Antes de empezar, me voy a presentar, me llamo Amparo, soy la cuñada de Pilar y la tía de Raúl y por petición de Pilar os voy a contar esta aventura la cual es totalmente cierta. 

Como ya sabéis últimamente me paso mucho tiempo en casa de mi cuñada Pilar y mi sobrino Raúl, hace unos días os conté parte de lo que había hace aproximadamente algo más de un mes. 

Acababa de empezar el año, había pasado ya una semana desde año nuevo, y ya habíamos vuelto a la rutina, las vacaciones se terminaron como suele pasar y tuvimos que volver al trabajo. Desde hace relativamente poco me he mudado de casa para estar más cerca de Pilar mi cuñada y mi sobrino Raúl. 

Era viernes, mi cuñada me llamó a media tarde para preguntarme si quería salir, le dije que estaba aburrida en casa y que me parecía bien, me puse unos leguins una sudadera y unas deportivas, y me fui a casa de Pilar a buscarla, al llegar, toqué el timbre, enseguida me abrieron subí las escaleras, y cerré la puerta, estaba mi sobrino jugando a la play mientras que Pilar todavía no se había terminado de cambiar, cuando me llama para que vaya a su habitación, al entrar me la encuentro en bragas, llevaba unas de color blanco, quería preguntarme si esos leguins que llevaba le quedaban bien, se los pone y se pone una camiseta corta, se mira en el espejo, no le veía convencida, se quita los leguins, y las bragas quedándose desnuda de la cintura para abajo, tenía pelo en el coño (de color negro por si tenéis curiosidad) se vuelve a poner los leguins y la zapatillas de deporte, dejando las bragas que llevaba tiradas en el suelo de la habitación, me di cuenta de que se le marcaba el coño y bastante, lo que me puso un poco cachonda, lo cual reconozco. Por fin estábamos listas, así que nos fuimos a dar una vuelta mientras hablábamos sobre cosas relativas trabajo, y demás cosas, pasadas unas dos horas volvimos a casa, era la hora de cenar, me iba para mi casa cuando mi cuñada me ofreció pasar el fin de semana en su casa así no teníamos que llamar y estaríamos en buena compañía. Así que acepté, les dije que tenía que ir a casa a coger ropa así Raúl se ofreció a acompañarme mientras Pilar hacía la cena. 

En mi casa, bajamos todas las persianas y cerramos todo, fuimos a mi habitación y cogimos la ropa, en un momento el cual se hizo muy raro, mientras recogíamos la ropa, mi sobrino abrió el cajón de la cómoda donde tenía toda mi ropa interior, entonces me preguntó que me iba a llevar, así que le dije que metiera bastante ropa interior por si acaso, mientras observaba a Raúl como miraba mis bragas y mis sujetadores, la demás ropa la terminé de meter en el bolso de viaje y nos fuimos a casa de Raúl y Pilar. 

Al llegar a casa, lo colocamos todo en el armario distribuyendo cada cosa en su sitio, al terminar, me puse la ropa de estar en casa que era un pantalón de chándal ajustado y una camiseta negra de tirantes, me quité el sujetador quedándome sin nada debajo y me fui a la cocina descalza para ayudar a mi cuñada a terminar de hacer la cena. Mientras estábamos cenando, le pedí a Raúl delante de mi cuñada que si me podía dar un masaje después, me dijo que encantado mientras Pilar y yo nos mirábamos mutuamente, al terminar de cenar, recogimos la cocina y me dijo Raúl que me fuera a la habitación que enseguida iba, me tumbé sobre la cama y me empezó a masajear la espalda, poco a poco sus manos iban bajando hacia mis nalgas diez minutos después, me levanté del sofá que tenía en la habitación me quite la camiseta dejando las tetas al aire acto seguido me quité el chándal quedándome en bragas, Raúl no había quitado ojo de encima estaba muy cachondo y eso me gustaba, nada más quitarme el pantalón me puse de rodillas en el sofá frente a él poniéndole las tetas en la cara y moviéndolas de arriba hacia abajo, enseguida mi sobrino se animó a tocármelas, poniéndome una mano en cada pecho mientras yo seguía moviendo mis pechos como si de una penetración se tratase. Entonces entra mi cuñada en la habitación y me sorprende desnuda encima de mi sobrino que es su hijo, se quedó perpleja, me preguntó que estábamos haciendo, me levanté y le acerqué el culo hasta su cara mientras que mi cuñada no daba crédito a lo que estaba viendo, entonces giré la cabeza para mirarla a ella y acto seguido me aparté hacia un lado mientras le decía a mi cuñada que había sido el que quería verme desnuda, entonces me pongo de rodillas para que me penetré y acto seguido lo hace Pili, nada más ponerse de rodillas, Raúl le empezó a tocar el culo y acto seguido le penetró mientras que yo le tocaba las nalgas, enseguida, las dos nos pusimos pegadas y mientras a Pilar le penetraba a mí me tocaba el coño. Cuando Pilar estaba siendo penetrada por su hijo, me puso la mano sobre mis nalgas, mis gemidos se intensificaban por momentos solo de escuchar gemir a mi cuñada. Antes de ponernos las dos frente a él, Raúl no dudó ni un instante en seguir masturbándome a pesar de que yo estaba gimiendo de placer, pasado un rato, mi cuñada se quedó en la cama descansando porque estaba agotada, mientras dormía, Raúl, mi sobrino se masturbó y le echó todo su semen en las nalgas, a su madre mientras dormía pero poco después se despertó mientras que Raúl estaba allí observando como dormía, se tocó el culo palpando el semen, le preguntó: "¿y esto?" sin obtener respuesta alguna extendiéndose el semen por las nalgas y posteriormente limpiándose con una toalla mientras le decía "buena corrida" una vez terminó de limpiarse se incorporó poniéndose a cuatro patas en la cama con las piernas abiertas y le empezó a tocar el coño. Por último y para terminar, le dije que esperaba que le hubiese gustado mientras me decía que quería repetir.