Continuando con mi relato que como mencioné en el relato anterior, es 100% real y ha sido una de las etapas más excitantes de mi vida, como había mencionado empecé una relación ampliamente deliciosa con Josefa que estuvo realizando trabajos de hogar en mi casa y sus trabajos se extendieron a una atención personal hacia mí, je je je, luego de haber entrado en confianza pasábamos momentos sabrosos y aunque no había penetración disfrutábamos de una especie de jugueteos previos a la penetración, es decir nos besábamos, manoseábamos y nos excitábamos al máximo pero siempre sabía detenerse en el momento preciso hasta que un día por situaciones laborales ella decidió dejar su empleo y no vendría a trabajar más en mi casa, eso me desilusionó mucho y pensé que no le vería nunca más, sin embargo eso fue lo que marcó una nueva etapa en esa relación, pues tuve la oportunidad de hablar con ella, y luego de unos días que se fue y para mi sorpresa aceptó la invitación de vernos, esperé con paciencia que llegue el día y acudí a la cita, ese día tenía un ligero malestar por culpa de unas copas que me tome el día anterior pero eso no me detuvo, al contrario en esos casos los hombres parece que se ponen como una máquina sexual cuando estamos con ese malestar de tragos, pero cometí un error, no llevé condones, de todas maneras la llevé a un lugar para parejas clandestinas (un motel) y ahora estuvo más desinhibida, nos abrazamos y besamos como locos nos desnudamos y por fin me dejó contemplar toda su desnudez –porque antes se desnudaba pero no me dejaba mirar mucho- pero ese día me fijé en su deliciosa raja, tienen una vulva, como mencioné en el relato anterior, de quinceañera, bien plana con pocos pelos muy delgados, y unos labios menores muy delgaditos que se esconden entre sus también delgados labios mayores, un clítoris diminuto y una abertura vaginal bien estrecha, antes ya me había contado que hace ejercicios vaginales y por eso sus músculos aprietan todo lo que ahí ingrese, hummmmmm que rico, que poema para la vista, y para el tacto por primera vez pude meterle mis dedos en su rajita que estaba húmeda y caliente y su respiración se agitó al bombear de mis dedos, sus ojos se perdían entre sus parpados semi cerrados al tiempo de pasar mi lengua por toda su hermosa chucha, me decía lo rico que sentía y lo mucho que me deseaba, fue un extasis completo, mi verga estaba que explotaba de lo dura y parada que se puso, deseaba penetrarle y bombearle con todas mis fuerzas, sin embargo esos malditos condones que no llevé no me lo permitieron, ella se cuida muchísimo de un embarazo le asusta la idea, entonces lo que hizo fue agarrarme la verga y empezó los movimientos rítmicos mientras yo estaba a punto de estallar en eso se puso en cuatro y me mostró la cueva del milagro en todo su esplendor, un botón delicioso que pedía verga al mismo tiempo de ser esquiva, me dijo mastúrbate mientras me muevo, y contemplando su delicia que se abría y cerraba mientras sus jugos brotaban emitiendo ese sonido de vagina húmeda y ese olor a sexo, me hizo por fin explotar y salió de mi todo un chorro de leche caliente, pero como no podía dejarle así luego de un momento empecé a lamerle toda su raja, y me bebí toda su jugosa delicia mientras luchaba por encontrar con mi lengua su pequeño clítoris, cuando le vi convulsionar a mi nuevamente se me ponía la tranca dura y deseaba más pero ya no teníamos tiempo se nos fue un largo rato en eso, pero pactamos para volvernos a ver y ahora si llevaría preservativos.

Nuevamente esperé con calma nuestro nuevo encuentro, hasta que por fin llegó el día ahora ya nada podía fallar, incluso antes de salir a verla me pegué un duchazo en donde me hice una paja a su salud para estar con las “bolas vacías” y no pasar el chasco de terminar antes de tiempo, y seguro me dio resultado, nos encontramos la lleve al mismo sitio y comenzamos de nuevo con la “lucha amatoria” ella ahora se desnudó y empezó por pegarme una mamada celestial, yo estaba acostado boca arriba y ella se acostó a un lado mío con su cabeza a la altura de mi verga se la metió de a poco a la boca y mientras su mano izquierda me agarraba la base del pene, la derecha acariciaba mis bolas, chupaba como una poseída pero con un compás preciso que me hacía subir al cielo, bajar al infierno y regresar de nuevo al mundo terrenal, fue espectacular, luego de un rato de estar en esa sabrosa posición, me senté y le acosté boca arriba con los pies apuntando al techo y luego de ponerme el condón –por fin me puse- le penetré primero suavemente, mientras sentía la estrechez de su raja, como gemía su cara de lujuria era incomparable, y empecé a bombear con más fuerza, que rico, hay que hembra más sabrosa, hacía mucho tiempo que no me pegaba un polvo tan rico, luego de un momento le puse en cuatro y ahora tenía a mi vista un sabroso culo y una bien mojada chuchita, entonces le empuje mi tranca hasta el fondo y pego un suspiro con un ¡ay! sabroso y continué dándole y dándole, por suerte el “pajazo” que me hice estaba dando resultado, estaba durando como nunca, tanto así que en un momento saque mi verga para ver como vuelve ingresar y me doy cuenta de que el preservativo se había roto, tal era el desenfreno y tan estrecha es su raja, que el preservativo no aguantó, ¡qué faena! qué forma de culiar, rápido tomé otro condón me lo puse y ahora si le puse al filo de la cama con sus pies abrazando mi espalda y comencé de nuevo, en ese desenfreno ella gozaba tanto como yo, mientras tenía presente que varias veces me dijo un tiempo atrás que era una loba u una tigresa para hacer el amor y que no se conformaba con sólo un rato si no que había que estar dándole por un buen rato para quedar satisfecha entonces hice un esfuerzo y le di un poco más pero, uno no es de fierro y termine soltando toda mi leche como un loco uffff que delicioso, por fin había cumplido con lo que tanto deseaba y con lo que seguro ella también deseaba, tantas veces cuando conversábamos de cosas, ella me calentaba diciendo que era tremenda en la cama y ahora lo confirmé, era así y más incluso antes cuando nos besábamos y se excitaba me clavaba las uñas en la espalda y me dejaba marcado de tal forma que hacía de todo para que no me vieran así, ese día en que la hice completamente mía ella se cuidó de lastimarme sin embargo si se le escapó uno que otro “zarpazo” de tigresa.

Luego seguimos encontrándonos y pasábamos de lo más rico mientras todo eso sucedía desde hace tiempo me contaba que en otro lugar donde laboraba en las tardes en una especie de comunidad donde reciben personas de toda edad y realizan terapias psicológicas, había alguien que sin malicia, según me decía, empezó a interesarse en ella y es que ella es una mujer muy apetecible por lo que no me extrañó mucho, lo cierto es que en los encuentros que teníamos luego, Josefa me contaba que él estaba insinuándose, que le gustaba pero que se cohibía porque él tenía su novia, al contarme esto me entró una sensación extraña de celos pero más de excitación porque se me vino a la mente la imagen de verla a ella en brazos de un hombre que también le pueda gozar como yo, que sensación tan rara, lo bueno de todo era que yo fui algo así como su confidente y me contaba todo lo que él le hacía y decía, ella me contaba como avanzaba con el pero claro no entraba en demasiados detalles, pero bueno, con eso me bastaba para sentir esas ganas de darle verga mientras imaginaba que el también hacia lo mismo, ella me cuenta que el cada vez se le insinúa mas pero que mi imagen no la deja hacer nada con él, pero yo le aliento que experimente un poco más y que me cuente para sentir esos celos mezclados que tanto me enloquecen, el próximo relato les cuento como son nuestros encuentros de pasión cuando ella me cuenta sus avances con él y espero que haya avanzado tanto como para contar que hace, hummmmmm que rico.