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Mi doctor de cabecera

Hola pequeños, estuve mucho tiempo sin escribir pero pues la fiesta de mi hijo y el trabajo ya no me lo permitían, además de que en este tiempo no pasó nada, ustedes o algunos supieron de mi historia con don Carlos del cual solo sé que sigue viviendo con sus hijos y ya, yo creo que ya se olvidó de mi pero pues yo aún sigo recordando aquellos momentos, mi primo Armando aún sigue haciendo su servicio social, pero pues ya tiene novia y como que se olvidó también de mí, nos mandábamos mensajes pero pues se terminó todo.

Pero estoy aquí de vuelta en primera porque ya no trabajo, ya no tengo la necesidad pues ya fue la fiesta de mi bebé y con el dinero que me dejo don Carlos pues poco a poco lo voy sacando, al final le conté todo a mi mamá, de la aventura con don Carlos y con mi primo, no sabía que mi mamá fuera una buena confidente, solo me dijo que me cuidara y que supiera bien guardar las apariencias creo que ya se de quien tengo este instinto de puta, pues también se confesó conmigo y me quede boca abierta de todas sus aventuras que ha tenido. Últimamente nos hemos hecho más cercanas y eso me gusta.

Pero bueno, al grano, creo que a ustedes nos les interesa qué onda con mi vida, sino más bien mis historias. Y pues antes de contarle esto a mi mamá quiero ver que piensan ustedes.

Hace poco por la zona en la que vivo abrieron una farmacia con un consultorio, obviamente ya hacía falta un médico cerca de casa pues algunos de ustedes sabrán cómo se enferman los niños. Un día x lleve a mi hijo a consulta y pues al entrar me encontré con un doctor joven, yo pensé que me iba a encontrar con un doctor ya grande y amargado, inmediatamente me encanto su sonrisa del doctor aparte de que me llamo mucho la atención de cómo se me quedaba mirando durante la consulta, ese día yo iba casual, unos legins negros y una blusa pegada un poco escotada, ya algunos saben de mi apariencia física (chaparrita, delgada, con pechos pequeños pero firmes y redondos y unas nalgas paraditas). La consulta de ese día fue casual, con un trato cordial y unas cuantas bromas y risas, la verdad desde el primer día me agrado mucho el doctor y ya desde ahí pues tomaba cualquier excusa para llevar a mi hijo y así verlo.

Un domingo, días en los que no abren la farmacia y obviamente no trabaja el doctor, mi hijo tenía calentura y pues un poco preocupada y con la intriga de que si me contestaría o no agarre su receta y le mande un mensaje al número que tenía en su receta.

-“Buenas tardes doctor, espero no molestarlo, soy la mamá de Emiliano,  Meli, solo quería preguntarle, aparte del Paracetamol, que otro medicamento le puedo dar a mi hijo para que se le baje la calentura”

A lo cual en unos minutos me contesto:

-“Hola Meli, no doy consultas por este medio, yo te recomiendo mejor que sea valorado por un médico, yo no vivo cerca si no con mucho gusto lo reviso, pero es mejor una valoración por algún médico”

Le respondí que gracias y que disculpara si lo había interrumpido, ya no me contesto el mensaje, ese día lleve a mi hijo a otro médico y le mando medicamento, yo intrigada y esperando alguna respuesta le volví a mandar otro mensaje, diciendo:

-“Muchas gracias por el consejo doc., ya mi nene esta mejor, bonita noche”

Yo me quede enlelada en su foto de perfil, pues al parecer el doctor hace ejercicio y no se veía nada mal.

Cuál fue mi sorpresa y si contesto.

-“Hola Meli, me da gusto saber que tu nene este bien, ya sabes, cualquier cosa aquí estamos”

Era noche, mi esposo estaba viendo la tele, él nunca me cuestiona con quien me mensajeo, él sabe o tiene la noción de que es con mis amigas, pero al recibir respuesta del doc. sentí una especie de nervios y de cosquilleo en mi panza, como de miedo de que me descubrieran o algo así, procure poner mi celular sin notificaciones y estar al tanto de si llegaban mensajes o no. Me quede con esa sensación y me metí nuevamente a ver el wahts, y estaba otro mensaje del doc. y empezó una conversación en la cual yo estaba al pendiente de que no me cacharan.

-“Que haces”

-“Estoy en mi cama ya acostada, y usted”

-“No me hables de usted, no estoy tan viejo”

-“Perdón, pero pues así me enseñaron a respetar a los demás”

-“Ok, no te preocupes, espero no causarte problemas al mandarte mensaje”.

Y en lugar de terminar con la conversación le seguí –“No, no te preocupes, si estoy acompañada, pero mi esposo está viendo la tele y mi bebé ya se durmió”

-“Wow, discúlpame entonces, no creo que sea apropiado mandarte mensaje ahorita” me respondió.

-“No de verdad que no hay problema, cuéntame, que haces ahorita”

-“Bueno, de verdad espero que no cause ningún problema, y pues ahorita estaba terminando de ver una película y alistándome ya para mañana nada fuera de lo normal”

-“Que bien doc.”

-“Fernando, me llamo Fernando”

_”Esta bien está bien, Fer, y cuántos años tienes Fer”

-“27 años y tu”

-“18 años, y tienes novia”

-“Pues novia, novia, no, más bien es como una amiga con derechos, pero todo relax”

-“Que bien”

Nos quedamos por un buen rato sin escribirnos, hasta que me mando:

-“Espero no te moleste mi mensaje, pero que bonita te ves en tu foto de perfil”

-“Hay muchas gracias, tú también te ves muy bien en tu foto”

-“Que mal que ya eres casada” me respondió.

Me quede sorprendida y no supe que contestar, lo tome como una insinuación, mi cabeza sabía que si respondía esto se iba a poner interesante, sentí un cosquilleo al instante en mi panza, mi esposo, ya quería acomodarse para dormir así que deje el celular por un rato, pensado en aquel último mensaje, mi esposo me pregunto que con quien tanto platicaba, le conteste que con Carla, él sabía que siempre nos la pasábamos hablando de pura tontería o de chismes, no le tomo mucha importancia, yo esperaba a que empezara con el jugueteo o algo así que nos llevara a coger esa noche, pero no fue así, me dijo “buenas noches, no te duermas tan tarde” y se acomodó. Me quede mirando a la nada en la oscuridad y tome nuevamente mi celular. Y cuando abrí de nuevo el whats.

-“Bueno, creo que ya es muy tarde, te dejare descansar, buena noche” me envió.

-“No, no no, aún sigo aquí es que tuve que atender a mi bebé, perdón” respondí lo más rápido que pude esperando no fuera tan tarde.

-“Esta bien, no te preocupes, te entiendo, pero me imagino que ya te iras a dormir”

-“No, al menos que tú quieras que ya me duerma”

-“No, yo aún no tengo sueño así que podemos seguir platicando”

No puede más y pregunte.

-“A que te refieres con que qué malo que ya soy casada, casada casada no, solo vivo en unión libre jajajajaja”

-“jajajaja, pues es un como un alago, ya que eres muy bonita y pues al estar ya comprometida pues es imposible entablar algún tipo de relación que no sea solo de amistad”

Mi corazón empezó a latir al mil y escuchaba mi respiración, tenía tiempo que no sentía esa adrenalina de ser cachada, verifique que mi esposo estuviera dormido, me tranquilice y me dispuse a responder:

-“Pues el que este comprometida, no implica el que me tenga que portar bien o que no tenga la capacidad de entablar alguna relación más allá de la amistad” Hasta yo me sorprendí de la manera en que conteste.

-“Wow, bueno eso cambia muchas cosas, solo diré lo siguiente y nos iremos a dormir, vale, puedes ir mañana  al consultorio alrededor de las doce del día?, sí o no?

Me quede con los ojos abiertos mientras me mordía los labios y haciendo caso a lo escrito:

 -“Si” respondí, y así solo lo leyó y se desconectó, entonces entendí el vete a dormir y mañana te veo. Me quede todavía un rato despierta sintiendo el latir de mi corazón y lo rápido que respiraba, imaginándome una mil cosas de lo que podía pasar mañana.

Al día siguiente me levante temprano, atendí a mi esposo antes de que se fuera a trabajar, di de comer a mi bebé, procure ponerme bonita, me puse brasier y tanga del mismo color, me puse unos mayones y una camisón, mi mamá me pregunto que a donde iba a ir, solo le respondí que tenía ganas de vestirme así,  al 10 para las 12 cogí mis cosas y a mi bebé, mi mamá me pregunto que a donde iba.

- A revisión con el doctor. Le dije con mis cosas y bebé brazos y me salí rápido, no quería que me cuestionara más mi mamá.

Al llegar a la farmacia, ya que no esta tan lejos de casa, la sala de espera estaba vacía, afuera a la encargada le comente que venía a consulta, pague mi consulta y me pase, de nuevo el latir de mi corazón y toda nerviosa pregunte si se podía pasar.

-Adelante. Me respondió el doctor.

Me metí toda nerviosas y con una sonrisa de niña boba. Me miro y miro a mi bebé y me sonrío.

-Pasa, cierra la puerta de favor, yo pensé que no ibas a venir.

-Tu dijiste, contesta sí o no, dije si y aquí me ves. Conteste muy segura, dejando a flote la poca experiencia que había adquirido con mis aventuras anteriores.

 Fernando se levantó de su silla y se dirigió hacia mí, me quito a mi bebé de los brazos  y lo acomodo en la cama en donde te revisan, afortunadamente mi bebé estaba bien dormido, yo aún nerviosa acomode mis cosas en la otra silla y cuando me voltee para verlos el doctor ya estaba a mi lado.

Me tomo del brazo y me levanto, me tomo de la cintura y me pego a él, llevaba un perfume tan rico, puse mis pequeñas manos en su pecho y lo sentí firme y duro, lo mire y me empezó a decir:

-Eres muy bonita y muy sexy.

Me le quede mirando mientras él se empezaba a acercar más a mí y sentí sus labios en los míos, me comenzó a besar, se convirtieron tan húmedos y apasionantes, empezaba a sentir ese calor y esa temblorina que inundaba mi cuerpo, sentía muy caliente mi panocha advertí que ya estaba mojada, con ese solo beso.

-No tienes ningún problema con esto, o si? – Me pregunto.

No dije nada y lo seguí besando, ahora si empezó a agarrar mis nalgas, me las apretaba y me pegaba hacia él, sentía su verga pegada en mi panza pues está más alto que yo.

Me agarro y me llevo más adentro del consultorio, me puso contra la pared y me empezó a tocar sobre la ropa más y más, mis nalgas, ni panocha, mis tetas me las apretaba, me tomaba de la cintura y me besaba mientras me decía “Me encantas mucho mamita” “Y tu a mi papi” le respondía; era tan excitante, pues hablábamos en voz baja y yo estaba con ese miedo a que abrieran la puerta y nos cacharan.

Me empezó a meter las manos por debajo de mis mayones y solo note su carita de fascinación al sentir mi tanga, me agarraba más mis nalgas, me confeso que le encantaban, paso a mi panocha, se percató de lo mojada que estaba y me empezó a dedear, yo solo le apretaba del antebrazo, que se sentía duro y fuerte y me mordía los labios para que no se me escaparan los gemidos. Quizás fue lo excitada que estaba o porque ya tenía tiempo que otro hombre que no fuera mi esposo me tocara, pero no tarde mucho y me empecé a chorrear, solo sentí como se ponían mis ojitos de borrega lechera y como se me iban las fuerzas en mis piernitas.

Retiro sus manos y me ayudo a recargarme en la cama, trataba de recuperar las fuerzas y sentía como mi corazón latía rápido.

Al tener la mirada hacia abajo y él enfrente de mi note como todavía tenía su verga parada, así que me arrodille y empecé a desabrochar su pantalón, boto una verga hermosa, gruesa, grande, venuda, cabezona, chorreando, me enamore al instante, no aguante más y me la empecé a comer toda, la mame como desesperada, le baje los pantalones para tener una vista mejor y vi sus huevos, grandes como me gustan, se los empecé a mamar,  no me cabían ni la verga ni los huevos hasta el fondo de mi boca. Le masturbaba mientras le chupaba esos ricos huevotes, en eso mande a mi mano tocar su panza y sentí sus cuadritos, eso me excito más, toda mi mano recorría su panza llena de cuadritos, me ponía más y más cachonda, no aguante más y ya con fuerzas en las piernas me levante y le empecé a quitar su bata y a desabotonarle la camisa, se la quite y me quede con la boca abierta, nunca había visto en vivo una cuerpo marcado, solo le empecé a besar todos sus músculos.

Mientras el me agarraba las tetas y me apretaba mis pezones, me detuvo y me desnudo también toda de arriba y me empezó a chupar mis tetas mientras yo tenía su verga en mis manos y lo  masturbaba.

-Te la puedo meter? –me pregunto-

-No sé qué estas esperando –le susurre en el oído-

Se separó de mí y saco un condón de su bata, no dije nada, yo quería esa verga sin nada, pero no quería dar explicaciones de que me estaba cuidando o de que no tenía nada de lo que se preocupara, lo deje que se pusiera el condón, me subió a la mesa y me empezó a estimular mi clítoris con su cabezota.

-Métela, ya métela, le dije casi suplicando, con mi cara afligida y susurrando.

Me sonrió y en eso sentí como me metía toda su verga, me encabronaba el no poder gritar y gemir, pero le trate de transmitir lo excitada que estaba con tan solo arañarlo, apretarle sus brazos grandes y mis caras.

Me bombeaba lento y después rápido, cuando me daba rápido solo sentía como me empujaba todo hasta mi estómago, era rico el cómo se sentía, yo solo ponía mis ojitos de borrega lechera cuando me daba rápido.

-Más, más, más, más, más papito… Así, así, dame… -le decía al oído.

Me la saco y me le quede viendo con cara de que carajos haces. Me paro y me subió a una banquita, me puso de espaldas y me acomodo, rápido entendí así que adquirí la posición que el buscaba, pare mi culito y me lo abrí todo y sentí como me metió toda su verga, otra vez los ojitos y mordiéndome los labios para no gritar y me empezó a dar rápido. Me jalaba de las greñas y me agarraba de la cintura, yo solo me apoyaba sobre la pared y lo agarraba de su brazo en mi cintura aguantándome las ganas de gritar.

Después de un momento de estarme dando duro y rico, empecé a sentir ese cosquilleo en mi panocha, la debilidad de mis piernas y esas sensación de acabar, me soltó de las greñas y me abrió más el culo, eso me puso más al mil y era decisivo me iba a venir otra vez, no aguante más y deje salir un gemido de placer, en el momento que empecé a chorrear me agarro firme de mis caderas y también soto un ligero gemido, nos venimos casi al mismo tiempo.

Yo solo sentía como hacia brincar su pene adentro de mí, vaciándose, me sobaba las nalgas, yo me mantenía inmóvil con la mitad de mi cuerpo recostada sobre la cama, respirando rápido, mi corazón latiendo rápido, mis piernas débiles y toda mojada.  

Saco su verga media parada, me repuse para sentarme un rato y relajarme y solo lo mire y le sonreí, se acercó y me dio un beso. Después de eso se dispuso a quitarse el condón, vi que estaba tupido de leche.

Nos comenzamos a vestir, mientras solo miraba su cuerpo todo marcado y musculoso, para mí era musculoso, pues nunca había visto un hombre así, me miraba y me sonreía.

Se sentó y me invito a sentarme.

-Nunca imagine que haría esto algún día, y menos contigo. –me dijo-

-Porque? –le pregunte-

-En primera porque pues aquí es donde trabajo y en segunda porque me gustas mucho pero jamás creí que se pudiera dar esto, y míranos. Estuvo muy rico, tienes un hermoso cuerpo.

-Pero tú no te quedas atrás, nada más mira, todo musculoso.

Se echó a reír y me tomo de la mano.

-Gracias –me dijo- y yo sin comprender porque ese gracias solo sonreí y lo bese.

-Te parece si al rato nos mensajeamos, en cuanto me mandes mensaje sabré que no hay problema y podemos platicar, yo respetare tus horarios y tratare de no causarte problemas.

Yo solo asentí, escuchamos que había llegado otro paciente, justo cuando todo había terminado, menos mal, volteo a mírame y entendí que ya era hora de que saliera de mi “consulta” me ayudo a cargar mis cosas, me acomodo el cabello, me beso de nuevo, me sonrió…

-Espero tu mensaje al rato, estuvo muy rico, me encanto como no tienes idea. –me dijo-

-A mi igual Fer, me encantas. –lo regrese el beso y me dispuse a salir-

La chica de la farmacia se me quedo viendo feo, creo que de cierta manera supuso que paso ahí adentro, pero yo iba con mis piernas débiles mis cosas y mi bebé en brazos, con mi sonrisa, después de un largo tiempo nuevamente otra aventura.

Ese día llegue a mi casa, mi mamá me pregunto que qué me había dicho el doctor, le comente que todo estaba bien y que continuara con las indicaciones del otro doctor “para eso mucho tiempo Meli” yo solo me reí y mi mamá se me quedo mirando como aquella mejor amiga confidente “hay Meli, hay Meli” y se fue a hacer sus quehaceres. Mi mamá sabrá esperar para que le cuente todo esto, por lo mientras se los cuento a ustedes, después de mucho tiempo sin escribir, pero hasta ahorita se presenta esto.

 Los siguientes días Fer y yo nos hemos mensajeado, hemos acordado ser amantes. Trato de portarme igual con mi esposo, dentro y fuera de la cama, aún sigo recordando ese día, digo, tampoco tiene mucho tiempo, pero pues ahorita no me he enfermado ni mucho menos mi bebé, y tampoco quiero ir tan pronto para que no me vea feo la encargada de la farmacia, así lo acordamos Fer y yo, pero ya quedamos en escaparnos a un motel y esa idea me encanta, pues ahí será distinto me podrá disfrutar y yo a él.

Les contare como se da la experiencia del motel si es que ustedes gustan. Espero no haberlos aburrido pero ya tenía mucho tiempo de no escribir y tenía que contarles como sucedió todo esto.

Besitos pequeños.

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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