Desde que recuerdo la sexualidad ha jugado un papel fundamental en mi vida, los hombres de mi familia fueron mis primeros contactos con ella y quizás gracias a ello aprendí el arte de dar placer, de satisfacer y saber cumplir fantasías...

Mi hermano, mi padre, mi abuelo, mis dos tíos y tres de primos serían tan solo el inicio de lo que soy, una mujer libre, liberal, franca y deliciosa... Una golfa.

A cada uno le agradezco que me enseñara algo... Como masturbarlos, como mamarles la vega como montarlos, como acomodarme para ser montada, como debía apretar los labios al mamárselas, cuando contraer mis músculos para apretar sus vergas al montarlos, como dilatar y cuando contraer mi ano, como aplaudirles la verga con mis nalgas...

Eso me convirtió en el objeto más deseado en la preparatoria, la universidad y mis trabajos. Gracias a ello hoy soy la presidente de mi propia empresa y el socio comercial que todos desean tener, en todos los sentidos...

Un día mi abuela me dijo: " hija escribe todo lo que vivas porque llegará el momento de que lo único que tengas sean recuerdos y la memoria tarde o temprano olvida los detalles... Éste es un diario y quiero que lo llenes con las cosas que te hagan más feliz, sé que aún eres muy chica pero veo en tus ojos el mismo fuego que tenía yo a tu edad por eso estoy segura que los hombres se rendirán a tus pies con tal de conseguir esto... (al tiempo que ponía su mano en mis labios para pasarla por mi pecho y terminar en mi monte de venus).

A mi edad las cosas se ven más clara y lo único que te puedo asegurar es que el placer es algo que te alimenta y te hace sonreír, disfrútalo e ignora lo que diga la gente.

Los hombres tienen algo entre las piernas que te hará sentir placer y tú debes aprender cómo tratarlo y disfrutarlo, todo son distintos y puede tenerlos todos...

Empieza con los de los que más te quieren y después con los que más se te antojen...

Este diario es para ti mi bebé escribe en el cada momento de placer que experimentes..."

Placer, ¿y cómo lo sabré?

Tu cuerpo te lo dirá sentirás como tu piel cobrará vida y aquí (mientras ponía sus dedos entre mis piernas) salivará..."

Desde ese día mi vida cambio cada noche me observaba y trataba de saber cómo es que podía salivar ahí, cuando lo haría... Pero lo que me inquietaba aún más era lo que los hombres tienen entre las piernas...

Por eso decidí que lo descubriría y mi primera investigación sería a mi cómplice de toda la vida ese hombre que desde que lo conocí ha estado cerca, el que al principio me odiaba porque ahora tenía que compartir sus cosas conmigo, pero que conforme fuimos creciendo empezó a cuidarme, a defenderme, y a quien últimamente he descubierto viéndome diferente, con un brillo muy interesante en los ojos... Mi hermano.