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"Mi esposa me en gaña con un engro que conocio en facebook, pero no digo nada porque estoy enamorado de su trasero."
Hola mi nombre es miguel, llevo casado 3 años tengo 22 años y mi esposa la misma edad, últimamente nos hemos distanciado un poco, he visto sus cambios de comportamiento porque pasa mucho tiempo frente al computador en Facebook o en skype, a veces estoy en el sillón viendo la tele y cuando me acerco a la computadora de repente cierra ventanas, y le pregunto: -¿porque las cierras?. Y me daba diversas excusas, pero después de varias veces y de ver que el historial siempre estaba borrado, se me hizo muy raro, así que una vez que la vi bien entrada en la computadora, le pregunte: -¿Con quién chatas, que escondes?- Entonces me acerque a la computadora. Me respondió: -¿que voy a esconder?- Entonces trate de tomar el mouse pero ella con fuerza lo sostenía, y no sé de dónde saco la fuerza pero logro cerrar las ventanas, ese día me enoje con ella no le hable hasta la noche que me encontento porque hicimos el amor.
Pero no me quitaba la espinita así que decidí colocar un programa que graba conversaciones llamado keylogger, lo instale en secreto un día que fue a visitar a su mamá. Así que teniendo el programa instalado yo trataba de actuar lo más normal posible, después de la pelea a veces convivíamos muy bien pero yo le preguntaba: - ¿hoy no vas a usar la computadora? Y ella decía: -no sé, talves más al rato-, entonces yo le decía -Voy a ver mi partido si quieres vete a la compu- (a ella no le gusta el futbol), así que se fue y yo me quede viendo la tele pero esperando a que escribiera y tratando de darle espacio.
Nos dormimos como a las 11:00 pero yo no me dormí, como a la 1:30 am. me empecé a parar lentamente, y a ella la moví para asegurar que estuviera bien dormida, prendí la computadora, y abrí el programa, empecé a respirar rápidamente, y comprobé que sus pláticas no eran con ninguna amiga, ningún familiar, era lo que yo sospechaba se trataba de un hombre que conoció ahí en Facebook, y la última conversación que tuvieron fue algo asi: -El sujeto le envió este mensaje -¿Quieres ver algo grande?- Ella le respondió, -no puedo mi esposo está aquí en el otro cuarto y también esta nuestro baby- El escribió: -Si quieres otro día, no hay problema pero estoy en boxers- y ella le contesto: -espérame, deja ver si puedo- Entonces se cambió a Skype, luego el texto que seguía de mi esposa era: -haber ya-. Fue lo último que escribieron.
Después en el programa cambie para que en lugar de texto me mostrara las fotos que tomo, se trataba de un hombre apuesto alto como de 1,90 cm. fuerte, decía que era instructor de gym, era extranjero, un negro de Haití, desde ahí me sentí mal yo mido 1.65 y me empecé a enojar, después quise ver qué era eso grande que le iba a enseñar aunque ya sabía que iba a ser, empecé a respirar muy rápido, abrí la imagen y no supe que pensar el pene del muy maldito era como de 24 cm. Y la tenía bien gorda, definitivo también era la más grande que yo había visto. Después cerré el programa. Ya no tenía que saber nada, ya había comprobado todo, la quise despertar para que me diera una explicación, no supe que hacer, me quede pensando si ya se habían cogido, y empecé así a atar cabos.
Mi esposa y yo casi ya no teníamos relaciones sexuales, pero no era mi culpa yo si tenía ganas y a veces casi le rogaba y aun cuando le rogaba ella decía que no. Yo me molestaba y así eran nuestros problemas, los días que teníamos relaciones sentía muy diferente su vagina pues la vagina de mi mujer siempre a sido pequeña, ella también es pequeña mide 1.48 cm. es muy chaparrita pero es delgada y muy bonita y también tiene un cuerpo muy deseable, sus nalgas son increíbles, gorditas y muy suavecitas, me encantaba su trasero. La primera vez que se la metí por atrás, fue increíble porque me costó metérsela y cuando entre dentro de ella, sentía como me apretaba y ella con sus gestos de poco dolor, pero las últimas veces que lo hicimos la sentía diferente e incluso se lo dije, cuando terminamos de hacerlo, me vio raro y me pregunto: ¿Qué tienes? Y le dije: -Nada, solo que te sentí diferente- Me dijo: ¿cómo diferente? Le dije -No se diferente-, e incluso recuerdo ella me dijo: ¿Cómo, más suavecita? Y le dije -si algo así-.
Tenía como tres meses que no me dejaba metérselo por atrás, hasta que hace poco accedió. Recuerdo esa vez y por eso empecé a atar cabos sueltos, esa vez me senté en el sillón y ella se subió en mi entonces con su mano acomodo mi pene en su trasero y nos empezamos a mover, me decía -ya sabes he, poco a poco-, y la empecé a besar y la agarre de su cintura y la acerque hacia mí con un poco de fuerza y se la metí completa ella hizo un pequeño gesto pero pequeño, no tanto de dolor, y me dijo -mira ya entro, entro muy fácil-, y lo empezamos a hacer y me encantan tanto sus nalgas redonditas, gorditas y suavecitas que me vine bien rápido como a los tres minutos ya había eyaculado.
Entonces comparando esa vez y lo que le encontré en la computadora, no dudaba casi estaba seguro que ese negro ya se había tirado a mi mujer, no sabía que pensar con lo que había visto en esa imagen de Facebook, era enorme el pene de ese tipo probablemente como 3 o 4 veces más grueso que el mío y el doble de largo, sentí una pequeña sensación de excitación y coraje, entonces ese día gano esa pequeña sensación de excitación y no la desperté, quise reunir más pruebas.
SOLO PUEDO DISFRUTAR DE LA SUAVE PIEL DE SU TRASERO PORQUE YA NO APRIETA
Al día siguiente me fui a trabajar pero con ganas de llegar a ver qué es lo que había escrito desde la computadora, regrese del trabajo, me fui a propósito a ver la tele y ella a la computadora, ya sabía que es lo que siempre se escriben y de pensarlo me empecé a excitar mucho, apague el televisor como a los diez minutos de haberlo prendido, entonces me acerque a ella que estaba en la computadora. Como de costumbre cerro las ventanas antes de que llegara, se quedó ahí, me coloque detrás de ella y la empecé a besar en el cuello, y a tocar sus senos, ella se levantó, nos empezamos a besar muy rico, yo bien excitado empecé a apretar fuerte sus senos, nos fuimos a la cama, le empecé a quitar la ropa y me dijo -Espérame tantito, voy al baño-, note que tenía papel en su calzón en la parte de atrás (ella acostumbra a ponerse papel atrás después de que se la meto por el trasero, porque luego se le empieza a bajar el semen).
Ya después de un rato regreso del baño y empezamos a hacerlo, empecé a tocar sus nalgas y quise tocar su ano, pero no me dejaba, me quitaba la mano, y le dije vamos a hacerlo por atrás, y me dijo: -hoy no es que fui al baño y estaba estreñida y me duele mucho, porque creo que se me hizo un desgarre, ahorita que fui al baño me salió sangre, y le pregunte: -¿desde cuando estas estreñida, porque no me dijiste desde antes?-, y seguimos haciéndolo pero por delante, pero yo andaba de insistente que me dejara metérsela por atrás y empecé a rogarle, ella accedió porque le dije que solo la cabeza del miembro.
Entonces me acosté boca arriba en la cama, y ella se iba a subir arriba de mi sentada, abrió las piernas para subirse en mí, y entonces vi como callo semen de su trasero hacia la cama, (prueba indiscutible de que ese negro se la había metido por atrás). Me hice el que no vi nada, y ella también como que no vio nada, se subió rápido en mí, como de costumbre agarro mi pene con su mano y lo coloco en su trasero, empezamos a movernos, yo empecé a empujar y sentía como entraba muy fácil, parecía una vagina bien lubricada, todavía se sentía el semen de aquel sujeto que sirvió como lubricante, estaba súper excitado no podía creer como mi esposa que tiene un trasero bien apretado estuviera tan abierto.
Lo empezamos a hacer bien duro, como nunca lo habíamos hecho, saque mi pene de su cuerpo para cambiarla a la posición de perrito, y cuando miramos mi pene, se veía el seme blanco, y le pregunte: -¿qué es esto?- Y me dijo -no sé-! Y le dije afirmando: -es semen-, me respondió: -¡no!, ¿cómo va a ser semen? Y le dije -es semen, mira se ve igual al semen y huele como semen-, y me dijo -si es semen pues es el tuyo, ¿de quién más?- e inmediatamente me dijo -¿le vamos a seguir o ya no?- Entonces le seguimos en posición de perrito, y podía sentir como su culo ya no me apretaba nada, ¡absolutamente nada!, y en vez de molestarme me excito más y más.
Acabamos de hacerlo y nos dormimos como a las 11:00 pm. Me volví a despertar a la 1:30 o 2:00 am. Prendí la computadora y empecé a checar sus conversaciones con aquel negro haitiano, ella lo había invitado a nuestra casa desde temprano, fue a dejar al niño a casa de su madre, pero él le dijo que no podía, que llegaba a las 4:00 pm. Y ya de ahí no platicaron más la siguiente conversación que tuvieron fue a las 8:00 pm. después de que yo llegue del trabajo a las 7:00 pm.
Esta era la prueba definitiva pues en la conversación platicaron del sexo que tuvieron el día que escurrió semen del cuerpo de mi mujer, en esa conversación él le dijo en un mensaje: -Sí, pero bájale a tus gritos, porque los vecinos te van a escuchar-, y me quede pensando si ella nunca grita, ni ese mismo día que se la metí por el trasero como nunca, bien rápido y duro. El siguiente comentario del negro fue que llegaría pasado mañana temprano desde que yo me fuera al trabajo, entonces decidido a cacharlos in fraganti, tuve la idea de pedir permiso a mi jefe de que me dejara faltar ese día.
UN NEGRO GORILON DE 1.90 SE TRUENA A MI ESPOSA DE 1.48
Al tercer día, el día de su encuentro disimule irme al trabajo, pero me quede en un cibercafé que estaba muy cerca de la casa, esperando sus movimientos, entonces, vi como mi mujer salió con el bebe, pensé en seguirla pero después razone y pensé que iba a dejar al bebe otra vez en casa de su madre, me arriesgue a esperarla, y fue acertada la decisión porque a los 45 min. regreso, ella no estaba muy arreglada que digamos, estuve esperando y esperándome disimulado en el cibercafé que estaba haciendo un trabajo y aburriéndome e impaciente.
Después de hora y media vi como un coche azul se paró frente a nuestra puerta, no salió nadie, después de un rato salió mi mujer súper arreglada, súper sexy, con tacones y minifalda, bien pintadita, entonces se abrió la puerta del auto, y vi a tremendo gorilón salir de el y entrar rápido los dos a nuestra casa, fue tan rápido pero puede ver como era de musculoso, se le notaba sus pectorales voluminosos y una espaldota, y a pesar de que mi mujer llevaba tacones apenas si le llegaba al pecho en cuanto a la estatura. Y estuve pensando que hacer, y decidí esperar unos minutos para que tuvieran tiempo de desnudarse y cuando los cachara estuvieran en pleno acto.
Después de media hora, decidí entrar, me acerque a la ventana de la casa y vi que nadie estaba en el primer piso, abrí la puerta con la llave pero sigilosamente no haciendo ruido con la puerta, empecé a subir las escaleras, con demasiado sigilo tardándome en cada paso, cuando me iba acercando al cuarto, escuche sus voces, la de ella y otra voz muy gruesa, estaban hablando, todavía no habían hecho nada, entonces me dirigí al cuarto que está a lado pues tiene una ventana como de 1 m. de alto por 80 cm. de ancho. Abrí la puerta con mucho cuidado, y la cerré con seguro, me dirigí a la ventana para ver pues esa ventana por la inclinación ellos no podía verme si me colocaba bien, seguían platicando y estaban comiendo, así que tome una silla y decidí esperar.
Él estaba sentado en una silla, de pronto mi esposa se colocó detrás de él, acariciándole la espalda, y después besándole en el cuello, y de repente el también se para, yo empecé a respirar muy rápido, era sorprendente la diferencia de tamaños, mi esposa ahora no alcanzaba su cuello a pesar de traer tacones, él se empezó a quitar la playera y dejo ver sus músculos, tomo a mi mujer de la cintura, y la levanto con extraordinaria facilidad como si fuera un muñequito de trapo, ahora si estaban a la altura, se empezaron a besar en la boca, con lengua y todo, y el tenía un boca tan grande igual que sus labios, que abarcaba toda la boca de mi mujer, parecía que se la quería comer, y después la empezó a sostener con un solo brazo, mientras que con el otro se empezó a quitar el cinturón y los pantalones, pero aun así seguían besándose, después de que si quito el bóxer, pude ver ese pene enorme que había visto en la computadora, era como de 20 cm. Pero eso no era lo impactante, sino lo gordo, su grosor era parecido al diámetro del brazo de mi mujer, mi mujer es delgada, pero aun así era enorme para ser un pene, y ahí se le veía colgando.
De repente baja a mi mujer al piso, ella se agacha, y lo voltea a ver a la cara, y le sonríe, ella le dice -¿qué quieres que haga?- Él le responde -¿qué quieres hacer?- y ella le contesto: -Chuparme este pitote, morderlo, uhm acabármelo todo, y empezó a acariciarlo con su lengua a lamerlo a lo largo, después lo agarro con su manita y me asombro que no pudiera cerrar su mano de lo gordo y grueso que lo tenía ese tipo, y después se lo trato de meter a la boca, pero apenas pudo metérselo como 1/3 parte de su pene, mi corazón latía demasiado rápido, como nunca, lo comparaba con mi pene, pues ella puede metérselo todo dentro de su boca, después en la paro, la agarro muy fuerte de la cintura y la empezó a besar en el cuello y en sus pechos, después la volteo fuertemente, sosteniéndola de la cintura, empezó a restregarle su enorme miembro en sus nalgas suaves, él se tenía que medio agachar para poder hacer eso, y le besaba el cuello y el hombro, después nuevamente la levanto como muñequita de trapo pero esta vez al revés, ella estaba de espaldas, y el cargándola de las piernas, besándole en el cuello, la llevo cargando de esa manera hasta la cama y la puso en cuatro.
El colocaba su pene cerca de su pequeña vagina, rosándola, y empezaron a moverse pues el negro ya le empezaba a meter la cabeza del pene, le sostenía su pequeña cintura con su mano y con la otra mano acariciaba el trasero de mi esposa, le apretaba una nalga, y le dijo: -me encanta tu culito, es hermoso, sin duda es el culo más apretado que he tenido, me fascina-, y después violentamente le agarro sus pechos, y le empezó a penetrar la vagina, ella empezó a gemir pero demasiado fuerte -¡ah, ah!- pero como si fuera de dolor, y el negro le dijo: -voy a llegar hasta tus entrañas, te la sacare por la boca-, y eso parece que le excito más mi mujer, que decía -si hazlo, a mí me encanta tu pitote, es el más grande que he tenido, está bien rico, ¡métemelo, métemelo!-, pero no lo saques porque me duele, métemelo y déjalo ahí, entonces el con sus manos en la cintura de mi esposa, la movía para adelante y para atrás, hasta que después ya tenía medio pene adentro, y mi esposa no dejaba de gritar muy fuertemente, me encanta su voz y con esos gritos me empecé a excitar demasiado más que otras veces, así que decidí no hacer nada, y otra vez gano esa sensación de excitación me desabroche el pantalón y me empecé a masturbar mientras el negro disfrutaba del trasero gordito, suave y joven de mi esposa del cual me enamore.
Le empezó a dar cada vez más duro, que el rebote de sus nalgas contra su cuerpo se oían demasiado como continuas cachetadas, y ella decía, -te siento en mi estómago, no pares, no me la saques-, y él dijo -tengo una idea mejor, él se la saco, y nuevamente pude ver el tamaño de ese monstro, toda esa cosa estaba dentro del cuerpecito de mi esposa, ella al sentir el pene fuera de su cuerpo sintió el dolor y se tiro boca abajo en la cama, después el negro la levanto la volvió a poner en cuatro, y empezó a acercar su pene monstruo cerca del ano de mi mujer, la empezó a estimular con su pene, y ella dijo: -eso es lo que más me excita, me encanta que lo hagamos así, ayer me dejaste bien adolorida-, y le respondió: -¿sí?, pues hoy no vas a poder caminar, porque hoy si te lo voy a meter completo-.
LE ROMPEN EL CULO A MI ESPOSA
El negro se la quiso a meter en el trasero de mi esposa pero no entraba, intentaron así como tres veces pero no podía entrar, después ella dijo –espérame-, se dirigió hacia el ropero y saco un envase pequeño azul, era un lubricante, ella se lo entrego, y se volvió a poner en cuatro sobre la cama, y le dijo -hazme tuya-, el negro abrió el frasco al parecer nuevo y se echó sobre todo el pene, se echó mucho, después le volvió acercar el pene en el trasero de mi mujer y se la empezó a empujar, y después con un fuerte empujón logro meterle la cabeza de su pene, y mi mujer soltó un gritote de dolor, y se echó sobre la cama, su cabeza sobre la almohada pero con las nalgas paradas, agarrando con sus manos la cobija fuertemente, y casi llorando, quejándose, él le pregunto, -¿te dolió?- Y ella le dijo -si demasiado, voy a llorar-, y el en vez de sacársela y decir si quieres ya no le seguimos, como yo le dije en nuestra primera vez cuando se la metí por detrás, en vez de decir eso el seguía moviéndose muy levemente, acariciando el culo suave de mi mujer, y le dijo, -estas bien apretada, te juro que nunca había sentido así, siento como me ahorcas la pinga.
El le empezó a tocar los senos moviéndose, y ella gritando -¡ay, ay duele, duele demasiado!, y el negro haitiano gritaba, -Si, Si, que rico, que maravilla de culo-, y lo gritaba como loco, y de repente ella dijo, -no me la saques que me va a doler horrible y ya no lo vamos a poder hacer-, y el le dijo -está bien no te la voy a sacar, te la voy a meter hasta adentro-, y se empezó a mover un poco más fuerte, y mi mujer gritando de dolor y placer, porque el negro le pregunto otra vez -¿te duele?- Y ella respondió –Si, pero no me la saques, si me duele pero también me está gustando-, y ella se empezó a acariciar su vagina mientras el negro disfrutaba como loco del trasero gordito y suave de mi esposa, la penetraba con movimientos cada vez más rápidos. Ella dijo –si, si, ¡hazme tuya!- Y de repente el negro se montó sobre ella sin sacársela, ella quedo acostada boca abajo y el encima de ella, ya no podía ver mucho a mi esposa pues el cuerpo del negro era como el doble de mi mujer, pero le empezó a dar bien duro, que hasta la cama sonaba del golpeteo. Ella gritaba de forma exigente – ¡si, si, mas, mas!-, y el gritaba –si, si-, y ella gritaba -más duro, más duro-, y el empezó a darle más fuerte, así manteniéndola boca abajo le abrió las piernas con sus propias piernas, y de un solo empujón muy violento se la metió hasta al fondo y siguió haciendo eso, ya no eran empujones rápidos, sino lentos pero violentos con fuerza.
El haitiano le dijo –ven, súbete arriba de mi-, y ella dijo -no, porque me va doler si me la sacas-, y él le respondió -pero ya no tanto porque ya te estas acostumbrando al tamaño-, y dijo en seguida -mira te la voy a sacar- y ella rogaba -¡no, no!-, y se la saco, y ella hizo un pequeño gesto de dolor, el negro se levantó de la cama y ella siguió acostada, él dijo -está bien te espero-, mi esposa siguió acostada boca abajo y él se sentó a una orilla de la cama y le empezó a acariciar suavemente las nalgas. Después dijo –haber, déjame ver-, separo sus nalguitas con sus manos y pude ver el tremendo agujero que le había dejado a mi mujer, él se empezó a reír, y ella se quejaba –¡ay, ay!-,.
El negro dijo -ven, súbete-, y ella respondió -yo te lo advertí, ya no puedo-, el insistía pero ella se negó, y él dijo -¿entonces como me lo vas a compensar?-, y le sugirió que el terminaría masturbándose pero que ella se comiera su semen ella se volvió a negar, ella le dijo –comételo tu-, y él le respondió -entonces déjamelo echártelo en la cara-, ella dijo -está bien-, él se empezó a masturbar y ella se puso en posición de hincada, y cuando el negro se vino, eyaculo un montón, ella no se lo esperaba y le tapo los ojos con su semen toda su carita quedo embarrada, me excito tanto ver su rostro hermoso embarrado de semen del negro que pocos segundes después me vine yo también.
Después se fue a lavar la cara y se quedaron acostados, después él se fue, y como a las 6:00 pm ella fue a recoger al niño con su abuela, cuando regreso, me encontró en la casa, y me dijo -¿qué haces aquí?- Yo conteste -Salí temprano-, me dijo -órale, y eso porque?- Y le dije -pues terminamos pronto ¿tú crees?-. Ella caminaba adolorida y le dije -¿porque caminas así?- Me contesto -¿cómo?-, le dije -¡Así como pingüino!- Y se empezó a reír -jaja estas loquito me dijo!! Le pregunte, -¿oye ya que regrese temprano lo podemos hacer?, se me antoja mucho hacértelo por atrás, tengo muchas ganas!- Ella me contesto -no que te pasa, ¿estás loco?, me duele mucho ¿no te acuerdas que estoy estreñida?. Le dije -si es verdad-.
Ahora no sé qué decisión tomar ya no la satisfago y su trasero tampoco a mí, y siento celos tremendos de ese negro que se la folla a diario y a la ves de excitación, pero ya no siento su trasero como antes, pero sigo enamorado de su hermoso, gordito, blanco y suave trasero, que cuando nos dormimos lo hacemos de lado yo a su espalda y cuando ella se queda dormida, bien dormida le bajo el calzón y se lo meto por atrás, es cuando puedo disfrutar de su trasero ya que como ella ya no me deja gozarlo en el día porque el negro es el que disfruta de ese trasero. Se la meto todas las noches y siento su calor, incluso he eyaculado dentro de su cuerpo y ella no se cuenta hasta al día siguiente.
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