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Categoría: Maduras

Mi compañera de trabajo y yo.

Me voy a atrever con un nuevo relato real como la vida misma, sucedió hace apenas dos semanas, en éste tiempo los encuentros se han repetido y poco a poco hemos ido intimando más para llevar una relación de folla amigos como se dice ahora.



 



Los personajes principales de ésta historia son dos, por un lado está Teresa 45 años, morena de piel con sobrepeso, dos tetas y un culo acordes a una persona con sobrepeso es decir grandes, exuberantes y una cara que para mi gusto es preciosa. El segundo protagonista soy yo Ramón, 30 años de edad y normal físicamente sin tripa pero sin músculos, y resultón de cara no soy un coco pero tampoco destaco por mi belleza.



 



Todo comenzó cuando empecé a trabajar en una tienda de ropa en un centro comercial de la capital de nuestra provincia, ella trabajaba en una tienda de la zona de restauración del mismo centro comercial y tras tres días compartiendo turno nos pusimos de acuerdo para hacer juntos los 30 kilómetros que separan nuestro pueblo de nuestro lugar de trabajo, de ésta manera compartíamos gastos y nos hacíamos compañía, a pesar de no ser mucha distancia se hace más llevadero sobre todo a la hora de salida que te apetece desconectar y hablar de lo que sea menos de trabajo, cosa que con los compañeros de trabajo no suele pasar, siempre tienes alguna anécdota de algún cliente o quejas del puesto que te llevas fuera.



 



Al ser del mismo pueblo y el mismo ser pequeño más o menos estábamos al corriente de nuestras situaciones, ella viuda y yo soltero, en el pueblo era vox populi un affaire que tuvo en su día cuando aún estaba casada, tras nuestros viajes de vuelta juntos me confesó que lo había hecho al no tener hijos y por las necesidades de una mujer a la cual su marido no le daba lo que necesitaba, no solo sexo si no también cariño y amor. Según me comentó ella no se divorció porque aún estaba enamorada de él y quería tener una última esperanza para intentarlo, pero al final el pueblo entero se enteró se terminaron ambas relaciones y al poco tiempo su marido falleció en un accidente de coche.



 



Poco a poco fuimos cogiendo más confianza y por ejemplo cuadrábamos los descansos para irnos juntos a tomar un refresco durante la jornada laboral y algún día cuando llegábamos al pueblo nos quedábamos a cenar en su casa, aunque fueron pocos días en cierto modo por temor a los comentarios típicos que pueden surgir en un pueblo, pero siendo las horas a las que veníamos ya avanzadas y un pueblo un tanto vacío y más durante el gélido invierno sumado todo a ello a que dejaba su coche en el garaje al final casi un día a la semana solíamos cenar juntos en su casa.



 



Uno de esos días coincidió que era viernes y época de rebajas, teníamos libre el sábado ambos y nos tomamos una copa sentados en el sofá más tranquilos que otros días y sin prisa, hablamos un poco de todo y como no… el tema estrella que si no tenía pareja o intención de tenerla, y como sigo pensando a día de hoy no tengo prisa, cuando llegue llegó, del mismo modo que yo le pregunté si no tenía intención de rehacer su vida o si había retomado su antiguo affaire.



Me dijo que no se veía con fuerzas de conocer a alguien y comenzar desde 0, a estas alturas ya íbamos por la tercera copa y mi pregunta estrella es que si no echaba de menos el sexo o la compañía masculina, en ese momento me miró a los ojos y me dijo que tenía compañía masculina que yo estaba con ella, pero que el sexo ya se había olvidado de lo que era, que la única persona con la que tenía confianza para hablar de éstos temas era yo y que no creía que por la diferencia de edad y su aspecto físico me fuera a fijar en ella.



 



Y siendo sinceros… hasta ese momento no lo había hecho, como dije en la descripción tiene sobrepeso y unos pechos muy grandes al igual que su culo y aunque no es mi prototipo de mujer si que he estado con alguna mujer similar a ella, me gusta donde agarrarme como se suele decir. La miré a los ojos y acercándome a ella le dije que por qué no me iba a fijar en ella si de cara me parece preciosa y la di un abrazo. En medio del abrazo ella me dijo gracias, sin pensarlo bien y separándonos le dije mirando a sus pechos las que tú tienes, ruborizándose se empezó a reír y me dijo y que tu disfrutas por lo que veo, mi respuesta fue decir sí pero no todo lo que me gustaría.



 



En ese momento al estar tan cerca después del abrazo… la di un pico muy breve y al no hacer nada, al no mostrar rechazo me volví a acercar o más bien nos acercamos mutuamente y comenzamos a besarnos, ésta vez ambos nuestras lenguas jugaron la una con la otra y la otra con la una, sin prisa, tocándonos por encima de la ropa, yo por supuesto que la mano no la movía de sus pechos y la otra de su increíble culo, a pesar de ser un culo grande estaba duro, al igual que sus muslos.



Poco a poco nos fuimos desnudando, las camisas, zapatos, pantalones, solo teníamos la ropa interior puesta y al desabrochar su sujetador rápidamente fui bajando de su boca a su cuello y de ahí a sus pechos, besando y mordiendo ambos, lamiéndolos como si fuera su bebé, mientras tanto jugaba con su culo y su vagina, no la tenía depilada aunque si cuidada, estaba empapada me había confesado que llevaba 3 años sin sexo y que se había masturbado solamente una vez.



 



Ella iba tocándome también me comenzó a masturbar pero yo la puse en el sofá con su culito en borde y le quité las bragas, para comenzar a chuparle el coño despacito, toda la raja desde el comienzo hasta el clítoris, bajaba de nuevo casi tocando su ano a la vez que pellizcaba sus pezones, ella gemía en alto, al ser casas bajas y separadas no teníamos que tener cuidado por los vecinos, noté como su cuerpo se contraía y se corrió la primera vez de la noche, en ese momento seguí chupando y metí mi dedo dentro de ella, le chupaba el clítoris y uní un dedo más, ella me pedía a mí, penétrame me decía, fóllame, métemela!!!!!!! Con desesperación llegado a ese punto.



 



Yo estaba muy caliente y mi polla lo corroboraba me puse de rodillas delante de ella, dejándola en la misma posición y con mi polla en la mano me acerqué a su entrada y jugué con su coño hasta que me agarró de los hombros y me entrelazó con sus piernas de mi culo y me pidió que por favor no la hiciera sufrir más, la miré a los ojos, que ella cerró al momento porque justo en ese instante comencé a metérsela muy despacio hasta llegar al final, una vez dentro de ella me movía más deprisa, se la sacaba hasta la mitad y entraba lento o se la sacaba entera y de un pollazo se la metía entera, ella no paraba de gemir y más aún cuando con una mano la pellizqué un pezón y con la otra le acaricié el clítoris, dejó de gemir para empezar a gritar “ siiiii Ramón joder fóllame apriétame el pezón y mastúrbame más deprisa que me corrooo” yo la hice caso, fui más deprisa hasta que sus gritos casi ensordecedores comenzaron a estar acompañados del movimiento de su cuerpo buscándome para que la penetrara más dentro, solo escuché un “siiiiiiiii joooooder” y empezó a correrse que yo noté en mi pubis sus flujos, me empapó literalmente, se medio incorporó para besarme la di un beso largo con mi polla aún dentro y cuando terminamos de besarnos me dijo que hiciera con ella lo que quisiera, que disfrutara de su cuerpo, me fui a poner un condón para correrme ya que con las prisas no nos lo habíamos puesto y me dijo que no había tenido hijos porque era estéril, que al no existir riesgo de enfermedad por parte de ninguno de los dos (ella sabía que yo siempre uso condón) me dijo que podía continuar y correrme dentro de ella, en el mismo sofá según estábamos le puse a cuatro patas y se la metí por atrás, ella decía que la sentía más y que estaba más gorda, que le estaba encantando, yo sinceramente solo me agarré a su culo y entre sus gemidos, sus pechos colgando y mi polla entrando dentro de su húmedo coño no iba a aguantar más, noté como se empezó a masturbar y justo cuando avisé que me corría volví a escuchar su “siiiiiii” y nos caímos los dos en el sofá, yo encima de ella y aún con mi polla dentro, me salí de su coño y empezó a salir toda mi corrida y nuestros flujos.



 



Desnudos como estábamos nos sentamos uno al lado del otro de nuevo, nos besamos y me quedé a dormir en su casa, lo que sucedió a partir de ese momento… es otra historia que si tiene la aceptación suficiente continuaré con ella.



 



Espero que sea de vuestro agrado y que tenga comentarios.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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