cara, ¡tú quieres otra cosa!



A: Jajá, en serio, te quiero mostrar el lugar, ¡acompáñeme!



L: Bueno, pero rápido pro favor, ¡ya son las 10:30 y tengo que regresar a casa!



A: ¡No te arrepentirás!



Lo seguí en mi coche y llegamos a una torre a medio construir en insurgentes, entramos y estaban los vigilantes, nos dieron acceso y lo seguí hasta el segundo nivel d estacionamiento, dejamos los carros y de ahí subimos en el elevador al cuarto piso, ese lugar el pondría su restaurante, me dio un recorrido por toda la zona en la cual los trabajos de acabado aun no terminaban, pero en ese momento pensé que sería bueno invertir ahí y ganar algo de dinero extra.



A: ¿Y bien Lety que te aprecio el lugar?



L: Pues no mentías, ¡me parece lindo y creo que si me estas convenciendo de invertir!



A: Jajá, excelente, ¡una socia como tu seria magnifico!



L. Gracias!



A: ¡Nadie tiene a su ex como socia y más estando tan buena como tú!



L: ¡Basta, ahí vas de nuevo!



A: Lo siento, lo siento, pero bridemos tengo una botella de whisky tu favorito, toma brindemos.



Brindamos por la futura asociación y me dispuse a salir del lugar, pero el me tomo del brazo y me dijo que tenía que enseñarme algo más, me llevo a una puerta que estaba detrás de la oficina y mi sorpresa fue encontrarme con una habitación con una cama y adornada.



L: ¿En serio? ¿Esto me querías enseñar?



A: ¡Es mi lugar sagrado, lo adorne para ti hoy!



L: ¿Así y por qué?



En eso me comenzó a besar a la fuerza, yo lo trata de empujar, el me acariciaba las piernas y me tumbo en la cama, yo pataleaba, pero él estaba medidísimo manoseándome y besándome, sentir su cuerpo en el mío empezó a domarme, sentía como se erectaba y eso me empezó a gustar, el me quito el abrigo y se quitó su camisa mostrando su torso bien trabajado, ¡yo lo acaricie mientras me despojaba los zapatos y el me besaba el cuello!



A: ¡Lety, estas más buena que antes, que rica!



L: Desagraciado, ¡a esto me trajiste???



A: Jajá, me conoces, pero te encantaba lo que te hacía, ¡por eso viniste!



L: ¡La verdad sí!!



Me despojo del vestido mientras su lengua recorría todo mi cuerpo, le quite su pantalón para ver su rica y gruesa verga, el me la pasaba por las piernas mientras me besaba las tetas, yo gustosa de sus acciones sonreía y le besaba el cuello, me pegaba su verga a mi vagina por encima para que sintiera su dureza, la nena reacciono humedeciéndose casi al instante, me despojo de la tanga y me comenzó a chupar mi vagina, su forma de mamar había mejorado, su lengua entraba para tragar mi clítoris mientras con sus dientes pequeñas mordidas daba a mis labios vaginales.



L: ¡Agh, si, agh!



A: ¡Eso, gime, uf!



Sus dedos comenzaron a entrar y salir de mi vagina, su lengua ahora chupaba mi ano, yo disfrutaba de su acto levantando mis piernas un poco, su lengua lamia riquísimo mi ano, yo estaba gimiendo como puta, me encantaba su trabajo y el disfrutaba hacerme gemir.



A: ¿Te gusta chiquita?



L. Me encanta, uf!



A: Adoraba cogerte, ¡no sabes cómo te eh extrañado estos años!



L. Agh, pues me dejaste ir!



A: Fui un estúpido, ¡pero ahora quiero aprovechar mínimo este momento!



L: Levántate, ¡déjame hacer que nunca lo olvides!



Se puso de pie y yo en la cama recostada pecho en cama, tome su verga con mis manos y comencé a besarla, llevaba mi lengua de sus testículos a su glande, le mordía el tronco, abría mi boca para meter lo más que pudiera, el disfrutaba la acción, ¡se reía y me alentaba a hacerla más y más!



El me tomo de la cabeza y me ayudaba empujándose un poco, me faltaba la respiración, pero me encantaba ser estrujada por él, su rica verga sacaba liquido pre seminal que me sabia a gloria, ¡el gemía y yo seguía mamándole su gordo pene!



A: ¡Agh, que rico, mama más, así uf!



L: ¡Me ahogas!



A: ¡Que rica infiel, me encantas, porque conmigo no lo hiciste, me hubiese gustado verte con otro!



L. Jajá, en serio?



A: Era mi fantasía, pero tú siempre muy fiel y ahora, ¡estas mamándome mientras Luis te espera en casa!



L. Jajá, las cosas cambian!



A: Uf, mámamela más, ¡que rica uf!



Se la mamé unos minutos más, después de eso me pidió me levantara y me apoyara en la cama, yo lo obedecí y me puse empinándome coqueta, el me acaricio las nalgas, llevo sus manos a mi clítoris, lo jugueteo par luego poner la puntita de su animal en mi vagina, lo empujo suave, me encantaba sentir como su grueso animal entraba, yo jadeaba, él me tomaba de los muslos y se movía delicadamente, ¡mientras yo sincronizadamente también movía mis caderas!



Poco a poco aumento la velocidad de sus movimientos, me encantaba tener más y más adentro su verga, el me daba de nalgadas mientras me contaba cuantas veces fantaseo verme ensartada por otro en especial por su amigo Carlos, ¡eso me ponía más caliente y me movía más y más!



A: Que rico Lety, agh, no sabes cuantas veces imagine que te metían la verga mis amigos, ¡verte llena de semen de otros y hoy yo soy el otro!



L. Agh, que rico, mm, me lo hubieras dicho!



A: Fui un idiota, agh, muévete nena, ¡muévete!



L. Si, agh, métemela, métemela!



Me acosté en la orilla de la cama y levanto mis piernas, me dio en patitas al hombro, mientras me penetraba más rico, nos besábamos, me lamia los pezones, sus manos acariciaban mis nalgas, se movía riquísimo, en eso me tomo de la cintura y se puso de pie cargándome en sus brazos, su verga entraba más y más, yo gozaba la acción, me besaba, me pego a la pared y puso mis piernas más arriba, parecía una muñeca, ¡pero me encantaba como me cogía!



L: ¡Así Beto, que rico, métemela, soy tu puta, agh!



A: ¡Mamacita eres una bomba, uf, uf!



Se acostó en la cama y subí a cabalgarlo, movía mi cadera rápido sintiendo solo su cabecita, el gozaba apretándome las tetas, me jalaba el cabello y me empujaba su verga la cual cada vez entraba casi por completo, me acariciaba las piernas yo disfrutaba estar en él, había olvidado lo rico que me cogía, me olvidé de mi familia ene s momento, ¡solo quería sentir su rica y grande verga dentro de mí!



A: ¡Nena, sigue, agh, ufff!



L: ¡Que rica verga, métemela, soy tuya agh!



A: ¡Que rico coges, eres la mejor!



L: ¡Tú también coges rico, mmm!



A: ¡Me vas hacer venir nena!



L: ¡Agh, lléname de ti, dame tu semen!



A: Lety cariño, me matas, agh, me vengo, ¡agh!



L. Agh, dios, que potencia, agh!!



Comenzó a llenarme de semen la vagina, ambos teníamos un rico orgasmo, él se movía como lombriz al igual que yo, un cosquilleo enorme se apoderaba de mí, ese orgasmo que era de los primeros en mi vida me hacía sentir su puta, ¡el riéndose pegándome su pene en mis muslos me besaba y festejaba que era el corneador de Luis!



A: ¡Que rico ser el que pone los cuernos uf!



L: ¿En serio me querías compartir?



A: Claro, ¡una diosa como tu merece mucho sexo!



L: ¡Jajá, estás loco!



Nos besamos apasionadamente y bebimos un wiski más, en eso tome la llamada de Luis, ¡pero sabía que la noche apenas empezaba y Alberto me daría más verga de lo que yo esperaba!



¡Saludos su amiga Lety!


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 9
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1746
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