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MI CUMPLEAÑOS SEGUNDA PARTE

"La cosa no termina cuando Sandra me desata, quiere más..."

 

- Feliz cumple años, cariño.

Nos besamos…

Sandra se levantó y me llevó a la cama. Paco se apartó a un lado. Sandra se cambió de sitio conmigo, quedando entre nosotros dos. Se tumbó, Hice lo miso. Sandra estaba en sándwich entre nosotros. Empezó a besarme, pero hecho su culo hacía atrás, contra Paco.

Sus manos bajaron hacía mi polla y empezó a acariciarla. Mi sexo empezó lentamente a endurecerse. Ella seguía besándome mientras Paco apoyaba su sexo contra su culo. Él también se estaba endureciendo…

Pude ver como Sandra estaba calentando a Paco con su culo y mi erección se hizo entera.

Cuando Sandra lo notó, cambió de postura: se puso de rodillas sobre mi cara, mirando hacía sus pies, como para hacer un 69. Aún no me tocaba la cara, pero podía oler la leche de Paco sobre sus muslos. Intenté moverme, pero Sandra me apretó la cara entre las piernas dándome un golpe en los cojones. Al hacer fuerza con sus piernas, le salió un chorro de semen que fue a para sobre mi cara. Sandra volvió a golpearme diciéndome que no me moviera.

- Paco, ponte de pie delante de mí, te voy a hacer algo que nunca le he hecho a Antonio: chuparte la polla después de que te hayas corrido en mí, dijo Sandra.

- Eeeeeeeh, empezé a quejarme, pero el coño de Sandra bajó y me tapó la boca.

Paco se puso en posición y Sandra cogió su polla morcillona con la mano y empezó a besarla.

- Qué gusto más fuerte tiene… dijo Sandra.

- Seguro que notas también este gusto en mi coño, no Antonio?

- Es algo que querías que te hiciera, no?

Sandra movía su coño contra la boca de Antonio, contrayendo de tanto en tanto su vagina para expulsar un poco más de leche de Paco mezclada con sus propias secreciones.

- Admite que te pone lo que te hago.

Solo salió un gruñido de entre sus piernas pero notó como, de repente, una lengua venía a lamerla.

Ella también estaba atareada chupándole la polla a Paco. Ya la tenía totalmente limpia. Sandra siguió con el, moviendo sus caderas para que el prisionero pudiera lamerle todo el coño desde el clítoris hasta el culillo.

Cuando se hartó de lo que estaba haciendo, se levantó. Cogió unos pañuelos que había en la maleta y me los dio para que me limpiara.

- Ponte a cuatro patas, dándome la espalda, que me ponga sobre ti para que me folle Paco otra vez y puedas notar como me la mete, cada movimientos que damos y que pueda gritar a tu oído cuando me corra…

Hoy estaba muy mandona y muy cachonda… me gustaba.

Me giré. Sandra cogió la cuerda y le pidió ayuda a Paco para atarme.

- No quiero que te muevas mientras me dejo follar bien fuerte.

Me ataron las manos al cabezal de la cama, brazos bien abiertos. Para las piernas, Sandra me hizo doblar las rodillas y me las ataron también al cabezal de manera que no las podía apretar ni estirar. Tenía literalmente el culo al aire.

Sandra me dijo que era porque ella misma estaría en esta postura. Se pegó lo más que pudo a mí: Pude sentir sus pechos en mi espalda, su cadera contra mi culo, me sentía protegido. De repente, me metió un pañuelo en la boca diciendo que no quería oírme. Casi me atraganto.

Paco se puso detrás. Ella le cogió la polla y empezó a jugar contra su coñete, paseándolo de arriba abajo y comentándole a Antonio lo que hacía.

- Ahora tengo su cabeza justo en mi entrada, lo dejo entrar un poco para que se moje y lo vuelo a sacar.

- Lo estoy frotando contra mi clítoris y ahora vuelvo a mi coño.

- Uyh! Me he pasado y he llegado a mi culito. Si apoyo un poco, puedo notar como se me habré un poco para dejarlo entrar… Aaaaaah…

- Vuelvo a mi coñito… Oooooh

Paco estaba que no podía más, quería metérsela ya, pero ella no lo dejaba.

- Está tan dura que entraría en cualquier lugar… Mira cariño.

Sandra se levantó un poco por encima de mi, tirando de Paco hacía delante. La polla de este me tocó los cojones.

Pude notar lo dura que estaba. Paco y yo nos quedamos parados, pero Sandra volvió a su posición original y siguió con el juego.

- Ahora lo tengo delante de mi coño y lo voy a dejar entrar.

- Uuuuuuf, que bueno…

Paco empezó a moverse, empujando su polla en Sandra cada vez más.

- Uiiiiii, notas como me sacude, Aaaaah, que bueno, más, métela más….

Sandra gemía, el placer subía, se agarró fuertemente a Antonio y se corrió, gritando de placer.

- Síiiiiii, que bueno…. Aaaaaaaah.

- Párate, Paco, siguió ella.

Paco se paró. Sandra se levantó un poco apoyándose en mí para sacarse la polla de Paco del coño. Al hacerlo, la polla chocó contra mi culo, sobresaltándome.

Sandra se volvió a colocar.

- Que bueno… y ahora a otra cosa.

Sandra cogió la polla y la apoyó contra su culo.

- No te muevas Paco, yo me moveré. No quiero que le hagas daño a mi culito…

- Ahí, la tengo apoyada en mi ojete, Antonio.

Sandra empezó a moverse de atrás adelante.

- Uuuuuuf, parece que me estás abriendo el culito con esta polla, mmmmmm…

- Iiiiiii, duele un poco, pero sigue siendo bueno, añadió mientras seguía con sus movimientos.

Siguió unos minutos más y de repente se paró.

- Aaaaaaah, ya tiene la cabeza metida en mi culo, Oooooo, que bueno…

- Es un poco como esto…

Sandra se metió un dedo en la vagina y, cuando lo tuvo bien húmedo, lo apoyó sobre el culo de Antonio. Empujó suavemente hasta que lo pudo meter.

- ¿Lo notas bien? Pues es lo mismo pero en más gordo.

- Ahora, meteré el resto en mi culito…

Sandra empezó de nuevo a moverse pero se volvió a parar y dijo:

- Paco, ahora te toca acabar de meterla, la quiero bien profunda.

Este no espero que la frase acabara para moverse. En unos movimientos ya la tenía metida hasta el fondo.

- Aaaaaaaaah, la noto en el fondo de mi culo, Ooooooh que rico…

Paco aumentó el ritmo y la fuerza de los golpes. Podía notar como cada golpe hacía que Sandra se acercara de punto de no retorno y también como se me clavaba su dedo en el culo. No era desagradable.

- Síiiiiiiiiiiii, Aaaaaaaah, uuuuuuuuuh…

Se corrió, liberando mi culo. Paco también estaba a punto de hacerlo, pero ella lo notó y le dijo que no había acabado su trabajo, que saliese y se esperara.

Paco salió de un tirón, sacándole otro grito a Sandra.

Sandra volvió a coger la polla de Paco en la mano y empezó a masturbarlo.

De un movimiento salió de la posición que tenía y siguió con la polla, tirando de el hacía delante. Paco se resistió un poco, pero se quería correr estaba que iba a estallar. La presión que ejercía Sandra sobre su polla fue la más fuerte. Sandra guío la polla hacía mi culo. Quise moverme, pero solo conseguí que la polla de Paco, que ya estaba gimiendo, apoyase más sobre mi ano. Sandra estaba detrás de Paco, son una mano sobre su polla y la otra sobre sus cojones. Lo estaba masturbando haciendo presión sobre su polla y liberándola para volver a hacerlo. Estaba justo detrás de él, pegada a su cuerpo, empujando a Paco hacía delante haciendo que cada vez más su polla se apoyara en mi culo. Intente decirle que parara pero no podía hablar. Seguía moviéndome para salir de esta postura pero solo hacía empeorar las cosas: Me giré y vi que Paco tenía los ojos cerrados y parecía estar en otro mundo. Me moví y lo único que conseguí fue aumentar el placer de Paco.

- Siempre he querido tener una polla para poder metértela por el culo, cariño, hoy cojo esta prestada…

Sandra miraba de lado como estaba el asunto y cuando vio que la cabeza ya había empezado a entrar dio un empujón con sus caderas y el glande de Paco desapreció por entero, arrancándome un gruñido, de no ser por el pañuelo, hubiese sido un grito.

Fue entre dolor y placer. Todos se quedaron quietos.

- Ya veras, te va ha gustar, o al menos es lo que me dices…

Respiré hondo y empecé a moverme lentamente.

Paco puso sus manos sobre mis caderas y empezó a moverse. Seguía con los ojos cerrados y entraba cada vez más en mí. Paco gruñía. Sandra se apartó para ver la escena desde un mejor ángulo. Paco ya la tenía totalmente hincada en mi culo.

Sandra coló su mano entre las piernas de Paco y nos acarició los cojones. Los agarró y los apretó un poco. Los dos nos paramos y ella siguió apretando los dos pares de cojones el uno contra el otro. Era muy agradable para mí, y por la cara que ponía, para Paco también. Pero este se quería correr. Empezó a dar unos empujones tremendos.

En pocos minutos se corrió en mi culo. Yo gemí de placer.

Paco siguió en mí un momento más y acabo saliendo, dejandome con el culo bien pringado.

- Ya sabes también lo que me haces cuando me la metes por el culo, dijo Sandra, Feliz cumpleaños querido.

Sandra me desató y se tumbó a mi lado.

- Si quieres que te bese, tendrás que ir a la ducha… Además, aun queda tiempo para más cosas…

- Sí, creo que tengo que limpiarme un poco, dije. Pero no se si estoy preparado para más…

Me levanté sin mirar a Paco y me fui a la ducha.

Cuando volví, Paco se fue a duchar también.

Sandra me tumbó en la cama, se me sentó encima y empezó a besarme.

- No me dejaré atar más, que lo sepas… le dije.

- No te preocupes, a partir de ahora, si quiero que hagas algo, lo harás, solo porque lo quiero… Contestó ella muy segura de si misma.

Seguimos besándonos. Paco salió del baño. Sandra le hizo una señal para que se juntara a nosotros. Se tumbó de lado muy cerca. Sandra estiró la mano e hizo que Paco se les acercara. Ya estaban los tres pegados. Sandra dejó de besarme y sin cambiar de posición, besó a Paco también. Empezó ha besarnos a los dos, pasando del uno al otro, frotando su cuerpo contra mí, mientras su mano acariciaba Paco.

Sandra atrajo Paco aún más cerca de mí y lo tumbó de espaldas. Los dos estábamos pegaditos el uno al otro. Ella bajó hacía nuestras entrepiernas y empezó a acariciarnos. Empezó cogiéndonos los cojones, y subiendo a la polla. Yo solo me había corrido una vez al principio y ya estaba dispuesto a follar otra vez. A Paco le estaba costando un poco más. Pero Sandra no se paró a este detalle: nos besó los cojones a los dos y fue subiendo hasta la polla de Paco primero. Lo que le hacia al uno, después se lo hacia al otro. Fue chupándonos por turno a los dos, masajeando nuestros cojones y acariciándonos las pollas que ya estaban ambas duras.

Sandra siguió un buen rato ahí, lamiendo, chupando, masajeando…

Nos hizo girarnos un poco para que las dos pollas se pudieran tocar. Estábamos casi frente a frente. De esta manera, Sandra podía meterse las dos pollas en la boca a la vez. Bueno, lo intentaba, pero no podía: eran demasiado grandes, pero pasaba de la una a la otra sin parar.

También frotaba las pollas la una contra la otra: Las tenía bien descubiertas y frotaba los dos glandes el uno contra el otro. El placer que sentíamos iba subiendo cada vez más.

- Paco, sube más en la cama, poniéndote boca arriba, dijo ella.

Paco se paró y subió más en la cama. Ella siguió el movimiento sin dejar de masturbarle.

- Antonio, baja.

Sandra soltó la polla de Paco y siguió solo con la de Antonio.

- Un poco más, un poco más… Ahí, no te mueves.

Sandra se metió mi polla en la boca y empezó a chuparla con muchas ganas. Fue moviéndome poco a poco hasta que este quedé de lado.

Estaba en la gloria…

Sandra me soltó la polla un momento para decir:

- Paco, gírate hacía Antonio.

Paco se giró. De repente, caímos en la cuenta: la polla de Paco estaba a la altura de mi cabeza.

- Ya sabes lo que toca hacer, me dijo. Sino, me paro…

Y se metió toda mi polla en la boca. Tuvo arcadas, pero no paró. Eso me chifla y ella lo sabe. No quería que parara…

Cogí la polla de Paco con una mano y empecé a masturbarla.

Sandra volvió a tragarse la polla, excitada por lo que veía.

Poco a poco, nos fuimos relajando. Cerré los ojos y empecé a besar la polla que tenía delante, primero pequeños besos que iban aumentando.

Sandra no se perdía nada de lo que pasaba y conforme iban avanzando las cosas más me daba placer, haciendo que me atreviera más. Era como si hubiese un vínculo directo entre la polla de Paco y mi propia polla… Cuanto más placer le daba a Paco, más recibía yo.

Ya tenía buena parte de la polla de Paco en la boca. Sabía exactamente que me gustaba cuando me la chupaban y se lo hacía a Paco. Para Paco era la primera vez que le hacían una mamada tan acertada. Además, mi boca era más grande que las de las mujeres que se la habían chupado y podía entrar más su polla.

Las cosas se precipitaron. Paco empezó a notar las contracciones de su polla en la boca de Sandra que se la metió aún más lejos. Me metí la polla de Paco tan lejos como pude, girando con su lengua alrededor del glande de Paco.

Me corrí. Estaba tan metido en Sandra que ella solo pudo aceptar la leche que le llegaba en la garganta y tragársela. No me paré y seguí hasta que no quedó nada que sacar.

Paco tardó un poco más, pero tampoco me paré. Cuando estalló en mi boca, hubiese podido dejar escapar tanta leche, pero no lo hice, me había gustado tanto que Sandra no dejara escapar ni una gota, que quise hacer lo mismo para Paco. Me quedé bebiendo esta leche aunque Sandra ya me había soltado la polla.

Quedamos un momento más en esta postura. Cuando me senté en la cama, cogí Sandra y le dio un besó sobre la boca. Nuestros labios se juntaron, nuestras lenguas se juntaron y compartimos los sabores de la leche de nuestros “amantes”.

- Feliz cumpleaños, querido, me dijo ella cuando nos soltamos.

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