Mi nombre es anónimo tengo 20 años. Estudio la universidad por las noches, la carrera de Derecho y tengo un novio que no me satisface en la cama. Les contare la mejor cogida de mi vida.

Un día conocí a este hombre perfecto, mi profesor. De aproximadamente unos 45 años, casado y muy atractivo, desde que lo vi por primera vez me puso bien caliente, despertó en mi los mas bajos deseos, esos deseos de ser cogida por un hombre de verdad y el saber que era prohibido, por ser casado y ademas por ser mi profesor, la verdad lo hizo más excitante.

Yo note que él también puso sus ojos en mi, en mi cuerpo, no le quitaba la vista de encima a mis grandes tetas. Yo observaba como el me comía con la mirada, y eso me calentaba más, me sonreía y yo le correspondía, me le insinuaba en clase y el a mi, en el salón nadie lo notaba ni siquiera se imaginan, solo él y yo nos entendíamos. Yo deseaba ser su perrita, mi cuerpo me pedía a gritos tener a ese hombre.

Así que una noche me arme de valor y al final de clases, cuando ya casi todos se habían ido fui a su oficina, con un escote que dejaba ver mis grandes y ricas tetas, yo sabia que a él le encantaban, y no llevaba nada de ropa interior debajo. Llegué, toque la puerta y escuche su voz decir adelante, yo abrí despacio, pase y cerré con seguro por dentro para que nadie nos molestara, él tenia que rendirse ante mis encantos. Le dije buenas noches profesor, el contestó y me desnudo con la mirada, tome asiento frente a su escritorio y le dije de una manera muy insinuante, profesor necesito hablar de un tema muy serio con usted ¿me podría escuchar? El me contesto Claro, dime, casi sabiendo e imaginando lo que iba a pasar.

Entonces yo comencé a decirle, Pasa que usted me gusta demasiado. Me pare y camine hacia él, me le puse enfrente, él sentado, como sorprendido, mirándome toda. Le dije al oído que me ponía bien caliente que quería ser suya. Empecé a desabotonar mi blusa y le deje ver mis tetas grandotas con los pezones bien paraditos y duritos. El en ese momento se volvió loco y empezó a chuparme los pezones y todas las tetas, me las lamió con desesperación, me las estrujo y me las comió toditas. Estaba loco disfrutando esas tetas que ya se habían vuelto su fantasía. Me desabotono el jeans bien ajustado que traía, me lo quito y me toco mi panocha ya toda mojada y bien caliente. Sentí sus dedos entrando en mi panocha mientras que con su boca me chupaba los pezones y yo me moría de placer. Me dijo que ricas tetotas tienes y que rica panocha me la quiero tragar toda.

Entonces ya estando completamente desnuda me sentó en su escritorio me abrió las piernas y me empezó a mamar mi panocha y mi clítoris inflamado, yo me retorcía y gemía como loca. El movía su lengua cada vez mas rápido en mi clítoris mientras me metía sus dedos y los movía rápido dentro de mi hasta que hizo que me viniera, me derrame todita.

Mis piernas estaban temblorosas. Pero a el eso no le importo y me bajo de su escritorio y empujo mi cabeza hacia su verga y me dijo que se la mamara, el me estaba haciendo su perra, su puta y yo lo estaba disfrutando. Me hinque, le baje el pantalon y su grande y gorda verga quedo ante mi cara bien parada y bien dura. Le dije que rica verga tienes te voy a dar un mamadón. El se ponia mas y mas loquito. Le chupe su glande hinchado y grande. Y me metí toda su verga a mi boca, moví mi cabeza de arriba a abajo y mi lengua rápido y duro como él me lo pedía mientras me tenia agarrada del cabello. Le pedí que ya me diera su lechita calentita que ya la quería en mi boca para tragármela, me dijo que ahí venia que ya se venia y me dio su leche que salio como si la verga le explotara.

Todavía le quedo bien parada y me dijo te voy a coger perra, se puso detrás de mi y me agacho hacia el frente, acomodo mis nalgas y me metió toda la verga dentro de mi panocha bien lubricada y bien caliente. Yo sentía que tocaba el cielo y le pedía que me cogiera mas duro, él cada vez me daba mas fuerte y mas rápido, me dijo que estaba descargando todas las ganas que me tenia y me dijo disfruta mi verga putita. Yo me vine otra vez, le bañe toda la verga. El la saco de mi panocha y me dijo ahora te voy a romper el culo, me abrió las nalgas me dio unas nalgadas me dijo que rico culo y que ricas nalgas, me puso saliva y entro en mi culito bien apretadito. Me la metió sin piedad.

Yo llore de dolor pero después empecé a gemir de placer. El metía y sacaba su verga bien duro, la movía dentro de mi culo, yo se la estaba comiendo. Me apretaba las nalgas me decía toma perra. Me jalaba el pelo, me estaba cogiendo de una manera en la que nunca en mi vida me habían cogido. Me hizo venirme otra vez, el también gemía y gritaba y me dijo ya me voy a venir ahí te va mi leche y se derramo dentro de mi culo, terminó y los dos quedamos exhaustos. Al final me dijo que rica estas te acabé toda. Ya lo demás se los contare en otra ocasión. Bye.