Nos habíamos quedado en el relato anterior con la zorrita de Mabel sacándole todo su jugo al fontanero mientras María limpiaba concienzudamente mi polla.

María estaba como ida. Terminó de limpiarme la polla con sus sabias lametadas pero miraba extasiada como su hermana Mabel seguía disfrutando de la verga del fontanero. Mabel giro sobre la polla haciendo el helicóptero y se colocó de espaldas a su amante para poder chuparme a mi el pene. María comenzó muy tímidamente al principio pero luego fue tomando confianza a masajearme los huevos para tratar de excitarme y para eso no hacia falta mucho. La situación era increíble. Allí en medio de nuestro salón Antonio el fontanero prestaba su polla para que la putita de mi esposa disfrutara como nunca y María absolutamente excitada me acariciaba con suavidad el escroto. Agarré su mano y decidí probarla llevándola hasta las tetas de su hermana Mabel pero nuevamente mi cuñada me sorprendió ya que acerco su boca a los pezones de la hermana y comenzó a lamerlos en circulo mientras mi mano derecha acariciaba su coñito tiernamente. Mabel cuando consiguió devolverme la erección se levanto de encima de su amante y situó a María de espaldas en el suelo ya que quería ver como me la follaba yo. No me hice de rogar y sin ningún miramiento (cosa que excitaba a María) le enterré la polla en su precioso coñito. Mabel se colocó con las piernas abiertas sobre la boca ansiosa de su hermana y está la obsequió lamiendo a conciencia el chorreante coño de Mabel mientras disfrutaba de nuevo de mis embestidas. El fontanero se coloco con las piernas abiertas sobre mi para que la putita caliente de mi mujer le pudiera chupar a la vez su polla y así entre gemidos de placer de María y los roncos jadeos del fontanero nos corrimos todos en un circulo vertiginoso de placer.
Estábamos cansados y sudorosos de nuevo así que nos sentamos y mientras bebíamos unos refrescos María me susurro al oído que quería follarse al fontanero. La miré con satisfacción y mientras le acariciaba su coñito le comí la boca con deleite mientras su hermana que había percibido algo trataba de meterse en medio lamiéndome una vez el pene que comenzaba a dar muestras de cansancio. Coloqué a María a cuatro patas y al fontanero detrás. Agarré su polla y se la coloqué en la entrada del coñito de mi cuñada mientras le susurraba al oído,
- Bueno dale caña por los dos sitios
El fontanero me sonrío cómplice y sin mas comenzó a bombear con fuerza. Los suspiros de María se fueron convirtiendo en gemidos, más tarde en jadeos y luego en gritos de placer y mientras tanto, Mabel seguía intentando resucitar mi polla. Cuando está estuvo a punto ella intentó metérsela en su coñito pero yo tenía otros planes y cuando el fontanero cambió su pene de agujero con el tremendo grito que dio mi cuñada, aproveche que tenía la boca abierta para ponerle mi polla en su boca. Mabel decidió acariciarle los senos a su hermana mientras está se ahogaba por arriba y por abajo. En mi fuero interno deseaba castigar a Mabel así que le pedí al fontanero que me dejará colocarme bajo María y que está se metiera mi polla en su coñito. Una vez que María estuvo clavada por mi y por el fontanero, comenzamos un salvaje mete saca mientras la zorrita de mi esposa se conformaba con masturbarse salvajemente metiéndose una botella de las pequeñas de cava hasta alcanzar un orgasmo total con gritos y espasmos increíbles. Entretanto María gritaba de dolor y placer mientras yo le gritaba “¡¡córrete puta!!, córrete ya zorrita que eres más zorrita que tu hermana!!, ¡¡venga calienta pollas, trágate todo y córrete puta barata!!” . Al fin María alcanzó un orgasmo inconmensurable y mientras gritaba y yo intentaba descargar mi leche dentro de su coño, los gritos del fontanero me advirtieron que el estaba inundando el culo de mi linda y desaprovechada cuñada.
La verdad es que no volví a ver al fontanero aunque no se si una de las dos ( o la dos) no se lo estarán beneficiando ya que como podeís comprobar son unas completas zorritas.

Carlos Traste