Mientras cursaba la universidad, cursaba algunas materias que eran contra turno, es decir, fuera mi horario normal de clases, en una de estas clases, tenía una amiga muy especial, una chica muy guapa, carismatica, sonriente y con una actitud de irreverencia que la hacía muy particular. Ella y yo solíamos hacer equipo, la verdad es que su fuerte no era la escuela, pero vaya que disfrutaba de su compañía. Yo hacía la labor de la escuela y ella me acompañaba con sus miles de historias y juegos que en ocasiones llegaban a ser algo atrevidos. Una vez me pidió que la besara, solo para saber como besaba yo, lo cual hice y disfruté con gusto, en otra ocasión ella´me pidió le compartiera una pastilla para el aliento, pero solo me la aceptaba si se la daba con la boca. La verdad es que nunca pasó de ahí.

Hasta una ocasión, teníamos que realizar una tarea juntos y andabamos buscando la información necesaria, tuvimos que ir a mi casa a buscar un libro en especial. Mi casa solía estar sola durante el día, estando ahí, empezamos a platicar con un tono mas elevado pero solo nos sonrojabamos y reiamos. De pronto ella dejó de sonreir, me miró a los ojos y me preguntó ¿Quieres que me agache aquí? Dandome a entender que si quería que me hiciera sexo oral, estabamos en la sala, para lo que yo le dije que no, que fueramos a mi cuarto. Antes de entrar al cuarto fui al baño, estaba yo frente al espejo diciendome "vamos, lo podrás hacer bien". Salí e inmediatamente ella me recibió con un abrazo, me hizo otra pregunta - ¿Qué no me vas a besar? para lo que le respondí con un beso muy largo, mis manos fueron bajando hasta su trasero, que por cierto, lo tenía perfecto, pequeño pero muy bien torneado, le toqué sus pechos y para pronto ella me empujó a la cama, desabrochó mi pantalón y se metió mi pene a su boca, era muy intensa, hacia los movimientos muy fuertes, hasta en ocasiones ´llegó a lastimarme, fue subiendo poco a poco y me besó otro rato. me preguntó si me había gustado, suponiendo yo que ella ya había terminado, solo para darme una "probada" de lo que podía hacer, le contesté que si, pero le hice también una pregunta - ¿Te gusta el sexo anal?...algo tímido le pregunté y ella sonrió, me dijo que primero dolía poquito pero que después se sentía rico, le pedí oportunidad de hacerselo, ella solo sonrío, se llenó de saliba su mano y la huntó en mi pene, lo que para mi era un SI definitivo. Se puso en cuatro en la orilla de mi cama y yo parado atrás de ella. Le lancé el primer "golpe" pero la penetré en su vagina, se sonrió y me dejó hacerselo un poco así, después me salí y le di la estocada justo por atrás, eso fue una sensación deliciosa, tenerla en esa posición de perrito, con el control total de su cuerpo, entraba y salía poco a poco, después ella se levantó y parados los dos continúe con la azaña...después de un rato, me detuve y seguimos besandonos en la cama, como no estaba preparado con preservativo decidimos solo hacerlo de esa manera, algo rápido pero sin un final...ella me prometió volver a repetirlo pero dijo que en la próxima ocasión, me viniera en su boca, que es lo que ella quería que pasara, sin duda, le dije que así sería.