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Categoría: Confesiones

MI EMPLEADA PRIVADA

"Saludos a todos esta es la primera vez que escribo un relato el mismo que es 100% real, solo cambiaré los nombres pero lo demás es pura verdad, mi nombre es “Pedro” y tengo 40 años estoy casado por varios años y tengo un matrimonio feliz"

 

Saludos a todos esta es la primera vez que escribo un relato el mismo que es 100% real, solo cambiaré los nombres pero lo demás es pura verdad, mi nombre es “Pedro” y tengo 40 años estoy casado por varios años y tengo un matrimonio feliz, un día mi esposa me dice que por cuestiones de trabajo tendremos que contratar a una persona para que realice las tareas del hogar mientras no estamos y en eso acordamos ver a una señora que ya había hecho algunos trabajos para nosotros, la contactamos y empezó a trabajar, ella es “Josefa”, de contextura mediana piel trigueña y de rostro agradable, tiene un cuerpo normal ni muy gorda ni muy flaca, unas nalgas respingonas y muy apetecibles, y lo mejor de ella son su estomago y pubis planos como de una quinceañera aunque ya tiene 35 años y la vulva, huy eso se los cuento a medida avanza el relato.

Todos los días veía a Josefa antes de salir a mis labores las que no tienen horario ya que trabajo prácticamente de forma independiente, mientras mi esposa y mis hijos salían muy temprano a sus labores, entonces empezamos con conversaciones simples y en eso me acorde que hacía tiempo estuve en casa de unos familiares en una fiesta y ella atendió a los invitados y cuando estuve un poco subido de copas nos quedamos solos en la sala solo hombres y ella atendiendo, ahí me acuerdo me le insinué alguna cosa pero no pasó de ahí, entonces se me ocurrió preguntarle si se acordaba de eso y me dijo que si y que soy el colmo, ese fue el inicio de todo desde ahí empecé a insinuarme y a decirle cosas como que estaba buena y cosas de esas hasta que un día le dije que me diera un masaje en los hombros que los tenía adoloridos y me dijo que no porque no sabía lo que podía pasar en tono un poco insinuante, eso me dio la pauta para avanzar más y le insistía y le insistía hasta que una vez se arriesgó cuando llegué desnudo de la cintura para arriba, me di cuenta que se puso animosa y me masajeó, fue casi una caricia, entonces me di la vuelta y le abracé no se pudo contener y nos abrazamos con fuerza y se agitó su respiración y cuando estuvimos a punto de juntar los labios, reaccionó y se soltó de un salto, pero ya había dado un gran paso, los siguientes días me acercaba y le abrazaba y sucedía lo mismo hasta que por fin se animó y nos fundimos en un beso de campeonato, se agitó nuevamente y sé que le encantó porque sentía mi tranca dura pegada a su pubis, ahora había que pasar al siguiente paso.

Ahora yo salía de la ducha solo con toalla o de plano sin nada y ella me decía cosas en broma como vístase parece troglodita y cosas así ahora me acercaba nos besábamos pero cuando sentía que se iba a soltar por completo se retiraba algo asustada, poco a poco traté de sacarle la ropa y pude por fin sacarle el sostén para divisar unos pechos pequeños pero firmes y bien erguidos le mame los pezones y no sé cómo pudo contenerse pero al rato ya estaba haciéndose a un lado así pasamos un tiempo ella sin dejarse hacer más que mamadas de tetas, manoseadas en la vagina y el culo por encima de la ropa y lo que más le gustaba era cuando le ponía mi verga en la entrada de su chucha y aunque ella tenía puesto un pantalón de exterior, gozaba y se ponía a mil, pero cuando se calentaba demás, sabía parar, entonces un día se me ocurrió regalarle una prenda intima, era un calzoncito de randa tipo “cachetero” y se lo di y para mi sorpresa me dijo que se lo iba a probar entonces entró al baño y salió solo con el calzoncito puesta, huuuuuy se le veía riquísimo se le marcaba una vagina deliciosa muy plana y bien formada, no sé cómo me contuve y le admiré por un rato y luego le lancé a la cama, fue de lo más rico le volví a mamar las tetitas y le pasé la mano por encima del calzón pero no me permitió sacarle solo me agarro la verga y me masturbó hasta terminar luego averigüé que le tenía pavor a quedarse embarazada entonces sabía que para la próxima había que llevar condón, en otras ocasiones que me tomaba desprevenido ella optaba por volver a masajear la verga y lo hacía tan bien que con eso bastaba, otro día estuve a punto de meterle toda mi tranca pero como si adivinara algo, su esposo le llamó justo en ese momento y eso enfrió todo, pero como ya se deben imaginar ese fue el comienzo de algo mucho más placentero, pero eso se los cuento en el siguiente relato.

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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